I. EL TIEMPO, EL ESPACIO Y LA INSTRUMENTACI�N

EL HOMBRE COMO ANIMAL INSTRUMENTISTA

DESDE antes de que el hombre existiera, hab�a en la Tierra animales que desarrollaron un sentido del tiempo y del espacio. Se conocen numerosas especies de aves, mam�feros, insectos, animales marinos, etc�tera, que saben en qu� �poca del a�o deben emigrar y hacia d�nde deben ir. Ciertos animales tambi�n desarrollaron la capacidad de construir instrumentos que les dieran mayor protecci�n, como las presas que fabrican las nutrias o los diversos nidos de las aves. Otros desarrollaron la capacidad de construir instrumentos que les permitieran capturar otros animales, como las varitas que usan los chimpanc�s para extraer insectos de las ranuras de los �rboles o las telara�as de los ar�cnidos.

En muchas especies de animales los padres no conocen a sus descendientes y en ellos gran parte de los conocimientos de la especie los tiene programados el cerebro del reci�n nacido. Experimentos con aves que no conocieron a sus padres demuestran que saben hacer sus nidos y cu�ndo y hacia d�nde emigrar. Otras especies, que viven en comunidad, aprenden de sus mayores c�mo alimentarse, cazar y protegerse.

El hombre moderno y los hombres que lo precedieron desarrollaron ciertas cualidades f�sicas y biol�gicas como la visi�n frontal, que le permite ver en tercera dimensi�n, moverse en dos pies, lo que permiti� a sus brazos a dedicarse a otras tareas, que sus manos pudieran enfrentar el dedo pulgar a los otros dedos, aumentar la capacidad de su cerebro y el habla. Todo esto le permiti� transformarse en un animal que dise�a, construye y usa instrumentos que le permiten dominar el medio en que vive: el hombre instrumentista.

Hace algunos millones de a�os los antepasados del hombre comenzaron a golpear unas piedras contra otras para sacarles filo, transform�ndolas en objetos punzantes y cortantes de gran utilidad para defenderse o conseguir alimento.

Este instrumento, llamado hacha de mano, tuvo tanto �xito que fue usado durante millones de a�os. El material usado fue frecuentemente vidrio volc�nico y con el tiempo se dieron cuenta que con los pedazos arrancados a las rocas con forma de hojuelas se pod�an hacer navajas y numerosos instrumentos para tallar madera y hueso, as� como instrumentos de caza.

Otro gran descubrimiento del hombre primitivo fue la producci�n y el mantenimiento del fuego. Estudios realizados asignan a este descubrimiento una edad de alrededor de un mill�n de a�os. Lo que s� se sabe con certeza es que el hombre de Neanderthal, que domin� la Tierra desde hace unos 150 000 hasta hace unos 30 000 a�os usaba el fuego y dispon�a de la tecnolog�a necesaria para cazar grandes animales como el mamut, el rinoceronte lanudo y el oso de las cavernas.

El hombre de Cromagn�n, que es nuestro inmediato antepasado, viv�a en cavernas como el hombre de Neanderthal y desarroll� numerosos instrumentos de hueso. En cavernas de Francia y Espa�a se ha encontrado objetos de hueso y pinturas realizadas hace m�s de 15 000 a�os. Entre los objetos encontrados hay diversos pigmentos minerales, cavidades en peque�as rocas empleados como linternas, objetos de hueso como arpones, puntas de lanza y agujas para coser.

El �ltimo periodo glaciar alcanz� su m�ximo hace 25 000 a�os. En Europa los hielos permanentes avanzaron hasta parte de Francia y se han encontrado restos de mamut cerca de Roma. El hombre de esos tiempos, que era un gran cazador, viv�a en peque�as comunidades y en cuevas para protegerse del fr�o y de las fieras. Esta vida social le permiti� aumentar su capacidad de inventar nuevos instrumentos como el arco y la flecha y asociarse con otros animales, como el perro, para cazar. Antes de que terminara la �ltima glaciaci�n el hombre, como gran cazador y pescador, ocup� todos los continentes incluyendo Am�rica.

Se puede medir la edad de los restos de plantas, madera, semillas, o seres vivientes que contengan carbono, con bastante precisi�n —si es menor de 35 000 a�os— por el estudio de su contenido de carbono 14 que, por ser radiactivo, va desapareciendo con el transcurso del tiempo a partir de que la madera fue cortada o el fruto cosechado.

