II.S�NTESIS DE UNA ZEOLITA
C �MO HACER ZEOLITAS
P
OR
ahora sabemos lo que es una zeolita, o sea que estamos en condiciones de definirla y de probar si un compuesto es o no es una zeolita. Lo hicimos paso a paso con los polvos contenidos en aquella peque�a botella. Aunque ya sabemos reconocer zeolitas a�n no estamos en condiciones de prepararlas �una cosa es saber y otra hacer!Este cap�tulo se consagrar� por entero al "hacer". Sentaremos las bases para preparar zeolitas y, para ser consistentes, lo centraremos en la obtenci�n de zeolitas faujasitas. Desde luego, en una primera parte observaremos c�mo se forman las zeolitas en la naturaleza para duplicar estos procesos en el laboratorio. As�, seguiremos los pasos de los primeros investigadores que, imitando los fen�menos naturales consiguieron sintetizar zeolitas. Desgraciadamente, la mayor parte de sus trabajos se ha tenido que descartar debido a an�lisis insuficientes de los compuestos resultantes.
L AS ZEOLITAS Y SU �RBOL GENEAL�GICO
�C�mo se forman las zeolitas y de d�nde provienen? Queremos saber en qu� condiciones y a partir de qu� compuestos se consigue, en la naturaleza, la s�ntesis de las zeolitas. Aunque ahora no sea una clasificaci�n lo que buscamos sino una evoluci�n en el tiempo, digamos que una "historia", nuevamente nos vemos obligados a recurrir a la geolog�a.
El experimento m�s sencillo ser�a observar en el laboratorio los procesos naturales, o sea, cristalizar muy lentamente una gran cantidad de roca fundida cuya composici�n promedio fuese pr�xima a la de la litosfera. Aunque este experimento es dif�cilmente realizable los ge�logos aseguran, bas�ndose en los fen�menos volc�nicos, que la secuencia de cristales depositados ser�a clara. A medida que la lava fluida, homog�nea y a muy alta temperatura, se enfriase aparecer�an primero cristales sin silicatos (o sea, sin �tomos de silicio, Si) como los cristales de magnetita (Fe3O4). Luego se detectar�a la formaci�n de ortosilicatos, por ejemplo el olivino (Mg2SiO4 con contenido variable de Fe2SiO4) y secuencialmente vendr�an los metasilicatos y los feldespatos que son los minerales m�s corrientes en la corteza terrestre. Un ejemplo es la ortoclasa (K Al Si3O8 con peque�o contenido de Na y Ca), el cuarzo (SiO2) como mineral primario y mezclas de minerales como el granito (que est� compuesto por cuarzo, feldespato y mica). En condiciones particulares, estos �ltimos s�lidos dar�an origen a las arcillas, las zeolitas y a la larga a al�minas como la bauxita.
Cuando el enfriamiento fuese tal que la lava cristalizase suficientemente como para dar un magma bas�ltico rico en �lcalis ser�a probable que se formasen zeolitas por medios acuosos salinos y alcalinos (Cuadro 2). La "zeolitizaci�n" tambi�n se provoca mediante una ca�da s�bita de la temperatura en una lava bas�ltica.
CUADRO 2. Formaci�n de zeolitas en la naturaleza.
Hay que recordar aqu� que a tan altas temperaturas se pueden generar enormes presiones que, a su vez, pueden acelerar los procesos de cristalizaci�n. Cuando la presi�n alcanza valores extremos es probable que ocurran explosiones, �se fue el caso del monte Pel�e, en la isla de Martinica.
Un ejemplo cl�sico de zeolitas formadas naturalmente son las zeolitas presentes en las rocas volc�nicas de Sicilia, que incluyen la analcima, la chabasita y su variante, la herschelita, la epistilbita, la gmelinita, la gonnardita, la mesolita y la thomsonita. Los cristales de zeolita suelen crecer bien, lo cual es t�pico de las reacciones hidrot�rmicas en soluciones* de rocas ricas en �lcalis, como por ejemplo, los basaltos. Las zeolitas debidas a alteraciones hidrot�rmicas de corrientes de lava bas�ltica en regiones geot�rmicas existen en muchas partes del mundo, por ejemplo, en los ba�os romanos de Plombi�res (Francia) o en el parque de Yellowstone (EUA). Se trata entonces de zeolitas de origen volc�nico.
Por otro lado, como lo discutimos anteriormente (Cuadro 2), las zeolitas tambi�n pueden provenir de sedimentos. En este caso se caracterizan por ser aglomerados de cristales de muy peque�as dimensiones y a menudo con caras cristalinas mal desarrolladas. De todas las zeolitas de origen sedimentario, por ahora, es la clinoptilolita la que parece ser la m�s abundante. Son este tipo de formaciones las que han dado los grandes dep�sitos de inter�s tecnol�gico.
