IX. ALGAS

ENTRE las algas existe una gran variedad de formas y tama�os, tipos de nutrici�n, respiraci�n y reproducci�n, as� como de los h�bitats que ocupan. Poseen la clorofila que, asociada con pigmentos, les proporciona sus colores caracter�sticos. Casi todas se desarrollan en medios acu�ticos y s�lo algunos g�neros subsisten en ambientes terrestres siempre que contengan suficiente humedad ya sea en troncos de �rboles o en el suelo. La mayor�a son microsc�picas y forman parte del fitoplancton como primer eslab�n de la vida marina aunque existen otras de varios metros de longitud.

En el planeta, las algas forman una inmensa poblaci�n de individuos de estructura celular simple, se conocen aproximadamente 110 mil especies, reunidas en cuatro grandes grupos, que son: las "cianofitas" (Cyanophyceae) o algas azul-verdosas, las "clorofitas" (Chlorophyceae) o algas verdes; las "feofitas" (Phaephyceae) o algas pardas, y las "rodofitas" (Rhodophyceae) o algas rojas.

Las algas azul-verdosas y las verdes se encuentran tanto en agua marina como dulce, mientras que las de los otros dos grupos son casi exclusivas de ambientes marinos.

Su tama�o es variable: algunas, como el alga azul-verdosa del g�nero Spirulina, son microsc�picas, es decir, forman filamentos que miden mil�simas de mil�metros; en cambio, existen otras, gigantes, que llegan a medir hasta 60 metros, como el alga parda llamada "sargazo gigante" (Macrocystis). Tambi�n en su forma presentan gran diversidad; por ejemplo, el alga roja del g�nero Porphyra tiene el aspecto de una leng�eta de bordes ondulados; Ulva, que es una clorofita, se parece a una hoja de lechuga; mientras que el "alga list�n" (Nereocystis) es un alga parda que tiene el aspecto de plumero.

Figura 46. Sargazo Macrocystis.

Los mantos de algas marinas se localizan en aguas pr�ximas a las costas, generalmente sobre fondos rocosos, a profundidades que van entre los 3 y los 25 metros, dependiendo de la transparencia del agua, debido a que necesitan luz para realizar la fotos�ntesis, funci�n en la que forman los compuestos org�nicos que requieren para vivir y desarrollarse.

Las algas se adhieren al sustrato por medio de rizoides, especies de ra�ces llamadas "est�pite"; de ellos se forma un "talo" que es semejante al tallo de las plantas superiores y en �l se implantan unas l�minas o "frondas", que se asemejan a las hojas.

Las algas marinas m�s abundantes y de mayor tama�o son las pardas, ya que de ellas se conocen cerca de 4 mil especies diferentes que se distribuyen principalmente en aguas fr�as septentrionales y pocas llegan a las regiones tropicales. Las algas rojas, que tambi�n dominan el medio oce�nico, se localizan en todos los mares del planeta.

Las algas han sido utilizadas por la humanidad desde hace miles de a�os; en China y otros pa�ses de Asia se consumen como alimento y tambi�n se emplean para fabricar medicamentos. En el mundo occidental, su aprovechamiento industrial se inici� en el siglo XVIII para extraer de ellas sosa, yodo y otros compuestos qu�micos.

Desde hace mil a�os, los cient�ficos chinos ten�an conocimiento de que el jaidai, un tipo de alga marina comestible, de la especie Laminaria japonica, era �til en la prevenci�n y tratamiento del bocio. Aun as�, durante siglos esta planta marina, valiosa por su alto contenido de yodo y grandes cantidades de algina y otros hidratos de carbono, ten�a que importarse en forma seca desde Jap�n y Corea ya que no era originaria de China. En los �ltimos a�os el �xito de su cultivo en las aguas chinas la hecho muy abundante.

Otro tipo de algas que hace m�s de 500 a�os utilizaron los aztecas y que puede ayudar a combatir la desnutrici�n, es la Spirulina, cultivada actualmente en M�xico.