Los neutrones de la radiaci�n c�smica (radiaci�n que nos llega del espacio exterior y que siempre ha existido) al chocar contra la atm�sfera transforman o transmutan una peque�a parte del nitr�geno del aire, en carbono 14, que es radiactivo, y que pasa a formar parte del bi�xido de carbono de la atm�sfera. La luz solar, por medio de la clorofila de las plantas, hace que el carbono 14 pase a formar parte de los vegetales y por medio de ellas a los animales, en la misma proporci�n respecto al carbono no radiactivo que hay en la atm�sfera.

Al morir las plantas dejan de absorber carbono 14 y el que tienen, por ser radiactivo ir� disminuyendo, reduci�ndose a la mitad en 5 800 a�os, a la cuarta parte (la mitad de la mitad), en otros 5 800 a�os (11 600 en total), a la octava parte (mitad de la cuarta parte) en otros 5 800 a�os (total, 17 400), etc�tera.

Estas peque�as cantidades de radiaci�n pueden detectarse y medirse con aparatos especiales y de ah� determinar la edad del objeto que contenga carbono vegetal.

Las pruebas nucleares han inyectado muchos neutrones en la atm�sfera, por lo que el carbono 14 ha aumentado notablemente y el m�todo ha perdido algo de su precisi�n original. El m�todo fue ideado por el norteamericano Libby.

EL DESARROLLO DE LA TECNOLOG�A

En la regi�n que comprende Ir�n, Irak, Egipto y las zonas intermedias, la �ltima glaciaci�n produjo una zona f�rtil con grandes r�os y libre de prolongados inviernos. En un periodo que va desde hace 8 000 a�os hasta hace 4 000 a�os, los pueblos que la habitaban desarrollaron una gran civilizaci�n.

En la regi�n comprendida entre los r�os Tigris y �ufrates, en la Mesopotamia, hubo agricultura hace m�s de 7 000 a�os —existen granos de esa �poca cuya edad ha sido medida por el m�todo del carbono 14—. Se usaba el azad�n de madera para cultivar la tierra y se hab�a domesticado al borrego, al puerco, a la vaca y a la cabra. El surgimiento de la agricultura influy� notablemente en el desarrollo de la vivienda y de los pueblos y ciudades. Las piedras no talladas y los tabiques de barro secados al Sol se encuentran en los restos de las construcciones de esa �poca. La confecci�n de recipientes para guardar l�quidos, granos y cocinar los alimentos, condujo a hornear los objetos hechos de barro, o de una mezcla de barro y arena, para hacerlos m�s durables que los de barro secados al Sol. En Egipto se han encontrado diversos objetos de barro cocido pertenecientes a esa �poca.

A lo largo de los grandes r�os de la India y China, tambi�n nacieron civilizaciones similares a las del Oriente Medio.

Los pueblos que por esa �poca ocuparon numerosas islas del Pac�fico, los esquimales que se diseminaron desde Asia hasta Am�rica y Groenlandia y los pueblos que habitaron las islas del Caribe, tuvieron que dar origen a la transportaci�n marina.

Los egipcios crearon hace 5 000 a�os una gran tecnolog�a pict�rica y en sus tumbas representaban las actividades de la sociedad de esa �poca, lo que dio origen a la escritura jerogl�fica que cambi� nuestro mundo al poder transmitir informaci�n a otras personas en el tiempo y en el espacio. Se han encontrado en la Mesopotamia tabletas de arcilla con escritura cuneiforme, que son de la misma �poca.

Las pinturas y los bajorrelieves egipcios nos muestran los grandes avances tecnol�gicos de la �poca. Empleaban el torno mec�nico para trabajar madera; un operario lo hac�a girar y otro realizaba el trabajo (Figura 1). Usaban el torno de cer�mica en el que el operario lo hac�a girar con el pie. Ten�an hornos de cer�mica (Figura 2), y desarrollaron una tecnolog�a que revolucionar�a al mundo: la metalurgia. En la figura 3 puede verse operarios que atizan el fuego con ayuda de dos fuelles colocados en sus pies y c�mo, con ayuda de dos varas, remueven del fuego el crisol con el metal fundido.






Figura 1. Esquema de un torno mec�nico para trabajar madera, tomado de un bajorrelieve egipcio.




Figura 2. Esquema de un horno egipcio para cer�mica.




Figura 3. Desarrollo de la metalurgia. Tomado de una pintura egipcia.

