X. EL FUTURO DE LA ACUICULTURA

EL 90% DE los alimentos que se obtienen de los oc�anos, lagos y r�os, proviene de la pesca; pero el estancamiento que ha presentado la captura mundial en los �ltimos a�os, debido a que algunas especies, las m�s buscadas, ya han sido sobreexplotadas y sobre todo por el aumento en los costos de la operaci�n, la captura y proceso de las especies, hace que la acuicultura se contemple como la actividad que permita incrementar en un futuro pr�ximo la producci�n acu�tica.

La acuicultura no ha alcanzado su plenitud porque todav�a no se domina el ciclo biol�gico de la mayor�a de las especies, lo cual hace que los cultivos tengan costos muy elevados, que no pueden competir con los que se producen en la captura de organismos en su medio natural.

S�lo en algunas especies, como las truchas y las carpas, puede desarrollarse el ciclo completo en cautiverio, pudi�ndose comparar con la cr�a industrial de ganado y de aves; pero en otras, �nicamente se capturan los juveniles en el mar para engordarlos en estanques, con el fin de llevarlos a la talla comercial; en otros casos, como en los salmones, es m�s ventajoso repoblar los r�os con juveniles que emigran y engordan en el mar, para despu�s regresar al r�o de origen, en donde son capturados para seguirlos engordando o para comercializarlos si ya alcanzaron el tama�o adecuado.

Uno de los objetivos de la acuicultura contempor�nea es iniciar la cr�a intensiva de especies silvestres, principalmente marinas, lo que permitir� aumentar la disponibilidad de recursos alimentarios.

Los cient�ficos y los granjeros han empezado a ponerle atenci�n a los millones de organismos microsc�picos que flotan en las aguas formando parte del plancton, los cuales, debido a su enorme n�mero y a sus pocas exigencias de alimentaci�n, presentan grandes posibilidades para su cultivo.

Su riqueza en prote�nas y grasas hace del plancton un magn�fico alimento para el hombre, por ejemplo algunas de las algas microsc�picas del fitoplancton tienen el 10% de su peso de grasas y los peque�os crust�ceos llamados cop�podos presentan 7.7% de prote�nas y 20% de grasas.

Aunque algunos investigadores han logrado que grupos de personas coman plancton, se han encontrado con el problema de que, aunque nutritivo, no es sabroso y que algunos de los organismos que lo forman pueden llegar a ser t�xicos; pero el mayor problema es su recolecci�n, ya que el sistema de bombear agua para concentrar y separar a los individuos del plancton es muy costoso.

A pesar de que existen en el oc�ano �reas donde el plancton es muy denso, como el �rtico y el Ant�rtico y las zonas de surgencias donde las aguas fr�as, ricas en nutrientes, suben a la superficie (ver volumen III de esta obra), es dif�cil predecir que el hombre a corto plazo vaya a dise�ar la tecnolog�a adecuada para recolectarlo de manera costeable, por lo que se est�n haciendo esfuerzos para cultivarlo.

Sin embargo, el cultivo de plancton en estanques o lagos salobres todav�a no se domina por la falta de conocimientos de la biolog�a de las diferentes especies que lo forman y hasta el momento los programas est�n enfocados a su producci�n para alimentar peces y otros organismos marinos como moluscos, m�s que para el consumo humano.

El cultivo de invertebrados principalmente del camar�n y del osti�n y de los peces de agua dulce, en las lagunas litorales o en estanques, est� bien establecido y en la actualidad se trabaja para mejorar su tecnolog�a y as� incrementar su productividad.

La supervivencia de los organismos durante el cultivo, sobre todo a nivel comercial, depende de las caracter�sticas fisicoqu�micas del medio; de su resistencia a los agentes pat�genos que en los estanques pueden ser m�s abundantes que en el medio natural, y a los ataques que se produzcan debido a su agresividad y comportamiento territorial, que pueden ser nefastos en cautiverio.