�Y EN M�XICO
?
Siendo M�xico un pa�s en donde hay numerosas zonas volc�nicas, es de esperarse que haya zeolitas naturales. Sin embargo, no es sino hasta 1973 cuando F.F. Mumpton publica en la revista American Mineralogist, 28,287 (1973) un art�culo que titula "First Reported Occurrence of Zeolites in Sedimentary Rocks of Mexico" (Primer informe sobre la presencia de zeolitas en rocas sedimentarias de M�xico). De ese trabajo transcribimos los siguientes p�rrafos pues preferimos que sea el mismo Mumpton quien describa el descubrimiento:
Durante las primeras etapas de la exploraci�n para encontrar zeolitas en este pa�s [se refiere a EUA
] (1958-1962), la similitud geol�gica de las regiones volc�nicas y pirocl�sticas entre el norte de M�xico y el sur de Arizona y California suger�a que deber�an existir yacimientos de zeolitas al sur de la frontera; sin embargo, no se hizo ning�n esfuerzo por probar esta posibilidad, y hasta la fecha no se ha informado de minerales zeol�ticos en las rocas sedimentarias de M�xico.
Durante el verano de 1972 el autor examin� una serie de sedimentos pirocl�sticos del valle del r�o Atoyac, alrededor de 15 km al noroeste de Oaxaca, en el sur de M�xico. Aunque l�mites de tiempo impidieron una exploraci�n extensiva del �rea, se recogieron varias muestras de un prominente yacimiento verde, situado como a unos 100 m al este de la supercarretera 190, a 3 km al norte del pueblo de Etla. Ex�menes subsecuentes por difracci�n de rayos X* de estas muestras indicaron que el yacimiento est� constituido casi �nicamente por zeolitas, mordenita y clinoptilolita. Esta identificaci�n confirma lo que se cree ser el primer descubrimiento de zeolitas minerales en rocas sedimentarias de M�xico.
Figura 12. Yacimientos de zeolitas en la zona de Etla, Oaxaca (1978).
Figura 13. Yacimientos de zeolitas en la Rep�blica Mexicana.
Mumpton describe el yacimiento y hace notar que este tipo de piedra se usa en Oaxaca
[...]en los edificios, los muros, los cimientos y otras estructuras desde tiempos de los mayas, y predominan en los famosos edificios arqueol�gicos de Mitla y Monte Alb�n. Fue la presencia de tal material en los muros de la catedral central en Oaxaca lo que llam� la atenci�n del autor y propici� la exploraci�n de campo subsecuente.
En la figura 12 presentamos la geograf�a de la zona. Este mismo yacimiento es el que Liberto de Pablo incluye en el mapa que reproducimos, simplificado, de su sobretiro "The clay deposits of Mexico" (Yacimientos de arcillas en M�xico), trabajo presentado en la Conferencia Internacional de Arcillas en 1978. Cinco a�os despu�s del hallazgo de Mumpton ya figura, no s�lo el yacimiento de Etla, sino que tambi�n el de Ixtl�n de los Hervores (Figura 13). Y en 1987 se han reportado dos nuevos yacimientos, esta vez en el estado de Sonora, uno rico en clinoptilolita en el municipio de Ray�n y el otro conteniendo erionita en el municipio de Agua Prieta.
S �NTESIS DE UNA ZEOLITA
Los antecedentes geol�gicos (Cuadro 2), sugieren que las zeolitas se generan a partir de un magma bas�ltico rico en SiO2 cuando disminuye la temperatura. Tambi�n se forman si este magma se pone en contacto con soluciones salinas y alcalinas. Experimentemos, entonces.
Nuestro objetivo va a ser destruir la estructura de los materiales iniciales, separar los tetraedros de silicio y los octaedros de aluminio y volverlos a cristalizar. De hecho, esta cristalizaci�n s�lo es un nuevo arreglo de los octaedros de aluminio y los tetraedros de silicio que constituyen los compuestos iniciales. Si los tetraedros de Si y octaedros de Al estaban ordenados en cierta forma, ahora queremos "soltarlos" y volverlos a "fijar". Es como jugar al Meccano.
