X. EL FUTURO DE LA ACUICULTURA
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los alimentos que se obtienen de los océanos, lagos y ríos, proviene de la pesca; pero el estancamiento que ha presentado la captura mundial en los últimos años, debido a que algunas especies, las más buscadas, ya han sido sobreexplotadas y sobre todo por el aumento en los costos de la operación, la captura y proceso de las especies, hace que la acuicultura se contemple como la actividad que permita incrementar en un futuro próximo la producción acuática.La acuicultura no ha alcanzado su plenitud porque todavía no se domina el ciclo biológico de la mayoría de las especies, lo cual hace que los cultivos tengan costos muy elevados, que no pueden competir con los que se producen en la captura de organismos en su medio natural.
Sólo en algunas especies, como las truchas y las carpas, puede desarrollarse el ciclo completo en cautiverio, pudiéndose comparar con la cría industrial de ganado y de aves; pero en otras, únicamente se capturan los juveniles en el mar para engordarlos en estanques, con el fin de llevarlos a la talla comercial; en otros casos, como en los salmones, es más ventajoso repoblar los ríos con juveniles que emigran y engordan en el mar, para después regresar al río de origen, en donde son capturados para seguirlos engordando o para comercializarlos si ya alcanzaron el tamaño adecuado.
Uno de los objetivos de la acuicultura contemporánea es iniciar la cría intensiva de especies silvestres, principalmente marinas, lo que permitirá aumentar la disponibilidad de recursos alimentarios.
Los científicos y los granjeros han empezado a ponerle atención a los millones de organismos microscópicos que flotan en las aguas formando parte del plancton, los cuales, debido a su enorme número y a sus pocas exigencias de alimentación, presentan grandes posibilidades para su cultivo.
Su riqueza en proteínas y grasas hace del plancton un magnífico alimento para el hombre, por ejemplo algunas de las algas microscópicas del fitoplancton tienen el 10% de su peso de grasas y los pequeños crustáceos llamados copépodos presentan 7.7% de proteínas y 20% de grasas.
Aunque algunos investigadores han logrado que grupos de personas coman plancton, se han encontrado con el problema de que, aunque nutritivo, no es sabroso y que algunos de los organismos que lo forman pueden llegar a ser tóxicos; pero el mayor problema es su recolección, ya que el sistema de bombear agua para concentrar y separar a los individuos del plancton es muy costoso.
A pesar de que existen en el océano áreas donde el plancton es muy denso, como el Ártico y el Antártico y las zonas de surgencias donde las aguas frías, ricas en nutrientes, suben a la superficie (ver volumen III de esta obra), es difícil predecir que el hombre a corto plazo vaya a diseñar la tecnología adecuada para recolectarlo de manera costeable, por lo que se están haciendo esfuerzos para cultivarlo.
Sin embargo, el cultivo de plancton en estanques o lagos salobres todavía no se domina por la falta de conocimientos de la biología de las diferentes especies que lo forman y hasta el momento los programas están enfocados a su producción para alimentar peces y otros organismos marinos como moluscos, más que para el consumo humano.
El cultivo de invertebrados principalmente del camarón y del ostión y de los peces de agua dulce, en las lagunas litorales o en estanques, está bien establecido y en la actualidad se trabaja para mejorar su tecnología y así incrementar su productividad.
La supervivencia de los organismos durante el cultivo, sobre todo a nivel comercial, depende de las características fisicoquímicas del medio; de su resistencia a los agentes patógenos que en los estanques pueden ser más abundantes que en el medio natural, y a los ataques que se produzcan debido a su agresividad y comportamiento territorial, que pueden ser nefastos en cautiverio.
En los cultivos se tiene como principales ventajas: la eliminación de los depredadores; la facilidad de proporcionar a los organismos la alimentación más adecuada en cuanto a cantidad y contenido de los alimentos, lo que permite incrementar el crecimiento que es el factor clave para la rentabilidad del cultivo; y el poder intensificar la fertilidad de las especies, que si en el medio natural es elevada, ya que algunos peces llegan a producir hasta decenas de millones de huevecillos, en los programas de cultivo se puede hacer todavía mayor, estimulando a las hembras con diferentes métodos.
En la actualidad los biólogos están desarrollando investigaciones en genética de diferentes especies para responder a las necesidades de la piscicultura moderna y lograr producir especies con ventajas biológicas sobre las que se desarrollan en el medio natural. Los métodos que utilizan para manejar las características genéticas de los organismos se basan en la selección y cruzamiento y son semejantes a los que se emplean para la "mejora" de vegetales y animales terrestres.
