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Los cambios del cuerpo en la adolescencia

Para entender las distintas etapas de la vida del ser humano, revisaste en la lección anterior las relaciones entre crecimiento y desarrollo. Cada etapa, como viste, tiene características particulares que se manifiestan en diferencias en el crecimiento corporal y en el desarrollo de habilidades y capacidades.

Conocer y entender los cambios que vienen te permitirá estar más preparado para enfrentarlos y te dará más elementos para poder actuar con seguridad, respeto hacia ti mismo y hacia los demás, así como para alcanzar metas que te hagan sentir personalmente satisfecho y útil a la sociedad.

En esta lección estudiarás los cambios corporales que se presentan en la adolescencia, y en la siguiente revisarás los cambios emocionales e intelectuales, así como sus implicaciones para la vida social.

Los cambios del cuerpo se producen a diferentes edades según las personas. Usualmente suceden con mayor rapidez entre los 13 y los 15 años.

Los cambios corporales

En tu libro de Ciencias Naturales de quinto grado estudiaste los aparatos sexuales de las mujeres y de los hombres y aprendiste sus diferencias. Recordarás que los órganos genitales de los hombres son las vesículas seminales, la próstata, los testículos y el pene. Las mujeres, por su parte, tienen ovarios, trompas, útero, vagina, labios mayores, labios menores y clítoris. Estos órganos los tenemos desde que nacemos. Con el estímulo de las hormonas sexuales producidas por los testículos y los ovarios, empiezan los grandes cambios en nuestro cuerpo.

En general, entre los 12 y los 16 años los niños y las niñas comienzan a experimentar los siguientes cambios:

  • Alcanzan una estatura muy cercana a la máxima que tendrán.
  • Aumentan de peso.
  • Su piel se vuelve más grasosa y con frecuencia aparecen barros y espinillas en la cara, el cuello, el pecho y la espalda.
  • Aparece vello en las axilas y en los genitales. El vello del resto del cuerpo tiende a engrosar.
  • Aumenta la transpiración.

Los cambios en los niños son:

  • El pene y los testículos aumentan de tamaño, proceso que continuará durante varios años más.
  • Los músculos, principalmente los de la espalda, brazos y pecho, se desarrollan rápidamente y aumenta la fuerza muscular.
  • En algunos se engruesa el pelo en el tórax, en el resto del cuerpo y les comienzan a crecer el bigote y la barba.
  • Los testículos empiezan a producir espermatozoides.
  • Empieza a haber eyaculaciones.

  • La voz se hace más grave.

Los cambios en las niñas son:

  • Los senos y los pezones comienzan a crecer.
  • Las caderas se ensanchan.
  • La vagina y el útero aceleran su crecimiento. Los óvulos comienzan a madurar en los ovarios, con lo cual ocurren las primeras menstruaciones (seguramente de manera irregular durante los primeros meses) y surge la posibilidad de embarazarse si hay relaciones sexuales.
  • Comienza a producirse una secreción blanquecina o ligeramente amarillenta en la vagina, que va cambiando a lo largo del ciclo menstrual y deja una pequeña huella en la ropa interior.


Mi registro personal


Ahora que ya sabes cuáles son los cambios físicos que se presentan en la adolescencia, comenta con tus compañeras y compañeros acerca de la importancia de que cada uno conozca y comprenda los cambios que su cuerpo va presentando en cada etapa de la vida.

¿Te has puesto a reflexionar acerca de tus propios cambios? Piensa en ti y elabora tu registro personal. Si acostumbras escribir un diario puedes redactar tus experiencias en él; pero si no, puedes anotarlas en hojas sueltas.

Piensa en los cambios que has observado en tu cuerpo y descríbelos. Trata de que tu descripción abarque los diferentes aspectos que revisaste en la lección y otros que a ti te interesen. Cuando termines guarda tu registro. En él podrás continuar escribiendo acerca de tus cambios cuando lo desees. Recuerda que lo que escribas es personal y sólo tú puedes decidir si quieres que otras personas lo lean.

