PESQUER�A DE LA LANGOSTA

Los crust�ceos llamados com�nmente langosta pertenecen a las familias Palinuridae, Scyllaridae y Sinaxidae; la primera de ellas es la m�s importante desde el punto de vista pesquero. Estos organismos son considerados en algunos pa�ses como los "pr�ncipes de los mariscos".

Las langostas son generalmente de gran tama�o y se caracterizan por presentar un caparaz�n robusto con su superficie erizada de fuertes espinas. En su cabeza llevan una saliente espinosa, el "rostrum", el animal la usa como defensa; a los lados se implantan dos pares de antenas largas que a veces sobrepasan su tama�o, las cuales presentan en su base fuertes espinas; al mover estos ap�ndices hacia atr�s producen un ruido caracter�stico llamado "estridulaci�n", ocasionado por el roce con las espinas del caparaz�n.

Su cuerpo est� formado por tres regiones: un cefalot�rax ancho y robusto, un abdomen amplio y musculoso y una fuerte nadadera caudal; cada una de estas regiones tiene ap�ndices cuya forma y tama�o dependen de las funciones que llevan a cabo. El abdomen y los ap�ndices o "patas" caminadoras son las partes comestibles de la langosta.

Las dimensiones de estos organismos son variables, frecuentemente alcanzan medio metro de longitud y, en algunos casos, m�s. Viven en fondos rocosos o pedregosos, sobre todo en lugares donde abundan algas que les sirven como alimento; tambi�n comen restos org�nicos, o capturan gusanos, moluscos y crust�ceos peque�os; son voraces y prefieren las presas frescas a las que se encuentran en estado de descomposici�n. Algunas especies de langostas son migratorias, como las del Caribe que realizan grandes desplazamientos en busca de su alimento, otras lo hacen con fines reproductores y otras m�s para escapar de condiciones desfavorables; para ello forman filas de hasta 40 individuos, como si fueran los vagones de un tren y se mueven en una direcci�n definida. Este comportamiento ha sido aprovechado por los pescadores para capturarlas cuando realizan sus "corridas".

Las langostas pertenecen a una especie litoral que se acerca a la costa en verano para realizar su reproducci�n; los huevos de color rojo coral, en n�mero de un cuarto a medio mill�n, son llevados por la hembra bajo el abdomen y sostenidos con sus ap�ndices durante un tiempo que va de 18 a 70 d�as, dependiendo de la especie. Seg�n c�lculo de los bi�logos, s�lo 1 o 2 de estos huevos llegan a ser adultos y por tanto a reproducirse; el resto muere por "causas naturales" o por "pesca". La madurez sexual la alcanzan las hembras cuando tienen de 10 a 12 cent�metros de longitud y unos 3 a�os de edad; los machos maduran un poco despu�s.

Figura 8. Macho y hembra de langosta.

En los meses de primavera nacen las larvas, filosomas, adaptadas a la vida pel�gica, en donde nadan hasta tener dos cent�metros y, gracias a las mudas sucesivas, van creciendo y haci�ndose m�s pesadas, por lo que al nadar, cada vez con mayor dificultad, terminan por caer al fondo presentando ya la forma de langosta. El crecimiento es lento y alcanzan la longitud m�xima de 50 cent�metros a las edades de 15-20 a�os.

Figura 9. Hembra de langosta con huevos.

La captura de las langostas se realiza por medio de trampas llamadas nasas, generalmente elaboradas con tiras de madera o de mimbre, en forma de pir�mide truncada; en la cara superior llevan un matadero armado sobre una trampa m�vil y constan de un embudo invertido por donde entra la langosta, de modo que no pueda regresar. Para cebar las trampas, suelen usarse trozos de pescado, desperdicios de abul�n o de carne de res, lapas, etc. y, en el interior, llevan piedras fijadas por tiras de madera, para darle peso a la trampa.

Otras nasas, las llamadas "australianas", est�n construidas con alambre grueso, en forma de media esfera, con su matadero en la cara plana; �stas son muy resistentes a las corrientes, no se destruyen al ser azotadas contra las rocas e igualmente soportan el ataque de depredadores como lobos marinos, tiburones y cabrillas atraidos por la carnada.

