VIII. CORRECCI�N DE LAS AMETROP�AS CON LENTES DE CONTACTO

INDUDABLEMENTE, la correcci�n de las ametrop�as con anteojos dista mucho de ser la ideal, ya que obliga a traer un armaz�n sobre la cara. Las lentes producen aberraciones, en especial en las ametrop�as elevadas, y no todas las situaciones pueden corregirse en forma adecuada. Si a ello agregamos el factor est�tico que puede ser altamente trascendente para muchos individuos, as� como las limitaciones que el uso de anteojos tiene en los deportes y ciertos trabajos, estaremos de acuerdo en que otras soluciones podr�an ser mejores.

Si recordamos los problemas y limitaciones inherentes a los anteojos entenderemos f�cilmente cu�les han sido los principales puntos en que se ha orientado el esfuerzo de la investigaci�n �ptica.

1) Los anteojos con lentes gruesas producen numerosas aberraciones, especialmente si el eje visual utiliza la periferia de dichas lentes. Si recordamos la forma de las lentes esf�ricas, tenemos que si el sujeto mira a trav�s del centro de una lente fuertemente negativa ver� a trav�s de dos prismas adosados por sus v�rtices, mientras que si mira a trav�s de la periferia ver� a trav�s de un prisma grueso, y la l�nea de visi�n ser� oblicua con respecto al eje del prisma. La deformaci�n de la imagen en esta �ltima posici�n es mucho m�s acentuada que en la primera.

Al reducir el grosor de la lente y al hacer que �sta se mueva siguiendo los movimientos del ojo se reducir�an o desaparecer�an las aberraciones.

2) La magnificaci�n de una lente est� dada esencialmente por la distancia a la que se encuentra del ojo, por lo que si se logra disminuir dicha distancia al m�ximo se reducir� en proporci�n la magnificaci�n, pudiendo entonces corregir anisometrop�as sin importar su magnitud.

3) La mayor�a de los astigmatismos son de origen corneal. Si la lente utilizada logra uniformizar la curvatura corneal haci�ndola esf�rica, se corregir� autom�ticamente el astigmatismo sin tener que recurrir a lentes cil�ndricas.

Las lentes de contacto han venido a solucionar satisfactoriamente dichos problemas aunque, como veremos m�s adelante, han ocasionado otros que no exist�an con los anteojos.

EVOLUCI�N HIST�RICA

Las lentes de contacto se utilizan en forma rutinaria desde principios de siglo. Para remontarnos a sus or�genes, sin embargo, tenemos que llegar hasta el Renacimiento.

En el C�dice sobre el ojo (ca. 1508) Leonardo da Vinci describe minuciosamente un dispositivo para eliminar los vicios de refracci�n del ojo (astigmatismo). El dispositivo consist�a en un tubo sellado por una lente por uno de sus extremos que, lleno de agua, se colocaba sobre el ojo. El agua, al uniformizar la superficie corneal, eliminaba el astigmatismo. La misma observaci�n �ptica fue hecha a�os m�s tarde por Renato Descartes en su Discurso del m�todo, en donde se�ala que al inmergir un ojo en el agua se anula la refracci�n corneal. Desafortunadamente los comentarios de Da Vinci y Descartes fueron olvidados hasta 1845, a�o en que aparece la Encyclopedia Metropolitana, en la que John F.W. Herschel sugiere el uso de una lente de gelatina para la correcci�n de los astigmatismos. La forma de dicha lente deb�a obtenerse gracias a un molde tomado directamente del ojo.

El primer lente utilizado con �xito se debe a F.G. Muller en Wiesbaden, Alemania. Muller fabricaba pr�tesis oculares y tuvo la brillante idea de fabricar una cuya c�rnea fuera transparente (de vidrio). Esta la aplic� a un colega m�dico suyo para protegerle su �nico ojo, cuyos p�rpados hab�an sido destruidos por un tumor.