En los cultivos se tiene como principales ventajas: la eliminaci�n de los depredadores; la facilidad de proporcionar a los organismos la alimentaci�n m�s adecuada en cuanto a cantidad y contenido de los alimentos, lo que permite incrementar el crecimiento que es el factor clave para la rentabilidad del cultivo; y el poder intensificar la fertilidad de las especies, que si en el medio natural es elevada, ya que algunos peces llegan a producir hasta decenas de millones de huevecillos, en los programas de cultivo se puede hacer todav�a mayor, estimulando a las hembras con diferentes m�todos.

En la actualidad los bi�logos est�n desarrollando investigaciones en gen�tica de diferentes especies para responder a las necesidades de la piscicultura moderna y lograr producir especies con ventajas biol�gicas sobre las que se desarrollan en el medio natural. Los m�todos que utilizan para manejar las caracter�sticas gen�ticas de los organismos se basan en la selecci�n y cruzamiento y son semejantes a los que se emplean para la "mejora" de vegetales y animales terrestres.

Estos m�todos consisten en intervenir en la reproducci�n de los individuos mediante procedimientos que hasta el momento s�lo se usaban en las biotecnolog�as para vegetales. As� se ha llegado a producir "ejemplares gigantes"; organismos hermafroditas, es decir, que pueden actuar indistintamente como ejemplares masculinos o femeninos; poblaciones est�riles o formadas �nicamente por machos o hembras que, al no gastar energ�as en reproducirse, la aprovechan en su crecimiento; y poblaciones resistentes a diferentes tipos de enfermedades.

La mejora gen�tica se ha transformado en uno de los puntos claves en la evoluci�n de algunos programas de cultivo, como en los de truchas, carpas y tilapias y se est� iniciando en los de osti�n, abul�n y otros peces; est� apoyada en un n�mero grande de m�todos que se utilizan individualmente o en conjunto y que tienen la finalidad de lograr organismos con ventajas sobre los que se desarrollan en el medio natural.

Las investigaciones en gen�tica de los organismos acu�ticos, no s�lo se est�n haciendo para mejorar las especies en cultivo, sino que los bi�logos est�n trabajando para encontrar los m�todos de mejora de las poblaciones sometidas a explotaci�n, que como se est�n capturando intensamente, no permiten los suficientes cruzamientos que mantengan su calidad biol�gica, observ�ndose que en algunas de ellas se presentan procesos de degeneraci�n.

El cultivo de las especies marinas en alta mar est� menos evolucionado que el de aguas dulces y salobres, siendo uno de los principales problemas el que es muy dif�cil mantener a las especies en cautiverio hasta que alcancen un tama�o apropiado para ser recolectadas, y hasta el momento actual no se ha logrado dise�ar m�todos eficientes, tambi�n es dif�cil el mantenimiento de los cultivos debido a que el hombre no puede trabajar por largos per�odos de tiempo sumergido en el mar.

Figura 35. Mejora de las especies en cultivo.

Para resolver el del cautiverio se han probado diferentes m�todos, como la implantaci�n de jaulas submarinas, pero �stas s�lo se pueden colocar cerca de la costa y como el tama�o es relativamente peque�o, generalmente no son rentables, ya que los individuos tardan demasiado tiempo en alcanzar las tallas comerciales por lo que los costos se elevan.

Se han realizado experimentos con burbujas de aire o con vallas el�ctricas, para mantener a los peces en cautiverio en bah�as; como ha sucedido en los Estados Unidos que han logrado encerrar a los arenques con telones de burbujas de aire, que se producen con tubos de polietileno perforados y conectados a un compresor colocado en la playa, que tiene que estar trabajando continuamente. En este m�todo el principal problema se presenta cuando el agua est� turbia y la cortina se hace menos visible, lo que permite que los peces escapen.

