IX. LOS BUQUES DE INVESTIGACI�N

LA INVESTIGACI�N de los oc�anos se ha desarrollado a grandes pasos a partir del siglo XVII, en que los viajes a trav�s de los mares se intensificaron gracias a los esfuerzos de los descubridores que, generalmente guiados por su af�n de conseguir riquezas, se aventuraron a conocer otros pa�ses del planeta, aportando los primeros conocimientos sobre este misterioso medio que representan los oc�anos.

La expedici�n del Challenger fue el primer esfuerzo con bases cient�ficas para estudiar a los mares del mundo, por lo que se prepar� con mucho tiempo y gran minuciosidad, tomando las experiencias de dos expediciones que la precedieron, las que realizaron el Lighting y el Porcupine, que permitieron perfeccionar los nuevos m�todos para el trabajo del Challenger, sin escatimar gastos para lograr que la expedici�n tuviera todos los medios, tanto en personal como en equipo.

La oceanograf�a ha ido evolucionando cada d�a m�s y los barcos construidos para este fin fueron cambiando sus dise�os de acuerdo con los objetivos de los estudios que se han llevado a cabo en las diferentes especialidades de esta ciencia, pero todos se basaron en las experiencias recogidas por el Challenger, y todo esfuerzo realizado en los siglos XVIII y XIX ha continuado la obra inglesa contenida en 50 vol�menes a la que se ha llamado la "Biblia de los ocean�grafos".

Actualmente, la gran diversidad en el dise�o y construcci�n de los barcos de investigaci�n ha dado lugar a un cuestionamiento sobre cu�l es el barco ideal para la investigaci�n oceanogr�fica.

Para contestarlo se necesita determinar a qu� tipo de investigaci�n se va a dedicar, ya que son diferentes las necesidades para oceanograf�a geol�gica que para investigaciones pesqueras; tambi�n se tiene que tomar en cuenta si se trabaja en estuarios o lagunas, mares cerrados o bah�as, en los mares tropicales o polares.

Cuando se trata de investigar en estuarios, lagunas, litorales, bah�as, mares cerrados o cerca de la costa, se pueden utilizar embarcaciones peque�as de 6 a 10 metros de eslora, con motor fuera de borda o estacionario, siendo aconsejable que tenga caseta para resguardar el equipo cient�fico y para proporcionar mayor comodidad al personal durante su trabajo.

Tambi�n se hace necesario que la embarcaci�n cuente con alg�n sistema para orientarse y as� poder reconocer con cierta exactitud las estaciones de muestreo; adem�s, de ser posible deben contar con equipos de sondeo, para conocer las profundidades en que se trabaja y los t�picos fondos para lanzar, con seguridad, los equipos evitando el riesgo de perderlos. En muchos pa�ses las embarcaciones recreativas se transforman para poder realizar estos estudios.

Los veleros han sido utilizados por algunos pa�ses para realizar investigaci�n oceanogr�fica en los litorales. Los ocean�grafos noruegos, cient�ficos altamente habituados al mar, han adoptado el sistema de velero en el buque oceanogr�fico que opera para el laboratorio de Bergen, el Armader Hansen, velero de 18 metros de eslora que desplaza 58 toneladas, y que tiene un motor auxiliar de 60 caballos que le permite maniobrar en los puertos y en las estaciones oceanogr�ficas.

A pesar de su tama�o peque�o, este buque de investigaci�n puede acomodar a 6 cient�ficos que trabajan en un laboratorio de 12 metros cuadrados, adem�s, cuenta con espacio para 4 tripulantes. Desde l9l3 ha realizado numerosos cruceros en el Atl�ntico Norte hasta Groenlandia, demostrando que un velero, aunque peque�o, puede realizar una gran labor cient�fica y afrontar los embates del mar.

En Suecia fue utilizado un gran motovelero de 72 metros de eslora, el Albatros, que desplazaba 1 400 toneladas y que realiz�, en 1947, la expedici�n organizada por el famoso ocean�grafo Petersson, que ten�a por objeto extraer cilindros de muestras del fondo del oc�ano de m�s de 20 metros de longitud.




Figura 18. Buque oceanogr�fico Albatros, sueco.

Las caracter�sticas del Albatros se dise�aron tomando en cuenta la posibilidad de almacenar los 300 cilindros de muestras extra�das de estos fondos, el poder operar el pesado y complicado aparato de sondeo; asimismo, el que se pudieran realizar los an�lisis a bordo y alojar al personal que debe vivir m�s de un a�o en el buque. Por esto, contaba con 16 camarotes para el personal cient�fico, 6 laboratorios, un cuarto oscuro para el laboratorio fotogr�fico, biblioteca, dos bodegas para almacenar las muestras recogidas, dos grandes bodegas con cuarto fr�o para los alimentos y camarotes para la tripulaci�n.

