V. EL CULTIVO DE LOS CRUST�CEOS

LOS crust�ceos son animales que pertenecen a los artr�podos, caracterizados por tener sus patas formadas por segmentos articulados y presentar su cuerpo protegido por una cubierta gruesa de quitina, a lo que deben su nombre, y la cual necesitan cambiar o mudar para poder crecer.

Viven en aguas marinas, salobres y dulces, distribuidos en todo el mundo, y muchas especies como los camarones, las langostas, los cangrejos, los percebes y los langostinos, son explotadas comercialmente y forman parte de la alimentaci�n humana, siendo en muchos pa�ses la base de su econom�a pesquera por los altos costos que estos organismos han alcanzado en los mercados internacionales.

En la actualidad la captura de algunos de estos crust�ceos como los camarones y las langostas se ha convertido en una actividad cara y complicada y en algunas ocasiones, cuando se utilizan las redes de arrastre, destructivas del medio, su cultivo se presenta como una magn�fica alternativa que permite incrementar las poblaciones y hacer m�s racional la explotaci�n de estos recursos.

EL CULTIVO DEL CAMAR�N

La producci�n mundial de camarones, llamados tambi�n quisquillas, langostinos o gambas, se ha estabilizado en 1.5 millones de toneladas anuales, siendo India, China continental, Estados Unidos, Tailandia, Indonesia, M�xico, Malasia, Jap�n, Vietnam y Brasil los diez principales pa�ses en la pesca de camar�n. M�xico se localiza como el sexto productor con una captura anual de 73 mil toneladas, pero s�lo el 5.7 proviene del cultivo.

Como el consumo de estos animales experimenta cada a�o un incremento moderado, se presenta un d�ficit que s�lo se puede resolver a trav�s del cultivo. As� se podr�an atender los principales mercados que son Jap�n, Europa Occidental y Estados Unidos.

El cultivo de camar�n o camaronicultura apenas representa el 10% de la producci�n total anual, es decir, alcanza la cifra de 150 mil toneladas y varios pa�ses est�n haciendo esfuerzos considerables para incrementarla.

Se sabe que el inicio del cultivo de camar�n se llev� a cabo en el sureste de Asia, hace m�s de cinco siglos, utilizando m�todos rudimentarios consistentes en capturar y encerrar camarones juveniles en estanques con agua salobre durante algunos meses para esperar su engorda y as� poder cosecharlos.

El cultivo intensivo de camar�n lo inici� en Jap�n el doctor Motosaku Fujinaga, en el a�o de 1933, en las salinas de la isla de Seto al sur de Hiroshima, donde logr� la reproducci�n en cautiverio del camar�n japon�s o kuruma, llamado Penaeus japonicus.

Fujinaga pas� m�s de diez a�os estudiando la biolog�a del camar�n, que para ese entonces no se conoc�a, y en 1955 inici� el cultivo comercial compr�ndole a los pescadores las hembras maduras que estaban listas para poner de 400 mil a 1.2 millones de huevecillos. Luego las transportaba hasta sus instalaciones sobre aserr�n h�medo; colocaba los huevecillos en estanques interiores hasta que sal�an las larvas, a las que alimentaba con algas microsc�picas y peque�os crust�ceos. Una vez que llegaban al estado juvenil las trasladaba a grandes estanques que hab�a construido en las salinas donde les proporcionaba almejas, gusanos y trozos de calamar hasta obtener las tallas comerciales listas para preparar el t�mpura y el suki platillos populares en Jap�n.

El cultivo de los camarones se basa en su ciclo vital, el cual es muy semejante en todas las especies de este crust�ceo. Los camarones son abundantes en �reas de aguas tropicales y subtropicales, en donde la plataforma continental desciende gradualmente y est� cubierta por una capa de fango o de arena fina; se reproducen en alta mar y pasan sus etapas larvarias y juveniles en las lagunas litorales y en las estaciones, que han sido denominadas "criaderos o campos nodriza"; algunas especies no entran a estas zonas y pasan las primeras etapas de su vida en aguas de poca profundidad cercanas a la playa.

La entrada de las larvas a las lagunas es facilitada por las corrientes, debido a que no cuentan los organismos con la suficiente fuerza para nadar y entrar por s� solas; los juveniles tambi�n son ayudados por estas corrientes para llevar a cabo su largo viaje y regresar al mar a reproducirse.

