La economía sinaloense de 1909 a 1940


La fase de lucha armada de la Revolución mexicana, que en Sinaloa se extendió de 1910 a 1929, aunque no de manera continua ni generalizada, tuvo efectos negativos sobre el conjunto de la economía del estado por diversas razones, como la suspensión de las inversiones para la producción, el retiro de muchos extranjeros con sus capitales, los robos, saqueos, destrucciones y expropiaciones que realizaron los revolucionarios, así como la falta de trabajadores que fueron movilizados para engrosar la tropa de los ejércitos, tanto revolucionario como federal. Entre las pérdidas más sensibles se contó la fábrica de hilados y tejidos El Coloso, en Culiacán, que fue incendiada por los revolucionarios en 1911 porque pertenecía a la familia Redo. Hubo también otras circunstancias adversas que no se debieron directamente a la revolución, como las que indicó el gobernador Iturbe en 1918: la falta de un sistema financiero y la extrema escasez de circulante que obligó al uso del dólar como moneda de curso legal. Sin embargo, la economía del estado no se paralizó ni sufrió tanto como en los estados del centro y en Morelos. La minería sinaloense continuó en actividad y los gobiernos revolucionarios impulsaron cuanto pudieron la producción agrícola.

Durante los primeros 20 años del periodo que nos ocupa, esto es, entre 1910 y 1930, la economía del estado siguió las pautas vigentes desde la era cañedista. En los municipios del sur, especialmente en Mazatlán, la industria de transformación y el comercio formaron el núcleo de su economía, mientras que en los municipios costeros del centro y del norte del estado fue la agricultura comercial el motor del crecimiento económico con los mismos cultivos del periodo anterior, la caña de azúcar, el tomate y el garbanzo. La gran propiedad agraria se conservó porque los diferentes gobernantes de Sinaloa la protegieron e impidieron el reparto de tierras, aunque junto a la gran propiedad surgieron también pequeños propietarios en los valles irrigables. Entre 1915 y 1917 se crearon seis nuevos municipios por fragmentación de los anteriores: Escuinapa, Angostura, Elota, Guasave, Ahome y Choix. Si descontamos a Choix, los demás municipios se formaron en zonas de gran desarrollo económico, y este fenómeno puede indicar que ciertos grupos locales poderoso delimitaron los territorios de su control político.

En el capítulo anterior tratamos del cultivo de la caña de azúcar, que en este periodo no sufrió cambios sustanciales. El tomate, como cultivo comercial de exportación, empezó a producirse en los valles de los ríos Fuerte y Culiacán, en 1907 y 1908, respectivamente. Para 1922 se había extendido y en 1927 se cultivaba en gran escala en los municipios de Ahome, Culiacán, Guasave y Sinaloa. Dos empresas estadunidenses, Mexican Arizona Trading Company (MATCO) y Miers Darling and Hinton Company comercializaban la mayor parte del tomate sinaloense y lo exportaban a los Estados Unidos, además de financiar a los agricultores tomateros. En los años 1929-1930 se contrajo el mercado estadunidense y causó grandes pérdidas a los tomateros sinaloenses, pero se recuperó una vez controlada la crisis. El garbanzo se cultivó principalmente en los municipios de Mocorito, Guasave y Sinaloa, y la ciudad de Guamúchil fue el centro de la comercialización del producto, que se exportaba a España y a Centro y Sudamérica. El auge del garbanzo ocurrió entre 1925 y 1935, aunque la crisis de 1929 también afectó el mercado.

La década de los años treinta fue para Sinaloa un periodo de transición porque se reorganizó la tenencia de la tierra y desapareció la gran propiedad acumulada durante el periodo cañedista para dar paso al reparto entre los agricultores particulares y el ejido, que es la manera como la propiedad de la tierra está dispuesta en nuestro estado. A partir de 1935 se llevó a cabo la reforma agraria impulsada por el presidente Cárdenas, pero desde antes ya había en Sinaloa pequeños propietarios que formaban un dinámico grupo de empresarios agrícolas. La reforma agraria se verá en otro apartado; aquí veremos únicamente el aspecto, económico del periodo.

La población del estado de Sinaloa creció en forma notable pues prácticamente se duplicó entre 1910 y 1950, aunque el crecimiento más pronunciado se produjo después de 1930, como se observa en las cifras del cuadro XI.1.

CUADRO XI.1 Población del estado de Sinaloa
Tabla que muestra desde el año 1910 a 1950 un crecimiento más pronunciado de población a partir de 1930 del estado de Sinaloa.
FUENTE: Censos generales de población de la República Mexicana

La población ocupada en actividades agropecuarias decreció en los treinta en los municipios mineros de El Rosario, Concordia y Cosalá, pero creció notablemente en los municipios de Choix, Badiraguato, Culiacán, Sinaloa, Guasave, El Fuerte y Ahome que, excepto el primero, son los municipios donde hubo reforma agraria. La población ocupada en actividades industriales creció y se concentró en los municipios de Culiacán, Mazatlán, Ahome, El Rosario y Escuinapa. La población ocupada en actividades comerciales también aumentó en todos los municipios, pero Culiacán y Mazatlán fueron los más importantes, seguidos de Ahome, Guasave y El Rosario.

En 1940 Mazatlán era el municipio con economía más diversificada. La actividad agropecuaria había dejado de ser preponderante, se concentraba la industria de transformación y era el centro comercial del estado. Seguía en importancia el municipio de Culiacán, con un crecimiento sostenido en todos sus sectores productivos; venía después el joven municipio de Ahome, con grandes posibilidades de crecimiento económico diversificado.


Índice generalAnteriorÍndice de capítuloSiguiente