Introducción

Aprender a aprender, hoy más que nunca supone
aprender a informarse, no como una mera localización del dato,
sino como la concreta posibilidad de reconstruir el camino al saber.

Dora Gazpio y Marcela Álvarez

Para el manejo de información es imprescindible trabajar en dos líneas fundamentales. Por un lado, el conocimiento de los distintos recursos informativos, por otro, las etapas del proceso de informarse.

Si bien ambas son de vital importancia, el proceso de apropiarse de información y las distintas etapas que lo componen son el eje sobre el que se organizan las acciones para el desarrollo de las habilidades de información.

No obstante, las competencias que hacen posible la localización, el aprovechamiento y la comunicación de la información, no son consideradas en la práctica como contenidos que son necesarios trabajar cotidianamente. De igual forma, no todas las situaciones de búsqueda de información promueven habilidades; para que esto sea posible, es necesario que estas situaciones ofrezcan actividades didácticas en las cuales favorezcan de manera intencionada las etapas del proceso de informarse.

Por tanto, es responsabilidad de la escuela que las niñas y los niños desarrollen las habilidades para buscar la información que requieran, para luego ser capaces de interpretarla, darle sentido y comunicarla, así como transferirla a nuevas situaciones.

Los materiales de apoyo señalan como necesaria la participación de las alumnas y los alumnos en situaciones diversas que impliquen lo anterior, con ello se estará propiciando que continúen aprendiendo a lo largo de la vida. En este sentido, los programas de estudio de español para la educación primaria expresan la necesidad de que “Desarrollen conocimientos y habilidades para buscar, seleccionar, procesar y emplear información dentro y fuera de la escuela como un instrumento de aprendizaje autónomo". 1

1  sep, Programas de estudio de español. Educación Primaria, México, sep, 2000, p. 13.