Corresponde a la sesi�n de GA 1.18 DESDE TU VENTANA
Una de las celebraciones de gran arraigo en M�xico es el D�a de muertos; en esta fecha suelen colocarse ofrendas con flores, alimentos y adornos en memoria de familiares y amigos muertos. Esta conmemoraci�n es una fusi�n de tradiciones prehisp�nicas y ritos tra�dos de Espa�a.
Al ver estas ofrendas surgen preguntas: �por qu� se hacen?, �qu� significado tienen?, �d�nde se colocan?, etc�tera.
Para responder estas preguntas, algunos antrop�logos y soci�logos han investigado acerca del tema, para esto han entrevistado y consultado fuentes de informaci�n. El texto siguiente es muestra de ello.
La muerte vista por el mexicano de hoy
(Adaptaci�n)
La celebraci�n de difuntos ocasiona grandes sacrificios econ�micos a la poblaci�n: a pesar de ello, se realiza con entusiasmo porque los familiares sienten que es necesario recordar a sus muertos.
El 1� de noviembre (D�a de todos los santos) se cree que regresan a las casas las almas de los ni�os, y al d�a siguiente las de los adultos, a ninguno de ellos pueden faltarle los alimentos que m�s les gustaban en vida; por eso se compran golosinas y frutas para los peque�os y se les prepara chocolate, atole y platillos mexicanos; con todo esto se levanta un altar en el que se coloca la ofrenda adornada con flores y frutas.
En algunas regiones la gente forma un sendero con p�talos de flor de cempas�chil, desde el altar hasta la calle, para que las almas encuentren el camino de regreso. El 2 de noviembre las velas y los platillos aumentan de n�mero, hay arroz con leche, camotes en dulce, gelatinas, mole, tamales, refrescos, cerveza, vino, cigarros, caf� y se hornean calabazas y panes especiales de muchas formas, tama�os y colores. En ocasiones, parte de las viandas se lleva al cementerio junto con las velas y los cempas�chiles, nuestras flores de muerto.
La tradicional celebraci�n de muertos coincide con la celebraci�n del Halloween norteamericano, que se ha popularizado sobre todo entre los j�venes de nuestro pa�s. Ser�a conveniente reflexionar en la importancia de conservar nuestras propias tradiciones en lugar de sustituirlas por costumbres extranjeras.
Observ�se un ejemplo de comentario acerca del texto anterior.