Esta peque�a alga en forma de espiral, que mide un cuarto de mil�metro, es decir 250 micras, es producida con mucha facilidad en los lagos de las tierras �ridas, que tienen gran cantidad de sales minerales. Los aztecas la consum�an como alimento, la nombraban tecuitlatl que significa "excremento de piedra". Esta costumbre desapareci� con el tiempo. Bi�logos y antrop�logos sostienen que, en �pocas preshisp�nicas los habitantes de M�xico consum�an "tamales" elaborados con algas marinas y de agua dulce. Esto lo corrobora el fraile franciscano Bernardino de Sahag�n, quien en 1550 asent� que "con el tecuitlatl de color azul claro, hacen unas tortas y tostadas y las comen".

La humanidad volvi� a saber de la existencia de la spirulina, cuando en los a�os 60 los t�cnicos del Instituto Franc�s del Petr�leo buscaban el preciado combustible en el centro de �frica. Se trata de una regi�n �rida, pobre, donde nada indica que exista alg�n tipo de alimentaci�n f�cil de obtener. Sin embargo, los nativos de Kanem parec�an saludables y robustos, lo cual fue estudiado por etn�logos franceses y belgas que, a finales de 1962, descubrieron que los nativos cosechaban y consum�an algas desde tiempos inmemoriales. Se trataba de un alga de color azul que r�pidamente prolifera en charcas poco profundas, cuya agua rica en bicarbonato s�dico posee un pH alcalino y una salinidad elevada.

Las mujeres de la tribu recolectan la spirulina en cestas de mimbre, dejan escurrir el agua sobre c�ntaros de barro y, lo que queda en las cestas, lo ponen a secar al Sol. El producto final es una pasta con la cual se hace una salsa agreg�ndole grasa de res, cebolla frita, pimientos, gram�neas silvestres y lengua de vaca que est� destinada a acompa�ar las alb�ndigas de mijo.

Tambi�n esta alga ha sido aprovechada en Kenia, Etiop�a, Egipto, Zambia y Per�. En nuestro pa�s, desde el a�o de 1967, se inici� su cultivo en los cuerpos de agua que quedan del antiguo lago de Texcoco y se han logrado obtener 30 toneladas de alga por hect�rea. Se hicieron estudios de sopas, atoles y flanes preparados con spirulina, para conocer su digestividad y comprobar que no provoque ning�n tipo de enfermedad.

Esta alga contiene un 70% de prote�nas, contra un 8% del trigo, un 7% del arroz y un 2% de la papa. Es de muy f�cil digesti�n debido a que carece de celulosa, sus �cidos grasos esenciales no saturados son factor de conocida importancia en la prevenci�n de enfermedades vasculares. Su composici�n de amino�cidos se�ala que la spirulina presenta una estructura semejante a la yema del huevo. Posee, adem�s, 24% de carbohidratos, as� como pigmentos, minerales y vitaminas A, B1, B2, B6, C, E y la excepcional vitamina H.

Ya nadie tiene dudas de que su alto porcentaje de prote�nas y la buena calidad de las mismas, convierten a esta alga en un alimento excepcional. Sirve para la nutrici�n de diversas especies, que van desde las larvas de crust�ceos e insectos hasta el ganado vacuno, sin olvidar al hombre.

Actualmente se le utiliza tambi�n en la acuicultura, ya que acelera el crecimiento, la madurez sexual y estimula la ovulaci�n y reproducci�n sexual de moluscos y peces. Gracias a su alta proporci�n de pigmentos amarillos y anaranjados, puede dar coloraci�n a la carne de pollo y a la yema de huevo; a la mantequilla le confiere un amarillo intenso.

En los pa�ses del Lejano Oriente, principalmente Jap�n, las algas contin�an conservando su importancia como alimento y muchas naciones piensan en ellas como una de las fuentes de prote�nas para la alimentaci�n futura de la humanidad.