En algunos pa�ses, para la colocaci�n de las trampas se emplean pangones de eslora de 4 metros y manga de 1.5 metros, movidos con motor fuera de borda; en otros, como en Corea, las nasas son transportadas en un n�mero mayor por barcos. Generalmente el pescador coloca sus nasas durante la tarde, las deja toda la noche para aprovechar los desplazamientos nocturnos de la langosta en busca de alimento e inicia la maniobra de levantar las trampas en la madrugada, colocando la captura en un vivero que lleva la lancha y liberando a las hembras con hueva; tambi�n en ocasiones se apilan las langostas en la popa y se cubren con una lona para preservarlas del Sol.

En algunos lugares se ha venido ensayando la captura mediante el buceo, utilizando un fuerte alambre terminado en un gancho puntiagudo con el que se atraviesa al animal; este m�todo tiene la desventaja de que si la hembra tiene hueva no se la puede liberar sin dejarla herida. Este tipo de captura se utiliza donde el recurso es poco abundante, pero la mejor recomendaci�n es evitarlo, sobre todo en la captura a mayor escala.

Figura 10. Captura de langosta por medio de buceo.

Tambi�n se emplean redes de deriva que tienen de 100 a 150 metros de largo por 1.5 metros de ancho, con flotadores en la relinga superior, —calculada para que la red quede flotando vertical al fondo— y unos pesos en la relinga inferior que hacen que se sostenga en el mismo lugar. Con estas redes que s�lo pueden ser usadas en zonas de poca corriente, se rodean las cuevas donde vive la langosta dej�ndolas toda la noche para que cuando los animales salgan en busca de alimento se enmallen y, al otro d�a, cuando el pescador las cobre, pueda zafarlas pas�ndolas a la embarcaci�n; la operaci�n para levantar la red se hace en la madrugada para evitar que los peces y los tiburones destruyan la red o muerdan a las langostas para capturarlas.

En algunos pa�ses, como Cuba y M�xico, se han probado las llamadas casas langosteras que se construyen con troncos de �rbol amarrados formando especies de balsas de 3 metros cuadrados que se separan con troncos atravesados, dejando entre cada balsa un hueco donde las langostas se esconden. La "casa langostera" se coloca en el fondo y se cobra usando un malacate, se sacan las langostas adultas y se suelta a las hembras cargadas y a los juveniles, conservando as�, la especie.

En otros pa�ses, como Estados Unidos, se tiran al fondo del mar llantas usadas y otros objetos que hacen las veces de "casas langosteras", permitiendo que el animal se esconda y pueda tener un lugar para protegerse, sobre todo en la �poca de reproducci�n. En Jap�n hunden barcos a los que previamente les hacen agujeros, produciendo una especie de "arrecife artificial", en donde se esconden tambi�n animales demersales.

Despu�s de la captura, las langostas son transportadas a las plantas industrializadoras en donde s�lo se recibe a las que llegan en buen estado y si es posible vivas; esto da idea de lo r�pida que debe ser la transportaci�n del producto desde el lugar de la captura. En la planta se clasifican por medida y peso antes de pasar al cocedor; una vez cocidas, se procede a su congelaci�n y, por �ltimo, son empacadas en cajas, generalmente de madera. Algunas especies se descabezan, de modo que s�lo se aprovecha el abdomen, seleccionado por peso, que se vende a precios muy elevados como "colas de langosta".

Hasta el momento actual no ha sido posible cultivar a las langostas debido a que en los laboratorios s�lo han llegado hasta el quinto estadio de su desarrollo y, los ejemplares as� criados, son m�s peque�os; las condiciones ambientales que necesitan para seguir su crecimiento son muy dif�ciles de reproducir en el laboratorio o en una granja. Cuando se ha tratado de "engordar" juveniles, se presenta el problema de que en el momento de su "muda" se devoran unas a otras, por lo que se requerir�a cultivarlas en espacios muy grandes, de modo que estos proyectos no son costeables.

