PR�LOGO

EN LA segunda mitad del siglo XX hemos vivido avances muy importantes en la ciencia y la tecnolog�a, como por ejemplo en la electr�nica, la f�sica nuclear, la biolog�a y la medicina. Sin embargo, la fuerza primaria que ha permitido tal desarrollo ha sido el petr�leo. Este ha sido la fuente natural no renovable b�sica (y contin�a si�ndolo) para la obtenci�n de la energ�a en el mundo. Han debido resolverse gran n�mero de problemas cient�fico-t�cnicos en la industria del petr�leo, a lo largo de casi cuarenta a�os, para llegar a obtener la amplia gama de productos derivados del petr�leo de los cuales gozamos actualmente: combustibles, fibras sint�ticas, aceites, detergentes, pl�sticos, productos qu�micos, etc., incluyendo la producci�n de alimentos. Esta revoluci�n pac�fica alrededor del petr�leo (ya que han existido un gran n�mero de las otras) ha sido posible en un noventa por ciento gracias a la utilizaci�n de los catalizadores. Estas sustancias han permitido obtener procesos energ�tica y financieramente m�s econ�micos o nuevos productos de mayor pureza o rendimiento. Es por este motivo que la f�rmula de tales substancias se mantiene celosamente en secreto y s�lo pueden ser adquiridas a costos muy elevados. No es un secreto que las compa��as m�s grandes del mundo son las petroleras y que entre ellas se destacan las que venden tecnolog�a de explotaci�n y refinaci�n.

Los catalizadores en una forma imaginaria pueden compararse con la piedra filosofal de los alquimistas, ya que permiten transformar el petr�leo no en oro, sino en una serie de productos cotidianos indispensables.

Si bien los catalizadores han tenido su principal aplicaci�n en la transformaci�n del petr�leo, su campo de acci�n es muy extenso abarcando hasta los enzim�ticos (biol�gicos). En general cuando una reacci�n se lleva a cabo muy lentamente puede ser acelerada o catalizada por el uso adecuado de alg�n catalizador. La soluci�n al enigma de cu�l es el catalizador m�s adecuado, en qu� forma y bajo qu� condiciones debe operar en una reacci�n dada, es materia de un conjunto de conocimientos que durante mucho tiempo estuvieron basados en el empirismo y que s�lo recientemente ha sido reconocido como ciencia: la cat�lisis. Esta rama del quehacer cient�fico destinada a la comprensi�n del modus operandi de los catalizadores requiere de la aplicaci�n de varias disciplinas entre las que destacan la cin�tica-qu�mica, la f�sica de superficies, la f�sico-qu�mica, la ingenier�a qu�mica, la qu�mica org�nica, la f�sica del estado s�lido y la ciencia de materiales, entre otras. De esta forma el fen�meno catal�tico es una muestra clara de la uni�n fundamental que debe existir entre investigaci�n cient�fica e investigaci�n tecnol�gica para beneficio de la humanidad.

En este libro los autores nos hemos puesto como objetivo conjuntar lo esencial de ambas aplicaciones con la finalidad de describir los principios de acci�n catal�tica as� como mostrar su injerencia en la vida cotidiana.

En los cap�tulos III, IV y V se dan las ecuaciones cin�ticas que dan cuenta de los fen�menos catal�ticos homog�neos, heterog�neos y enzim�ticos. Estos tres cap�tulos son m�s adecuados para estudiantes y profesionistas interesados en un conocimiento m�s detallado de la cat�lisis. Se sugiere al lector no especializado pasar del cap�tulo II al cap�tulo VI.

InicioAnteriorPrevioSiguiente