Transportes, comunicaciones y comercio


Un factor de gran importancia en la economía de Sinaloa fue el mejoramiento de los transportes y de las comunicaciones, gracias principalmente al ferrocarril y al telégrafo, que fueron los mayores avances tecnológicos del siglo XIX. El primer ferrocarril que operó en Sinaloa fue el popular Tacuarinero (1883), que cubría los 62 kilómetros que median entre el puerto de Altata y la ciudad de Culiacán; se construyó como parte del Ferrocarril Occidental Mexicano que debía llegar hasta Durango, pero que, de hecho, se redujo a este pequeño tramo. Entre 1900 y 1910 se tendió la parte sinaloense del ferrocarril Kansas City Mexico and Oriente, que es actualmente el Ferrocarril Chihuahua al Pacífico, que corre de Ojinaga a Topolobampo, pero que en este periodo se redujo al tramo que va de Topolobampo a San Felipe. En estas mismas fechas se construyó el ferrocarril Southern Pacific (actual Ferrocarril del Pacífico), que recorre al estado en toda su longitud, y que lo comunicó directamente con Sonora y la frontera estadunidense; más tarde, en 1927, la vía férrea llegó hasta Guadalajara. Es de notar que en Sinaloa la operación del ferrocarril ocurrió después que en otras regiones del país, pues desde fines del siglo XIX ya funcionaba la red ferroviaria del centro y norte de la República. Estas tres vías, que son las mismas que hoy tiene el estado, fueron tendidas durante la era de Cañedo y con capital estadounidense (mapa X.1). El ferrocarril que tuvo mayor influencia en el comercio de Sinaloa fue el del Pacífico, porque comunicó las comarcas de la planicie, las unió con el mercado sonorense y abrió una ruta expedita hacia la frontera; además, gracias a su trazo, funcionaba todo el año, aun cuando los ríos se desbordaban.




Mapa que traza las tres líneas ferroviarias de Sinaloa en el año de 1910. El ferrocarril que tuvo mayor influencia en el comercio de Sinaloa fue el del Pacífico, que comunicó las comarcas de la planicie, las unió con el mercado sonorense y abrió una ruta hacia la frontera.



MAPA X.1 Ferrocarriles en Sinaloa, 1910.

Los puertos sinaloenses habilitados para el comercio exterior fueron Mazatlán y Altata, y sólo hasta 1902 se abrió Topolobampo como puerto de altura para la introducción del material ferroviario que importaba la empresa Kansas City Mexico and Oriente. La navegación de cabotaje se incrementó entre los puertos del Golfo de California, y en menor escala en los demás puertos mexicanos del Pacífico. Entre 1900 y 1905 creció notablemente el movimiento comercial de Mazatlán y Altata, sobre todo en este último, que nunca había sido un puerto importante pero que ahora manejaba azúcar de exportación. Hacia 1909, con la crisis de los metales y la operación del Ferrocarril del Pacífico, decayó el movimiento comercial en ambos puertos, también de manera notable. En el periodo cañedista se modificó un poco la composición de las exportaciones sinaloenses, pues además de los metales preciosos, tabaco labrado, mantas y jabón, se inició la exportación de grandes volúmenes de azúcar. Las importaciones añadieron el importante rubro de la maquinaria y el material ferroviario que llegaba de los Estados Unidos.


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