La Federación de Trabajadores de Aguascalientes (FTA) se fundó en 1937, aunque su nacimiento estuvo asociado a una serie de conflictos internos que durante varios años amenazaron su existencia. En 1946, el líder ferrocarrilero Luis Gómez Zepeda lanzó su candidatura a la Secretaría general de la CTM. Sin embargo, el elegido fue Fernando Amilpa por lo que Gómez Zepeda y el Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana (STFRM) abandonaron la central cetemista para constituir, en marzo de ese año, la Central Única de Trabajadores (CUT).
En Aguascalientes sus partidarios iniciaron los trabajos para constituir la Federación Única de Trabajadores de Aguascalientes (FUTA), cuyo congreso constituyente se efectuó los días 26 y 27 de abril de 1947. Vale la pena señalar que al mismo tiempo que ocurría esta escisión, el gobernador Jesús María Rodríguez (1944-1950) enfrentaba una protesta por su intención de revalorizar las tarifas del impuesto predial. Con el tiempo la FUTA tendió a radicalizarse y terminó solicitando el desafuero del ejecutivo estatal.
En este conflicto la FTA apoyó al gobernador, mientras que la FUTA participó en el Comité Coordinador, que para manifestar su rechazo a la política estatal organizó huelgas de hambre, de pago de impuestos, cierres parciales y totales del comercio y marchas por las principales calles de la capital. Por otra parte, y también simultáneamente, ocurrieron los cierres de las fábricas Productos de Maíz y Jabonera del Centro. Estos hechos ocasionaron movilizaciones en favor de quienes se quedaron sin trabajo.
Pero detrás de esta motivación había otra que apenas si se insinuaba. Durante los últimos años el sindicato de La Perla se había distinguido por su combatividad, participando en diversos movimientos que en ocasiones no se relacionaban con la planta, pero que sí la afectaban. En cierta forma el cierre de la empresa también puede explicarse por los problemas sindicales. Cabe indicar que miembros representativos de las "fuerzas vivas del estado" hicieron todo tipo de gestiones para evitar el cierre, ya que esto traería consigo una cantidad importante de personas sin trabajo, lo que a su vez afectaría la derrama económica sobre el comercio y los servicios.
La primera parte de la década de los cincuenta se caracterizó por la ausencia de movimientos sociales de importancia. Los ferrocarrileros, luego de la derrota sindical de fines de la década anterior, perdieron definitivamente la influencia que tenían en la sociedad aguascalentense, y si bien conservaron su fuerza hasta el movimiento de 1958-1959, durante estos años vivieron una serie de luchas intestinas. En cuanto al movimiento obrero cetemista, resuelta la problemática que lo dividió al final de la década anterior, la FTA, sin competencia de importancia, se dedicó a sindicalizar a todos aquellos trabajadores que todavía permanecían "libres". En términos generales fue un periodo tranquilo, aunque no sin tensiones, ya que en general los empresarios locales acusaban a la federación de pretender destruir la poca industria que había en la entidad, y sin embargo a la larga se dieron cuenta de que se trataba de una organización con la que se podía negociar.
En diciembre de 1956 tomó posesión de la gubernatura el ingeniero Luis Ortega Douglas, quien planteó la necesidad de una reforma al impuesto de la propiedad raíz. Ortega también se propuso realizar una serie de proyectos urbanos en la capital, como el trazo del Anillo de Circunvalación y de la avenida Oriente Poniente, que partiría a la ciudad en dos.
La FTA participó activamente en la resistencia a los planes del gobernador,
pues le molestó la forma en que el gobierno trató a los afectados por el trazo
de la avenida Oriente Poniente, ya que consideraban que las indemnizaciones
por los predios afectados no habían correspondido a su verdadero valor. Entre
fines de 1958 y principios de 1959 aparecieron una serie de organizaciones que
se propusieron resistir al gobernador.