Recordarás que en el libro de Ciencias Naturales de quinto grado se habló de la erección, momento en que se incrementa la cantidad de sangre en el pene, por lo que aumenta su tamaño y se pone duro. En la adolescencia, las erecciones se van haciendo cada vez más frecuentes, hasta que ocurre la primera eyaculación. Es muy variado cuando ocurre por primera vez. A algunos hombres les sucede entre los 12 y 13 años, mientras que a otros les pasa a los 15 o 16 años de edad. El tamaño del pene y de los testículos es distinto entre los hombres y varía a lo largo de su vida, hasta que, en la edad adulta, alcanzan su máximo crecimiento. El tamaño de los órganos sexuales de cada quien no influye en su capacidad para tener relaciones sexuales satisfactorias en la edad adulta.

La cantidad de vello es también una característica muy variable en los varones. Su abundancia se hereda, por lo que las características de la barba y el bigote de cada quien serán parecidas a las de los hombres de su familia. Algunas personas creen que si alguien tiene más vello es más viril. Como éstas, existen otras creencias falsas que asocian las características físicas de un hombre con su virilidad. No tiene caso prestarles atención.

Otra característica sexual secundaria de los hombres es que la voz se les hace más grave. Muchas veces en el proceso de cambio de voz, los adolescentes emiten sonidos agudos o gallos, que pueden apenarlos o divertirlos, dependiendo de las circunstancias. Esta situación también es normal y desaparece cuando la voz termina de madurar.



¿Sabías que... la principal causa de muerte entre los adolescentes son los accidentes? Esto se debe a muchas razones, pero hay una muy importante que depende del joven: la imprudencia, el no medir el peligro, la sensación de que todo es fácil y no tiene consecuencias, por lo cual muchos jóvenes tratan de mostrar su fuerza, sin entender aún que deben aprender a controlarla. Por eso es importante, como en todas las edades, cuidar la salud y, en especial, prevenir accidentes que pudieran tener consecuencias para toda la vida.

Uno de los principales cambios en las niñas es el desarrollo de los senos o mamas que, además de darle a la mujer adulta una de sus características físicas particulares, cumplen la función de producir leche para alimentar al bebé.

Senos y esquema interno de la glándula mamaria

Primero empiezan a crecer el pezón y la areola, y se hacen más gruesos y oscuros. Después empieza a abultarse todo el seno, pues las glándulas mamarias que se encuentran debajo de la piel crecen y se acumula grasa a su alrededor.

El tamaño y la forma de los senos varían mucho y, si eres niña, seguramente tendrás curiosidad por saber cómo van a ser tus senos cuando terminen de desarrollarse.

Lo más probable es que se parezcan a los de las mujeres de tu familia, ya sea del lado materno o del paterno, pues estas características son hereditarias. En algunas niñas, los senos comienzan a desarrollarse más pronto y pueden sentirse incómodas porque los demás se fijan en ellas. En otras, este desarrollo comienza más tarde y también se preocupan porque piensan que nunca van a tener cuerpo de mujer adulta. Es importante que sepas que el desarrollo de los senos, como el de todo tu aparato sexual, puede ocurrir entre los 10 y los 14 años de edad y, a veces, incluso un poco más tarde.

Enseguida, la mujer explora el lado externo del seno subiendo poco a poco la mano por este lado. Coloca a continuación la mano en la axila y palpa esta región. Luego procede de la misma forma con el otro seno.

Recostada como se ve en la ilustración, la mujer explora la parte superior y la parte inferior de cada seno. Busca un abultamiento o un endurecimiento, realizando una presión suave, pero con firmeza; al mismo tiempo realiza pequeños movimientos circulares con los dedos de las manos.