Ya con fines �pticos, en especial en casos de queratocono, el suizo Eugen Fick reporta en su famoso art�culo Eine contactbrille el uso de lentes de contacto fabricados con vidrio soplado (1887). Por esas fechas los trabajos de Helmholtz (1856) y de Javal y Schiotz (1881) permiten calcular �pticamente las curvaturas de la c�rnea, por lo que se desecha el uso del molde para fabricar las lentes de contacto.

En los a�os siguientes se realizan numerosas mejoras que terminan con las lentes utilizadas hoy d�a, entre ellas la utilizaci�n de pl�stico (por la firma Farben en 1936), de metacrilato (Obrig, 1938), las lentes ventiladas (Bier, 1943), microlentes (Dickinson, Sohnges y Nell, 1954), lente de contacto bifocal (Collins, 1958) y las lentes hidrof�licas o blandas (Wichterl�, 1964). �C�mo act�an las lentes de contacto? �Qu� ventajas y qu� limitaciones tienen? Veamos punto por punto estos aspectos.

C�MO ACT�AN LAS LENTES DE CONTACTO

Volvamos r�pidamente a la figura 1. La c�rnea, junto con el cristalino, son las lentes del ojo. La c�rnea est� en contacto con el medio ambiente, protegida por los p�rpados y por las l�grimas. Las l�grimas cubren constantemente a la c�rnea, humedeci�ndola, limpi�ndola, protegi�ndola qu�micamente, lubric�ndola y permiti�ndole la respiraci�n (intercambio de ox�geno con el aire ambiente).

La lente de contacto es una lente en todo semejante a la de los anteojos, s�lo que su tama�o es muy reducido y su superficie posterior debe amoldarse perfectamente a la c�rnea para evitar da�arla. De hecho, la lente de contacto no se apoya directamente sobre la c�rnea sino sobre la pel�cula lagrimal que la cubre: as� la lente de contacto "flota" sobre la l�grima que cubre a la c�rnea, adhiri�ndose a ella por un mecanismo de ventosa.

Para adaptar una lente de contacto es necesario entonces conocer perfectamente la curvatura de la c�rnea y la ametrop�a del ojo. La curvatura se calcula mediante aparatos especialmente dise�ados para ello y el poder se mide de la misma forma que para los anteojos convencionales. Con los datos anteriores la lente se fabrica en el laboratorio d�ndole la curvatura y el poder necesarios. Por lo anterior, una lente de contacto no puede ni debe ser utilizada sobre otro ojo para el cual no fue medida.

Con las lentes de contacto se obtienen entonces las siguientes ventajas:

Al colocar una lente perfectamente esf�rica sobre una c�rnea irregular (astigmatismo), la l�grima que se intercala entre la lente y la c�rnea corrige estas irregularidades de la misma forma como funcionaba el tubo con agua de Da Vinci: el astigmatismo corneal desaparece. En la figura 17 vemos la ilustraci�n del proceso. La c�rnea es irregular, lo que determina un fuerte astigmatismo. Hay que notar que la irregularidad se asienta en su superficie, siendo su cara posterior normal. Entre la lente de contacto y la c�rnea est� la l�grima que viene a "regularizar" la superficie corneal. El resultado final es una lente cuya superficie anterior es la cara anterior de la lente de contacto, la superficie posterior es la cara posterior de la c�rnea, formada por tres elementos distintos que son la lente, la l�grima y la c�rnea. Al haber neutralizado la irregularidad corneal, se ha neutralizado igualmente el astigmatismo.

 

Figura 17. Correcci�n del astigmatismo corneal mediante una lente de contacto.

En caso de existir adem�s un astigmatismo cristaliniano, ser� necesario tallar sobre la lente la correcci�n cil�ndrica (lentes t�ricos) o, si �ste es muy elevado, utilizar adem�s anteojos para su correcci�n.

La distancia entre la lente y el ojo es pr�cticamente nula, por lo que se reduce al m�ximo la magnificaci�n. Ello hace de las lentes de contacto el m�todo id�neo para corregir anisometrop�as.

Finalmente, ya que la lente se desplaza con el ojo, la correcci�n �ptica es la �ptima, independientemente de la posici�n de la mirada. Se evitan as� todo tipo de aberraciones.

