La guerra de M�xico con Estados Unidos de Am�rica es un acontecimiento central en nuestra historia. Ella defini� nuestro espacio, dej� una lecci�n dram�tica para la generaci�n que la vivi� y cre� en los mexicanos una actitud de recelo y desconfianza hacia los norteamericanos. Ya Mariano Otero llamaba la atenci�n, en 1847, sobre lo que �l consideraba un acontecimiento singular: "El hecho de que un ej�rcito extranjero de diez a doce mil hombres haya penetrado desde Veracruz hasta la capital de la rep�blica, y que, con excepci�n del bombardeo de aquel puerto, la acci�n de Cerro Gordo y los peque�os encuentros que tuvo con las tropas mexicanas en las inmediaciones de la misma capital, puede decirse que no ha hallado enemigos con qui�n combatir en su largo tr�nsito al atravesar tres de los m�s importantes y poblados Estados de la federaci�n mexicana con m�s de dos millones de habitantes, es un acontecimiento de tal naturaleza, que no puede menos de dar lugar a las m�s serias reflexiones"1.
Muchas explicaciones se buscaron despu�s de la derrota. Unos dec�an que se hab�a perdido por falta de buenos militares; otros atribu�an la derrota a una supuesta traici�n del general Santa Anna; no faltaba quien pensara que la causa principal del fracaso militar hab�a sido la completa desmoralizaci�n del Ej�rcito, que carec�a de disciplina para hacer frente a una amenaza del exterior. Las diversas interpretaciones pod�an diferir sobre los aspectos militares de la derrota, sin embargo, todas coincid�an en que �sta era una consecuencia l�gica de veinticinco a�os de anarqu�a pol�tica, de falta de cohesi�n en las clases dirigentes y de que, en varias ocasiones, se antepusieron los intereses de partido a los de la Naci�n.
Esto lo vamos a ver claro entre finales de 1845 y 1848. En un lapso tan corto gobernar�an y se disputar�an el poder los cuatro principales grupos pol�ticos de los a�os cuarenta: los centralistas, los monarquistas, los liberales puros y los liberales moderados. En el momento clave del enfrentamiento con Estados Unidos, el pa�s pasa del centralismo de las Bases Org�nicas a un r�gimen militar que coquetea con la monarqu�a, a una rep�blica federal, en la que finalmente puros y moderados hundir�an al pa�s en un desconcierto sin precedente, precisamente cuando se necesitaba unidad y un centro de acci�n que dirigiera la guerra. En este ensayo me voy a referir, fundamentalmente, al conflicto pol�tico interno, para m�, causa determinante de la derrota frente a Estados Unidos de Am�rica.