La tradición de la marina y los hombres de mar siempre ha tenido bandera y escudo en Campeche, a resultas de siglos de esfuerzos. En 1650, durante la época del gobernador de la Provincia de Yucatán, García Valdés de Osorio, conde de Peñalva, se instaló el primer astillero, en la costa correspondiente al barrio de San Román. Campeche tuvo el privilegio de ser una de las pocas poblaciones en América española que fabricaba sus propias embarcaciones. Recordemos también que a la batalla de Trafalgar fueron dos con nuestra matrícula, así como que la mayor parte de los navíos que acosaron a los piratas con sus pesados galeones y carracas fueron los pataches y las fragatas que se botaron en la playa sanromanera. Los carpinteros de rivera utilizaron preferentemente el árbol maderero llamado jabín, tan famoso por su resistencia que dio nacimiento a la copla:
Le dijo el clavo al jabín:
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El patrón de carpinteros y calafates es san José, a ese gremio se debe el inicio de su iglesia.
Al consumarse la Independencia, fijándose impuestos a buques extranjeros se favoreció a los nacionales, de tal manera que la marina mexicana prosperó, pero, cuando en 1837 se expidió un arancel contrario, no solamente decayó la actividad, sino que fue motivo de revoluciones y discusiones en el Congreso de la Unión.
Entre 1827 y 1831 se construyeron, solamente en el astillero, 14 embarcaciones mayores, además de la multitud de naves pequeñas dedicadas al comercio de cabotaje. De 1832 a 1836 se fabricaron 19 buques mayores con 1 844 toneladas, y ya abolidos los derechos diferenciales, de 1842 a 1846 se construyeron cinco buques, y de 1847 a 1853 apenas seis, lo que da una idea del colapso. Debido a ello, las diputaciones de Campeche y Tabasco presentaron en febrero de 1868 un proyecto de ley sobre derechos diferenciales para revertir la decadencia de la marina nacional. El diputado Juan Sánchez Azcona señaló en la sesión del 26 de octubre que esta cuestión se debía "a los tratados arrancados a nuestra inexperiencia y a nuestras críticas circunstancias por las naciones extranjeras". En la sesión del 15 de abril de 1873, el diputado Pedro Salazar presentó y defendió en la tribuna el proyecto de que se volviera a establecer el astillero, con objeto de reparar todas las embarcaciones que en el Golfo fueran propiedad de la nación, así como para la construcción de buques guardacostas y de guerra.
El estado de crisis perduró hasta 1881, cuando el presidente de la República, general Manuel González, expidió el decreto que dispuso la instalación de un astillero en el puerto de Campeche, en un lugar inmediato al pueblo de Lerma. Fue así como, por indicación formal del gobierno estatal, se adquirieron terrenos para ese efecto y se nombró responsable al capitán de corbeta Laureano Batista. La maquinaria que sería utilizada para el arsenal llegó el 14 de marzo de 1881 a bordo del buque inglés Cuaco. El 30 de septiembre de ese año se botó el dique flotante Pedro Sáinz de Baranda y el 14 de octubre se inauguró el arsenal naval Porfirio Díaz. El dique no pudo prestar los servicios requeridos, y por decreto de 1888 fue trasladado a Coatzacoalcos.
La educación en la materia quiso dejar de ser sólo práctica y buscó establecer la continuidad escolar. Este esfuerzo preñado de ilusiones, fatiga y fracasos comenzó en 1771, cuando el Cabildo quiso instituir la primera escuela náutica, proyecto que no prosperó. En 1818 el comandante José de Argüelles propuso tal establecimiento, pero no se instaló hasta que Luis Cañas, piloto de la armada española, consiguió iniciar unos cursos en 1824, que concluyeron casi al año. Todo ello provocó que el Congreso del estado estableciera una cátedra de náutica, pero una escuela propiamente dicha no se abrió hasta 1841, y en el año siguiente se trasladó la cátedra al Colegio de San Miguel de Estrada, donde funcionó irregularmente, luego de aprobarse su programa cuando San Miguel se transformó, en.el Instituto Campechano. Al fin, debido al connotado marino Ángel Ortiz Monasterio, jefe del entonces Departamento (Secretaría hoy) se fundó, casi al mismo tiempo que la de Mazatlán, la Escuela de Náutica de Campeche, bajo la dirección del capitán Manuel Batista Massa. Se clausuró, dice Pérez Galaz, en 1894, habiendo sido el último director Higinio Canudas.