LOS SERES HUMANOS SOMOS PARTE DE LOS ECOSISTEMAS
Vida en el campo y en la ciudad
La tercera parte de la poblaciónde nuestro país vive en comunidades rurales. En ellas, las personas se dedican sobre todo a actividades agrícolas, ganaderas, forestales y artesanales. Generalmente carecen de grandes hospitales, escuelas de educación superior y en algunos casos de electricidad y drenaje. Sin embargo, conservan una gran riqueza de costumbres y tradiciones, el lenguaje de nuestros antepasados como el náhuatl, el otomí o el zapoteco, así como fiestas y prácticas comunitarias que promueven la convivencia y el trabajo.
La danza, la cosecha y el pastoreo son actividades comunitarias.
Una manera en la que podemos representar los tipos de comunidades es a través de un mapa de conceptos, el cual nos sirve para resumir, organizar y recordar información.
Una de las prácticas tradicionales en las comunidades rurales es la rotación de cultivos, en la que los agricultores cultivan una especie vegetal diferente cada año. Esto es bueno, ya que cada planta requiere de sustancias nutritivas diferentes del suelo. Por ello, con la rotación el suelo no pierde todos los nutrimentos en unas pocas temporadas. El maíz, por ejemplo, toma por la raíz sustancias ricas en un elemento llamado nitrógeno. Si se planta maíz año tras año, el nitrógeno del suelo se acaba, por lo que esa tierra se vuelve infértil. Si, en cambio, se alterna el maíz con otras plantas, como el frijol y la alfalfa, estas variedades con ayuda de unas bacterias fijan el nitrógeno en el suelo y éste mantiene su fertilidad.
A pesar de las ventajas de mantener un suelo fértil, muchos agricultores prefieren sembrar permanentemente un cultivo rentable, es decir, del que obtienen un buen pago por su venta. Otras personas, en cambio, que desarrollan la agricultura de autoconsumo, en ocasiones por falta de recursos económicos y de otras fuentes de ingresos siembran un solo cultivo para destinar parte de la cosecha al consumo familiar y, de esa manera, asegurar algunos de sus alimentos.
De acuerdo con la variedad de plantas que se cultivan en un mismo espacio por un largo periodo, ya sea en un huerto o terreno agrícola, se conocen dos posibilidades: el monocultivo, donde se produce únicamente una sola especie de planta y el policultivo, donde dos o más especies de plantas comparten el terreno.
En general, los monocultivos son ecosistemas simplificados más sensibles a los cambios externos, como pueden ser la presencia de plagas, la modificación del clima y la pérdida de fertilidad del suelo.
Con la venta de monocultivos se puede obtener una cantidad aceptable de dinero, pero cuando se agotan los nutrimentos del suelo, la producción disminuye de manera importante. Por eso se dice que, en términos económicos, los monocultivos son ventajosos en lo inmediato pero no a mediano ni a largo plazos.
El café, por ejemplo, puede ser un monocultivo si esta especie se encuentra sola o un policultivo cuando se encuentra sembrado con otras plantas.
Monocultivo de café
Policultivo de café
¿SABÍAS QUE... el café fue introducido en México por los españoles en 1795, aunque no es originario de Europa? Es un cultivo muy importante, ya que es el principal producto agrícola que vendemos en el extranjero. Por ello decimos que es el principal cultivo de exportación. México es el cuarto país en el mundo en producción de café. En superficie cultivada, el café ocupa el quinto sitio, sólo después del maíz, el frijol, el sorgo y el trigo. Hoy cerca de tres millones de personas, la mayoría de ellas indígenas, están dedicadas a la producción de café en nuestro país.
Cuando el suelo pierde su fertilidad, pierde también la capacidad para que se desarrolle la vegetación, lo que pone en riesgo a las especies animales que dependen de ella para vivir. Cuando esto sucede, las cosechas son de poca calidad y la producción disminuye. Esto puede ocasionar que los campesinos decidan emigrar a otras áreas para cultivar o buscar otras alternativas de trabajo en las ciudades.
