OCASO | 
    
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         A un pintor  | 
    
 
        HE AQUI, pintor, tu espléndido paisaje:un lago oscuro, ráfagas marinas empapadas en tintas cremesinas y en el azul profundo del celaje, un tronco que columpia su ramaje al soplo de las auras vespertinas, y manchadas de verde las colinas y de amarillo el fondo del boscaje; un peñasco de líquenes cubierto; una faja de tierra iluminada por el último rayo del sol muerto; y de la tarde al resplandor escaso, una vela a lo lejos, anegada en la divina calma del ocaso.  | 
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