XXX. CARRANZA Y VILLA EN MONTERREY


EL SER RECHAZADO DE MONTERREY en el ataque de octubre de 1913 no hizo desistir al general Pablo González de la posibilidad de apoderarse de la ciudad. La División del Noreste, a su cargo, continuó operando en la zona. En los primeros días de abril de 1914 se hallaba destacado en Matamoros, cubriendo la línea de Bravo hasta Nuevo Laredo, el general Jesús Carranza. Francisco Murguía vigilaba a los federales que ocupaban Piedras Negras y Monclova; entretanto, Luis Caballero se hallaba comisionado para sitiar Tampico y para proteger Ciudad Victoria y las poblaciones del sur de Nuevo León. A fin de mantener incomunicado a Monterrey, se ocupaban las fuerzas del gobierno; y el general Francisco Cos era el encargado de evitar que éstas recibieran auxilios.

De la misma División del Noreste se acercaban a Monterrey la primera y la cuarta brigadas, al mando de Antonio I. Villarreal y Cesáreo Castro, respectivamente. Iguales movimientos hacían otras columnas a cuyo frente estaban los coroneles Pablo A. de la Garza, Francisco Cosío Robelo y Gonzalo Novoa. Las brigadas mencionadas sostuvieron combate el 16 de abril, en Puente Morales y Salinas Victoria. La lucha duró seis horas, al cabo de las cuales las fuerzas del gobierno desalojaron sus posiciones. Más adelante, en su avance sobre Monterrey, sostuvieron otro encuentro en la hacienda de Canadá, cercana a la ciudad, y lograron apoderarse de Topo Chico, lugar estratégico para la observación de la plaza. En su intento por acercarse a Monterrey, el día 20, los revolucionarios fueron rechazados en la cervecería.

En las primeras horas del día 23, Antonio I. Villarreal logró tomar la Fundición número 3 y la Estación del Golfo. El general Castro, por su parte, desalojó a los defensores de la cervecería y a los del Hotel del Golfo y la Estación Unión. Mientras tanto, por el oriente, después de haber sostenido combates en Vaqueros, villa de Santiago y Cadereyta, las otras columnas tomaron las posiciones de la Fundidora.

La plaza de Monterrey estaba defendida, al decir del parte rendido después por los carrancistas, por cinco mil hombres. Estos se hallaban al mando del general Wilfrido Massiew, a quien auxiliaban, entre otros jefes, los generales Ignacio Muñoz y Jesús Mancilla. No siendo posible continuar la defensa por más tiempo, Massiew ordenó la evacuación de la plaza. Las tropas salieron rumbo a Santa Catarina, perseguidas por los sitiadores. El mismo parte señala que las fuerzas federales tuvieron 500 bajas, entre muertos y heridos, y que les fueron capturados ocho cañones, tres automóviles y abundante armamento. Los revolucionarios, por su parte, sufrieron también considerables bajas, lamentándose de las muertes del general Ildefonso Vázquez, del mayor Crispín Treviño, del teniente coronel Pedro Vázquez y de los capitanes Marcelo Gutiérrez y Julio Tréviño.

Radicalismo exaltado
Carranza en Monterrey
Villa contra Carranza

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