LAS MIL Y UNA NOCHES DE VERDAD
Charles se integró del todo a la vida rutinaria de a bordo, aunque tardó en dejar la tarea de vestirse y desvestirse como un ejercicio de contorsionismo circense en el reducido espacio de su cabina, compartida con Stokes. Los intentos de rasurarse con su navaja de hoja libre en medio del bamboleo del barco lo dejan como si hubiese tenido un duelo de esgrima; como resultado, se dejó crecer las patillas hasta la quijada. El 12 de febrero, rumbo a Brasil, la tripulación le celebra a Charles su aniversario número 23, el primero de los cinco que celebraría a bordo del Beagle.
Sin embargo, ésta no fue la única (y ciertamente no la más festiva) de las celebraciones en que Charles participó al inicio de la travesía. El 17 del mismo mes, el barco cruza la línea del Ecuador y, como era costumbre en todos los barcos de la Marina Real, los novatos que por primera vez lo atravesaban tenían que recibir el bautizo del rey Neptuno. El rito consistía en cubrir de brea a los iniciados, mantearlos, hacerlos caminar con los ojos vendados en la plancha, pretendiendo que caerían al mar, bañarlos generosamente a cubetazos, etc. Los oficiales, incluido FitzRoy, participaban por igual en la contienda y recibían, también por igual, los cubetazos de agua. Esta era la única oportunidad que tenía la tripulación de ponerse "a mano" con sus oficiales. Las festividades a bordo, más el hecho de que el barco avanzaba a una velocidad constante de 20 a 30 millas diarias, habían puesto a todo el mundo del mejor humor y se daba ya un espíritu de verdadero convivio entre todos.
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Ceremonia del rey Neptuno en el Beagle al cruzar la línea ecuatorial.
Casi a fines de febrero, el Beagle se encontraba rodeado del bello caserío que subía por las colinas que forman el puerto de Salvador, ahora llamado Bahía, el primer punto de tierra firme brasileña que tocó el barco en su travesía. Esta fue la primera oportunidad para Charles de penetrar en una selva; fue una experiencia que, después en sus memorias y en el relato del viaje, describe en forma arrebatada. Se sentía como en una gran catedral, con una enorme paz rodeándolo, y su vista no podía seguir un solo organismo en forma constante; cada nuevo animal o planta que se cruzaba ante el viaje de su mirada le robaba la atención para volver a trazar la ruta de sus ojos: de un insecto a una flor, de ésta a un ave y luego a otro nuevo insecto. Su azoro no tenía limites y sus manos y frascos no eran suficientes para colectar todo lo que veía. Se hizo acompañar de Augustus Earle, el experto artista que FitzRoy había contratado en Inglaterra para reproducir con sus excelentes dibujos todos los aspectos de interés del viaje. Charles describe lo que vio de la siguiente forma: "El escenario de Brasil no es ni más ni menos que un relato de Las mil y una noches, con la ventaja de que esto es realidad".
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Excursión en un río a través de la selva amazónica. Ilustración de la época.
La selva neotropical brasileña no es su única primera experiencia. También por primera vez en su vida se encuentra cara a cara con la esclavitud y, nuevamente, como con el castigo presenciado en el barco, experimenta una profunda náusea. Sus sentimientos al respecto, heredados de su padre y de su tío Josiah Wedgwood, son firmes; tanto así que le ocasionan la primera pelea con FitzRoy, quien solamente veía ventajas en la posesión de esclavos africanos, que, según él, "seguramente vivían mejor al cuidado de sus amos blancos, que en las primitivas condiciones de sus países de origen". Después de su enojo, FitzRoy ofrece la pipa de la paz y le pide a Charles que vuelva a tomar los alimentos con él. En su estancia en Bahía tienen también la oportunidad de participar en un carnaval.
El 11 de marzo levan anclas para dirigirse hacia Río de Janeiro, adonde arriban en los primeros días de abril. En esta zona es donde Charles tiene la mejor oportunidad de estudiar y colectar especímenes de la selva, puesto que el barco estaría cartografiando la costa brasileña entre Río y Bahía por casi tres meses. Durante este tiempo, Charles organizó diversas expediciones para colectar cientos de ejemplares de insectos, aves, reptiles, plantas, etc. Como se recordará, en la estancia en Río, MacCormick, el médiconaturalista del barco decide separarse del viaje y regresar a Inglaterra. Charles lo comenta en una carta a su hermana como "una pérdida que no notaremos".
Para tristeza de Charles, el Beagle finalmente leva anclas a principios de julio para dirigirse al sur, hacia la desembocadura del Río de la Plata, para visitar Montevideo, adonde llegan el 26 de julio. La capital del recién instaurado país, cuya constitución había sido promulgada sólo tres años antes, estaba en revuelta. La tripulación del Beagle es requerida oficialmente por el gobierno en el poder para ayudar a contener a una partida de sublevados. Un destacamento del barco, que incluía a Charles, desembarca para reprimir la insurrección; pero cuando arriban al muelle, los revoltosos desisten de su acción, de manera que Charles no tiene oportunidad de participar en lo que hubiese sido también su primera acción militar.
11 Alan Morehead, Darwin: la expedición en el Beagle (1831-1836), Barcelona, Serbal, 1980.
12 Charles Darwin, Journal of Researches into the Geology and Natural History of the Various Countries Visited by H.M.S. Beagle, Londres, Haffner, 1952.
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