Entre las algas marinas m�s utilizadas en la actualidad est� el "sargazo gigante" (Macrocystis), localizado tanto en la costa nordeste del Pac�fico, California, EUA y Baja California, M�xico, as� como en las de Per�, Chile, Argentina, Sud�frica, Nueva Zelanda y Tasmania.

Otras algas pardas son el alga "cola de caballo" (Laminaria digitata) que abunda en las costas de Groenlandia, Islandia, Noruega, Francia, Espa�a, Jap�n y Uni�n Sovi�tica; y el "sargazo com�n" (Sargassum) as� como las del g�nero Focus de la regi�n norte del Oc�ano Atl�ntico y en el Pac�fico del sur como las costas de Chile, Nueva Zelandia y Australia.

De las algas rojas, las del g�nero Gelidium crecen sobre las rocas de la zona costera de Jap�n, Espa�a, Portugal, Marruecos, Senegal, Estados Unidos, M�xico, Chile, India, Filipinas y Madagascar. Otra rodoficea importante para la industria es el g�nero Gracilaria, com�n en muchos pa�ses como Jap�n, Filipinas, China, India, Australia, Chile, Per�, Brasil, Argentina, Canad� y Estados Unidos. Algunas son menos abundantes, como Phyllophora y Ahnfeltia en la Uni�n Sovi�tica, y Pterocladia en Jap�n.

Debido a la diversidad en tama�os, h�bitats, forma en que se fijan y abundancia, los m�todos para la "extracci�n" o recolecci�n son muy variados; se puede considerar que siguen utiliz�ndose los tradicionales, aunque para ciertas algas, como las grandes feof�ceas, ya se han tecnificado en peque�a escala; sin embargo, el buceo y el corte a mano dominan en esta industria.

Las algas rojas son de menor tama�o que las pardas, se encuentran a mayor profundidad, y se recogen a mano o con rastrillos o rastras. En algunos pa�ses de Asia, la operaci�n la realizan buceadoras que s�lo usan unos anteojos protectores y, por ejemplo, en Jap�n llegan a extraer hasta una tonelada y media del alga Gelidium en 24 horas; esta misma cantidad es recolectada por los buceadores en Baja California, M�xico, durante una jornada de trabajo.

Para la extracci�n de las feoficeas, que son las algas grandes, se han logrado dise�ar embarcaciones con caracter�sticas especiales; por ejemplo, en M�xico el "sargazo gigante", alga flotante, se recolecta con una embarcaci�n de 33.5 metros de eslora, con capacidad de 350 toneladas y autonom�a para pescar durante 20 horas, llamada Sargacero.

La extracci�n se lleva a cabo en forma mec�nica con embarcaciones que tiene en la proa una rampa levadiza con cuchillas en los bordes laterales y en el inferior de la misma dispuestas de tal manera que cortan el sargazo al paso del barco. La rampa mide 9.20 metros de ancho y lleva una banda que recoge el sargazo cortado y lo eleva hasta dejarlo caer en el dep�sito de almacenamiento. El corte se hace a una profundidad m�xima de 4 metros, con el fin de dejar la regi�n de fijaci�n de la mayor�a de estos grandes vegetales, podando" s�lo el 40% del vegetal; de este modo se puede contar con materia prima suficiente y permitir que se regeneren y queden listas para volverlas a cortar, lo cual en Macrocystis lleva un lapso de 4 meses.

Figura 47. Barco sargacero.

Tambi�n se recogen cantidades significativas de algunas algas, como Laminaria, cuando son arrojadas a las playas por los temporales que las arrancan del sustrato en que est�n fijas; a estos conjuntos de algas muertas se les denomina "algazos" o "arribazones", sirven como alimento para animales y como abono.