Estos métodos consisten en intervenir en la reproducción de los individuos mediante procedimientos que hasta el momento sólo se usaban en las biotecnologías para vegetales. Así se ha llegado a producir "ejemplares gigantes"; organismos hermafroditas, es decir, que pueden actuar indistintamente como ejemplares masculinos o femeninos; poblaciones estériles o formadas únicamente por machos o hembras que, al no gastar energías en reproducirse, la aprovechan en su crecimiento; y poblaciones resistentes a diferentes tipos de enfermedades.
La mejora genética se ha transformado en uno de los puntos claves en la evolución de algunos programas de cultivo, como en los de truchas, carpas y tilapias y se está iniciando en los de ostión, abulón y otros peces; está apoyada en un número grande de métodos que se utilizan individualmente o en conjunto y que tienen la finalidad de lograr organismos con ventajas sobre los que se desarrollan en el medio natural.
Las investigaciones en genética de los organismos acuáticos, no sólo se están haciendo para mejorar las especies en cultivo, sino que los biólogos están trabajando para encontrar los métodos de mejora de las poblaciones sometidas a explotación, que como se están capturando intensamente, no permiten los suficientes cruzamientos que mantengan su calidad biológica, observándose que en algunas de ellas se presentan procesos de degeneración.
El cultivo de las especies marinas en alta mar está menos evolucionado que el de aguas dulces y salobres, siendo uno de los principales problemas el que es muy difícil mantener a las especies en cautiverio hasta que alcancen un tamaño apropiado para ser recolectadas, y hasta el momento actual no se ha logrado diseñar métodos eficientes, también es difícil el mantenimiento de los cultivos debido a que el hombre no puede trabajar por largos períodos de tiempo sumergido en el mar.
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Figura 35. Mejora de las especies en cultivo.
Para resolver el del cautiverio se han probado diferentes métodos, como la implantación de jaulas submarinas, pero éstas sólo se pueden colocar cerca de la costa y como el tamaño es relativamente pequeño, generalmente no son rentables, ya que los individuos tardan demasiado tiempo en alcanzar las tallas comerciales por lo que los costos se elevan.
Se han realizado experimentos con burbujas de aire o con vallas eléctricas, para mantener a los peces en cautiverio en bahías; como ha sucedido en los Estados Unidos que han logrado encerrar a los arenques con telones de burbujas de aire, que se producen con tubos de polietileno perforados y conectados a un compresor colocado en la playa, que tiene que estar trabajando continuamente. En este método el principal problema se presenta cuando el agua está turbia y la cortina se hace menos visible, lo que permite que los peces escapen.
Las vallas eléctricas se logran produciendo un campo eléctrico, con un cúmulo de corriente alterna que repele a los organismos y los mantiene en un área determinada. Su problema es que el voltaje requerido es muy alto, ya que la fuerza de la corriente eléctrica se disipa rápidamente en el agua del mar y esto eleva costos.
En cuanto a la permanencia del hombre en el mar, se han diseñado cámaras y vehículos que le permiten actividades submarinas que anteriormente se consideraban como imposibles, tal es el caso de los refugios submarinos Sealab de la marina de Estados Unidos (consultar volumen I de esta obra), que permiten la permanencia prolongada del hombre bajo el agua.
Otros métodos que los biólogos están probando se basan en la capacidad de aprender que tienen los delfines que, convenientemente entrenados, pueden usarse para mantener a bancos de peces en áreas cerradas por redes u otros métodos, semejantes a lo que hacen los perros pastores con el ganado. Un ejemplo que se puede mencionar, son los delfines amaestrados, que llevan instrumentos y herramientas a los técnicos del Sealab en las costas de California.
Un experimento más ambicioso es el que se realiza para probar si la especie humana es capaz de respirar los gases disueltos en el agua. Los científicos han comprobado que el perro, el hamster y la rata pueden extraer oxígeno del agua del mar, por lo que surge la pregunta si el hombre podrá también hacerlo y así la labor de los buzos en los cultivos profundos sería más fácil, al no tener que usar equipos voluminosos.
Como un método de cultivo se están utilizando desde hace mucho tiempo los llamados arrecifes artificiales, ya que el hombre ha observado que muchos organismos son atraídos por las estructuras sumergidas permaneciendo en su vecindad. Los buzos, desde los que usaban los primitivos trajes con escafandra, reportaban que alrededor de los arrecifes o de los barcos sumergidos se concentraban peces, lo que no sucedía en fondos arenosos abiertos.
Los científicos no se han explicado totalmente cuál es la causa de este comportamiento; se cree que acuden a estos sitios buscando el alimento que se fija, así como la protección que los huecos les ofrecen y lo llaman tactismo, definiéndolo como la respuesta a estar cerca de un objeto sólido. Las observaciones se incrementaron después de la segunda Guerra Mundial, debido a la gran cantidad de barcos y aviones que quedaron hundidos.
