I. DESCRIPCI�N DE UNA PESQUER�A

POR pesquer�a se entiende una amplia gama de actividades pesqueras: desde la utilizaci�n de equipos y embarcaciones iguales para la captura de una misma variedad de recursos acu�ticos; el manejo, almacenamiento y transporte de la captura; hasta su procesamiento, distribuci�n y venta. Por ejemplo, la pesquer�a de crust�ceos es diferente de la de moluscos.

Las pesquer�as se dividen en unidades de pesquer�a, que est�n formadas por un conjunto de barcos del mismo tipo, las artes de pesca, los instrumentos, las plantas procesadoras, y los sistemas de mercadeo. A cada unidad corresponde personal especializado que las opera con un r�gimen com�n, para la explotaci�n de un recurso bien definido y en un �rea m�s o menos determinada. Por ejemplo: la pesquer�a del hipogloso en el Pac�fico norte, la pesquer�a del arenque en el Mar del Norte, la caza de la ballena en el Ant�rtico, etc�tera.

Para establecer una unidad de pesquer�a deben tomarse en cuenta sus antecedentes hist�ricos. Cada recurso tiene una distribuci�n, ciclo de vida, patrones de comportamiento y din�mica de poblaciones, propios, que facilitan el que los pescadores, bas�ndose en sus observaciones, creen y desarrollen pr�cticas de pesca espec�ficas para lograr su mejor aprovechamiento.

En la primera etapa de una pesquer�a, el volumen de captura depende de la habilidad y energ�a de cada pescador. En las pesquer�as de subsistencia el volumen apenas satisface las necesidades de la familia; pero cuando se establece la pesquer�a comercial, el pescador tiene que capturar mas, para obtener m�s ganancias y poder adquirir otros bienes. Tiene que ampliar y desarrollar sus operaciones involucrando a otros miembros de la comunidad, como constructores de barcos, tejedores de redes, personal para el mantenimiento del equipo, etc�tera.

Figura 1. Complejo pesquero.

Este incremento en sus operaciones hace que comercialice su captura en un mercado m�s amplio, no s�lo en su comunidad inmediata, por lo cual es necesaria la intervenci�n de otros industriales que emprendan el manejo, almacenamiento, transporte y venta de productos, con el fin de enviar �stos a distancias cada vez mayores.

As� mismo, se tienen que aumentar los m�todos para el manejo del producto, ya sea en fresco, utilizando hielo o congelaci�n, o bien, el procesamiento de la captura por medio del secado, salado, ahumado, enlatado o su transformaci�n en harina. Tambi�n se requiere de una organizaci�n para realizar los arreglos financieros necesarios.

Mediante este proceso de evoluci�n de la pesquer�a, se va creando una especializaci�n en la industria para explotar un recurso en particular, como es el caso de la anchoveta del Per�.

En resumen, se puede decir que la base de una pesquer�a es el recurso, y que la distribuci�n y comportamiento de �ste establecen las pr�cticas de pesca, cuya dimensi�n marca las variaciones del volumen de la captura y, por lo tanto, el alcance de la industria.

Las posibilidades econ�micas de captura se miden comparando el valor de la desembarcada contra el costo de la operaci�n para obtenerla, y el aprovechamiento de esta captura se efect�a a trav�s de la utilizaci�n de las plantas procesadoras y equipos de almacenamiento, transporte y comercializaci�n.

El investigador australiano G. L. Kesteven propuso la siguiente descripci�n de una pesquer�a:

Sobre el recurso: conocer el nombre cient�fico y los nombres comunes; la distribuci�n geogr�fica; la ubicaci�n ec�tica; los contornos de densidad; la estructura; la din�mica de las poblaciones, y la biomasa.

De la unidad de pesca y flota: el tipo de pesca; las caracter�sticas de las embarcaciones; la mano de obra en cuanto a la cantidad y ocupaci�n de las personas que intervienen en la captura; la descripci�n de las artes de pesca y su n�mero, as� como la capacidad de bodega para almacenar la captura tanto en cada barco, como en tierra.

Respecto al r�gimen de pesca: se tienen que describir las bases de operaci�n de la flota y los puertos de desembarque; la temporada de pesca; las operaciones de pesca en relaci�n con el promedio diario de operaciones; el n�mero de viajes y su duraci�n, y el esfuerzo de pesca; la ubicaci�n del �rea de captura; la reglamentaci�n y el c�lculo del esfuerzo pesquero que se aplica en la captura.

Sobre las empresas productoras: se debe conocer su organizaci�n institucional, aclarando si la pesquer�a es artesanal, industrial, etc�tera, y reportando el n�mero de empresas, los sistemas de direcci�n y la distribuci�n del producto de la captura en t�rminos monetarios, describiendo qu� ganancias obtienen las que participan directa o indirectamente en la pesquer�a.

De la captura: se analiza su volumen y su valor; la composici�n por especie, por tama�o y por edades; la distribuci�n por zonas y por �reas; el rendimiento por unidad de esfuerzo y por unidad de �rea y, adem�s los �ndices de explotaci�n.

En caso de que se procese la captura: se tiene que analizar la industrializaci�n en relaci�n con los m�todos de procesamiento; la organizaci�n industrial, se�alando la capacidad instalada y aprovechada; la producci�n promedio de las plantas, el volumen y valor del producto. Es muy importante organizar el control de calidad.

De la distribuci�n: se obtiene la informaci�n sobre el almacenamiento, los transportes y los canales o sistemas que se utilicen para realizarla.