Iniciemos la s�ntesis a partir de tres soluciones acuosas: sosa (NaOH), NaAl (OH)4 y Na2SiO3. Son soluciones t�picas, transparentes y fluidas; las part�culas de soluto est�n distribuidas homog�neamente en el disolvente. Mezclamos sin problemas el NaOH con el aluminato de sodio. Sin embargo, a medida que se va a�adiendo la soluci�n de silicato a la mezcla de aluminato y sosa, muy lentamente, a goteo, se nota que la soluci�n resultante se vuelve turbia; ahora el l�quido es gelatinoso y viscoso. Se ha formado un gel*...
La estructura del gel se debe a una reacci�n* en la cual se forman mol�culas grandes a partir de muchas mol�culas peque�as (en qu�mica se habla de una polimerizaci�n*). La composici�n y la estructura del gel polimerizado hidratado est�n controladas por el tama�o y la estructura de las especies que se polimerizan. Diferencias en la composici�n qu�mica y el peso molecular* de las especies iniciales en las soluciones silicato conducen a diferencias en las estructuras del gel y por lo tanto a diferencias mayores en las fases zeolit�cas producidas.
Los geles t�picos se preparan a partir de aluminato de sodio, silicato de sodio e hidr�xido de sodio porque todos son solubles. Durante la cristalizaci�n del gel, los iones de sodio y los componentes aluminato y silicato se acomodan paulatinamente y tienden a la estructura ordenada de un cristal, lo cual se debe a la depolimerizaci�n del gel debido a los iones hidroxilos (OH) presentes en la mezcla reactiva.
CUADRO 3. S�ntesis de una zeolita.
Figura 14. S�ntesis de una zeolita; mecanismo de cristalizaci�n.
Viene entonces la formaci�n de n�cleos, que son peque�os cristales que a su vez sirven de base para que se formen los cristales grandes de zeolita. Estos n�cleos, como en cualquier proceso de este tipo, crecen durante el periodo de cristalizaci�n. Como en los geles supersaturados se forma un gran n�mero de n�cleos cristalinos, el producto final consiste en un polvo finamente dividido en peque�os cristales usualmente de s�lo unas cuantas micras.
La naturaleza de la zeolita obtenida queda determinada por las condiciones de la s�ntesis, o sea las concentraciones de los reactivos, el pH, el tiempo, la temperatura y la naturaleza, y la concentraci�n de los promotores* que se introduzcan. Muchas de las fases formadas no son fases en equilibrio, son metaestables, que con el tiempo se convierten en otras fases m�s estables, as� se trate de zeolitas o minerales. Las reacciones qu�micas que describen la s�ntesis de la zeolita est�n dadas en el cuadro 3 y en la figura 14.
La zeolita resultante se debe separar en el momento apropiado y lavar cuidadosamente hasta eliminar de la estructura porosa los productos que no hayan reaccionado. En el cuadro 4 resumimos las condiciones t�picas para sintetizar algunas zeolitas importantes. En la figura 15, dependiendo de la raz�n de molaridad inicial Na2O/SiO2 y SiO2/Al2O3, se predice el tipo de zeolita que se obtiene. Estos resultados son v�lidos siempre y cuando se trabaje con sales solubles y rangos de temperatura de cristalizaci�n entre 85 y 100°C, lo cual no siempre es el caso.
CUADRO 4. Condiciones t�picas para sintetizar algunas zeolitas.
Figura 15. Tipos de zeolitas sintetizadas seg�n la proporci�n de �xidos.
M�s a�n, tambi�n se pueden sintetizar zeolitas a partir de minerales, los caolines* en particular, cuya composici�n, en lo que toca al contenido de Si y Al, es muy pr�xima a la de algunas zeolitas. Esta alternativa de obtenci�n resulta interesante para nuestro pa�s ya que las sales de aluminio se tienen que importar. Para que la s�ntesis sea eficaz hay que destruir por completo la red del caol�n antes de preparar el gel. De all� que todas las patentes o art�culos que tratan el tema propongan un tratamiento t�rmico extremo, preliminar a la disoluci�n del caol�n. Por ejemplo, si se desea obtener zeolita A o faujasita a partir de caol�n proveniente de la regi�n de Huayacocotla, Veracruz, hay que calcinarlo entre 750 y 1 000 °C. En el cuadro 5 presentamos los resultados obtenidos: se comprueba que dependiendo de la temperatura de calcinaci�n se obtiene una u otra zeolita y que las relaciones de la figura 15 no son v�lidas en este caso.