Las larvas y los juveniles cambian sus requerimientos de alimento y sus caracter�sticas fisicoqu�micas seg�n van desarroll�ndose, y el conocimiento espec�fico de estos cambios es lo que permite tener �xito en el cultivo de los camarones.

Cuando los animales llegan a aguas marinas con profundidades de 14 a 45 metros, maduran sexualmente, siendo f�cil reconocer a las hembras que est�n a punto de desovar ya que antes de liberar los cientos de miles de huevecillos los ovarios son visibles a trav�s del caparaz�n gracias a su coloraci�n. El apareamiento se realiza cuando la hembra cambia la cubierta de su cuerpo; el macho pega un paquete de c�lulas reproductoras sobre el cuerpo de la hembra y en ese momento se lleva a cabo el desove y la fecundaci�n se hace en el agua.

La puesta de huevecillos es m�s intensa cuando la temperatura empieza a elevarse, pero puede presentarse durante todo el a�o. El embri�n perfora la cubierta del huevo con una espina especial despu�s de doce horas, quedando libre el primer estado larvario o nauplio, que cambia cada dos d�as pasando por cinco estadios larvarios que se alimentan de las sustancias nutritivas que trae el huevo o vitelo. A continuaci�n se transforma en una nueva larva llamada protozoea, la cual tiene que conseguir su propio alimento por lo que �ste es un momento cr�tico de su vida; su comida consiste en organismos microsc�picos de los grupos de las algas verdes y de los dinoflagelados, principalmente.

Despu�s de tres semanas de desarrollo alcanzan los estados poslarvarios, que se van al fondo y, arrastrados por las corrientes y las mareas, llegan a las lagunas costeras y estuarios; ah� permanecen de tres a seis meses alcanzando 7.5 cent�metros de largo y aliment�ndose de organismos del fondo as� como de algunos desechos, e inician su retorno al mar para terminar su ciclo.

Para su cultivo es importante conocer en detalle este ciclo, present�ndose el problema de que es dif�cil identificar los estados larvarios de las diferentes especies y tambi�n es complicado distinguirlos de los de otras especies, lo cual complica el separarlos para el cultivo.

Entre las caracter�sticas favorables para el cultivo de los camarones se pueden mencionar su r�pido crecimiento, ya que llegan al estado comercial en menos de un a�o; su desarrollo larvario, que dura aproximadamente dos semanas, es corto, facilitando los cuidados que deben tener durante esta etapa crucial de su vida; y el hecho de que alcanzan alto valor en el mercado, lo que hace rentable al cultivo.

El cultivo de camar�n presenta las mismas tres etapas que maneja la agricultura, es decir, la siembra, el crecimiento y la cosecha, las cuales se han logrado reproduciendo en cautiverio los procesos biol�gicos naturales de estos crust�ceos.

Dependiendo del grado de desarrollo de la tecnolog�a utilizada para la camaronicultura �sta puede ser: extensiva, como la que se est� haciendo en Ecuador, que consiste en capturar las larvas y llevarlas a estanques r�sticos; semi-intensiva como la que se desarrolla en Taiw�n; e intensiva como en Jap�n, en la cual producen desde las larvas. En estos pa�ses, gracias a sus condiciones geogr�ficas y socioecon�micas, los tres sistemas de cultivo son altamente rentables.

Para cultivar camarones en estanques r�sticos o semirr�sticos, se hacen llegar poslarvas y juveniles para su crecimiento, engorda y cosecha, con densidades de siembra de 5 a 7 camarones por metro cuadrado, y se les alimenta con dietas balanceadas; es un requisito que el estanque sea fertilizado con anterioridad para que se puedan establecer las cadenas de alimentaci�n naturales, necesarias para el desarrollo de estos animales.

Para establecer una granja camaronera con este tipo de estanques es necesario considerar los siguientes factores:

Que existan suficientes larvas o semillas de las especies que se quiere cultivar. Estas larvas pueden ser conseguidas de las que viven en zonas naturales cercanas, pero se debe evaluar su poblaci�n para no agotarla y no s�lo perjudicar a los cultivadores, sino a los pescadores comerciales. Tambi�n se puede producir la larva desovando artificialmente los camarones en estanques especiales. Los centros de recolecci�n o compra de la semilla deben estar muy cerca de la granja para disminuir los costos y la mortalidad que se puede presentar si se transportan a grandes distancias.

