Si de las villas del centro hemos dicho que las familias fundadoras procedían, en su casi totalidad, de Nuevo León; podría afirmarse que todas las de las villas del norte fueron reclutadas en el Nuevo Reino.
El lugar o villa de Mier recibió 38 familias en su fundación, "todos los más de la villa de Cerralvo". Sáenz, Gutiérrez, Vela, Chapa, Hinojosa, Guerra, Salinas, Del Bosque, Ramírez, Bazán, Barreta, no dan lugar a duda a esta afirmación. Es importante advertir que gran parte de las tierras de Mier, llamado en lo antiguo el Paso del Cántaro, ya para 1734 era de don José Félix de Almandos, vecino de Higueras, quien las vendió a don Prudencio Basterra, y fueron más tarde de don Manuel de Aldaco, de México. Manuel de Hinojosa las pobló antes de 1740 y Blas María de la Garza Falcón estableció también allí su rancho ganadero; según lo declaró José Florencio de Chapa, quien de igual modo llevó a ese lugar su familia y sus ganados.
En caso semejante está Revilla (Ciudad Guerrero), fundada con 58 familias provenientes del Nuevo Reino de León. Serna, Villarreal, Adame, Mendiola, Dávila, Canales, Benavides, Gutiérrez y Vela fueron los apellidos predominantes. Este lugar ya estaba poblado años antes de la llegada de Escandón. En 1745 se estableció allí Nicolás de la Garza, a cuyo ejemplo pasaron también a poblar el capitán Francisco Báez de Benavides con cinco hermanos suyos, en tierras que pertenecían a Vicente Guerra. Hay referencia a entradas anteriores, como la de Juan García, "en tiempos del gobernador Arriaga", esto es, en los años de 1724 o 1725.
Por lo que hace a la villa de Burgos, el capitán Antonio Leal y Guerra condujo 30 familias de Nuevo León. Las trasladó desde Santander, a donde las había llevado Ladrón de Guevara. Otra vez los apellidos característicos: Tijerina, Leal Iglesias, De León, Treviño, Zamora, Cantú, Selvera, Molina, Botello, Ochoa, Ballí.
De San Fernando, pudiera decirse en tono festivo que es una "sucursal" de Cadereyta. De allí "y de otras partes del Nuevo Reino", llegaron las 43 familias fundadoras: Sánchez de Zamora, Santos Coy, Villarreal, Hinojosa, Caballero, Flores, Alanís, Montemayor, Cantú, Galván y otras. Así lo testificó Nicolás Iglesias, que fue quien las condujo; corroborando la referencia el testimonio de Cayetano Caballero.
La villa de Camargo recibió también de Nuevo León las 40 familias que le dieron origen. Éstas fueron acaudilladas por Blas María de la Garza Falcón, figura también muy destacada en esa época. Por cuanto a Reynosa, fue el capitán Carlos Cantú quien acompañó a las 40 familias neoleonenses pioneras. En 1757 el padrón registraba 20 más, procedentes también de Nuevo León y de los hijos de los primeros vecinos que ya se habían casado. Cadereyta, el Pilón, Salinas y Pesquería Grande aportaron el mayor número.
La jurisdicción del Nuevo Santander fue señalada hasta el Nueces. El proyecto de Escandón consideraba la fundación de poblaciones entre este río y el Bravo. Ya hemos visto que con ese rumbo iban las familias que llevaba Pedro González de Paredes. Con esa misma dirección iba Tomás Sánchez, nacido en Ciénega de Flores. Sánchez recorrió el Nueces en busca de sitio adecuado, pero decidió, a la postre, asentarse con diez familias en la ribera norte del Bravo, en el paso de Jacinto. Saldívar, García, Treviño, Sánchez, Díaz, Salinas y otras, fueron las que dieron origen, en 1755, a la villa que Escandón llamó San Agustín de Laredo (actual Laredo, Texas). Otro lugar; la hacienda de Dolores, "al otro lado del río Grande", había sido establecido cinco años antes por José Vázquez Borrego, con familias procedentes, como él, de San Francisco de Coahuila.
El éxodo de Nuevo León de estas familias pioneras se repitió al ser ordenada la fundación de otras tres villas, propuestas por Tienda de Cuervo y por Agustín de la Cámara Alta. Estas nuevas villas fueron: Cruillas, San Carlos y Croix (Casas). En el Archivo Municipal de Monterrey existe la comisión dada por Escandón a Joaquín Galván, para reclutar treinta familias par la fundación de Cruillas, y otra dada al capitán Luis Fuentes para la de San Carlos.