¿Toluca la bella?


Además del conjunto del IPIEM, de 18 amplias escuelas de diversos niveles, de la Ciudad Deportiva, de viviendas modernas para burócratas y de otras obras, todo ello en Toluca, el gobierno del estado transformó el centro de la ciudad: levantó el nuevo Palacio de Gobierno y la Casa de la Cultura, restauró el Palacio de Justicia, remodeló el Palacio Municipal, edificó el Teatro Morelos, cada una de estas obras con sus plazas correspondientes. La preferencia por la capital era justa. El desarrollo económico de la entidad ya no podía compaginarse con la estrechez de los antiguos edificios públicos.

Sin embargo, en los edificios de la Plaza Cívica se adoptó un estilo llamado "colonial", del que ya no quedaba casi ni rastro en Toluca. Y para hacerlo se destruyeron edificios del siglo XIX, que le daban fisonomía propia. El ejemplo cundió y en poco tiempo Toluca cambió su patrimonio arquitectónico, mientras al oriente la zona industrial había iniciado un extraordinario despegue. Fuera de Toluca muchas poblaciones continuaban con servicios deficientes y seguían mostrando una apariencia triste. Al mismo tiempo, el Distrito Federal desbordaba su población y sus problemas sobre el Estado de México, mientras que de otras latitudes del país también llegaban muchedumbres a establecerse en la entidad.


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