TIPOS DE LENTES DE CONTACTO

Existen esencialmente dos tipos de lentes de contacto: las duras y las blandas o hidrof�licas.

Las lentes duras son peque�as y r�gidas, y corrigen tanto miop�as como hipermetrop�as y astigmatismos. Por su tama�o se colocan y retiran f�cilmente de la superficie de la c�rnea. El periodo de adaptaci�n es prolongado ya que, por ser r�gidas, constituyen un cuerpo extra�o al que el ojo debe habituarse.

Las lentes blandas o hidrof�licas son mucho m�s grandes (di�metro mayor), y son sumamente blandas (pueden doblarse o enrollarse), por lo que no son �tiles para corregir astigmatismos corneales elevados, ya que se amoldan a la superficie corneal. Por lo anterior, su uso se restringe a miop�as, hipermetrop�as y astigmatismos leves. Por su mayor tama�o su manejo es m�s complicado, aunque por su consistencia su tolerancia es mucho mayor.

Algunas lentes de contacto blandas son tan delgadas y tan permeables al ox�geno que pueden ser utilizadas por largo tiempo en forma ininterrumpida.

Los cuidados de las lentes difieren igualmente. Las lentes duras requieren s�lo de un aseo cuidadoso y una desinfecci�n peri�dica, mientras que las blandas requieren mantenerse siempre h�medas; de lo contrario, pierden sus propiedades �pticas y se rompen, y deben ser desinfectadas constantemente ya que, por su estructura porosa, acumulan todo tipo de basuras y bacterias.

Existen igualmente lentes cosm�ticos que permiten modificar el color de ojos. Su uso est� limitado ya que, para cumplir con su objetivo, dichas lentes son gruesas y, por lo tanto, mal toleradas.

INDICACIONES DE LAS LENTES DE CONTACTO

�Qu� aplicaciones o indicaciones tienen entonces las lentes de contacto? De hecho, cualquier sujeto que requiere de anteojos es un candidato a lentes de contacto. Candidato s�, aunque no forzosamente la lente de contacto le resolver� su problema.

Por lo dicho l�neas arriba, las principales aplicaciones de las lentes de contacto pueden resumirse como sigue:

Las lentes de contacto, duras o blandas, son ideales para corregir ametrop�as elevadas, especialmente la miop�a y los astigmatismos con las lentes duras, ya que la visi�n obtenida es mucho mejor que con anteojos por eliminarse la magnificaci�n y las aberraciones. En la afaquia, la lente de contacto evita tener que usar lentes sumamente gruesas y, en caso de tratarse de afaquia en un solo ojo, permite la correcci�n total sin importar la anisometrop�a. En todo tipo de anisometrop�as el uso de lentes de contacto es el indicado ya que pr�cticamente elimina la diferencia de tama�os de las im�genes, permitiendo as� una excelente visi�n binocular. Finalmente, en los astigmatismos elevados e irregulares, de los que el queratocono es el prototipo, estas lentes constituyen la soluci�n �ptima. Hay que recordar, sin embargo, que en estos casos s�lo son �tiles las lentes de contacto duras.

Las lentes de contacto son igualmente de gran utilidad en ciertas situaciones en las que el uso de anteojos est� limitado o francamente contraindicado. Por su tama�o, las lentes blandas se sujetan en su sitio no s�lo por el mecanismo de ventosa sino igualmente por presi�n de los p�rpados. Por ello dichas lentes pueden utilizarse en los deportes sin peligro de perderlas u ocasionar da�o al ojo. Las lentes de contacto pueden aplicarse a ni�os, incluso muy peque�os, siempre y cuando los familiares se adiestren en la t�cnica de uso para poder colocarlas y retirarlas.

En todos los casos, las lentes de contacto funcionan como un material extra�o sobre el ojo y esto nos obliga a hablar de las limitaciones y contraindicaciones de su uso.