Se considera arrecife artificial a una estructura sumergida formada por materiales de desecho o prefabricados, cuyo objetivo es proporcionar un sustrato para su fijación a organismos bentónicos y albergue a los pelágicos; colocándose estas estructuras en sitios de poca productividad; comprobándose que se convierten en sitios productivos para la pesca comercial y para la deportiva.
En la década de los años setenta se inició la construcción de arrecifes artificiales y actualmente existen en Japón, Estados Unidos, Hawai y México.
Japón es uno de los países más adelantados. Ha colocado una gran cantidad de estructuras de diversos materiales en la zona de la plataforma continental con gran éxito; por lo que han dejado el uso de materiales de desecho para utilizar estructuras diseñadas por técnicos especializados de concreto armado, con formas geométricas o de otros materiales, según el tipo de organismos que desean capturar.
Entre los materiales que se emplean para formar estos arrecifes coralinos se pueden considerar como de poca duración a las llantas, los enseres domésticos, las carrocerías de automóviles y los construidos con fibras de vidrios y plástico reforzado; y como de alta duración a los carros de ferrocarril, los barcos, los tanques de almacenamiento, las plataformas petroleras y los fabricados de concreto armado con acero.
Como se puede observar, se utilizan muchos desechos de la actividad propia de la humanidad que, además de ser útiles para incrementar las poblaciones de organismos marinos, ofrecen una solución a la utilización de la basura sólida, que en la actualidad representa un gran problema, como es el caso de muchos barcos inservibles que existen en varios países y que sólo están ocupando muelles y ocasionando costos innecesarios.
Para hundir estos materiales es indispensable limpiarlos de toda sustancia tóxica, para evitar la contaminación de las aguas y además hacerles orificios para que los organismos puedan llegar a su interior y refugiarse. También es importante colocarlos en zonas donde no estorben a la navegación, a menos que se quiera que los barcos arrastreros no trabajen en determinada zona, por lo que los arrecifes artificiales también pueden colaborar con la protección de los recursos.
En Estados Unidos los primeros arrecifes que tenían como objetivo incrementar la pesca se colocaron en Nueva Jersey en 1930 y desde ese momento se fueron multiplicando. Hacia 1950 existían doce en las costas de diferentes estados, en donde tanto los pescadores comerciales como los deportivos realizaban su actividad.
La compañía norteamericana Tenneco Oil Exploration and Production, desde 1982, desarrolla un programa de construcción de arrecifes artificiales, utilizando las plataformas petroleras, construyendo el primero a cien kilómetros de la costa de Louisiana y el segundo entre Fort Lauderdale y Miami, en Florida. Estos arrecifes son utilizados principalmente para la pesca, y conservan una zona para practicar el buceo.
Los arrecifes artificiales están demostrando su eficacia, ya que no sólo aumentan las capturas, sino que permiten reutilizar desechos y así evitar que se transformen en chatarra contaminante, por lo que se están multiplicando los esfuerzos en diferentes países, esperando con esto colaborar en el incremento de poblaciones de organismos acuáticos.
Durante siglos, la acuicultura se ha desarrollado de manera empírica, trasmitiéndose los conocimientos de padres a hijos, avanzando más en los países tropicales, como por ejemplo en Java donde el 60% del pescado consumido se produce en estanques que ocupan cientos de kilómetros cuadrados.
Pero conforme se demostró su utilidad y su necesidad para colaborar en la industria pesquera, aumentando las posibilidades de captura, los técnicos iniciaron las investigaciones que permitieran solucionar los problemas que se presentan en el cultivo de especies acuáticas.
La acuicultura en las aguas de ríos y lagos se ha logrado dominar casi en su totalidad, y sólo queda aprovechar integralmente las posibilidades que ofrece para llevar alimento barato a un mayor número de personas.
En cambio, la acuicultura de aguas salobres y en especial la maricultura o cultivo de organismos marinos depende del avance de los conocimientos científicos y tecnológicos que permitan ir solucionando la problemática que presenta. Hasta el momento, se han logrado resultados positivos en el cultivo de especies marinas en los estuarios, en las zonas intermareales y en algunas bahías, debido a que el hombre puede llegar a estas áreas con facilidad y en ellas puede encerrar y proteger a los organismos que está cultivando.
Para un futuro cercano, los científicos y técnicos calculan que se podrán cultivar organismos en zonas abiertas del océano y así lograr que la producción de las granjas marinas colabore con la pesca comercial y se transforme la acuicultura marina en una industria importante.
El reto de cultivar a los organismos que viven en los océanos tendrá que ser atendido por las generaciones jóvenes, lo que debe ser un estímulo, porque al lograrlo colaborarán a llevar alimento a un mayor número de personas y así asegurarán que la humanidad no presente problemas de desnutrición.
Esperamos que las futuras generaciones de científicos y técnicos resolverán los problemas para llegar al dominio de la acuicultura tanto en aguas continentales como marinas.
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