¿Sabías que... en las mujeres adultas uno de los problemas de salud más graves es el cáncer de mama, que puede ser mortal? Sin embargo, cuando se descubre a tiempo se puede curar. Una forma sencilla de detectarlo es explorando frecuentemente los senos para reconocer abultamientos, cambios en la piel o en los pezones, que pueden degenerar en cáncer. Ante cualquier duda se debe acudir al médico. Observa las figuras que muestran cómo explorarlos.

Otra característica sexual secundaria que suele preocupar a las niñas es la aparición o engrosamiento del vello en las piernas y, en algunos casos, de los brazos y del abdomen. En muchos países, como en gran parte de la República Mexicana, las mujeres acostumbran depilarse o rasurarse el vello de las axilas y de las piernas. Quitarlo o dejarlo es una decisión personal de acuerdo con el gusto y las costumbres de cada quien.

Recuerda que otro cambio en el desarrollo de la mujer es la menstruación. Durante los días de sangrado se pueden realizar todas las actividades, siempre y cuando las mujeres se sientan cómodas. Ahora existen toallas sanitarias muy absorbentes y delgadas, y tampones, que son cilindros de algodón comprimido que se introducen en la vagina y que facilitan realizar cualquier actividad, incluso practicar deportes, como nadar. Cualquiera que sea la elección, es importante cambiar las toallas o los tampones varias veces al día para evitar infecciones.

