V. COMPORTAMIENTO DE LOS ORGANISMOS MARINOS FRENTE A LA TEMPERATURA Y LA SALINIDAD

LA SAGAZ observaci�n de los cient�ficos ha determinado que los seres que se agitan y se mueven en el seno de las aguas del mar, o son arrastrados por sus vaivenes y corrientes, son de muy distinta �ndole y aspecto que aquellos otros que reposan en el fondo, se arraigan y se fijan en �l, o caminan o nadan a poca distancia del suelo submarino. Estos cambios que sufren los organismos marinos tanto en su estructura como en sus funciones representan una respuesta a estar sometidos a condiciones fisicoqu�micas diversas, y, en ocasiones, hasta antag�nicas, en las distintas regiones del oc�ano.

Estas condiciones fisicoqu�micos a las que tambi�n se les llama hidrogr�ficas, determinan la diversidad de los organismos que viven en las aguas del mar.

En aquellas zonas del oc�ano donde las condiciones del medio, principalmente la temperatura y la salinidad, son relativamente constantes, pero extremas, el n�mero de especies es generalmente bajo y las que toleran estas condiciones pueden aumentar notablemente en n�mero de individuos y hacerse dominantes, por ejemplo: las grandes cantidades de bacalao que se encuentran en los mares fr�os de Noruega.

Lo contrario que se observa en las zonas oce�nicas donde las condiciones hidrogr�ficas no son extremas, como en muchos mares tropicales, en los que existe mayor diversidad de especies, pero su n�mero de individuos no alcanza grandes agregaciones, por lo que ninguna de ellas ser� dominante, como se observa en el Mar Caribe, donde existe una multitud tan variada de especies de peces, corales, moluscos, etc�tera.

La salinidad de los oc�anos influye directamente en las caracter�sticas de estructura y funcionamiento de los organismos que viven en ellos. La composici�n qu�mica del agua del mar en cuanto a la cantidad de sales disueltas, es casi la misma que se presenta en los fluidos org�nicos de los seres del reino animal, ya que estos dos medios solamente estar�n separados por membranas y tejidos semipermeables que permitir�n la entrada y salida de agua seg�n la cantidad de sales, fen�meno que se conoce con el nombre de intercambio osm�tico.

El mantenimiento de igual concentraci�n dentro del animal y en el medio acu�tico que lo rodea es condici�n indispensable para los seres que viven en el oc�ano, ya que si el organismo tiene mayor concentraci�n de sales, entrar�n cantidades de agua que en un momento llegar�n a sus c�lulas hasta hacerlas explotar; en caso contrario, es decir, que el medio tenga m�s sales, el agua saldr� del organismo, destruy�ndose tambi�n sus c�lulas.

De acuerdo con este comportamiento de los organismos frente a la cantidad de sales que se encuentran en el agua se puede entender por qu� los peces de agua dulce no pueden vivir en el mar y a su vez los del mar no se pueden colocar en acuarios de agua dulce. Sin embargo, existen algunas excepciones, como es el caso de las anguilas que viven en aguas dulces y van a tener sus cr�as al mar, y el de los salmones que viven en el oc�ano y se reproducen en los r�os; a este tipo de peces se les llama an�dromos.

El mantenimiento de una concentraci�n igual o isot�nica entre la sangre y el agua del medio se produce en estos animales marinos por la acci�n de los ri�ones, que retienen o expulsan el agua; as� como de otras estructuras de osmorregulaci�n, por ejemplo: en algunos peces, sus l�minas branquiales tienen unas c�lulas capaces de producir cloro, que facilitan la incorporaci�n de cloruros a la sangre y la elevaci�n consiguiente de su concentraci�n salina.

Otros organismos que viven en los oc�anos, como los tiburones y las rayas, tienen gran cantidad de urea en la sangre, lo que ayuda a que aumenten su salinidad y as� se mantenga igual a la del mar.

Los invertebrados marinos tienen en su cuerpo, normalmente, l�quidos org�nicos de igual concentraci�n de sales que el agua del mar en la que viven, y poseen la capacidad de variar y regular su concentraci�n salina de acuerdo con los cambios que se presentan en el agua ambiente y poblar diferentes medios marinos. En otros organismos, esta regulaci�n no se presenta y, al cambiar el medio, tienen que emigrar, o de lo contrario mueren.

De acuerdo con estas circunstancias existen dos tipos de animales marinos: aqu�llos dotados de mecanismos para regular la concentraci�n salina de su cuerpo, de acuerdo con las caracter�sticas de su medio, lo que les permite acomodar las sales de sus fluidos org�nicos a las necesidades requeridas por las condiciones del agua del mar; es decir, los que resisten perfectamente los cambios de salinidad del medio, llamados eurihalinos. Estos organismos viven en las zonas de mezcla de aguas dulces con las marinas, tales como estuarios, r�os, zonas marinas pr�ximas a las desembocaduras de los r�os, o en aquellas que, como en las lagunas litorales con comunicaci�n precaria con el mar, la salinidad de sus aguas alcanza valores muy variados. Pueden ser ejemplo de estas especies, los ostiones entre los moluscos, las lisas y los pejerreyes entre los peces.

Otro tipo de animales marinos carecen de tales mecanismos de regulaci�n y no pueden acomodarse a cambios de salinidad del medio; a �stos se les llama estenohalinos, y es el caso de las sardinas y de los atunes que viven en aguas oce�nicas. Sin embargo, no puede hablarse, en realidad, de la existencia de especies totalmente estenohalinas, pues siempre hay un cierto grado de tolerancia a cambios. La mayor�a de este tipo de animales habita normalmente en las zonas alejadas de la costa y de los lugares de mezcla con aguas dulces son en general seres pel�gicos y oce�nicos.

