Secuencia�9Espa�ol I

SESI�N 8

>>>Para terminar

Lectura y presentaci�n de rese�as

  1. 1. Para cerrar esta secuencia, organicen el Encuentro con los libros correspondiente a este bimestre. Con tal fin, preparen la lectura y presentaci�n de sus rese�as del libro ilustrado Gilgamesh. La lectura de las rese�as se lleva a cabo de la siguiente manera:
  1. a) Organicen el Encuentro con los libros. No olviden proponer al maestro de ceremonias, escribir una lista con el orden de lectura y convocar a los invitados.
  2. b) Determinen d�nde y c�mo exhibir�n las ilustraciones creadas para acompa�ar las rese�as.
  3. c) Lean con anterioridad la rese�a que escribieron.
  4. d) El d�a del Encuentro con los libros, cada alumno realiza la lectura de la rese�a que hizo y enseguida la coloca en el lugar o soporte para su exhibici�n. Una forma sencilla de hacer esto, es colocar una cuerda o mecate con pinzas para ropa que sirva para sujetar los trabajos.

>>>Sobre la historia de Gilgamesh

La m�s antigua reflexi�n sobre la condici�n humana

Por muchos siglos se pens� que la Filosof�a surgi� en el siglo VI antes de Cristo, en Grecia. Pero siglos antes, en la antigua Mesopotamia, hoy Irak, se compuso el Poema de Gilgamesh: una epopeya que contiene la m�s antigua reflexi�n sobre la condici�n humana. El poema tiene una doble relevancia. Por un lado, inicia la literatura conocida de la humanidad, pues las tablillas de barro conservadas son los fragmentos de escritura cuneiforme m�s antiguos del mundo —hasta hoy—. Por otro, es una reflexi�n profunda y sabia, antigua y actual, sobre qu� son y c�mo tienen que vivir los humanos.

Gilgamesh fue rey de la ciudad sumeria de Uruk, Mesopotamia, hacia el a�o 2600 antes de Cristo. El poema, dividido en doce tablillas, es una idealizaci�n posterior de este personaje. Las seis primeras tablillas narran la b�squeda de la gloria por parte de Gilgamesh y su amigo Enkid�. Pero una vez que Gilgamesh obtiene gloria y fama, Enkid� muere. En otras cinco tablillas, Gilgamesh llora a su amigo. Ahora ya no busca la gloria sino la inmortalidad, pero esta b�squeda tambi�n resulta insensata, pues ning�n humano puede sortear la muerte. A cambio, Gilgamesh descubre una muy humana posibilidad de vida.

� Schoyen Collection

Fuentes: “La m�s antigua reflexi�n sobre la condici�n humana”. Adaptaci�n a partir de Moster�n, Jes�s (1983). Historia de la Filosof�a. Madrid: Alianza. Recuperado el 8 de junio de 2006 en http://www.xtec.es/~lvallmaj/passeig/gilga2.htm.