I. INTRODUCCIÓN
E
L SER
humano, en su afán por comprender la composición del Universo, tiende a reducir la información que la naturaleza le brinda a conceptos simples. Ejemplos de ello son las ideas griegas de elementos, como unas cuantas sustancias a partir de las cuales se forman todas las demás, y de átomos o partículas indivisibles de las cuales, en la última instancia, se componen los propios elementos. Este libro describe los hallazgos más relevantes que durante veinticinco siglos se han dado en la fascinante búsqueda de los constituyentes últimos de la naturaleza. El texto está dirigido a un público que, interesado en temas científicos, no necesariamente posea un nivel técnico avanzado. El punto de vista histórico-anecdótico utilizado pretende llevar al lector, en forma amena, a través de la misma serie de razonamientos seguidos por los descubridores, con la esperanza de facilitar una mayor comprensión.Los doce capítulos que forman el grueso del relato se pueden agrupar en tres etapas, que corresponden a los grandes avances científicos en el tema. Primero se reseña la historia de la química hasta la consolidación de la teoría atómica (capitulo II). Posteriormente se ve cómo el descubrimiento de los dos actores principales de la físicoquímica, el electrón (capítulo III) y el fotón (capítulo IV), viene a demostrar que el átomo tiene una estructura interna. La segunda etapa se refiere a la era de las partículas "nucleares": el protón (capítulo V), el neutrón (capítulo VI), el positrón (capítulo VII), el neutrino (capítulo VIII) y el mesón (capítulo IX). Todas estas partículas fueron consideradas como los bloques más elementales de la naturaleza hasta que su número creciente (capítulo X) puso en duda dicha condición. Finalmente se revisa el surgimiento de la etapa actual en la que la observación de ciertas correlaciones entre las partículas motivó su unificación: unas a través del modelo de cuarks (capítulo XI) y el resto en el grupo que incluye los bosones intermediarios (capítulo XII). El libro termina con una reflexión sobre el estado actual y el futuro previsible en este terreno (capítulo XIII).
El autor agradece a los doctores Jorge Flores Valdés, Ángel Dacal Alonso y María Ester Brandan y a la física Verónica Riquer sus valiosas críticas durante la elaboración de este libro.
![]()