En el sur del estado, donde hay más humedad que en otras partes del territorio, la vegetación autóctona predominante es el bosque tropical, con sauces, álamos, mezquites y caobas, aunque no faltan las cactáceas, que se encuentran en toda la entidad. En la planicie del centro y norte la vegetación autóctona predominante es la llamada "selva espinosa", formada por matorrales, secos la mayor parte del año; cactáceas como la biznaga, el nopal, el cardón, la choya y la pitahaya, y algunos árboles de mediana altura como el mezquite, el guarnúchil, el macapul, la amapa y el palo blanco. En la sierra hay bosques de coníferas y encinos, y en esteros y albuferas del litoral se encuentran manglares. La flora de Sinaloa se ha enriquecido con muchas variedades vegetales traídas de todas las partes del mundo y que se han aclimatado en nuestro territorio.
La fauna silvestre de Sinaloa, que en el presente está muy deteriorada a causa de la explotación irracional, fue muy rica por la variedad de especies y la abundancia de los individuos. Aún quedan coyotes, gatos monteses, tigrillos, zorras, venados, armadillos, conejos, liebres, ardillas, codornices, perdices, palomas, patos, caimanes y víboras. En el litoral y en alta mar se encuentran el tiburón, el marlín, el mero, el atún, el camarón, la curvina, el pargo, el cangrejo, la caguama, la jaiba, el pelícano y la gaviota. La humedad y el calor propician la abundancia de mosquitos, muy molestos y peligrosos por ser transmisores de malaria y paludismo, y de otros insectos como jejenes, alacranes, cucarachas y gran variedad de arañas.