Cualesquiera que sean las caracter�sticas de los buques de investigaci�n oceanogr�ficos, deben reunir condiciones b�sicas como: una gran estabilidad, ser muy marineros, es decir, que realicen la navegaci�n con facilidad y seguridad, y estar provistos de las instalaciones especiales que exigen los programas de trabajo. Tambi�n tienen que contar con un equipo que permita conocer, con la mayor precisi�n, la posici�n del barco, ya que para el cient�fico que lleva a cabo una estaci�n oceanogr�fica esto es indispensable.

La localizaci�n exacta de las estaciones no ofrece dificultades a la vista de la costa, pero lejos de tierra, la situaci�n astron�mica no permite siempre la suficiente precisi�n, por lo que, adem�s de poseer un aparato receptor-emisor de telegraf�a, el buque oceanogr�fico debe ir tambi�n provisto de aparatos modernos de radionavegaci�n como, por ejemplo, el girocomp�s y el piloto autom�tico, radiotel�fono, radiogoni�metro, radiotransmisor, radiofacs�mil y navegadores por sat�lite.

Adem�s tienen que ir equipados con instrumentos de registro y c�mputo, para obtener y registrar la informaci�n durante la campa�a de investigaci�n, como son: sonar, radar, ecosondas, graficadores y grabadoras, estaciones meteorol�gicas computarizadas, registradores continuos de salinidad y temperatura, fluor�metro, compresores de aire de alta capacidad y computadora.

Cuando se est� trabajando en pleno oc�ano, son raros los d�as de calma que permitan que el barco se mantenga m�s o menos inm�vil; sin embargo, esta condici�n es indispensable para el mejor resultado de las operaciones, por lo que la l�nea del buque oceanogr�fico debe ser estudiada profundamente, con el fin de que ofrezca la m�xima estabilidad, aunque, a la fecha, no se ha logrado eliminar totalmente el movimiento del barco, cuando se detiene para llevar a cabo el muestreo.

El ocean�grafo franc�s Cousteau aplic� en su barco Calypso un procedimiento simple e ingenioso para reducir al m�nimo el balanceo del barco, dise�ando dos flotadores de caucho que coloca f�cilmente a los lados del casco. Estos flotadores desempe�an el papel de las batangas de las piraguas polin�sicas, atenuando el movimiento del barco cuando disminuye o detiene su marcha.

Los investigadores norteamericanos dise�aron en 1963 un extra�o nav�o, el llamado FLIP (Plataforma de Instrumentos Flotantes), utilizado por primera vez en el programa "Barbados Oceanographic and Meteorological Experiment", BOMEX, realizado en el Oc�ano Atl�ntico en una zona entre el este de Barbados y el norte de la l�nea del ecuador llamada "de las calmas ecuatoriales", donde se originan huracanes debido a la interacci�n termal entre el aire y el agua de esa zona oce�nica.

Este programa fue coordinado por Environmental Science Services Administration, utilizando barcos de superficie, aviones y sat�lites, incluyendo al FLIP, barco que mantiene su popa sumergida y la proa hacia arriba y proporciona a los investigadores una plataforma submarina, muy estable para colocar delicados instrumentos de medici�n. Este dise�o se hizo tomando en cuenta la influencia del oleaje, que penetra a muy pocos metros bajo la superficie del mar, a pesar de que est� considerada como una de las m�s colosales fuerzas de la naturaleza, capaz de derrumbar edificios enteros y de zarandear a los m�s grandes barcos trasatl�nticos.

Cuando esta embarcaci�n llega al lugar de trabajo puede, operando complicados mecanismos, colocarse en posici�n vertical, quedando la mayor parte del FLIP semisumergida, y por lo tanto, en las aguas tranquilas que hay debajo del oleaje, por lo que resulta perfectamente estable y ofrece a los ocean�grafos la oportunidad de hacer determinaciones precisas.

El FLIP no tiene motores y para trasladarse de un lugar a otro tiene que ser remolcado. Cuando se lastra llenando de agua los tanques que tiene a lo largo del nav�o, su proa se levanta poco a poco y la popa queda sumergida. El laboratorio de investigaci�n queda por encima de la vivienda, en la que han llegado a pasar 45 d�as seguidos los 10 hombres que la ocupan.