Las vallas el�ctricas se logran produciendo un campo el�ctrico, con un c�mulo de corriente alterna que repele a los organismos y los mantiene en un �rea determinada. Su problema es que el voltaje requerido es muy alto, ya que la fuerza de la corriente el�ctrica se disipa r�pidamente en el agua del mar y esto eleva costos.

En cuanto a la permanencia del hombre en el mar, se han dise�ado c�maras y veh�culos que le permiten actividades submarinas que anteriormente se consideraban como imposibles, tal es el caso de los refugios submarinos Sealab de la marina de Estados Unidos (consultar volumen I de esta obra), que permiten la permanencia prolongada del hombre bajo el agua.

Otros m�todos que los bi�logos est�n probando se basan en la capacidad de aprender que tienen los delfines que, convenientemente entrenados, pueden usarse para mantener a bancos de peces en �reas cerradas por redes u otros m�todos, semejantes a lo que hacen los perros pastores con el ganado. Un ejemplo que se puede mencionar, son los delfines amaestrados, que llevan instrumentos y herramientas a los t�cnicos del Sealab en las costas de California.

Un experimento m�s ambicioso es el que se realiza para probar si la especie humana es capaz de respirar los gases disueltos en el agua. Los cient�ficos han comprobado que el perro, el hamster y la rata pueden extraer ox�geno del agua del mar, por lo que surge la pregunta si el hombre podr� tambi�n hacerlo y as� la labor de los buzos en los cultivos profundos ser�a m�s f�cil, al no tener que usar equipos voluminosos.

Como un m�todo de cultivo se est�n utilizando desde hace mucho tiempo los llamados arrecifes artificiales, ya que el hombre ha observado que muchos organismos son atra�dos por las estructuras sumergidas permaneciendo en su vecindad. Los buzos, desde los que usaban los primitivos trajes con escafandra, reportaban que alrededor de los arrecifes o de los barcos sumergidos se concentraban peces, lo que no suced�a en fondos arenosos abiertos.

Los cient�ficos no se han explicado totalmente cu�l es la causa de este comportamiento; se cree que acuden a estos sitios buscando el alimento que se fija, as� como la protecci�n que los huecos les ofrecen y lo llaman tactismo, defini�ndolo como la respuesta a estar cerca de un objeto s�lido. Las observaciones se incrementaron despu�s de la segunda Guerra Mundial, debido a la gran cantidad de barcos y aviones que quedaron hundidos.

Se considera arrecife artificial a una estructura sumergida formada por materiales de desecho o prefabricados, cuyo objetivo es proporcionar un sustrato para su fijaci�n a organismos bent�nicos y albergue a los pel�gicos; coloc�ndose estas estructuras en sitios de poca productividad; comprob�ndose que se convierten en sitios productivos para la pesca comercial y para la deportiva.

En la d�cada de los a�os setenta se inici� la construcci�n de arrecifes artificiales y actualmente existen en Jap�n, Estados Unidos, Hawai y M�xico.

Jap�n es uno de los pa�ses m�s adelantados. Ha colocado una gran cantidad de estructuras de diversos materiales en la zona de la plataforma continental con gran �xito; por lo que han dejado el uso de materiales de desecho para utilizar estructuras —dise�adas por t�cnicos especializados— de concreto armado, con formas geom�tricas o de otros materiales, seg�n el tipo de organismos que desean capturar.

Entre los materiales que se emplean para formar estos arrecifes coralinos se pueden considerar como de poca duraci�n a las llantas, los enseres dom�sticos, las carrocer�as de autom�viles y los construidos con fibras de vidrios y pl�stico reforzado; y como de alta duraci�n a los carros de ferrocarril, los barcos, los tanques de almacenamiento, las plataformas petroleras y los fabricados de concreto armado con acero.