La población de las ciudades ha crecido mucho en los últimos años. Una de las principales razones es que en las ciudades hay más y mejores maneras de ganarse la vida. Las personas abandonan sus comunidades con la esperanza de encontrar mejores oportunidades de empleo o salario, que las que pueden obtener en sus lugares de origen. Sin embargo, en la actualidad, la idea de que las grandes ciudades ofrecen mejores oportunidades y condiciones de vida, no siempre es cierta.
Los urbanistas estudian y planean cómo serán las ciudades en los próximos años. Buscan, junto con las autoridades, tomar decisiones que favorezcan un mejor desarrollo de las ciudades sin descuidar el ambiente. Pero sobre todo para ti y los niños y las niñas de tu edad, ya que el futuro es de ustedes. En sus investigaciones recurren también a la historia, como podrás ver a continuación.
El tamaño de lo que ahora es la Ciudad de México ha cambiado con el tiempo. Observa atentamente cómo han crecido las áreas habitadas y ha disminuido la disponibilidad del agua de los lagos.
La aplicación de la biotecnología a los sistemas de cultivo mejora la calidad de los productos agrícolas.
Vivero
Para contribuir a evitar que la población de las zonas rurales emigre a las ciudades, es necesario, además de que los campesinos cuiden la fertilidad de sus tierras, brindarles apoyo para mejorar la producción de sus cultivos, incrementar la cantidad y la calidad de los servicios en las zonas rurales y ofrecer más y mejores empleos en el campo. Haciendo esto se puede favorecer la producción de alimentos y también evitar que México los compre en el extranjero.
¿De dónde vienen los alimentos que hay en las comunidades?
Para realizar esta actividad tendrás que preguntar a tu maestra o maestro, y a otras personas mayores.
Escoge los tres alimentos, naturales o procesados, que más te gusten. Averigua cómo llegan a tu casa. Investiga luego cómo llegaron al lugar donde los compraron. Completa la ruta que aparece en el siguiente ejemplo y dibuja en tu cuaderno la ruta que siguen los alimentos que seleccionaste.
El sistema Cutzamala, ubicado en el Estado de México, proporciona parte del agua que llega a la ciudad de México.
Las comunidades tienen electricidad gracias a las presas generadoras de energía.
Con el crecimiento de las ciudades se han generado cambios importantes no sólo en el medio ambiente de las propias ciudades sino también en los ecosistemas vecinos. Lo anterior se debe a que, con frecuencia, se requiere de los recursos que existen o que son generados en otras comunidades, como es el caso del agua potable y la energía eléctrica.El agua, por ejemplo, tiene que ser trasladada desde lugares apartados, mediante complejas y costosas obras. Lo mismo sucede con la energía eléctrica para las calles, las casas, edificios, escuelas, hospitales y oficinas, pues se tiene que llevar de fuentes generadoras, como son las presas con centrales hidroeléctricas que, en muchos casos, se ubican a grandes distancias de las comunidades.
Ciudad de México
¿SABÍAS QUE... en 1998 las ciudades más pobladas de la República Mexicana eran: la Ciudad de México, con 17.5 millones de habitantes; Guadalajara con 3.7 millones; Monterrey con 3.1 millones y Puebla con 2.3 millones? En conjunto, estas cuatro grandes zonas metropolitanas concentran poco más de la cuarta parte del total de la población nacional.Las ciudades son un ecosistema transformado y en ellas se toman muchas de las decisiones que afectan al país. Las capitales de los estados y la de la República Mexicana son ciudades. Para que las decisiones que se tomen sean las más equitativas se debe promover un mayor desarrollo de las zonas rurales, el otro tipo de ecosistema transformado. No sólo debe de hacerse mediante la acción gubernamental sino también mediante la decidida participación de los habitantes de todas las comunidades, es decir, de quienes viven en ambos ecosistemas.
El equilibrio que se logre entre los ecosistemas rurales y urbanos es una condición para el desarrollo y bienestar a largo plazo.