En las pinturas egipcias puede observarse tambi�n el uso de la rueda, el taladro de arco, la balanza para pesar, el arado tirado por bueyes, los barcos de vela, el plano inclinado, etc�tera.

LA EDAD DE BRONCE

El cobre, el oro, y plata aleada con oro, pueden encontrarse en forma met�lica, por lo que no es de extra�ar que estos metales fueran los primeros que us� el hombre, d�ndoles formas diversas con cinceles y martillos de piedra; tambi�n aprendi� que, al martillarlos, se endurecen, pudiendo usarse como navajas o puntas de lanza, y que para que pierdan su dureza basta calentarlos al fuego y enfriarlos bruscamente y as� poder continuar cambi�ndoles su forma.

El uso del fuego en los hornos de cer�mica condujo al descubrimiento de que, al calentar ciertos minerales, se produc�a un l�quido que escurr�a a la base del horno y que al enfriarse se transformaba en cobre met�lico y que si estos minerales conten�an algo de esta�o lo que escurr�a era una aleaci�n de cobre mucho m�s resistente: el posteriormente llamado bronce.

En la construcci�n de sus grandes monumentos, los egipcios tuvieron que transportar grandes bloques de piedra a grandes distancias, empleando barcos, el plano inclinado, la palanca y colocando troncos de �rbol bajo los bloques, como rodamientos. Tuvieron as� que desarrollar un sistema m�trico que se bas� en el codo, que era la distancia del codo al dedo central de la mano y que se divid�a en siete palmas de la mano y �sta en cuatro dedos a lo ancho. En una pintura egipcia, se observan agrimensores portando una cuerda con nudos cada tres codos, y en otra una balanza con pesas de diversos tama�os (Figura 4).

El tiempo se media con relojes de Sol. La variaci�n diurna de la sombra de los gigantescos obeliscos de Karnak, Egipto, nos indica tanto la hora del d�a como las variaciones anuales: entrada de las estaciones y duraci�n del a�o.

En la Mesopotamia, el codo se divid�a en dos pies, cada pie en tres palmas y cada palma en cuatro dedos.

Entre los grandes descubrimientos de esa �poca podemos mencionar los carros de transporte, con pesadas ruedas de madera construidas de tres piezas, los carros militares de dos ruedas con cuatro y seis rayos, el vidrio, los telares, y los instrumentos para trabajar la madera, la piedra y la cer�mica, como el serrote, el martillo, el cincel, el taladro, el torno de cer�mica, el torno mec�nico en el que un hombre giraba el eje y otro hac�a el trabajo y la sierra circular, adaptada al eje del torno.




Figura 4. El sistema de medidas egipcio empleaba cuerdas divididas en nudos separados por una distancia de tres codos; el codo que se divid�a en siete palmas y la palma en cuatro dedos. Usaba tambi�n balanzas con pesas de diversos tama�os. Tomado de pinturas egipcias.

En la agricultura empleaban el shaduf que consist�a en una especie de balanza que ten�a en un extremo un recipiente para agua y en el otro un contrapeso, en esa forma se pod�a elevar agua con menos esfuerzo. Fabricaban cerveza y vinos de uva y de d�tiles y desarrollaron prensas para extraer su jugo, empleando la palanca para aumentar la fuerza aplicada.

LA EDAD DE HIERRO

El hierro existe en la superficie terrestre en forma de compuestos: el �xido de hierro (que es un polvo rojo) se emple� desde hace mucho tiempo como pigmento, as� como el sulfuro de hierro o pirita. En forma met�lica existe en meteoritos, pero �stos son muy escasos. El desarrollo de la metalurgia del hierro no es del todo clara; se conocen algunos art�culos de hierro fabricados hace unos 4 000 a�os, probablemente forjados a partir de meteoritos. El forjado del hierro debe hacerse en caliente, y se requiere emplear un pesado martillo con un largo mango, mientras que el forjado del oro, cobre y bronce puede hacerse en fr�o.

Los hititas, que hace 3 700 a�os ocupaban lo que actualmente es el este de Turqu�a, fabricaron armas de hierro y tuvieron el monopolio de ellas durante muchos siglos. Con la desaparici�n del poder hitita, hace 3 200 a�os, el uso del hierro se extendi� a la regi�n del Oriente Medio y Egipto.