Uno de los problemas para lograr el desarrollo de la industria de las algas es la falta de m�todos adecuados de recolecta: la manual es lenta y cada vez se hace m�s costosa, aunque en pa�ses en v�as de desarrollo son muy importantes pues ofrecen fuentes de trabajo e ingresos para todos los miembros de las familias de pescadores.

Despu�s de recoger las algas marinas y antes del proceso industrial, se hace necesario "secarlas". Se ha calculado que para obtener un kilogramo de alga seca, se necesitan 3 o 4 kilogramos de alga fresca. Con esto se evita que las algas, por el alto contenido de agua, se "pudran" o descompongan; ya secas, resulta f�cil lograr que se gelifiquen.

Cuando el secado se realiza adecuadamente, es posible almacenarlas por varios a�os, con p�rdidas insignificantes sobre todo en su contenido de gel, que es el compuesto que se utiliza para producir el agar.

Los m�todos de secado son tambi�n muy diversos, generalmente se lavan en agua de mar para quitar la arena y los organismos que viven asociados; no se emplea agua dulce porque cambiar�a la concentraci�n y se da�ar�an las c�lulas que forman el cuerpo del alga. Posteriormente se extienden en capas delgadas sobre bastidores de bamb�, plataformas de madera o rocas limpias; cuando las condiciones del clima son adecuadas, la operaci�n dura de uno a dos d�as.

Este procedimiento es com�n para trabajar el alga llamada "liquen de Irlanda" (Chondrus crispus) utilizada en la industria de "carragenano". Para alcanzar mayor calidad se blanquean, rociando las secas con agua de mar y gir�ndolas frecuentemente.

En algunos pa�ses como Canad�, Estados Unidos y Francia, donde las condiciones clim�ticas no son favorables para el secado natural de las algas, se logra hacerlo en grandes tambores calentados con fuego, los cuales giran para que se realice un secado uniforme; aunque el costo es mayor, la calidad que se obtiene con este m�todo es superior.

En la actualidad, la FAO ha estimado que la producci�n total anual de algas, ya sea recolectadas o cultivadas, alcanza cerca de 3.5 millones de toneladas en peso h�medo; los principales pa�ses productores son China, Jap�n, Corea, Estados Unidos, Brasil, Uni�n Sovi�tica, Noruega, Francia, Espa�a, Irlanda, Canad� y M�xico.

Nuestro pa�s recolect� en 1988, seg�n la estad�stica de la Secretar�a de Pesca, 29 120 toneladas.

Las algas se han usado tradicionalmente como alimento y como fertilizante; con el desarrollo de la industria cada d�a se emplean m�s para extraer compuestos qu�micos de gran valor econ�mico, como los ficocoloides llamados agar, carragenano, furcelarano y algina.

Esta industria se inici� hace varios siglos en Jap�n. Las primeras f�bricas se establecieron en el siglo XVII para producir sosa y potasa a partir de las cenizas de algas pardas, sustancias con las que confeccionaban jabones y vidrio; posteriormente, en el siglo XIX, se utilizaron para obtener yodo.

El agar es un compuesto insoluble en agua fr�a y s� se disuelve en agua caliente. Al enfriarse compone una masa gelatinosa formando un coloide; se extrae principalmente de las algas marinas de los g�neros Gelidium y Gracilaria que son algas rojas abundantes en las costas de muchos pa�ses. El t�rmino "agar" y "agar-agar" generalmente se confunden ya que se aplican para todas las sustancias que se extraen de las algas. Este coloide puede tener varias presentaciones comerciales: tiras delgadas, granulado, copos, tabletas, etc. se emplea como suspensor, estabilizador y espesante en la fabricaci�n de alimentos como quesos cremosos, sopas, salsas, yoghurt, etc�tera; tambi�n se preparan con �l dulces y helados.