Que el suelo, que debe ser impermeable, tenga una constituci�n de arcilla dura, mezclada con arena fina y detritus org�nicos, formando un limo que no debe pasar de 50 cent�metros de grosor, porque se ha observado que si es mayor su densidad, disminuye la producci�n; tambi�n se debe vigilar que no aumente la materia org�nica en descomposici�n, para evitar que se produzca anaerobiosis, es decir, falta de ox�geno, el cual debe existir de 3-9 ppm, y aumento de bi�xido de carbono, porque esto traer�a una mortalidad masiva de los camarones.



Se recomienda que las dimensiones de los estanques sean de entre 10 y 15 hect�reas, por la facilidad de su manejo, control y los rendimientos obtenidos. Su profundidad debe ser entre 70 cent�metros y un metro, lo que permite mantener el espejo de agua conveniente para que la temperatura no aumente, recomend�ndose que se mantenga entre 20 y 34°C.


 

Figura 24. Estanques naturales en las lagunas costeras del Pac�fico mexicano

Es importante considerar el r�gimen de mareas, as� como la localizaci�n de los estanques en relaci�n con su distancia de la costa, para aprovechar el flujo y reflujo de la marea para llenar y vaciar los estanques con mayor facilidad y para evitar las inundaciones.


Tambi�n se debe tomar en cuenta la cantidad de agua dulce en la zona, ya que una gran afluencia puede reducir la salinidad, la cual debe mantenerse entre 10 y 25°/oo (partes por mil), siendo la �ptima la comprendida entre 18 y 24°/oo.


La vegetaci�n que rodea a los estanques generalmente est� representada por diferentes tipos de mangle, que pertenecen a los g�neros Rhizophora, Avicennia y Conocarpus, e interviene en mantener la concentraci�n de �cidos y sales estables para proporcionar el pH adecuado para el camar�n.



Es obvio que la calidad del agua de los estanques tiene que cuidarse estrictamente, ya que todo el sistema de cultivo depende de este factor. El contar con un f�cil acceso de agua salobre salada o dulce proporciona al cultivador la ventaja de controlar la salinidad, la temperatura y el pH, entre otros factores. Es indispensable realizar constantemente an�lisis qu�micos del agua para detectar la presencia de metales como cobre, esta�o y plomo cuyos niveles de tolerancia por el camar�n son muy bajos. Asimismo, se debe evitar la contaminaci�n por pesticidas, plaguicidas y otras sustancias qu�micas.


El sistema de la granja debe dise�arse en funci�n con la cantidad de camar�n que se va a manejar, la cual cambia de acuerdo a si se les agrega alimentaci�n suplementaria, o si se utilizan o no sistemas de oxigenaci�n mec�nica.

Las larvas o semillas a veces se siembran directamente en los estanques y en otras ocasiones se colocan antes en estanques de precriaderos antes de introducirlas a los de crecimiento y engorda y la ventaja que esto representa es que las larvas se adaptan durante las etapas m�s cr�ticas de su desarrollo.

Los m�todos para la captura, el manejo y el transporte de la semilla, cambian de acuerdo con las diferentes especies y las �pocas del a�o en que se est� trabajando.

La alimentaci�n es otro de los factores del cultivo de gran importancia y para el camar�n que es omn�voro, es decir, que come alimento de procedencia tanto vegetal como animal, se han dise�ados diferentes dietas y f�rmulas de alimentos balanceados que permitan tener cubiertas sus necesidades alimenticias.

De acuerdo al estado de desarrollo del camar�n se aplican diferentes porcentajes de prote�na, siendo en las primeras etapas los alimentos iniciadores, que generalmente contienen 30% de prote�na proporcionada por harina de pescado, sorgo, trigo y soya; contienen el 5% de grasas que forman energ�a para la engorda y se obtienen del aceite de soya; presentan el 2% de hidratos de carbono o az�cares que ayudan a la digesti�n y a obtener energ�a; adem�s llevan fibras y sustancias compactantes como la bentonita y el lubri-pell, que permite que el alimento se mantenga compacto, por lo que se le llama pelet, y tiene la propiedad de que se hunde r�pidamente, evitando que las aves se lo coman y a la vez dura un tiempo en el fondo del estanque antes de desbaratarse y as� lo puede comer f�cilmente el camar�n.