Como se puede observar, se utilizan muchos desechos de la actividad propia de la humanidad que, adem�s de ser �tiles para incrementar las poblaciones de organismos marinos, ofrecen una soluci�n a la utilizaci�n de la basura s�lida, que en la actualidad representa un gran problema, como es el caso de muchos barcos inservibles que existen en varios pa�ses y que s�lo est�n ocupando muelles y ocasionando costos innecesarios.

Para hundir estos materiales es indispensable limpiarlos de toda sustancia t�xica, para evitar la contaminaci�n de las aguas y adem�s hacerles orificios para que los organismos puedan llegar a su interior y refugiarse. Tambi�n es importante colocarlos en zonas donde no estorben a la navegaci�n, a menos que se quiera que los barcos arrastreros no trabajen en determinada zona, por lo que los arrecifes artificiales tambi�n pueden colaborar con la protecci�n de los recursos.

En Estados Unidos los primeros arrecifes que ten�an como objetivo incrementar la pesca se colocaron en Nueva Jersey en 1930 y desde ese momento se fueron multiplicando. Hacia 1950 exist�an doce en las costas de diferentes estados, en donde tanto los pescadores comerciales como los deportivos realizaban su actividad.

La compa��a norteamericana Tenneco Oil Exploration and Production, desde 1982, desarrolla un programa de construcci�n de arrecifes artificiales, utilizando las plataformas petroleras, construyendo el primero a cien kil�metros de la costa de Louisiana y el segundo entre Fort Lauderdale y Miami, en Florida. Estos arrecifes son utilizados principalmente para la pesca, y conservan una zona para practicar el buceo.

Los arrecifes artificiales est�n demostrando su eficacia, ya que no s�lo aumentan las capturas, sino que permiten reutilizar desechos y as� evitar que se transformen en chatarra contaminante, por lo que se est�n multiplicando los esfuerzos en diferentes pa�ses, esperando con esto colaborar en el incremento de poblaciones de organismos acu�ticos.

Durante siglos, la acuicultura se ha desarrollado de manera emp�rica, trasmiti�ndose los conocimientos de padres a hijos, avanzando m�s en los pa�ses tropicales, como por ejemplo en Java donde el 60% del pescado consumido se produce en estanques que ocupan cientos de kil�metros cuadrados.

Pero conforme se demostr� su utilidad y su necesidad para colaborar en la industria pesquera, aumentando las posibilidades de captura, los t�cnicos iniciaron las investigaciones que permitieran solucionar los problemas que se presentan en el cultivo de especies acu�ticas.

La acuicultura en las aguas de r�os y lagos se ha logrado dominar casi en su totalidad, y s�lo queda aprovechar integralmente las posibilidades que ofrece para llevar alimento barato a un mayor n�mero de personas.

En cambio, la acuicultura de aguas salobres y en especial la maricultura o cultivo de organismos marinos depende del avance de los conocimientos cient�ficos y tecnol�gicos que permitan ir solucionando la problem�tica que presenta. Hasta el momento, se han logrado resultados positivos en el cultivo de especies marinas en los estuarios, en las zonas intermareales y en algunas bah�as, debido a que el hombre puede llegar a estas �reas con facilidad y en ellas puede encerrar y proteger a los organismos que est� cultivando.

Para un futuro cercano, los cient�ficos y t�cnicos calculan que se podr�n cultivar organismos en zonas abiertas del oc�ano y as� lograr que la producci�n de las granjas marinas colabore con la pesca comercial y se transforme la acuicultura marina en una industria importante.

El reto de cultivar a los organismos que viven en los oc�anos tendr� que ser atendido por las generaciones j�venes, lo que debe ser un est�mulo, porque al lograrlo colaborar�n a llevar alimento a un mayor n�mero de personas y as� asegurar�n que la humanidad no presente problemas de desnutrici�n.

Esperamos que las futuras generaciones de cient�ficos y t�cnicos resolver�n los problemas para llegar al dominio de la acuicultura tanto en aguas continentales como marinas.

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