El incremento del uso del agar en otras industrias, por ejemplo fabricar moldes de odontolog�a, en cirug�a pl�stica, para herramientas finas, etc�tera, y su aplicaci�n en el �rea m�dica y en la de farmacia para preparar laxantes, medios de cultivo microbiol�gicos, anticoagulantes y vendajes, as� como para tratamiento en padecimientos gastrointestinales, ha estimulado que los industriales sustituyan los m�todos tradicionales de extracci�n, que todav�a se siguen practicando en pa�ses como Jap�n, por modernas t�cnicas que se desarrollan en complejos industriales; esto sucede en el mismo Jap�n y en Estados Unidos, Uni�n Sovi�tica, Corea, Espa�a, Francia, Italia, Nueva Zelandia, Argentina, Chile y M�xico, entre otros.

El carragenano es otro polisac�rido con propiedades qu�micas y aplicaciones diferentes al agar; las principales algas de las que se extrae son el "liquen de Irlanda" (Chondrus crispus) y el "pelo de cochi" (Gigartina canaliculata) abundantes en las costas del Pacifico y del Atl�ntico norte; Canad�, Estados Unidos y Dinamarca, son los pa�ses que m�s las explotan; en la actualidad otros pa�ses que se encuentran lejos de estas zonas, como en �frica, Indonesia, Filipinas y Malasia, est�n empezando a extraer este producto de otro g�nero, la Eucheuma.

La acci�n del carragenano se conoc�a emp�ricamente, desde hace siglos, en los pueblos costeros de Inglaterra, Irlanda y Francia, en donde sus habitantes agregaban concentrados extra�dos de estas algas rojas a la leche para cocerla, cuando se enfriaba, adquir�a una consistencia semejante a gelatina; en la actualidad a este alimento se le conoce como blancamanger o "manjar blanco", y se consume como postre.

Los qu�micos de nuestra �poca han logrado conocer la composici�n del carragenano y producir diversos tipos de este compuesto, seg�n las necesidades de su aplicaci�n. La industrializaci�n de esta alga ha alcanzado altos niveles en Estados Unidos, Dinamarca y Francia, aunque tambi�n se producen cantidades menores en Reino Unido, Noruega, Espa�a, Jap�n, Canad� y M�xico.

El carragenano tiene usos comunes con el agar, se emplea principalmente en la industria alimentaria; por ejemplo, en los productos l�cteos, en la elaboraci�n de bebidas, en productos de pasteler�a, en las conservas de carnes y pescado, en aderezos de ensaladas y salsas y en la preparaci�n de alimentos diet�ticos. Esta gran diversidad de aplicaciones hace que continuamente est�n surgiendo nuevos m�todos para su aprovechamiento.

En la industria farmac�utica se emplea en menor proporci�n que el agar y con �l se preparan pastas y polvos dent�fricos as� como compuestos farmac�uticos insolubles. En otras industrias, como la de las pinturas, se emplea en acuarelas, tambi�n se usa en la de textiles, en la de curtidur�a de cueros, etc. Resulta muy �til como endurecedor y aglutinante.

Del alga roja Furcellari fastigiata, abundante en las costas de Dinamarca, Uni�n Sovi�tica y Canad�, desde hace 30 a�os se extrae un nuevo coloide llamado furcelarano que es empleado en la producci�n de gomas para alimentos como mermeladas y otras conservas, jugos de frutas, cervezas y alimentos diet�ticos; tambi�n se usa en los dent�fricos.

La algina nombre com�n que se le da a las sales del �cido alg�nico, sobre todo al alginato de sodio, se obtiene de las grandes algas pardas que abundan en el Pac�fico y Atl�ntico norte, principalmente del sargazo gigante (Macrocystis pyrifera) que, a pesar de no ser el alga m�s rica en este compuesto, por su gran tama�o es la mas rentable, ya que se puede recolectar en grandes cantidades por medios mec�nicos.

Otras fuentes de algina son las algas de las especies Ascophyllum nodosum y Laminaria digitata, y de los g�neros Ecklonia, Nereocystis Sargassum y Fucus, todas ellas feofitas y abundantes en los mares fr�os.