El suministro total de alimento se determina con base en su tipo y marca, y en cantidad y peso de los individuos que se est�n manejando en el estanque. Tambi�n se debe tomar en cuenta el tama�o del estanque y los factores fisicoqu�micos como ox�geno disuelto, pH, temperatura y turbidez. Generalmente la dieta se reparte en dos raciones, una por la ma�ana a las 5 o 6 a.m. y otra por la tarde a las 5 o 6 p.m., para evitar p�rdidas por efecto de la disoluci�n del pelet y que el camar�n lo aproveche.

Se entiende por conversi�n alimentaria o eficiencia de alimento la relaci�n que se presenta entre la cantidad de alimento proporcionado contra el peso de los animales que se cultivan; y en el cultivo extensivo se han llegado a obtener relaciones de 1:1.5, es decir que para producir una libra de camar�n, se emplean 1.5 libras de alimento balanceado y peletizado.

Adem�s, tambi�n se agregan al estanque abonos que pueden ser inorg�nicos, como los que contienen fosfatos y nitratos, y org�nicos como la gallinaza o el esti�rcol de ganado. Estos abonos permiten que en el estanque se establezcan las cadenas de alimentaci�n.

Un problema grave en los cultivos extensivos es el control de depredadores, es decir, de otros organismos que se comen al camar�n, como las jaibas, los peces como la lisa y los chihuiles y las aves como los patos y las garzas. El control debe ser ejercido estrictamente para evitar que se conviertan en plagas y destruyan todo un ciclo de reproducci�n.

Una vez que el camar�n crece, engorda y alcanza la talla comercial, se inicia la faena de pesca; se hace un muestreo para conocer el tama�o, as� como si los animales no se encuentran mudando; y si est� listo se saca del estanque a trav�s de las compuertas para facilitar la captura, que se hace generalmente en redes de copo; despu�s los animales son colocados en gavetas con suficiente hielo para bajar la temperatura y evitar la descomposici�n del organismo.

Despu�s de la captura los estanques se secan totalmente, durante 10 o 15 d�as, con el objeto de que reciban directamente los rayos solares y se destruyan los microorganismos que pueden ser nocivos para los futuros camarones. Tambi�n se aprovecha para agregar los fertilizantes y revisar y arreglar las instalaciones.

En el cultivo intensivo, todas las etapas del ciclo vital del camar�n suceden en cautiverio, manej�ndose distintas densidades de individuos por metro cuadrado hasta alcanzar la talla comercial. Se llega a obtener un promedio de 2 a 6 toneladas por hect�rea en un tiempo cercano a los 200 d�as.

La primera fase del cultivo intensivo es la de reproducci�n y producci�n de poslarvas, que comprende la captura de los reproductores y su colocaci�n en estanques de concreto que tienen un flujo continuo de carga y el equipo necesario para mantener constantes la salinidad, el pH, la temperatura y el ox�geno disuelto.

Una vez que las hembras son fecundadas por el macho se llevan a los estanques de desove en donde, despu�s de 12 o 15 horas, van a nacer las primeras larvas o nauplios, con un promedio de 30 a 50 mil por hembra. En este estado, que generalmente dura 40 horas, no requieren una alimentaci�n especial.

Figura 25. Estanques artificiales de Jap�n.

Dr. Motosaky Fujinaga junto con Juan Luis Cifuentes y otros, en Jap�n.

Antes de que se terminen los cambios que presentan los nauplios, �stos son transladados a otros estanques, llamados de producci�n de poslarvas, donde se transforman en el segundo tipo de larvas o protozoea, las que son alimentadas con algas de la especie Skeletonema costatum, en una proporci�n de 50 mil c�lulas por mil�metro c�bico de agua. Despu�s de tres cambios, adquieren la forma del tercer estado larvario o mysis, al que se le da de comer un peque�o crust�ceo del g�nero Artemia, en una concentraci�n de 3 individuos por mil�metro c�bico, y despu�s de algunos d�as se obtiene la fase de poslarva.

