Corresponde a la sesi�n de GA 3.12 LA CONQUISTA DE LAS INDIAS
Tres reinos europeos se disputaron el dominio del territorio americano a partir del siglo XV: Espa�a, Portugal e Inglaterra, aunque fue sin duda la monarqu�a espa�ola la que pose�a los mayores dominios; sus virreinatos en Nueva Espa�a, Nueva Granada, Per� y R�o de la Plata, le aseguraban el control casi total del continente americano. S�lo se exclu�a a Brasil, dominado por Portugal, y la costa norte del oc�ano Atl�ntico, donde empezaban a establecerse colonias de Inglaterra. La riqueza de Am�rica llev� a los europeos a colonizar el continente e idear medidas efectivas de control y explotaci�n.
La pol�tica de Espa�a y Portugal con respecto a sus colonias fue muy semejante. Ambos reinos tomaron medidas que limitaron el desarrollo econ�mico de las colonias, favoreciendo a un pu�ado de comerciantes y nobles europeos.
Desde la metr�poli se autorizaba la colonizaci�n y explotaci�n del territorio a particulares, siempre y cuando la Corona recibiera la quinta parte de la producci�n -o quinto real- si se trataba de minas; impuestos a actividades comerciales -llamados gabela-; impuestos por la importaci�n de productos -o almojarifazgo-; o bien, impuestos por la venta de productos -llamados alcabala-.
El comercio en las colonias depend�a exclusivamente de la Corona, la cual se reservaba el derecho de lucrar con sus colonias. Nadie m�s pod�a comerciar con ellas; ni otros reinos europeos y ni siquiera entre las propias colonias se pod�an realizar intercambios mercantiles. Ejerciendo su monopolio -esto es, el control exclusivo del comercio- la Corona fren� las posibilidades de sus colonias de crear su propia industria y desarrollar relaciones comerciales.
El gobierno de las colonias se encontraba tambi�n en manos europeas que se encargaba de velar los intereses de la metr�poli. La Corona se ocupaba de enviar a su representante, el virrey, quien pod�a tomar ciertas decisiones econ�micas, siempre y cuando no afectaran el flujo de ganancias hacia la metr�poli.
La colonizaci�n europea afect� a la poblaci�n del continente. Los ind�genas sufrieron maltrato f�sico en las agotadoras jornadas de trabajo a las que fueron sometidos en el campo y en las minas.
Adem�s, la poblaci�n ind�gena disminuy� seriamente debido a la gripe, la neumon�a, la viruela, el tifo y otras enfermedades desconocidas en Am�rica. La mortalidad alcanz� niveles terribles entre los ni�os, mujeres y ancianos. M�s de tres cuartas partes de la poblaci�n falleci� durante los siglos XV a XVIII.
La colonizaci�n en Am�rica tambi�n afect� a otro grupo �tnico, los negros, que fueron pr�cticamente arrancados de sus tierras en �frica para trabajar en suelo americano. Dado que la poblaci�n ind�gena fue diezmada por epidemias, los negros fueron tra�dos para sustituir a los ind�genas en las labores m�s pesadas, pues se pensaba que eran una raza de "fortaleza superior". Muchos de ellos fueron tra�dos bajo licencia del rey, sin embargo, hubo tambi�n tr�fico ilegal de esclavos.
De la mezcla f�sica y cultural de europeos, ind�genas y negros, surgi� una nueva sociedad americana. Nacieron los mestizos, es decir, aquellos individuos que re�nen caracter�sticas f�sicas y culturales de dos o m�s grupos �tnicos distintos.
En el caso de la Nueva Espa�a, surgieron varios grupos sociales llamados castas, que eran el resultado de la mezcla de europeos, ind�genas y negros, y sus diferentes combinaciones. Por ejemplo, se conoc�a como mestizo al hijo de europeo e ind�gena, zambo al producto de la mezcla entre ind�gena y negro, mulato al nacido de negro y europeo, y as� por el estilo.
Las mezclas raciales no fueron bien vistas por el grupo europeo que reclamaba una supuesta "pureza de sangre", y los facultaba para desconocer como hijo leg�timo a un mestizo -o al producto de cualquier otra mezcla- y para negarle a las castas derechos y cargos p�blicos de mediana relevancia.
El lento y dif�cil proceso de mezclas raciales, al que se ha denominado en t�rminos gen�ricos mestizaje, cubri� toda la era de los virreinatos. Este proceso y su resultado cultural, forj� el car�cter social que caracterizar�a a las naciones latinoamericanas que surgieron hacia el siglo XIX.