Figura 19. FLIP: Plataforma de instrumentos flotantes.

Pesa 600 toneladas y tiene 105 metros de eslora. Cuando se coloca en posici�n vertical, quedan 90 dentro del agua en comparaci�n con el mayor barco de pasajeros, el Queen Elizabeth, que tiene s�lo 12 metros de calado.

En los buques de investigaci�n el mando de las expediciones oceanogr�ficas se debe localizar en el puente y desde este punto se dirige el trabajo que se efect�a a bordo; por lo tanto, tiene que contar con un espacio en donde el comandante del barco y el jefe de la misi�n oceanogr�fica se pongan de acuerdo para fijar el rumbo y el emplazamiento de las estaciones. En el puente tambi�n se localiza el equipo de navegaci�n y electr�nico.

La cubierta de los buques de investigaci�n debe quedar lo suficientemente libre para permitir la instalaci�n del equipo cient�fico y para que los t�cnicos puedan manipular sus muestras. Deben existir en ella los "puestos de operaci�n" desde donde se lleva a cabo el lanzamiento y la recuperaci�n de instrumentos y equipo oceanogr�ficos, para lo que se tienen que instalar diversos tipos de cabrestantes y de g�inches. En los de investigaci�n pesquera en la cubierta se hace parte del proceso de la muestra, as� como la reparaci�n de las redes para el muestreo, por lo que tienen que dise�arse con condiciones espec�ficas para realizar estas actividades.

En la construcci�n de estos buques de investigaci�n se cuida que la popa tenga una solidez a toda prueba, adaptada para mover las sondas de profundidad, que pueden operarse a mano cuando bajan los instrumentos a 500 metros de profundidad como m�ximo, o por un motor el�ctrico que puede bajar a los aparatos hasta los 10 mil metros. En los barcos para estudios biol�gicos, la popa tiene que dise�arse de tal modo que permita arrastrar redes y dragas para recoger a los organismos vivos del fondo o los sedimentos y muestras geol�gicas.

Todo buque de investigaci�n debe estar provisto de uno o varios laboratorios con caracter�sticas especiales, seg�n el trabajo que desarrolle: f�sicos, qu�micos, geol�gicos, biol�gicos o pesqueros. Cuando los barcos son grandes pueden realizar campa�as largas y tienen que llevar, cuando menos, tres laboratorios de dise�o vers�til para atender diversos tipos de actividades cient�ficas. La cristaler�a, aparatos, frascos de productos qu�micos, etc�tera, deben guardarse en sus armarios, asegurados de tal forma que no se rompan con los movimientos del barco. Las mesas de laboratorio tienen un marco que las rodea para evitar que, aun en mal tiempo, se puedan caer y romper la cristaler�a y los aparatos cient�ficos.

Tambi�n es indispensable que los laboratorios est�n provistos de agua dulce y agua salada y que posean circuitos el�ctricos de diferente voltaje. El laboratorio en donde se realiza el trabajo de an�lisis qu�mico, debe tener un dispositivo para almacenar las botellas oceanogr�ficas que al girarse queden dentro del laboratorio, y f�cilmente llegue la muestra a su proceso, al mismo tiempo que las botellas vac�as quedan a disposici�n de los t�cnicos para montarlas y mandarlas nuevamente al mar.

Los buques de investigaci�n pesquera, que realizan su trabajo principalmente con peces, tiburones, crust�ceos y moluscos grandes, tienen que disponer de una bodega para guardar las artes de pesca y equipo adecuado para procesar la captura. Su dise�o cambia de acuerdo con el tipo de pesca que realizan, pudiendo ser arrastreros para capturar recursos del fondo del mar, o cerqueros para capturar los que nadan en la superficie. En la actualidad, se han dise�ado los de pesca m�ltiple que tienen equipos mixtos que pueden realizar ambos tipos de captura. El equipo hidroac�stico es tambi�n indispensable en este tipo de embarcaciones.

Ser�a muy dif�cil contar con un buque de investigaci�n en ciencias del mar que reuniera todas las condiciones para desarrollar estudios en sus diferentes ramas, ya que generalmente alguna de ellas domina; a veces las facilidades para estudios fisicoqu�micos predominan sobre las que se necesitan para los estudios biol�gicos, sin embargo, las instituciones de los pa�ses desarrollados tienen embarcaciones que re�nen muchas de estas caracter�sticas o su dise�o permite que se modifiquen seg�n el trabajo que se realiza.