A partir del momento en que el hombre produjo el bronce, tuvieron que pasar unos mil quinientos a�os para que descubriera que de ciertos minerales se pod�a extraer hierro. La metalurgia del hierro requiere una temperatura mucho mayor y esto s�lo se logra soplando o inyectando aire continuamente en el horno.

En China, donde los hornos de cer�mica se hab�an desarrollado notablemente, se dise�aron fuelles y pistones en los que el aire se comprim�a al moverse el pist�n de ida y vuelta, empleando un sistema novedoso de v�lvulas de paso, y as� pudieron producir no s�lo el hierro, sino fundiciones de hierro antes que en otros lugares en donde el hierro que flu�a al fondo del horno ten�a que trabajarse forj�ndolo con fuego y martillo.

Hace 2 500 a�os los griegos hab�an asimilado de los egipcios y de los pueblos del Oriente Medio gran parte de sus desarrollos tecnol�gicos y a su vez los mejoraron.

Para aumentar la fuerza aplicada en las prensas de aceitunas emplearon poleas e idearon el uso del tornillo y del engrane. La alfarer�a griega lleg� a niveles s�lo superados, tecnol�gicamente hablando, por la de China. Los barcos griegos eran superiores a los egipcios y asirios, y con su uso aument� notablemente el comercio mar�timo.

La escultura griega lleg� a niveles que no han sido superados hasta la fecha. Produjeron objetos fundidos en bronce de gran belleza, como los caballos que se encuentran en Venecia.

Despu�s que el rey Filipo de Macedonia conquist� Grecia, conducidos por Alejandro, hijo de Filipo, los griegos se lanzaron a conquistar Egipto y Asia. A la muerte de Alejandro, en 323 a.C., uno de sus generales, Ptolomeo, se proclam� rey de Egipto y fund� el Museo de Alejandr�a, que en realidad era un instituto de investigaci�n y cuya biblioteca llegar�a a ser la m�s famosa del mundo.

LOS GRANDES MEDIDORES DEL TIEMPO Y DEL ESPACIO

El Museo de Alejandr�a se transform� en el centro cultural del mundo antiguo y a �l asistieron grandes cient�ficos a ense�ar y aprender.

Uno de los m�s notables fue Her�n (aparentemente hubo en Alejandr�a dos cient�ficos llamados as�, uno vivi� poco despu�s de la fundaci�n del Museo y otro 300 a�os despu�s) quien o quienes construyeron relojes mec�nicos movidos por agua. Uno de los grandes descubrimientos de Her�n fue la primera m�quina de vapor construida por el hombre. El vapor se produce al calentar una caldera con agua y de ah� pasa, por medio de un tubo, a una esfera met�lica que puede girar y que contiene dos chiflones por los que sale el vapor como se muestra en la figura 5. La esfera gira por el mismo principio por el que se mueven los cohetes o un globo al que se le escapa el aire, la ley de la acci�n y la reacci�n.





Figura 5. M�quina de vapor ideada por Her�n de Alejandr�a.

Her�n construy� un mecanismo que abr�a las puertas de un templo al prender una hoguera, empleando el principio, por �l descubierto, de que el aire al calentarse aumenta de volumen (Figura 6). Al prender un fuego sobre el recipiente superior que contiene aire, �ste se expande y pasa al recipiente inferior que contiene agua, a la que obliga a pasar, por medio de un sif�n, a otro recipiente que por su aumento de peso, abre las puertas. Al apagarse el fuego, el aire se enfr�a y se contrae, el l�quido regresa a su recipiente original y el peso de la derecha cierra nuevamente las puertas. En sus libros describe una m�quina que se empleaba para fabricar tornillos.





Figura 6. Mecanismo de Her�n de Alejandr�a para abrir y cerrar las puertas de un templo por medio del fuego, empleando el principio descubierto por �l, de que el aire, al calentarse, aumenta de volumen.

Otro gran cient�fico fue Ctesibus, quien dise�� un �rgano que trabajaba comprimiendo el aire de un tanque, inyect�ndolo en el agua por medio de un �mbolo; una m�quina que produc�a agua a presi�n y que se empleaba para apagar incendios, y un ca��n que empleaba aire comprimido. Tambi�n perfeccion� la clepsidra egipcia, o sea el reloj de agua (Figura 7), que consist�a en un tanque alimentado por un flujo constante de agua en el que flotaba un cuerpo con un indicador que marcaba en un cilindro graduado la hora del d�a o de la noche; cada uno de ellos se divid�a en 12 horas. El cilindro se pod�a ajustar para el verano, haciendo m�s grandes las horas del d�a y m�s peque�as las de la noche y lo contrario en el invierno. Tuvieron que pasar casi dos mil a�os para que se hicieran relojes m�s precisos al descubrir Galileo las leyes del p�ndulo y que Huygens las aplicara para construir relojes.