El car�cter de eurihalinidad o de estenohalinidad de una especie determinada es uno de los factores que intervienen en las migraciones de los peces, bien porque las condiciones del agua en que en determinado momento viva un pez cambien, oblig�ndole a dejarlas en busca de otras, o bien porque, sin que cambie la salinidad del agua, sea su sangre la que var�e en concentraci�n de acuerdo con su ciclo vital, y por ello debe emigrar y buscar el medio adecuado.


Figura 15. Ostiones, organismos que resisten los cambios de salinidad del agua.
Cortes�a de la Revista T�cnica Pesquera.

La temperatura del agua del mar tiene adem�s una influencia decisiva en la vida y por lo tanto en la distribuci�n de los animales marinos, ya que interviene de manera directa en sus procesos fisiol�gicos, o sea, en su propio funcionamiento, como es el caso del metabolismo, la reproducci�n, etc�tera. Tambi�n lo hace indirectamente por la influencia que tiene la temperatura sobre otros factores del medio ambiente, como la salinidad o la concentraci�n de gases disueltos en el agua del mar.

En cuanto a la temperatura se refiere, los organismos marinos son clasificados en dos formas diferentes, que si bien bajo ciertos aspectos coinciden, no equivalen exactamente.

La primera clasificaci�n est� en relaci�n con la temperatura del cuerpo del animal; existen los organismos que mantienen la temperatura constante, a los que se les llama homeotermos, como es el caso de los mam�feros marinos: si en su medio aumenta o disminuye la temperatura, esto no influye en la de su cuerpo, que siempre ser� la misma.

Otros son los organismos de temperatura variable llamados poiquilotermos, que cambian la temperatura del cuerpo de acuerdo con las variaciones de la del agua; esto es caracter�stico de la mayor�a de los peces.

La segunda clasificaci�n es la de aquellos organismos que resisten perfectamente los cambios de temperatura en el medio ambiente, aunque sean muy amplios, los euritermos; y los que no resisten esos cambios, los estenotermos. Estos �ltimos no lo son en el sentido absoluto, puesto que siempre existe un cierto grado de tolerancia a dichos cambios.

Los seres que no se adaptan a los cambios de temperatura suelen ir unidos a los que no lo hacen a las variaciones de salinidad, y los que los toleran van con los que soportan cambios en la temperatura.

Aunque no sea regla absoluta, el hecho es f�cil de comprender, ya que precisamente aquellas zonas marinas en las que son posibles o frecuentes los cambios de salinidad son las que simult�neamente experimentan variaciones paralelas en el r�gimen t�rmico. Por lo tanto, los animales que s� admiten cambios en la temperatura del agua suelen habitar las zonas costeras de desembocaduras de r�os o de lagunas litorales y los que no soportan dichos cambios est�n localizados generalmente en las �reas pel�gicas u oce�nicas.

En el caso de los organismos euritermos, que como es l�gico pertenecen siempre al grupo de los poiquilotermos o de temperatura variable, no se presentan mecanismos de termorregulaci�n, ni adaptaciones especiales para mantener la temperatura constante; como tampoco existen en aquellos otros animales que, perteneciendo tambi�n al grupo de los de temperatura variable, son, sin embargo, de los que no pueden soportar cambios de temperatura del medio ambiente.

Ahora bien, todos los animales marinos que presentan la temperatura de su cuerpo constante, u homeotermos, son estenotermos, como los mam�feros marinos, que para mantener su temperatura necesitan adaptaciones especiales como el mecanismo de la circulaci�n de la sangre, el cual permite que la temperatura aumente en el interior del cuerpo por la contracci�n de los vasos sangu�neos, lo que hace que la sangre al circular friccione la pared del vaso produciendo calor, o disminuya por la distenci�n de los vasos, permitiendo que la sangre circule libremente y no genere calor.

Entre estas adaptaciones se puede destacar la actividad metab�lica de los organismos que interviene activamente en la regulaci�n de la temperatura del cuerpo; por ejemplo, los atunes, que son grandes nadadores, son capaces de elevar la temperatura de su cuerpo a un nivel superior de 10� C que la de las aguas en las que nada.

Tambi�n, para ayudar a conservar la temperatura constante, los organismos presentan sistemas de aislamiento del cuerpo en contacto con el agua. En los mam�feros marinos esto se produce por la existencia de grandes y gruesas capas de grasa debajo de su piel, como en la ballena; estas capas de tejido adiposo se complementan con pelajes que a�slan, de forma muy eficaz, el cuerpo del agua, sobre todo por la existencia, debajo de los pelos, de otro pelaje complementario llamado borra; esto ocurre en los pinn�pedos, es decir, en las focas y morsas, en los osos blancos y en determinadas especies de nutrias que habitan en el mar.

En las aves marinas la defensa contra la irradiaci�n del calor se verifica tambi�n gracias a la existencia de capas de grasa tanto como por la presencia conjunta de plumas y plum�n, que hacen el mismo efecto en estos animales que el que realizan en los mam�feros el pelo y la borra.

En general son a estos dos factores fisicoqu�micos del medio oce�nico, temperatura y salinidad, a los que corresponden los cambios de estructura, funcionamiento y comportamiento de los seres que habitan los mares, y que determinan su distribuci�n en las aguas oce�nicas del planeta.

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