Las langostas ocupan la franja oce�nica tropical y subtropical que rodea al planeta, desde las costas atl�nticas de Am�rica, un poco m�s al norte de Florida, hasta las de Brasil, incluyendo el Golfo de M�xico y las Antillas, pasando por las de Espa�a y las de las Islas Canarias, hasta las del Pac�fico, de California a Chile; las del Pac�fico noroeste y el Pac�fico centro-occidental hasta Australia, as� como en el Oc�ano �ndico. En 1986 la captura total registrada, seg�n la FAO, fue de 201 485 toneladas; el pa�s con mayor producci�n fue Australia, despu�s Sud�frica, luego Cuba y Brasil; Estados Unidos representa el mayor importador de este apreciado crust�ceo.

En las costas de Jap�n se captura la "langosta japonesa" (Panulirus japonicus); en las de Australia, la "langosta australiana" (Panulirus cygnus); en la costa espa�ola, la "langosta com�n" (Panulirus elephans) y la "langosta mora" o "marroqu�" (Panulirus mauritanieus). En Am�rica del Sur la especie m�s importante es la "langosta decorada" o "langosta de la Isla de Juan Fern�ndez" (Jasus frontalis) una variedad de otra que tiene gran distribuci�n en las costas occidentales de �frica y en las de Australia.

En M�xico, la pesquer�a de la langosta se realiza en ambos litorales, generalmente entre los meses de octubre y marzo que es cuando estos organismos se encuentran a menor profundidad. Las poblaciones de langostas est�n formadas, en el Oc�ano Pac�fico, por la "langosta roja" o "langosta de California" (Panulirus interruptus) que se encuentra en la costa occidental de la pen�nsula de Baja California y tiene una distribuci�n que va desde San Luis Obispo, California, EUA, hasta Bah�a Magdalena en Baja California Sur; la "langosta azul", "langosta cabezona" o "langosta de roca" (Panulirus inflatus) que se localiza en ambos litorales de la pen�nsula de Baja California y llega a Puerto �ngel, Oaxaca, hasta los l�mites del Golfo de Tehuantepec; la "langosta verde" o "langosta de playa" (Panulirus gracilis) que se distribuye desde el litoral de Sinaloa hasta el de Chiapas, llegando a las costas de Per�; y la "langosta de la Isla Socorro" (Panulirus penicillatus) que ha sido reportada en la Isla Socorro, en el archipi�lago de Revillagigedo y en la Isla Mar�a Madre del archipi�lago de las Tres Mar�as en la boca del Golfo de California; tambi�n se localiza en otros lugares del mundo, con una distribuci�n muy amplia, como en el �rea del Indopac�fico, desde el Mar Rojo y sureste de �frica hasta Corea, Taiwan y la Polinesia, as� como en los litorales de Am�rica occidental, en las islas Clipperton, Cocos y Gal�pagos.

En el Golfo de M�xico y en el Mar Caribe se ha identificado como la especie m�s importante la llamada "langosta" o "langosta del Caribe" (Panulirus argus) distribuida a lo largo de las costas que ve al Mar Caribe; su mayor abundancia se registra en Quintana Roo y en Yucat�n, siendo Isla Mujeres el centro pesquero que m�s langosta produce en la zona. Esta langosta se encuentra desde las Bermudas hasta R�o de Janeiro, Brasil, incluyendo todas las islas del Caribe. Otra especie de esta regi�n es la "langosta pinta o moteada" (Panulirus guttatus) que se distribuye desde Carolina del Norte, Estados Unidos, hasta el norte de Brasil.

La captura de la langosta en M�xico est� reservada en su totalidad a las Sociedades Cooperativas; seg�n el Anuario Estad�stico de la Secretar�a de Pesca, en 1988 �sta alcanz� las 2 351 toneladas, de las cuales 1 289 pertenecen al litoral del Pac�fico y 1 062 al litoral del Atl�ntico.

El alto valor de las langostas y la facilidad para capturarlas comparada con la pesca de otras especies, hace que representen un recurso importante para M�xico y en muchas comunidades pesqueras del pa�s esta actividad es la base de su econom�a. Este crust�ceo es el segundo generador de divisas en la pesca y los bi�logos se�alan que podr� incrementarse su producci�n si se ampl�an las zonas de captura, se mejora y aumenta la tecnolog�a para su aprovechamiento y se administra mejor el recurso.

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