Figura 7. Clépsidra egipcia o reloj de agua de Ctesibus.

Grandes sabios que trabajaron en el Museo fueron los ge�metras Euclides, Apolonio y Arqu�medes, este �ltimo fue adem�s un f�sico e ingeniero notable que estudi� en el Museo y regres� a su ciudad natal Siracusa. Descubri� el llamado principio de Arqu�medes, que nos dice que todo cuerpo sumergido en un l�quido pierde tanto peso como el peso de l�quido desalojado. Empleando este principio y una balanza pudo encontrar las cantidades de oro y plata que conten�a la corona del rey Hier�n de Siracusa. Dise�� el llamado tornillo de Arqu�medes que permite subir agua al girar un tornillo colocado dentro de un tubo (Figura 8). Desarroll� las leyes de la flotaci�n de los cuerpos y determin� con precisi�n la relaci�n del per�metro de un c�rculo a su di�metro o sea el n�mero pi (p). Para calcular las �reas y vol�menes de diversos cuerpos geom�tricos desarroll� el concepto de l�mite, que 2,000 a�os despu�s fuera empleado por Newton y Leibniz en el c�lculo diferencial e integral.





Figura 8. Tornillo de Arqu�medes de Siracusa. Se empleaba para subir el agua.

El astr�nomo m�s notable de la Antig�edad fue Aristarco, quien naci� en la isla de Samos y fue a Alejandr�a a estudiar y trabajar. Consideraba que los planetas y la Tierra giraban alrededor del Sol. Observando los eclipses de Luna, en los que la Tierra proyecta su sombra en la Luna y midiendo el radio de esta sombra en relaci�n al radio de la Luna, encontr� que la Tierra era tres veces mayor que la Luna (en realidad, el di�metro de la Tierra es 3.7 veces mayor). Tambi�n ide� un m�todo para encontrar cu�ntas veces es mayor la distancia Luna-Sol que la distancia Tierra-Luna, aunque por no contar con instrumentos precisos para medir �ngulos, su resultado no fue muy bueno, en todo caso encontr� que el Sol est� mucho m�s lejos de nosotros que la Luna (20 veces en vez de 389 que es el valor correcto). El m�todo consisti� en observar el �ngulo que forma desde la Tierra, una visual al Sol con una visual a la Luna cuando la luz del Sol ilumina exactamente la mitad observable de �sta. En esta condici�n se forma un tri�ngulo rect�ngulo, con v�rtice de 90 grados en la Luna. Como el Sol est� mucho m�s lejos que la Luna, el �ngulo a medir es cercano a los 90 grados y se necesitar�a un anteojo que pudiera medir minutos de �ngulo. De todos modos, el m�todo es correcto y Aristarco encontr� que el Sol est� mucho m�s lejos de nosotros que la Luna.

Otro gran astr�nomo del Museo de Alejandr�a fue Erat�stenes, quien tuvo a su cargo la famosa Biblioteca. Hizo un mapa del mundo conocido, desde las Islas Brit�nicas a Ceil�n y del Mar Caspio a Etiop�a. En astronom�a fue el primer hombre que midi� el per�metro de la Tierra, calcul�ndole 250 000 estadios (Figura 9). No se conoce con precisi�n el equivalente de un estadio, pero es de 160 metros aproximadamente, de ah� se obtiene un per�metro de la Tierra cercano a los 40 000 kil�metros. Siena (hoy Asu�n) se encuentra pr�cticamente sobre la l�nea del Tr�pico de C�ncer y por lo tanto, hay un d�a al a�o en que, al medio d�a, una varilla vertical no proyecta sombra, ese mismo d�a, a la misma hora, una varilla en Alejandr�a, que se encuentra 770 kil�metros al norte, proyectaba una sombra de manera que la l�nea que iba del extremo de la varilla al extremo de la sombra, formaba un �ngulo de 7 grados, con la varilla: a cada grado corresponden 770 entre 7 igual a 110 kil�metros; a la circunferencia de la Tierra (360 grados) corresponder�n: 360 grados por 110 kil�metros igual a 40 000 kil�metros.





