La noticia de las derrotas y de la ocupaci�n de los puertos desmoralizaba a la poblaci�n, que por todas partes recurr�a a formar guerrillas para hostilizar a los norteamericanos; la m�s famosa fue la del padre espa�ol Celedonio Domeco Jarauta. El enemigo no dej� de sufrir estos ataques imprevistos y de experimentar deserciones, como el famoso Batall�n de San Patricio. �ste, formado por irlandeses que se identificaban con los mexicanos por la religi�n, tuvo tambi�n en sus filas a norteamericanos y a otros europeos.

Referencia iconogr�fica
19 de agosto de 1847
Batalla de Contreras

La suspensi�n del avance de Taylor ten�a un cariz pol�tico, pues las victorias del general lo convirtieron en posible candidato a la Presidencia por el Partido Whig, de manera que a partir de 1847 Polk finc� el �xito en la campa�a que iba a seguir por "la ruta de Cort�s". Polk hab�a tratado de darle el grado m�ximo del Ej�rcito al senador Benton para que lo comandara, pero su manipulaci�n se frustr� y tuvo que entregarle la jefatura al general Winfield Scott.

Referencia iconogr�fica
Agosto-Septiembre de 1847
Mapa de las operaciones del Ej�rcito norteamericano en el Valle de M�xico

Scott hab�a preparado sus fuerzas con tiempo y, para el 7 de marzo de 1847, las setenta naves que conduc�an sus tropas estaban frente a Veracruz y empezaban a bombardearlo el 9. El mal tiempo oblig� a suspender las operaciones, pero el 23 se reanud� el bombardeo que se mantuvo sin cesar cuatro d�as. Los incendios y la falta de alimentos y medicinas sometieron a la poblaci�n civil a enormes sufrimientos; se carec�a de personal para atender a los heridos. El 26 la resistencia se hab�a agotado y el 27 se negoci� la capitulaci�n. El 29 Scott convert�a la hacienda del general Santa Anna en cuartel general, mientras una parte de sus tropas avanzaba hacia Jalapa. Como el pomposo general so�aba con "conquistar la paz", puso especial empe�o en la disciplina y, cuando declar� el estado de sitio, incluy� a sus hombres para evitar los abusos que comet�an las tropas, en especial los voluntarios.

Referencia iconogr�fica
19 y 20 de agosto de 1847
Asalto de Contreras de Carlos Nebel

Santa Anna, por su parte, emprendi� la marcha a Veracruz el 2 de abril y moviliz� sus tropas hacia Cerro Gordo, lugar en que pensaba detener a los norteamericanos, ya que Scott hab�a escogido la ruta que iba por Jalapa, Perote y Puebla hacia la capital. El teniente coronel Manuel Robles, encargado por el general Valent�n Canalizo de hacer el reconocimiento, concluy� que Cerro Gordo parec�a una posici�n ventajosa para hostilizar a los enemigos, pero que no era el lugar adecuado para disputarles el paso pues, aunque parec�a que �ste pod�a ser cortado f�cilmente, el problema era que carec�a de agua. No obstante, Santa Anna no tom� en cuenta estas consideraciones y dispuso que se procediera a fortificarlo.

Referencia iconogr�fica
David Emmanuel Twiggs (1790-1862)
pele� contra Santa Anna en Cerro Gordo el 17 y el 18 de abril de 1847

El sol abrasador, la escasez de alimentos y de agua, junto con los mosquitos, provocaron toda clase de enfermedades a los soldados. El ej�rcito enemigo permaneci� acampado sin emprender el ataque, esperando el momento m�s oportuno. El 14 de abril, Santa Anna orden� a Canalizo hacer un reconocimiento y la captura de algunos prisioneros para que �ngel Tr�as los interrogase. Por los prisioneros se supo que las fiebres tambi�n hac�an estragos en los norteamericanos. El 17, el general Lino Alcorta se tropez� con una parte de las fuerzas enemigas y las bati� en retirada. Ese d�a se logr� rechazarlas, pero con unos doscientos soldados mexicanos muertos. Mas este ataque preliminar hab�a tenido lugar por el flanco derecho, lo que hizo a Santa Anna concentrarse en �l, sin saber que el capit�n Robert E. Lee hab�a encontrado el camino que bordeaba el flanco izquierdo mexicano para atacarlo.

Referencia iconogr�fica
20 de agosto de 1847
Batalla de Churubusco de Carlos Nebel

Al amanecer el 18 tronaron los ca�ones enemigos, muestra de que Scott hab�a preparado el ataque perfectamente. A las diez de la ma�ana hab�a derrotado a las tropas mexicanas, que se desbandaron para huir del alcance de la artiller�a norteamericana. El mismo Santa Anna apenas tuvo tiempo de escapar. Las p�rdidas mexicanas fueron tan altas y la dispersi�n tal, que los esfuerzos por reunirlas en Orizaba fracasaron; por tanto, el veracruzano se retir� a Puebla, adonde entr� el 11 de mayo despu�s de un intento fracasado de detener el avance de Scott en Amozoc. Como no logr� el apoyo que necesitaba en Puebla, se dirigi� a San Mart�n Texmelucan, en donde una junta de generales decidi� que todas las tropas deb�an concentrarse en la defensa de la capital. Con los siete mil cien hombres que le quedaban, Scott continu� el avance rumbo a Puebla. La ciudad, sin medios para resistir, fue ocupada por el general Worth el 15 de mayo y el 28 entr� Scott. Unos d�as m�s tarde se les uni� el comisionado norteamericano para firmar la paz, Nicholas Trist, quien a trav�s de los representantes brit�nicos anunci� su presencia a las autoridades mexicanas.

 

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