Los descendientes de los primeros pobladores reclamaban estos privilegios y se referían constantemente a los servicios hechos por sus mayores. Los que llegaron años después, por el sólo hecho de casarse con hija de los más antiguos, pasaban a gozar de los mismos derechos. En los documentos de aquella época, cuando se pedían mercedes de tierras, aguas, indios, etc., además de la relación de servicios, son frecuentes algunas expresiones como éstas: "para el sustento de mi persona y lustre de ella"; "por ser persona de buena calidad y buena sangre y cargado de muchas y honradas obligaciones"; "para mantener la calidad de mi persona con la decencia que pide mi conocida nobleza".
A este grupo pertenecían también aquellos que desempeñaban comisiones o empleos honoríficos, oficiales o religiosos, y los que ocupaban cargos en el gobierno o en los ayuntamientos.