CUADRO 5. Dependencia entre el tipo de zeolita obtenida y la temperatura de calcinaci�n del caol�n
No queremos cerrar este cap�tulo sin mencionar que fue R.M. Barrer, en Inglaterra, el primero en sintetizar, por el procedimiento que hemos descrito, las contrapartes sint�ticas de zeolitas; tales como la mordenita, analcima, etc. En 1953, R.M. Milton y colaboradores en
EUA
prepararon zeolitas cristalinas sint�ticas mediante procesos de baja temperatura que fueron altamente exitosos y que no s�lo reprodujeron zeolitas naturales (faujasita, chabasita), sino que generaron muchas especies nuevas de zeolitas, como es el caso de la zeolita A.
Z EOLITAS SOBRE PEDIDO
Hemos hablado de tetraedros que se juntan esquina con esquina hasta formar esa red porosa llamada zeolita, red en la cual se encuentran cavidades, ventanas y t�neles y en donde se pueden alojar iones como el sodio (Na), el potasio (K) o el calcio (Ca) y en donde cabe un n�mero variable de mol�culas de agua. Esos tetraedros son las unidades fundamentales de la estructura, los hay con un �tomo de silicio en el centro o bien con un aluminio.
Sin embargo, no parece ser de mayor trascendencia que los tetraedros sean de silicio o de aluminio siempre y cuando se respete el equilibrio de cargas, o sea que las cargas libres debidas a la presencia del Al se neutralicen con otros iones. Se nos ocurre entonces sintetizar zeolitas a partir de tetraedros en cuyo centro sea otro el �tomo. Para que este experimento resulte hay que proponer �tomos equivalentes al Si o al Al, o sea que ocupen el lugar del Si o del Al sin alterar demasiado la estructura.
Un caso claro es el del galio (Ga) que por su estructura electr�nica puede equipararse con el aluminio. Es m�s, se tiene el antecedente de que existen galias, as� como al�minas. La preparaci�n es an�loga a la de las zeolitas con aluminio, la diferencia estriba en que las sales iniciales son de silicio y galio. La zeolita resultante difiere de la que contiene aluminio porque el par�metro de la red ya no es el mismo. En este tema no parece haber l�mite y d�a a d�a se reportan s�ntesis originales de s�lidos con estructura zeol�tica a partir de Be, Cr, Fe, B, Zn, Ge, V, Ti, P, etc�tera.
Es m�s, obs�rvese con cuidado la figura 14, donde se ilustra c�mo, cuando el gel cristaliza, existen grandes cadenas flexibles de tetraedros que se organizan alrededor de cationes y mol�culas de agua. Son estos conglomerados, de sodios por ejemplo, rodeados de mol�culas de agua, los que sirven de molde para las cavidades de las faujasitas. Una vez formados los peque�os n�cleos de zeolita, el crecimiento de los cristales es r�pido.
(a) (b)
Figura 16. Efecto del sembrado en una zeolita ZSM-5. (a) Zeolita ZSM-5 observada mediante el microscopio electr�nico de barrido. (b) Zeolita ZSM-5 obtenida mediante la t�cnica del sembrado (X 6000).
En los procesos industriales, en los que el tiempo es una variable importante, conviene propiciar la cristalizaci�n mezcl�ndole al gel un poco de zeolita cristalina. As� no hay que esperar a que se formen los n�cleos de zeolita sino que de inmediato se pasa a la fase de crecimiento de los cristales. Este artificio se conoce como sembrado y es com�n en la s�ntesis de cristales diferentes de las zeolitas. Adem�s de facilitar la s�ntesis de zeolitas A o X de alta pureza, la cantidad y el tipo de semilla determina el tama�o de cristal y el estado de agregaci�n.
Naturalmente, como tambi�n ocurre en otros procesos de cristalizaci�n, estos factores se controlan mediante distintas variables tales como la agitaci�n, temperatura y composici�n de los reactivos. Se ha probado que el control de la s�ntesis mediante el sembrado es una de las t�cnicas de m�s valor. Las micrograf�as de la figura 16 ilustran el cambio en el tama�o de cristal de una zeolita
ZSM
que se puede obtener mediante sembrado. En este caso el sembrado provoca la disminuci�n del tama�o del cristal por un factor de tres.Si la cristalizaci�n de la zeolita se puede inducir mediante un sembrado, y si depende de los peque�os n�cleos de iones con agua, �por qu� no intentar alterar este mecanismo? �Por qu� no cambiar "los moldes"?
Figura 17. Estructura de una zeolita ZSM-5.
