Observación

El trabajo con las láminas parte de la observación; con base en ella será posible que el alumno se introduzca en los diferentes aspectos de la imagen. Al mismo tiempo, observar constituye en sí mismo un acto enriquecedor y de placer.

No conviene brindar información antes ni durante la observación de la lámina, ya que es fácil prejuiciar a los alumnos. Título, autor, técnica y otros datos que se incluyen en el apartado de semblanzas, son para uso exclusivo del maestro. Únicamente convendrá proporcionar información complementaria cuando los alumnos quieran saber más al final de la sesión.

Es importante recomendar a los alumnos que recorran visualmente todas las áreas de la imagen, que distingan los detalles y consideren el aspecto general. Invítelos a fijarse en los materiales, texturas, colores y todos los elementos posibles. En esta fase del trabajo, vale la pena que los alumnos guarden silencio y mantengan una actitud atenta. Enseguida podrán expresar lo que piensan y los sentimientos que la imagen les provoca.

A continuación se describen varias estrategias de observación para que las sugiera a los alumnos (algunas serán más efectivas con niños pequeños, otras se adecuarán mejor a los mayores):

Durante el recorrido por la lámina, pueden plantearse preguntas a los alumnos para que pongan atención en los aspectos mencionados; no se debe pretender que respondan inmediatamente, sólo se trata de guiar la observación. Pregunte por ejemplo: ¿qué será esto? ¿De qué material estará hecho? ¿Qué les recuerda? ¿Qué personajes ven? Durante la siguiente fase –la descripción– será posible regresar a estas preguntas y contestarlas.