Al finalizar su mandato, Sánchez Colín expresaba la satisfacción de haber nivelado los sueldos del magisterio estatal con los del federal. Atribuía este paso a su convicción de que estimulando económicamente a los maestros," les damos seguridad material e integridad ética". Sobre esa convicción pesó fuertemente la organización del magisterio, porque ya en 1952, del grupo llamado Unidad Magisterial, brotó el Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México. Otro logro importante fue el establecimiento de horario continuo, que hizo más llevadera la docencia y permitió la doble utilización de las instalaciones.
El Instituto Científico y Literario estaba formado por tres escuelas: la Preparatoria, la de Jurisprudencia y la de Pedagogía Superior, con un total de 528 alumnos. En 1955 se fundaba la Escuela de Medicina y al siguiente se reabriría la de Ingeniería. Así las cosas, el 17 de marzo de 1956 el Instituto se transforma en Universidad Autónoma del Estado de México. Con finalidades semejantes a las de otras universidades del país, la ley constitutiva de la nuestra se orienta a la persona de los educandos para lograr su desenvolvimiento y la creación de un alto sentido de solidaridad nacional y humana. Se reafirma la tradición liberal al determinar que para los nombramientos de los académicos no se establecerán limitaciones derivadas de su posición ideológica. Al nacer la Universidad se le agregaron otras escuelas ya fundadas: la de Enfermería y Obstetricia y la de Comercio.
En suma, la labor educativa en este periodo se significó no por construcciones materiales sino por el esfuerzo de renovación en las instituciones. La adecuación al desarrollo industrial y a las exigencias de las masas populares aún era lejana.