DOS, CUATRO, OCHO... �INFINITO!

La obra de Malthus sobre los principios de la poblaci�n es muy compleja, y fue escrita en el seno de condiciones sociales y culturales muy particulares no solamente por la �poca, sino por el pa�s en que se daban. Adicionalmente y como ocurre con toda obra que provoca controversias, en especial por las profundas implicaciones sociol�gicas que tiene, la obra de Malthus ha recibido innumerables ataques y cr�ticas, algunas muy justificadas, pero otras distorsionadas e incluso incongruentes entre s�, ya sea por ignorancia o por razones ideol�gicas.

Un principio que sustenta gran parte del contenido del Ensayo sobre el principio de la poblaci�n es el argumento en torno a las diferencias entre la forma en que las poblaciones crecen (Malthus siempre se refiri� a poblaciones humanas) y la forma en que los recursos disponibles para ellas lo hacen. Malthus puntualizaba, muy acertadamente, que las poblaciones tienden a crecer en progresi�n exponencial (o "geom�tricamente", como �l lo dice), mientras que los recursos (alimentos y otros elementos necesarios para la sobrevivencia del hombre) s�lo pueden crecer linealmente, esto es, en una progresi�n aritm�tica.

Una progresi�n exponencial o geom�trica es aquella en que se multiplica la cantidad anterior a cada paso por un valor constante; por ejemplo 2, 4, 8, 16, 32, 64, etc., donde el sexto paso (64) representa una cantidad 32 veces mayor que el primero. Desde luego, la exponencial tambi�n puede ser una funci�n decreciente en forma geom�trica, alcanzando por ejemplo, la mitad del valor anterior a cada cambio de unidad de tiempo. Una progresi�n aritm�tica, por el contrario, se incrementa sumando la misma cantidad a cada paso, v.g., 2, 4, 6, 8, 10, 12, etc., donde el sexto paso (12) es, l�gicamente, s�lo seis veces mayor que el primero. De igual forma una funci�n de cambio aritm�tico tambi�n puede ser decreciente. La figura 1 es una representaci�n gr�fica de estos dos tipos de progresiones o crecimientos: a) el exponencial o geom�trico y b) el aritm�tico. De la diferencia de los valores alcanzados por cada una de las dos l�neas de dicha figura resulta evidente que la progresi�n exponencial o geom�trica se aleja cada vez m�s de la aritm�tica.

Con un poco de observaci�n acerca del crecimiento de una poblaci�n humana, Malthus, como cualquier otra persona, lleg� a la conclusi�n de que la capacidad natural de crecimiento del hombre es exponencial, lo que no ocurre con la producci�n agr�cola. Aunque Malthus no contaba con datos demogr�ficos adecuados para corroborar su hip�tesis, le bastaron unos sencillos c�lculos matem�ticos para predecir dicho crecimiento de la poblaci�n. La figura 2 describe el crecimiento de la poblaci�n mundial de 1960 a 2025, y representa una curva exponencial casi perfecta. Este tipo de curva se puede lograr tambi�n, en condiciones experimentales controladas, con microorganismos (por ejemplo bacterias o levaduras) que crecen en medios de cultivo sin restricciones. Sin embargo, la curva de crecimiento deja de ser exponencial conforme el medio de cultivo se satura con los microorganismos y los recursos nutritivos empiezan a no ser suficientes para todos los individuos presentes, o bien cuando �stos generan residuos metab�licos t�xicos que, al acumularse con el crecimiento de la colonia, limitan el ulterior crecimiento de la poblaci�n. Tambi�n se han observado curvas de este tipo para poblaciones de organismos superiores en condiciones naturales (plantas vasculares y vertebrados) que empiezan a colonizar un �rea originalmente desprovista de ellos, hasta que el �rea se satura de organismos y la poblaci�n deja de crecer en tama�o y se estabiliza.

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Figura 1. Contraste entre el crecimiento exponencial (a) y el crecimiento aritm�tico (b).

En resumen, todos los organismos, incluido el hombre, tienen un potencial de crecimiento poblacional exponencial. Sin embargo, hay diferentes factores del medio que impiden que dicho crecimiento se logre, por lo que las poblaciones se mantienen en tama�os de equilibrio m�s o menos fluctuantes. La �nica especie que hasta el momento presenta en forma sostenida un crecimiento de tipo exponencial de su poblaci�n es la humana (Fig. 3).

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Figura 2. Crecimiento de la poblaci�n mundial global y para diferentes regiones del mundo.

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Figura 3. Curva de crecimiento de la poblaci�n mexicana en un periodo de 200 a�os.

 

8 José Sarukhán, Introducción a la ecología de poblaciones. Un enfoque demográfico, México, Consejo Nacional para la Enseñanza de la Biología-Compañía Editorial Continental, 1987.

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