Figura 9. M�todo de Erat�stenes de Alejandr�a para determinar las dimensiones de la Tierra, observando la sombra de una varilla en Siena (hoy Asu�n) y en Alejandr�a.

Conocido el tama�o de la Tierra, por el m�todo de Aristarco se calcul� el de la Luna y sabiendo que su di�metro equivale a medio grado de �ngulo, se puede determinar f�cilmente su distancia a la Tierra.

Poco tiempo despu�s, Roma conquist� los pa�ses del Mediterr�neo, asimil� sus descubrimientos y su tecnolog�a y los us� ampliamente, pero en los siglos que dur� el Imperio romano su contribuci�n al desarrollo de la ciencia y la tecnolog�a fue casi nulo y sigui� la pol�tica de que si quer�a producir mayor cantidad de un art�culo, bastaba con usar m�s esclavos. Por otro lado, los pa�ses sojuzgados perdieron su capacidad de inventiva, lo que produjo que durante m�s de mil a�os no se desarrollaran en Europa nuevos materiales ni se hicieran descubrimientos importantes.

Los romanos fueron grandes ingenieros. Empleando la tecnolog�a que adquirieron de otros pueblos construyeron imponentes acueductos, caminos, barcos, edificios, monumentos, teatros, estadios, circos y puentes. Muchas de estas construcciones pueden a�n admirarse.

De los griegos copiaron, para usos militares, sus barcos, la catapulta y la ballesta. Para la agricultura emplearon el tornillo de Arqu�medes y la rueda de agua. En escritos de esa �poca, se habla de un barco movido por animales, pero que probablemente nunca se construy� (Figura 10). Tambi�n emplearon la rueda o turbina movida por una corriente de agua.





Figura 10. Esquema de un barco movido por animales, citado en escritos de �poca.

En la construcci�n de sus edificios, los romanos empleaban la gr�a mec�nica. De una escultura de piedra se hizo el esquema que se muestra en la figura 11.




Figura 11. Esquema de una gr�a romana, tomado de una escultura en piedra.

DESARROLLOS TECNOL�GICOS EN OTRAS CIVILIZACIONES

Europa. Julio C�sar reconoci� que los barcos de los galos eran superiores a los romanos para navegar en el Atl�ntico.

En un bajorrelieve belga puede verse una cosechadora de trigo movida por un caballo, pero su uso no se generaliz� a otras partes del Imperio romano.

En Dinamarca se han encontrado restos de una carreta de hace 2 100 a�os que usaba baleros o rodamientos hechos de madera y bronce. En nuestro mundo moderno los baleros son una componente indispensable para reducir la fricci�n y se usan en casi todas las m�quinas que empleamos. Es notable el hecho de que a un carpintero dan�s se le ocurriera usarlo con el mismo objeto, hace tanto tiempo. (Figura 12.)





Figura 12. Esquema de un rodamiento, o balero, tomado de los restos de una carreta hace 2100 a�os, encontrada en Dinamarca.

India. Paralelamente al desarrollo de las civilizaciones de Mesopotamia y Egipto, existieron otras a lo largo del r�o Indus y de los grandes r�os de China.

Hace 5 000 a�os en la India fund�an el cobre y el bronce y empleaban como medidas de longitud el codo y el pie, como en Mesopotamia. Cultivaban algod�n, desarrollaron una escritura totalmente diferente a la de Mesopotamia o Egipto y hab�an domesticado al b�falo de agua y al elefante.

Es posible que existiera alguna comunicaci�n entre la India y las otras civilizaciones, pero �sta tuvo que ser d�bil.

China. En China, hace 4 000 a�os dispon�an de hornos de cer�mica donde fabricaban objetos maquinados en tornos y trabajaban el jade.

Hace 3 500 a�os fund�an objetos de cobre y bronce de gran complejidad empleando moldes complicados y tambi�n mediante el m�todo de la cera perdida que consiste en fabricar el objeto de cera y sumergirlo en una pasta con la que se fabricar� el molde. Al calentar la pasta, se extrae la cera y el molde contiene la forma del objeto que se quiere fundir.

Tambi�n fund�an objetos de hierro —a�os atr�s— usando moldes como en el caso del bronce, adelant�ndose mucho a los griegos que produc�an objetos de hierro forjado. Para lograrlo, necesitaron producir una abundante corriente de aire a presi�n en el horno a fin de obtener una mayor temperatura. Esto lo lograron empleando fuelles con v�lvulas de paso, de manera que se presionaba el aire al comprimir y expander el fuelle.