En cuanto a la comercializaci�n: se examinan tanto el mercado interno como el externo, analizando la oferta y la demanda, la presentaci�n del producto y los precios.

Tambi�n es necesario registrar la infraestructura existente en el pa�s, y su utilizaci�n por parte de las pesquer�as; por ejemplo, las v�as de comunicaci�n, el suministro de energ�a el�ctrica y de agua; los puertos y terminales pesqueras.

Las industrias conexas se tienen que conocer para evaluar la disponibilidad de los servicios requeridos por la pesquer�a, como son las f�bricas de hielo, las congeladoras y almacenes, astilleros y muelles, f�bricas de artes de pesca, distribuidoras de piezas de recambio, y los talleres de reparaci�n.

De las finanzas: se analiza la capitalizaci�n, las facilidades bancarias, las cargas financieras, las tasas de inter�s, amortizaci�n, depreciaci�n, seguros, etc�tera.

Es importante valorar la capacitaci�n de los recursos humanos, como pescadores, obreros, t�cnicos, ingenieros pesqueros, investigadores, as� como las instituciones en que prestan sus servicios.

Con toda esta informaci�n se puede hacer una recapitulaci�n sobre el nivel de eficiencia de las operaciones de la pesquer�a y la evoluci�n de la calidad alimentaria del producto, relacionando la utilizaci�n de la captura y la tasa de consumo, calculando costos y ganancias y analizando el beneficio social; de las conclusiones se establece el diagn�stico de la pesquer�a.

En pesquer�a se entiende por crecimiento el aumento de las operaciones que se realizan en la flota y en la industria, para lo cual se incrementan el n�mero de barcos, el esfuerzo pesquero, la cantidad de plantas y las actividades de distribuci�n y comercializaci�n; mientras que como desarrollo se considera el empleo de nuevos recursos, as� como diferentes t�cnicas de captura y proceso y m�todos de distribuci�n y comercializaci�n.

Para programar el crecimiento y el desarrollo de las pesquer�as, es indispensable contar con la informaci�n necesaria para poder trazar objetivos claros y realizar las acciones necesarias en el tiempo adecuado, con el objeto de progresar y beneficiar a la comunidad humana.

Figura 2. Informaci�n de pesquer�as.

Sin embargo, se tiene que recordar que el problema de suministro de alimento se agrava con el crecimiento constante de la poblaci�n y con la mala distribuci�n de la riqueza, ya que en casi la mitad del mundo, es decir, en los pa�ses dependientes, tambi�n llamados subdesarrollados, hay carencias de prote�nas. Se ha calculado que para proporcionar nutrientes en cantidades razonables a la poblaci�n mundial del a�o 2000, se requerir� una producci�n de alimento que triplique a la obtenida en 1950.

Conforme la medicina y los programas de salud van logrando disminuir la mortalidad infantil y aumentar el tiempo de vida de los adultos, la poblaci�n se incrementa de manera considerable. Se observa que en 1830 se ten�a una poblaci�n mundial de mil millones de habitantes y que 100 a�os despu�s, es decir en 1930, ya se hab�a duplicado, alcanzando dos mil millones y se ha calculado que 70 a�os despu�s, para el a�o 2000, se triplicar�, alcanzando una cifra de seis a siete mil millones.

El d�ficit de alimento, que ya se presenta en la actualidad, se destaca al analizar la severa frialdad de unas cifras aportadas por la Organizaci�n de las Naciones Unidas: "cerca de 500 millones de personas, casi la sexta parte de la poblaci�n mundial, padecen hambre y desnutrici�n. Anualmente mueren de inanici�n 10 millones de individuos". Esto es suficiente para revelarnos la angustia en que se debate el hombre contempor�neo en relaci�n con su alimentaci�n.

El deterioro en la salud, debido a la falta de una buena nutrici�n, hace que enfermedades comunes se conviertan en problemas graves. El d�ficit alimenticio tambi�n se observa en el aspecto social, ya que una dieta pobre en calor�as, prote�nas, vitaminas y minerales, afecta el rendimiento en el trabajo y obstaculiza las buenas relaciones humanas, siendo esto m�s com�n en los pa�ses subdesarrollados.

En M�xico, que se encuentra en v�as de desarrollo, el problema de la alimentaci�n se agrava por las grandes diferencias que existen en la distribuci�n de la riqueza y, como se�al� Silva Herzog en 1960, "todav�a hoy existen millones de mexicanos con hambre de pan. Hay hambre de pan en el sentido de que existe en nuestro pa�s una alimentaci�n extremadamente insuficiente e inadecuada, para m�s del 60% de sus habitantes".

A estos conceptos del brillante economista mexicano, se tiene que agregar la falta de saber que sufre el pueblo, debido a la escasa oportunidad de los ni�os y los j�venes para obtener cultura ingresando a las escuelas superiores. Por lo mismo, la falta de conocimiento sobre los recursos naturales y c�mo aprovecharlos racionalmente y la ausencia de desarrollo tecnol�gico propio, colocan al pa�s en una situaci�n de econom�a dependiente y le hacen dif�cil salir del subdesarrollo.

Cada d�a, un n�mero mayor de mexicanos tiene carencias de alimento y se presenta la paradoja de una poblaci�n mal nutrida en un pa�s que cuenta con recursos naturales subexplotados.

Para ayudar a resolver este problema, el hombre est� incrementando la utilizaci�n de los organismos marinos, aunque en la actualidad, seg�n la Organizaci�n de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentaci�n (FAO), los pescados y mariscos apenas representan la cent�sima parte de los alimentos humanos.

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