Las propiedades qu�micas de la algina la hacen un compuesto de gran utilidad en la industria: se disuelve en agua formando una soluci�n extremadamente viscosa, espesa como la miel, a tal grado que es dif�cil pasarla de un recipiente a otro, por lo que resulta ideal como agente espesante, estabilizador, suspensor y gelificante, adem�sde ser capaz de formar delgadas pel�culas sobre las superficies.

A mediados del presente siglo la producci�n de algina se increment�, primero en Estados Unidos y en el Reino Unido y posteriormente, en Noruega, Francia y Jap�n, produci�ndose tambi�n en Canad�, Espa�a, Marruecos, Chile, India, Brasil y Uni�n Sovi�tica. En M�xico se ha iniciado esta industria y los t�cnicos del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (CICIMAR) del IPN, dise�aron en 1983,un nuevo m�todo para la extracci�n de alginatos.

Los diversos compuestos de alginas y alginatos tienen amplia aplicaci�n en diversas industrias: en la alimentaria, en la confecci�n de helados para evitar la formaci�n de cristales de hielo, en salsas y aderezos para ensaladas, preparados de carnes, embutidos, conservas de pescado, preparaci�n de vinos, cervezas, etc�tera; en la farmac�utica, como aglutinante de p�ldoras, pastillas y ung�entos, en pastas dent�fricas, en cremas cosm�ticas, champ�s y jabones, en moldes dentales y ortop�dicos; en la industria textil sirven para que las tintas no se extiendan en las telas.

Tienen adem�s otros usos industriales muy diversos, como su empleo en la producci�n de materiales de construcci�n: alquitr�n y asfaltos, madera artificial, productos aislantes, etc�tera; su aprovechamiento en la preparaci�n de esmaltes y cer�micas, espumas antiincendio, ceras para pulir autom�viles, lubricantes para perforaciones petrol�feras, revestimiento de pel�culas fotogr�ficas, etc�tera.

Adem�s de estos productos elaborados con algas para uso industrial, existen otros de menor valor actual, pero con grandes posibilidades en el futuro, como son el hipneano, el fumorano, el iridoficano y el filoforano que se obtienen de algas rojas.

Otros usos de las algas se consideran los de m�s larga tradici�n: su aprovechamiento como piensos, es decir, alimento de animales, y como fertilizantes, que en �ltimos tiempos se ha extendido gracias al dise�o de m�todos industriales para su preparaci�n.

Un ejemplo de su empleo como pienso se encuentra en Islandia, donde permiten pastar a ovejas y caballos en las playas cubiertas con algas. En Irlanda se produce harina,a partir del alga Acophyllum nodesum para complementar la dieta de las ovejas.

Las principales algas utilizadas como abonos son Macrocystis y Ascphyllum que son magn�ficos acondicionadores del suelo, lo cual favorece el desarrollo de las plantas. Un ejemplo se puede observar en Francia, donde los agricultores aprovechan los "algazos" para fertilizar sus cultivos de cebada, patatas, hortalizas y vi�edos, obteniendo magn�ficos resultados

Sin embargo, el uso reportado como el m�s antiguo, es su provecho como alimento que data de hace varios millares de a�os. Esta costumbre se desarroll� principalmente en el mundo oriental ya que el occidental apenas la incorpor� en el siglo pasado.

En Jap�n muchos de los guisos llevan algas, los m�s comunes son el nori, el wakame y el kombu, que complementan platos tradicionales como el sushi y las alb�ndigas de arroz y pescado. El alga utilizada para el nori es Porphyra, para el wakame se usa la Undaria y para el kombu, la Laminaria.