Posteriormente emplearon la rueda de agua, movida por la corriente de un r�o, para comprimir el aire por medio de turbinas o ventiladores y producir un flujo m�s uniforme en la industria del hierro.

Hace 1 500 a�os los chinos fabricaban papel y constru�an complicados aparatos, como por ejemplo un disco de esmeril montado en un eje rotatorio para trabajar el jade.

Construyeron sism�grafos, que daban indicaci�n de la magnitud y direcci�n del temblor. En la figura 13 se muestra el esquema de un sism�grafo que se us� probablemente en el siglo VII, que fue construido en bronce y que ten�a 12 caritas de rana con balines en la boca a lo largo de su per�metro y un pesado p�ndulo con un disco en la parte central.





Figura 13. Sism�grafo chino para determinar la intensidad y direcci�n de un temblor.

Supongamos que tuvi�ramos 10 de estos sism�grafos con distintas distancias entre el disco y las quijadas inferiores de las ranitas. Un temblor mediano tirar�a todos los balines de los sism�grafos en los que las distancias fueron peque�as y ninguno cuando la distancia fuera grande, adem�s, en uno de los sism�grafos s�lo caer�an los balines orientados en la direcci�n del sismo. Este sistema de sism�grafos dar�a indicaci�n de la magnitud del sismo y de la direcci�n del epicentro.

Los sism�grafos modernos se basan en el mismo principio de una gran masa suspendida, que es en realidad la que menos se mueve durante un sismo, siendo lo que m�s se mueve las paredes y las personas. El registro de las oscilaciones se hace por medio de dos plumillas que marcan los movimientos en dos tiras de papel que se mueven en direcciones perpendiculares.

Los chinos descubrieron la br�jula, la imprenta, la tecnolog�a de la seda, empleaban el asbesto como aislante y el carb�n de piedra.

Tambi�n descubrieron un nuevo energ�tico qu�mico que cambiar�a al mundo, la p�lvora.

El Nuevo Mundo. Cuando los cazadores de Asia pasaron a Am�rica persiguiendo animales tra�an una tecnolog�a que les permit�a matar al mamut y otros grandes animales. Ten�an lanzas, arcos y flechas, fuego, etc�tera.

Por el aislamiento en que vivieron los pobladores de Am�rica, su desarrollo fue m�s lento. Hace 3 500 a�os, en la costa del Golfo de M�xico, se desarroll� la cultura olmeca. Los integrantes de ella cultivaban la tierra de la que obten�an ma�z y frijol y eran grandes escultores de enormes cabezas de piedra. De esta cultura deriv� la gran cultura maya.

Los mayas eran grandes alfareros, pintores, escultores, arquitectos y astr�nomos. Entre sus construcciones se encuentran palacios, pir�mides y observatorios. Desarrollaron una escritura jerogl�fica, a�n no descifrada. Para fijar las fechas, emplearon un sistema num�rico con base en el 20 (en vez de la base en el 10 que usamos actualmente) y lo notable es que usaron el cero antes que en Europa o Asia (Figura 14:)

NUMERACIÓN MAYA PARA CONTAR OBJETOS.

En vez de la base 10 que usamos actualmente, usaban la base 20 y fueron los primeros en el mundo en usar el cero. Los números los escribían de arriba a abajo.





Figura 14. Numeraci�n maya que emple� el cero antes que otras civilizaciones.

Un c�dice maya del siglo XII nos muestra las fechas en que el planeta Venus aparece y desaparece como estrella vespertina (Figura 15).





Figura 15. C�dice maya, donde se dan las fechas en que el planetaVenus aparece y desaparece como estrella vespertina.

En Per� se desarroll� la metalurgia del oro hace 2 800 a�os, forjando las piezas por medio del martillo. Hace 2 000 a�os, el oro se fund�a para emplearlo en moldes abiertos o por el m�todo de la cera perdida, que consiste en hacer una figura de cera, forrarla de arcilla, excepto en una peque�a regi�n que sirve para extraer la cera por medio del calor, y para introducir el oro fundido (Figura 16). Con el tiempo, esta tecnolog�a pas� al Ecuador, Colombia, Centroam�rica y M�xico en donde los zapotecas realizaron obras maestras en cera perdida (ver portada).





Figura 16. Esquema del m�todo para fundir metales, desarrollado en Per�.

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