Desde 1920, cuando Álvaro Obregón asumió la presidencia de la República, se había pensado en integrar a todos los revolucionarios en un partido político, pero no resultó posible hasta que sobrevino el interinato de Emilio Portes Gil. En marzo de 1929 se constituyó el Partido Nacional Revolucionario (PNR
), por inspiración de Calles, en el mismo momento en que se postulaba a Pascual Ortiz Rubio como candidato a la presidencia de la República, quien saldría triunfante y tomaría posesión el 5 de febrero del año siguiente.
En Jalisco, a pesar de que el gobernador Cuéllar, con el apoyo del PNR
y de su presidente estatal Basilio Vadillo, desde enero de 1930 se dio a la tarea de consolidar su posición política, visitando la mayoría de los municipios y estableciendo alianzas con numerosos grupos locales, Calles logró imponer como gobernador a Ignacio de la Mora, un jalisciense desarraigado que pronto fue destituido. En su lugar quedó Juan de Dios Robledo, con buenas relaciones en México y Guadalajara, quien ocupó el cargo a partir del 11 de septiembre de 1931, pero lo tuvo que dejar casi un mes después a José María Ceballos, para recuperarlo nuevamente el 17 de octubre del mismo año. Era evidente entonces la pugna por el control del PNR
, en la que Calles le ganó la partida a Ortiz Rubio, con lo que el Maximato llegó a su más grande expresión.
Después de haber triunfado en las elecciones Sebastián Allende, candidato del PNR
, tomó posesión como gobernador el 1 de abril de 1932, ante el propio Plutarco Elías Calles, dando muestra de su conciliación con muchos obregonistas que no lo habían aceptado al principio. Allende, incluso, se entrevistaría después varias veces con el "Jefe Máximo" para recabar su parecer y obrar en consecuencia. Quizás el problema principal se lo causó el arzobispo Orozco y Jiménez, quien fue expulsado de nueva cuenta del país por andar promoviendo una segunda revuelta y no acatar los Arreglos de 1929. Posteriormente, la misma suerte corrieron el arzobispo de México y el delegado apostólico.
Desde mayo de 1933 varios diputados federales manifestaron su apoyo al general Lázaro Cárdenas para ocupar la silla presidencial a partir del 1 de diciembre de 1934, aunque en Jalisco, poco antes, un grupo encabezado por Allende y Jesús González Gallo, presidente del PNR
local, se habían pronunciado en favor de Manuel Pérez Treviño. Pero en junio de 1933, arriaron banderas cuando Calles apoyó públicamente a Cárdenas precisamente en Guadalajara. Después, al llegar el momento de cambiar gobernador, con el respaldo de Calles lograron que Everardo Topete le ganara al candidato de Cárdenas, que era Silvano Barba González.
Cuando Lázaro Cárdenas asumió la primera magistratura del país, la dirigencia
del PNR
había elaborado un Plan sexenal que serviría de
guía a su gestión. Se pretendía, además, que las administraciones estatales
correspondieran a las acciones de la federal. En muchos lugares no se tuvo éxito,
pero en Jalisco sí, gracias a la buena voluntad de Topete, quien tomó posesión
el 1 de marzo de 1935.