145 
   
 
  Procura desmentir los elogios que a un  
  retrato de la Poetisa inscribió la verdad, 
  que llama pasión. 
 
ÉSTE,que ves, engaño colorido,  
  que del arte ostentando los primores,  
  con falsos silogismos de colores 
  es cauteloso engaño del sentido; 
  éste, en quien la lisonja ha pretendido 
  excusar de los años los horrores,  
  y venciendo del tiempo los rigores  
  triunfar de la vejez y del olvido, 
  es un vano artificio del cuidado,  
  es una flor al viento delicada,  
  es un resguardo inútil para el hado: 
  es una necia diligencia errada,  
  es un afán caduco y, bien mirado, 
  es cadáver, es polvo, es sombra, es nada. 
  
   
    146 
  
  
  Quéjase de la suerte: insinúa su aversión a los 
    vicios, y justifica su divertimiento a las Musas. 
   
  
EN PERSEGUIRME, Mundo, ¿qué interesas? 
  ¿En qué te ofendo, cuando sólo intento 
  poner bellezas en mi entendimiento  
  y no mi entendimiento en las bellezas? 
      Yo no estimo tesoros ni riquezas; 
  y así, siempre me causa más contento  
  poner riquezas en mi pensamiento  
  que no mi pensamiento en las riquezas.  
      Y no estimo hermosura que, vencida, 
  es despojo civil de las edades, 
  ni riqueza me agrada fementida,  
      teniendo por mejor, en mis verdades,  
  consumir vanidades de la vida 
  que consumir la vida en vanidades. 
  
   
    147 
     
  
  
    En que da moral censura a una rosa 
    y en ella a sus semejantes. 
  
ROSA divina que en gentil cultura  
  eres, con tu fragante sutileza, 
  magisterio purpúreo en la belleza, 
  enseñanza nevada a la hermosura. 
       Amago de la humana arquitectura,  
  ejemplo de la vana gentileza, 
  en cuyo ser unió naturaleza  
  la cuna alegre y triste sepultura.  
  ¡Cuán altiva en tu pompa, presumida, 
  soberbia, el riesgo de morir desdeñas, 
  y luego desmayada y encogida 
  de tu caduco ser das mustias señas,  
  con que con docta muerte y necia vida,  
  viviendo engañas y muriendo enseñas! 
  
   
    148 
     
  
  
    Escoge antes el morir que exponerse  
    a los ultrajes de la vejez. 
  
MIRÓ Celia una rosa que en el prado 
  ostentaba feliz la pompa vana  
  y con afeites de carmín y grana  
  bañaba alegre el rostro delicado;  
       y dijo: Goza, sin temor del Hado, 
  el curso breve de tu edad lozana,  
  pues no podrá la muerte de mañana  
  quitarle lo que hubieres hoy gozado;  
  y aunque llega la muerte presurosa  
  y tu fragante vida se te aleja, 
  no sientas el morir tan bella y moza:  
  mira que la experiencia te aconseja  
  que es fortuna morirte siendo hermosa  
  y no ver el ultraje de ser vieja. 
  
   
    149 
     
  
  
    Encarece de animosidad la elección de estado  
    durable hasta la muerte. 
  
SI LOS riesgos del mar considerara, 
  ninguno se embarcara; si antes viera  
  bien su peligro, nadie se atreviera  
  ni al bravo toro osado provocara. 
  Si del fogoso bruto ponderara 
  la furia desbocada en la carrera 
  el jinete prudente, nunca hubiera  
  quien con discreta mano lo enfrenara. 
  Pero si hubiera alguno tan osado  
  que, no obstante el peligro, al mismo Apolo 
  quisiese gobernar con atrevida 
  mano el rápido carro en luz bañado,  
  todo lo hiciera, y no tomara sólo 
  estado que ha de ser toda la vida.
   
   
    150 
     
  
  
    Muestra sentir que la baldonen por los aplausos 
    de su habilidad. 
  
¿TAN GRANDE, ¡ay Hado!, mi delito ha sido  
  que, por castigo de él, o por tormento, 
  no basta el que adelanta el pensamiento,  
  sino el que le previenes al oído?  
  Tan severo en mi contra has procedido  
  que me persuado, de tu duro intento, 
  a que sólo me diste entendimiento 
  porque fuese mi daño más crecido. 
  Dísteme aplausos, para más baldones; 
  subir me hiciste, para penas tales; 
  y aun pienso que me dieron tus traiciones 
  penas a mi desdicha desiguales, 
  porque, viéndome rica de tus dones, 
  nadie tuviese lástima a mis males. 
  
   
    151 
     
  
  
    Sospecha crueldad disimulada, el alivio 
    que la Esperanza da. 
  
DIUTURNA enfermedad de la Esperanza,  
  que así entretienes mis cansados años 
  y en el fiel de los bienes y los daños 
  tienes en equilibrio la balanza;  
  que siempre suspendida, en la tardanza 
  de inclinarse, no dejan tus engaños  
  que lleguen a excederse en los tamaños 
  la desesperación o confianza: 
  ¿quién te ha quitado el nombre de homicida?  
  Pues lo eres más severa, si se advierte 
  que suspendes el alma entretenida; 
  y entre la infausta o la felice suerte, 
  no lo haces tú por conservar la vida 
  sino por dar más dilatada muerte. 
  
   
    152 
     
  
  
    "Verde embeleso"... 
  
VERDE embeleso de la vida humana, 
  loca Esperanza, frenesí dorado, 
  sueño de los despiertos intrincado,  
  como de sueños, de tesoros vana; 
  alma del mundo, senectud lozana,  
  decrépito verdor imaginado; 
  el hoy de los dichosos esperado 
  y de los desdichados el mañana:  
  sigan tu sombra en busca de tu día  
  los que, con verdes vidrios por anteojos, 
  todo lo ven pintado a su deseo;  
  que yo, más cuerda en la fortuna mía, 
  tengo en entrambas manos ambos ojos 
  y solamente lo que toco veo.  |