Figura 18. Esquema de la estructura porosa de zeolitas pentasil: (a) ZSM-11; (b) variante intermedia; (c) ZSM-5
Desde luego, es de esperarse que si el molde var�a, tambi�n lo haga el s�lido obtenido. Eso es precisamente lo que hace unos a�os llev� a cabo Barrer, seguido posteriormente por otros laboratorios como los de la Compa��a Mobil. La s�ntesis se efectu� usando macromol�culas org�nicas como el TPA o el TBA (tetrapropilamonio y tetrabutilamonio). La originalidad de este trabajo consisti� en utilizar esas enormes mol�culas para que alrededor de ellas se ordenaran los tetraedros de silicio y aluminio. Una vez conseguida la cristalizaci�n se eliminan las mol�culas org�nicas y s�lo queda la zeolita, o sea un esqueleto compuesto de tetraedros de silicio y aluminio cuya porosidad se debe a la estructura del TPA o TBA.
La "receta" para sintetizar este tipo de zeolitas no difiere mucho de las s�ntesis convencionales de zeolitas, salvo que el componente alcalino que promueve el proceso de polimerizaci�n del gel es una base* aminada* org�nica (hidr�xido de tetrapropilamonio, por ejemplo, introducido en soluci�n). Las condiciones t�picas de cristalizaci�n requieren temperaturas entre 150 y 200°C y tiempos de 1 a 7 d�as.
De hecho, este descubrimiento dio origen a toda una familia de zeolitas designadas con las siglas ZSM, tambi�n se le suele llamar pentasil. En la figura 17 se muestra la estructura de la zeolita ZSM-5 (obtenida con TPA). En la figura 18 comparamos la estructura de la zeolita ZSM-5 con la ZSM-11 (obtenida con TBA). Tienen un sistema de canales formados por anillos de 10 �tomos. El tama�o de los poros est� entre el de las zeolitas con anillos de 8 �tomos (como la zeolita A o la erionita) y los anillos de 12 miembros como en las zeolitas faujasitas (X, Y). Dependiendo de c�mo se dispongan en el espacio las capas constituidas por la estructura t�pica pentasil, se obtienen sistemas de canales variables como los de la figura 18.
Entre la ZSM-5 y la ZSM-11, que son las dos estructuras extremas, existe un n�mero infinito de variantes. Como se muestra esquem�ticamente en la figura 18, los dos conjuntos de canales (horizontales y verticales) de la ZSM-11 son rectos, mientras que en la ZSM-5 un conjunto de canales es recto y el otro senoidal. Invariablemente, los canales paralelos a las capas son rectos. Como es l�gico, el an�lisis e identificaci�n de semejantes estructuras son muy dif�ciles y en general, ambiguos.
Esperamos haber convencido al lector de que es posible variar el tama�o de las ventanas, de los poros, de las cavidades, alterar la composici�n, intercambiar cationes o modificar la hidrataci�n de las zeolitas, en resumen, que se pueden crear materiales zeol�ticos. Por lo tanto, dependiendo del uso que se le vaya a dar a la zeolita, el qu�mico y el f�sico est�n en condiciones de proponer una zeolita adecuada, ya sea modificando las propiedades de las existentes, ya sea creando nuevas.
Estos trabajos, de gran repercusi�n tecnol�gica como veremos m�s adelante fueron, de hecho, la prolongaci�n l�gica de l�neas de investigaci�n a largo t�rmino tan acad�micas como la misma s�ntesis de cristales.
GLOSARIO DEL CAP�TULO II
soluci�n. Mezcla de dos sustancias, una de las cuales se disuelve en la otra; la sustancia disuelta se llama soluto y la otra solvente.
difracci�n de rayos X. T�cnica utilizada para obtener informaci�n sobre la estructura y la composici�n de los materiales cristalinos.
gel. Sustancia obtenida al flocular una soluci�n coloidal.
reacci�n qu�mica. Cambio en una sustancia o sustancias que produce otras con propiedades qu�micas diferentes.
polimerizaci�n. Uni�n de varias mol�culas de un compuesto para formar grandes mol�culas.
pol�mero. Se dice de una mol�cula cuya masa molecular es un m�ltiplo de la otra denominada mon�mero.
peso molecular. El peso molecular relativo de un compuesto es el peso de una mol�cula de ese compuesto en relaci�n con el peso de un �tomo de ox�geno, al cual, por convenci�n, se le ha asignado el peso de 16.000 unidades de masa at�mica.
promotor. Sustancia que, incorporada en peque�a cantidad a un catalizador, aumenta notablemente su actividad.
caol�n. Silicato de aluminio puro proveniente de alteraciones de los feldespatos, los granitos, las arcillas blancas; es refractario.
base. V�ase �cido y base en el glosario del Cap�tulo 1.
amina. Nombre qu�mico de los compuestos que se obtienen sustituyendo el hidr�geno del amonio con radicales hidrocarbonados univalentes.