Corresponde a la sesi�n de GA 5.1 HOMBRE Y SOCIEDAD
El ser humano nace dotado de rasgos heredados de sus padres que definen sus caracter�sticas f�sicas y biol�gicas, adem�s de una capacidad para reflexionar sobre sus actos, particularidad que lo hace diferente de los dem�s seres vivos. Sin embargo, esta condici�n no lo hace autosuficiente, pues no puede vivir aislado de los dem�s.
Necesita de la colaboraci�n de otros para sobrevivir. Desde su llegada al mundo, requiere de alguien que lo atienda, una madre o nodriza que lo alimente, cambie y ba�e. De las personas que lo rodean aprende a comer, hablar y saludar. A partir de estas experiencias crea sus modas, costumbres y actitudes personales.
En un proceso de acci�n y reacci�n social, el hombre manifiesta la generalidad de su conducta, ya que se trata de un ser social y no de una criatura aislada. Esto es, para satisfacer una gran variedad de necesidades, encamina su conducta para lograr la reacci�n de otros.
As�, el ni�o aprende de los dem�s su lenguaje, sus patrones de conducta para comunicarse con ellos y satisfacer las necesidades para su supervivencia. Todas estas conductas manifiestan relaciones sociales constantes que promueven la supervivencia y bienestar comunes.
De este modo, los hombres han creado nuevas condiciones de existencia, como individuos capaces de transformar la naturaleza y la sociedad misma. Con la colaboraci�n de unos y otros, han aumentado sus posibilidades de vida; con ello, las comunidades han ido creciendo y aumentando sus necesidades.
Una mejor organizaci�n en el reparto de tareas entre los miembros de las sociedades satisface todas esas necesidades que surgen d�a con d�a, tales como abastecimiento de productos para una comunidad, servicios de comunicaci�n y transporte, salud, seguridad, orden, educaci�n y recreaci�n, entre otras.
La divisi�n social del trabajo permite que cada individuo realice una actividad que, aunada a las actividades de otros, resuelva las adversidades de la colectividad. Es por ello que el trabajo individual es de gran importancia para todos.
La divisi�n del trabajo, entre los miembros de una sociedad, provoc� la especializaci�n de los individuos en una actividad; a su vez la especializaci�n posibilit� a los hombres el dominio de las t�cnicas y los instrumentos de trabajo, as� como la aparici�n de actividades y productos nuevos. Con el paso del tiempo, intervinieron un n�mero cada vez m�s grande de personas facultadas para s�lo una parte del proceso de elaboraci�n de los productos.
Este reparto de las tareas ha permitido: la interacci�n de los individuos, su comunicaci�n y la comprensi�n de semejanzas y diferencias entre los grupos que conforman la sociedad actual.