Actualmente, Francia cuenta con la nave de investigaci�n Presidente Tissier del Instituto Cient�fico y T�cnico de la Pesca Mar�tima, as� como los buques del Servicio Hidrogr�fico de la Marina Francesa, Amiral Mouchez y La Perouse, que se dedican, de manera fundamental, a investigar la topograf�a submarina.

Los noruegos utilizan su barco Armader Hansen en campa�as de estudio en la Ant�rtica. Los suecos han armado su magn�fico velero Albatros con el que han explorado todos los oc�anos del mundo. Los daneses tienen el Dana II en oceanograf�a f�sica en el Atl�ntico y en el Mediterr�neo. Los ingleses cuentan con el Discovery, cuyas campa�as en aguas ant�rtidas han contribuido grandemente al conocimiento de este oc�ano. Los alemanes tienen el Meteor y los holandeses el Willebot-Snellius, con los que han estudiado el Atl�ntico.

Los sovi�ticos navegan en todos los mares en campa�as oceanogr�ficas, utilizando barcos de dise�o modernista como el Akademic Nipopich, equipado con los instrumentos m�s avanzados de la �poca. Los Estados Unidos tienen cuatro buques principales de investigaci�n: Hellen Scripps, Jordan, Alaska y New Horizon, que realizan cruceros de investigaci�n en todo el mundo empleando el equipo m�s moderno que existe en la actualidad.

En M�xico existen Varios buques de investigaci�n en ciencias del mar, por lo que la Comisi�n Intersecretarial de Investigaci�n Oceanogr�fica (CIIO) prepar� el Cat�logo de buques oceanogr�ficos, con el fin de proporcionar a la comunidad cient�fica la informaci�n que le permita programar sus actividades y establecer la coordinaci�n con otras instituciones y as� lograr un mejor aprovechamiento de estas embarcaciones.

La Secretar�a de Marina cuenta con varios buques para hacer investigaciones oceanogr�ficas en el campo de la f�sica, qu�mica, geolog�a y biolog�a marinas, y para la formaci�n de personal altamente capacitado. El buque hidrogr�fico B.H. Mariano Matamoros (H-01), de 67.9 metros de eslora, 9.9 de manga, desplaza 1 275 toneladas con velocidad de crucero de 10 nudos y autonom�a de 14 d�as, puede alojar 14 cient�ficos y opera en las costas del Pac�fico mexicano siendo su puerto base Manzanillo, Colima. Tiene un laboratorio seco y otro h�medo, dos plataformas de muestreo y un g�inche mec�nico en popa; el equipo electr�nico con que est� equipado lo forman el navegador por sat�lite, el radar, el Lor�n, el radiogoni�metro y la ecosonda.

El Dragaminas 20, buque oceanogr�fico H-02, navega en el Golfo de M�xico y Mar Caribe teniendo como puerto base Veracruz, Veracruz; con eslora de 56.27 metros por 10.20 de manga, velocidad de 11 nudos, autonom�a de 15 d�as con alojamiento de 15 cient�ficos, tiene tres laboratorios: uno h�medo, uno seco y otro de an�lisis qu�mico; est� adaptado para los cuatro campos de la oceanograf�a y tambi�n para investigaci�n geof�sica; como equipo electr�nico lleva navegador por sat�lite, radar, Lor�n, ecosondas para aguas someras y ecosonda para profundas.

Otro buque de la Secretar�a de Marina es el B/O Altair H-05 que opera en el Golfo de M�xico y Mar Caribe y tiene como puertos base Frontera, Tabasco y Veracruz, Veracruz; es una moderna embarcaci�n con 69 metros de eslora por 12.30 de manga, con una velocidad m�xima de 9.5 nudos. Este buque tiene una autonom�a de 27 d�as y aloja a 18 cient�ficos que pueden trabajar en sus dos laboratorios; est� equipado con computador, facs�mil, navegador por sat�lite, radar, Lor�n y ecosonda de aguas profundas.

Adem�s esta Secretar�a cuenta con el buque escuela B/E Cuauht�moc, que est� integrado al Programa Nacional de Meteorolog�a Marina. Es un velero de tres palos con 23 velas que fue construido en los astilleros Celaya de Bilbao, Espa�a; mide 90.50 metros de eslora, 12 de manga y 2 370 metros cuadrados de velamen. Su calado es de 4.80 metros y tiene una capacidad de desplazamiento de 1 800 toneladas; la potencia de su motor es de 1 125 caballos de fuerza y alcanza una velocidad m�xima de 11 nudos.