En otros pa�ses las algas verdes del g�nero Caulerpa se comen crudas o cocidas, como en Filipinas, Malasia, Guam y Singapur; las algas pardas Sargassum y Turbinaria se consumen frescas, cocidas en leche o ahumadas, en Polinesia, China, Jap�n y Malasia; y diversas especies de algas que se consumen crudas o hervidas y mezcladas con otros alimentos, forman el llamado limu, ampliamente utilizado en Hawai, islas que tienen gran variedad de platillos confeccionados con algas.

En Europa los principales comestibles que emplean algas son el "tangle", preparado con Laminaria saccharina, en Escocia; el "dulce" confeccionado con Rhodymenia, en Irlanda; en Inglaterra se prepara una especie de pan gelatinoso con Laminaria y Chondrus; en Uni�n Sovi�tica se come la Laminaria como "col de mar"; etc�tera.

En Am�rica del Norte, en Canad�, se utiliza el "dulce" para aderezar los platos de carne y pescados; en Estados Unidos emplean el alga parda gigante Nereocystis para preparar el seatron, con la planta desalada, aromatizada y endulzada; en el Caribe se usan varias especies de algas para hacer gelatinas; los habitantes de Chile consumen la Ulva con el nombre de "luche" y a Durvillea como "cochayuyo", emple�ndolas en la preparaci�n de sopas densas y ensaladas.

En M�xico el consumo del alga de agua dulce spirulina, ha tomado nuevo impulso. Por su riqueza en vitaminas, esta alga es muy estimada por las tribus del centro de �frica para ayudar a destetar a los ni�os y,mezclada con mijo, sirve en la elaboraci�n de harina para galletas.

Como se observa, en muchos pa�ses las algas constituyen un alimento com�n y se espera que, por su riqueza nutritiva, en un futuro puedan aportar una mayor contribuci�n a la nutrici�n humana en todas partes del mundo.

Uno de los problemas nutricionales actualmente, es la ausencia de prote�nas en la alimentaci�n de amplios sectores de la poblaci�n mundial. Seg�n la Organizaci�n de las Naciones Unidas el mundo tiene, a partir del 12 julio de 1988, 5 mil millones de seres humanos, y los c�lculos de las organizaciones especializadas indican que, por lo menos, la mitad de ellos est�n mal alimentados y que cada 24 horas unos 30 mil ni�os mueren a ra�z de su mala alimentaci�n. Las vitaminas y prote�nas de las algas constituyen un complemento nutritivo de gran valor que puede contribuir a que la humanidad llegue a asegurar a todos los seres el derecho a la vida.

Es importante se�alar que en la explotaci�n de las algas, como en la de todos los recursos renovables, se debe estimar el potencial actual y futuro para as� evitar el subaprovechamiento o la explotaci�n irracional. Los estudios para cuantificar los mantos son muy variados y van desde su observaci�n a trav�s del buceo, hasta su evaluaci�n usando el procesamiento digital de im�genes multiespectrales, por medio de la fotograf�a a�rea infrarroja, as� como los estudios que aplican las im�genes de sat�lite.

Tambi�n varios pa�ses trabajan para contar con informaci�n que les permita el cultivo de las algas; algunos, como los orientales y en especial Jap�n, tienen gran �xito en sus programas, y han llegado a producir algas tanto con fines industriales como alimentarios.

El futuro de la pesquer�a de las algas es alentador y algunos cient�ficos, entre ellos Stanford, quien descubri� el �cido alg�nico en 1884, dicen que los suministros mundiales de algas son pr�cticamente inagotables". Pero es indiscutible que su explotaci�n indiscriminada, al afectar la capacidad de reproducci�n, es altamente riesgosa.

Por esta raz�n, la humanidad debe cuidar la explotaci�n de las algas para conservar un nivel adecuado de vida y para mejorar el de los pa�ses que todav�a no alcanzan su desarrollo. Es importante que todos utilicemos, de manera adecuada, estos recursos vegetales que los oc�anos nos ofrecen para recibir los beneficios sociales y econ�micos que se derivan del aprovechamiento de las algas.

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