La pareja El óvulo es la célula sexual de la mujer y la más grande de las células humanas, aunque no puede verse a simple vista. El espermatozoide es la célula sexual del hombre y es mucho más pequeña que el óvulo. Tiene un flagelo o cola que le posibilita desplazarse a gran velocidad. En una eyaculación ingresan al útero alrededor de 200 millones de espermatozoides, y sólo unos cuantos lograrán acercarse al óvulo. Espermatozoides viajando hacia el óvulo que está en la trompa. Los espermatozoides tienen que viajar unos 18 cm, de la entrada del útero a la trompa, y aunque su cola les ayudará a desplazarse, muy pocos lo lograrán. El de la izquierda se atoró a la entrada del útero. Óvulo rodeado por los espermatozoides que consiguieron llegar hasta él. Los espermatozoides intentan penetrar el óvulo; en la mayoría de los casos sólo uno lo logrará. Sólo un espermatozoide logra perforar la parte externa del óvulo para fecundarlo. Óvulo fecundado o zigoto. En el centro se observan los núcleos originales del óvulo y el espermatozoide. En ellos está toda la información genética necesaria para que se desarrolle el nuevo ser humano. Inicio de la primera división celular del zigoto. El zigoto se sigue dividiendo mientras se mueve lentamente de la trompa hacia el útero, trayecto que toma aproximadamente cuatro días. En esta imagen se aprecia la segunda división que da lugar a cuatro células. La división celular continúa. Hacia el tercer día, el zigoto tiene ya ocho células y manda señales al organismo de la madre para proteger su desarrollo, impidiendo la siguiente menstruación. La división celular hace que en un momento el zigoto parezca una mora. Por su forma, a este estado se le llama mórula.
Al cuarto día de embarazo el zigoto tiene ya 16 células y todavía no es más grande que el punto de esta i. A medida que avanza la división celular, las células se van haciendo más pequeñas y ya no son idénticas. Se van diferenciando unas de otras. Aquí vemos cómo las células se empiezan a ordenar en dos grupos que tendrán funciones distintas: unas desarrollarán el embrión y las otras la placenta. La diferenciación celular continúa y hacia el final de la primera semana de embarazo el zigoto cuenta con muchas más células y está listo para anidar. Cuando esto ocurre, un grupo de células rompe la cubierta exterior del zigoto para fijarse en el útero. El zigoto ha anidado en el útero materno y se dispone a continuar su desarrollo. A partir de este momento se le denominará embrión. Durante este primer mes se inicia el desarrollo de algunos órganos. En la tercera semana, el embrión empieza a formar los dos lóbulos cerebrales y la espina dorsal. Al final del primer mes, el embrión alcanza 7 mm de largo y mide más o menos lo que una semilla de manzana. En este mes el embrión desarrolla unas protuberancias que luego serán brazos. La esfera a la que está unido es la encargada de producir la sangre que circulará por el futuro bebé y un poco más adelante se convertirá en la placenta. Vista lateral del embrión al final del primer mes. Al final de este mes, el embrión medirá 2.5 cm, más o menos lo que una fresa pequeña; sin embargo ya es posible escuchar, con un aparato especial, el latido de su corazón. Durante este mes, las manos están ya en formación, y se puede apreciar la base de lo que, posteriormente, serán los dedos. Hacia el final de la séptima semana, el embrión ha iniciado el desarrollo de todos sus órganos. Al final de este mes se le empieza a llamar feto. Pronto estará en condiciones de moverse libremente y podrá chuparse el dedo.
Al final del tercer mes, el feto se vuelve muy activo. Ahora mide unos 6.5 cm, pesa 18 g más o menos y apenas comienza a abultar el vientre de su madre. Durante este mes continúa el desarrollo de las extremidades. Las manos tienen, cada vez, dedos más definidos, que le permiten al feto abrirlas y cerrarlas constantemente. Los pies ya están muy desarrollados. Al final del cuarto mes, el feto ya se nota en el vientre de su madre, que se ve abultado. Ahora mide unos 15 cm, pesa 135 g, más o menos, y se mueve tanto que su madre ya puede sentirlo. El feto ha crecido tanto que necesita un sistema más eficiente para nutrirse y eliminar desechos. Por eso a partir de este mes la placenta, a través del cordón umbilical, se encarga de darle nutrientes, vitaminas, minerales, agua y oxígeno, que toma de la sangre materna. La placenta contiene una estructura de vasos sanguíneos, que se conectan con el feto a través del cordón umbilical. Al final del quinto mes, el feto mide unos 25 cm, pesa 340 g más o menos y ocupa mucho más espacio en el vientre de su madre. En este mes ya se puede apreciar el desarrollo de huesos. En la imagen se ven en detalle las costillas del feto. El sistema nervioso del feto está cada vez más desarrollado. Empieza a reconocer sonidos externos y a sentir y saborear su dedo cuando se lo chupa. Al final del sexto mes, el feto mide unos 33 cm y pesa 500 g más o menos. En este mes el feto ya tiene uñas; después, cuando estén más crecidas, las empezará a usar, rascándose de vez en cuando. En el sexto mes le empieza a crecer el pelo y el vello que cubre el cuerpo. Pronto tendrá cejas y pestañas. Al final del séptimo mes, el feto mide unos 37 cm y pesa 900 g más o menos. A partir de este mes, y hasta el fin del embarazo, el feto debe aumentar de peso y continuar creciendo. El feto de siete meses casi duplicó su peso, respecto del mes anterior. A partir de este mes, algunos bebés pueden nacer prematuramente pero, con cuidados especiales, la mayoría de ellos podrá sobrevivir y desarrollarse normalmente.
Al final del octavo mes, el feto mide unos 45 cm y pesa alrededor de 2 kg. En cuatro semanas volvió a duplicar su peso y continúa creciendo. El feto de ocho meses, por lo general, se ubica con la cabeza hacia abajo dentro del útero materno. El feto en este momento del embarazo está completamente formado, pero todavía debe aumentar de peso y seguir creciendo, antes de nacer. Al final del noveno mes, el feto alcanza su máxima talla en el vientre materno: mide unos 50 cm y pesa 3 kg más o menos. Durante este mes, el feto sigue aumentando de peso. Aproximadamente, un kilo más. Todo su cuerpo se ve más rellenito, por la grasa que se ha acumulado bajo su piel durante los últimos tres meses. Después de nueve meses, el bebé está listo para nacer. Está colocado con la cabeza hacia abajo, en posición de parto.

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