El Cuauht�moc est� destinado a viajes largos; su capacidad total es para 275 tripulantes: 20 oficiales, 30 oficiales de mar, 135 hombres de maestranza y mariner�a y 90 estudiantes o cadetes que se preparan como personal del Servicio Naval Nacional.

Este buque escuela est� equipado con los �ltimos adelantos en materia de navegaci�n y tiene todo tipo de comodidades como aire acondicionado y produce varias toneladas de agua potable. Su equipamiento es de lo m�s avanzado y moderno, posee girocomp�s y repetidor, comp�s magn�tico, radares, ecosonda, radiogoni�metro, facs�mil para cartas meteorol�gicas y navegador por sat�lite Omega, entre otros.

Por acuerdo con la Secretar�a de Pesca, la Secretar�a de Marina opera los barcos de investigaci�n pesquera Alejandro de Humboldt y Onjuku.

El Alejandro de Humboldt H-03, arrastrero por popa, construido en Alemania, de 43 metros de eslora y 10 de manga, velocidad de 12 nudos y autonom�a de 28 d�as, puede alojar 8 t�cnicos. Tiene equipo hidroac�stico moderno: cuenta con tres ecosondas y un ecointegrador; adem�s de su radio, tiene un navegador por sat�lite Omega, que le permite obtener situaci�n exacta en su operaci�n. Tiene dos laboratorios y equipo moderno para procesar y congelar al pescado que se captura durante su trabajo. Su puerto base es Mazatl�n, Sinaloa, y cubre todo el Pac�fico mexicano.

El arrastrero por popa Onjuku H-04, construido en Jap�n, tiene 40 metros de eslora por 13 de manga, con capacidad para 9 cient�ficos y autonom�a de 40 d�as. Cuenta con un laboratorio de biolog�a pesquera y con equipo electr�nico moderno como tres ecosondas y un navegador por sat�lite. Su �rea de trabajo es el Golfo de M�xico, donde realiza prospecci�n de nuevos recursos pesqueros y su puerto base es Ciudad del Carmen, Campeche.








Figura 20. Buques de investigaci�n de M�xico: Altair, Secretaria de Marina, Alejandro de Humboldt, Secretaria de Pesca y Puma, UNAM.

La Secretar�a de Pesca opera un grupo grande de buques de investigaci�n y capacitaci�n pesquera. De acuerdo con la Organizaci�n de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentaci�n (FAO) lleg� a M�xico en 1970 el barco Antonio Alzate, construido en Holanda, con 24 metros de eslora y 7 de manga, velocidad de 10 nudos, autonom�a de 22 d�as y capacidad para 5 t�cnicos. Tiene un laboratorio para procesar la captura y complejos aparatos electr�nicos. Es un barco de pesca m�ltiple, utilizado principalmente en el Golfo de California.

El Instituto Nacional de Pesca, dependiente de la propia Secretar�a, cuenta con una flota de buques de investigaci�n pesquera (BIP) formada por once embarcaciones.

En el Oc�ano Pac�fico operan los BIP I y II que son barcos tipo camaronero de 22.16 metros de eslora y 6.65 metros de manga, velocidad m�xima de 9.5 nudos equipados con radar y ecosonda, con puerto base en Manzanillo, Colima, y cada uno puede alojar cuatro cient�ficos; el BIP XI tiene como puerto a Guaymas, Sonora, es un arrastero de 22.56 metros de eslora y 7.32 de manga, velocidad de 10 nudos, autonom�a de 15 d�as, equipado con navegador por sat�lite, radar, Lor�n, radiogoni�metro, sonar y ecosonda de fondo y de superficie; puede alojar 6 cient�ficos.

En el Golfo y el Mar Caribe trabajan el BIP III, con puerto base en Yucalpet�n, Yucat�n, de 12.3 metros de eslora por 4 de manga y velocidad de 7 nudos, equipado con navegador por sat�lite, radar y ecosonda de superficie y fondo, tiene capacidad para 4 cient�ficos; el BIP VII de Ciudad del Carmen, Campeche, de pesca m�ltiple, con 12.2 metros de eslora y 4.06 de manga, equipado con Lor�n, radiogoni�metro y ecosonda de fondo y superficie, puede llevar dos cient�ficos, y el BIP IX, que hace investigaci�n en oceanograf�a pesquera, est� en Tampico, Tamaulipas, tiene 22.55 metros de eslora por 7.31 de manga, velocidad de 10 nudos, capacidad para 5 cient�ficos y est� equipado con radar, Lor�n, sonar y ecosonda de fondo y superficie.