LIMITACIONES Y CONTRAINDICACIONES DE LAS LENTES DE CONTACTO

Si bien las lentes de contacto representan un gran esfuerzo t�cnico por corregir mejor las ametrop�as, proporcionando una soluci�n a problemas para los que los anteojos poco o nada pod�an ofrecer, no s�lo se han obtenido ventajas de ellas. Existen limitaciones en su uso y francas contraindicaciones, y en ocasiones ellas mismas producen trastornos que no se presentaban con el uso de los anteojos.

Los anteojos no tienen limitaci�n de uso en cuanto a horario se refiere. Las lentes de contacto deben retirarse diariamente por la noche para permitir que la c�rnea se oxigene en forma adecuada, ya que de lo contrario puede da�arse. Por estar en contacto con el ojo, debe darse especial cuidado a la limpieza de estas lentes, y es necesaria su esterilizaci�n peri�dica. Por ello, con excepci�n de las de uso prolongado, no es prudente dormir con ellas. La irritaci�n ocular con el enrojecimiento consiguiente se presenta si se las usa durante demasiado tiempo, puesto que tanto las duras como las blandas act�an como un cuerpo extra�o. Este enrojecimiento se acent�a en ambientes contaminados, como ocurre en las ciudades y en ciertos ambientes laborales.

Algunos sujetos tienen intolerancia a las lentes de contacto. Hay unas cuantas personas que reaccionan a la presencia de la lente de contacto mediante una reacci�n de intolerancia. El lagrimeo, la hipersensibilidad a la luz, el malestar f�sico, dolor inclusive, impiden la utilizaci�n de �stas.

En otros casos se trata de c�rneas sensibles a la disminuci�n de la oxigenaci�n. Si bien en la mayor�a de los casos las lentes son permeables al ox�geno, la respiraci�n corneal se ve afectada por el uso de la lente. No es raro que el uso excesivo o incluso normal de lentes de contacto en estos sujetos ocasione ulceraciones sumamente dolorosas que pueden limitar o contraindicar su uso.

En numerosas enfermedades de la c�rnea o de la conjuntiva (la conjuntiva es la mucosa que cubre al ojo ) el uso de lentes de contacto es imposible, ya que produce dolor, ocasiona graves molestias o agrava la enfermedad misma. En estos casos el uso de anteojos es la �nica soluci�n �ptica al problema. Lo mismo sucede en sujetos portadores de lentes de contacto que sufren alguna infecci�n ocular. En estos casos las lentes deber�n retirarse hasta que ceda el problema infeccioso ya que, de lo contrario, �ste puede agravarse y prolongarse.

Finalmente, como en el caso de los anteojos, intervienen en forma decisiva la motivaci�n del sujeto, su edad y su coordinaci�n motora. Si el sujeto no est� seriamente motivado, no tolerar� las molestias iniciales propias a las lentes de contacto y no acatar� los cuidados que debe proporcionarles. Los ni�os peque�os o los ancianos pueden ser igualmente malos candidatos para el uso de lentes de contacto y dif�cilmente podr� manejarlas una persona torpe en sus movimientos.

Desde el punto de vista laboral, pocas son las condiciones en que es imprudente o contraindicado utilizar lentes de contacto. Como ejemplos, mencionemos a los qu�micos, quienes est�n expuestos a vapores o soluciones que, en combinaci�n con las lentes de contacto, pueden ocasionar un da�o muy severo a la c�rnea, y a los pilotos, a quienes les est� prohibido utilizar lentes de contacto ya que �stas pueden desplazarse en cualquier momento, propiciando as� un accidente.

En los deportes, el uso de lentes de contacto duros est� restringido ya que con facilidad se desprenden del ojo con los movimientos bruscos. Por su tama�o y mayor adherencia, las lentes blandas son las indicadas en estos casos. Tanto las duras como las blandas no pueden utilizarse en el buceo puesto que pierden su adherencia.

Como vemos, las lentes de contacto han aportado numerosos beneficios a los sujetos con ametrop�as. D�a con d�a mejoran materiales para buscar mayor tolerancia y se instrumentan nuevas t�cnicas para optimizar sus caracter�sticas �pticas. Sin embargo, su uso no est� exento de limitaciones y puede incluso llegar a ocasionar accidentes graves.

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