Adem�s, la Secretar�a de Pesca cuenta con embarcaciones de capacitaci�n, que tambi�n se llegan a utilizar en programas de investigaci�n pesquera, �stas son: el Genaro Estrada y el Padre Kino, de 27 metros de eslora y 7 de manga, 9 nudos de velocidad y puerto base en Mazatl�n, Sinaloa.

Los otros buques de capacitaci�n pesquera son los UNICAP del I al XVI, que operan en ambos litorales; la mayor�a son de pesca m�ltiple, con 14.94 metros de eslora por 4.93 de manga y velocidad m�xima de 10 nudos, equipados con radar, Lor�n y ecosonda; sus principales puertos de base son: Ensenada, Baja California; La Paz, Baja California; Guaymas, Sonora; San Blas, Nayarit y Manzanillo, Colima.

La Secretar�a de Educaci�n P�blica tambi�n cuenta con una flota considerable de barcos de capacitaci�n, que pertenecen a la Direcci�n General de Ciencia y Tecnolog�a del Mar y son aprovechados para realizar investigaciones; entre ellos destaca el B/M Columbia 3/82 que es un arrastrero con capacidad para 15 investigadores, autonom�a de 30 d�as, eslora de 20.30 metros y manga de 6.0, velocidad de 12 nudos, equipado con navegador inercial; su puerto base es Mazatl�n, Sinaloa.

La Secretar�a de Comunicaciones y Transportes tiene el B/E N�uticas M�xico, para la capacitaci�n de oficiales de Marina Mercante, puede llevar 14 instructores; su autonom�a es de 48 d�as, con 150.5 metros de eslora y 21.0 de manga, velocidad de 18 nudos y equipado con navegador por sat�lite, radar, Lor�n y ecosondas de superficie y de fondo.

Por �ltimo, la Universidad Nacional Aut�noma de M�xico, a trav�s del Instituto de Ciencias del Mar y Limnolog�a, tiene dos modernos buques oceanogr�ficos: el B/O Puma, abanderado en 1980, con puerto base en Mazatl�n, Sinaloa, y el B/O Justo Sierra, abanderado en 1982 y que se localiza en Tuxpan, Veracruz; en ambos se desarrollan las diferentes disciplinas de investigaci�n en ciencias del mar, ya que est�n dise�ados para realizar m�ltiples operaciones en las diversas ramas de estas ciencias.

La eslora de estos buques es de 50 metros y la manga de 10.3, con velocidad de crucero de 13.5 nudos y autonom�a de 25 a 30 d�as. Sus sistemas de propulsi�n y mando permiten, adem�s de un desplazamiento regular, maniobras de movimiento lateral y giratorio.

El alojamiento para la tripulaci�n y los cient�ficos es confortable y funcional. El Puma alberga a 20 t�cnicos y el Justo Sierra a 21, que pueden trabajar en un laboratorio de uso general, un laboratorio h�medo, un laboratorio de biolog�a, un laboratorio de recepci�n y preparaci�n de muestras e instrumentos, una central de registro y c�mputo, una sala de cartograf�a; adem�s cuentan con sal�n de clases y biblioteca, sala de conferencias, taller mec�nico y de electr�nica y congeladores para la conservaci�n de las muestras.

Est�n equipados con navegador por sat�lite, navegador Omega, girocomp�s y piloto autom�tico, radares de 10 y 3 cm, radiogoni�metro, radiotransmisores, radiofacs�mil e instrumentos de registro y c�mputo como: computadora central MINC-II digital, graficadores y grabadoras, ecosondas y sonar, estaciones meteorol�gicas computarizadas y registrador continuo de salinidad y temperatura. Adem�s, pueden llevar otros equipos, como diferentes tipos de redes y dragas de acuerdo con el programa que est�n desarrollando.

No obstante la aparente abundancia de nav�os oceanogr�ficos y de investigaci�n pesquera, los grandes oc�anos de nuestro planeta encierran una multitud de inc�gnitas, lo que hace que el n�mero de barcos destinados a realizar largas campa�as de investigaci�n, resulte muy limitado. Esto hace indispensable que los pa�ses, en lugar de competir entre s� por un dominio econ�mico y gastar tanto dinero en operaciones b�licas, unan esfuerzos e inviertan fondos para incrementar estos buques de investigaci�n y as� conocer mejor nuestros mares, lo cual beneficiar�a a la humanidad en su conjunto.

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