La siguiente fase es la de preengorda, que se realiza en estanques de corriente r�pida o race ways, en donde se les proporciona alimento balanceado, variando la dosis de acuerdo al tama�o de los organismos.

La etapa final es la fase de engorda, que se lleva a cabo en estanques de corriente r�pida agregando el alimento balanceado rico en prote�nas. Se espera que los camarones tengan la talla requerida y se dejan tres d�as sin comer para que el intestino est� limpio y no se tenga que quitar, a lo que se le llama desvenado y luego se saca para enhielarlo o congelarlo y comercializarlo.

Una de las grandes ventajas del cultivo intensivo es que no se presenta el problema de los competidores y de los depredadores, y si se llegara a presentar alguna enfermedad producida por bacterias o por par�sitos, es f�cilmente controlable.

Entre el cultivo extensivo y el intensivo existen una serie de m�todos que se denominan semi-extensivos o semi-intensivos, que pueden ir desde s�lo mejorar las bocas de las lagunas as� como la calidad del agua que �stas tienen, hasta metodolog�as un poco m�s complicadas.

La camaronicultura, como toda tecnolog�a relativamente nueva, requiere del apoyo de la investigaci�n cient�fica y tecnol�gica, que deben realizar profesionales especializados; adem�s se necesita capacitar a los t�cnicos que manejan los cultivos y contar con las industrias conexas que se requieren, as� como del apoyo financiero necesario.

Cuando lo anterior no se hace, los fracasos est�n asegurados y esto se puede observar cuando los programas se hacen con demagogia, en lugar de con bases t�cnicas adecuadas. Por desgracia, esto ha sucedido en muchos pa�ses del mundo entre ellos el nuestro.

Figura 26. Hembras de camar�n transportadas en aserr�n para el cultivo.

El principal pa�s productor de camar�n cultivado es Jap�n, en donde se lleva a cabo el cultivo intensivo del camar�n kuruma, Penaeus japonicus, al cual capturan en el mar. Despu�s de bajar la temperatura a los organismos para disminuir su metabolismo, son colocados en cajas de cart�n con aserr�n de cedro japon�s, que es repelente natural a los insectos, y son llevados a los estanques de reproducci�n para iniciar el cultivo.

En Malasia y Singapur existe gran demanda por el camar�n, por lo que han desarrollado el cultivo utilizando gran variedad de m�todos que van desde el mejoramiento de los esteros hasta el cultivo extensivo. Las especies que manejan son el langostino banana, Penaeus meriguiensis; el langostino de la India, Penaeus indicus; el langostino sugpo o langostino tigre gigante, Penaeus monodon; el langostino tigre verde Penaeus semisulcatus y el langostino amarillo, Metapenaeus brevicornis, entre otros.

En la India cultivan el langostino de la India utilizando los campos de cultivo del arroz durante los seis meses en que no crece este vegetal, llegando a producir hasta tonelada y media por hect�rea.

En Filipinas se cultiva el langostino sugpo, en combinaci�n con el pez llamado sabalote, Chanos chanos, y cuando abunda la semilla de este langostino, realizan el monocultivo intensivo.

En Corea del Sur, el cultivo del camar�n Penaeus orientalis ha tenido gran �xito, convirti�ndose en el segundo pa�s de zonas templadas que cultiva camar�n comercialmente.

En Estados Unidos, gracias a las investigaciones de John H. Knox y otros bi�logos, se est� realizando el cultivo de camar�n blanco del Golfo, Penaeus setiferus, en la costa de Florida, donde la compa��a Marifarms Inc. cuenta con una moderna granja. En este pa�s se est� investigando, y han logrado reproducir en cautiverio con �xito, el camar�n caf� del Golfo, Penaeus aztecus, el camar�n rosado, Penaeus duorarum, el camar�n siete barbas, Xiphopenaeus kroyeri, y el camar�n caf� del Caribe, Penaeus brasiliensis, en los laboratorios de biolog�a de la Oficina de Pesca Comercial de Estados Unidos en Galveston, Texas y en el Instituto de Ciencias Marinas de la Universidad de Miami, utilizando un sistema adoptado del Jap�n.

En Europa est�n desarrollando el cultivo de especies de camarones en aguas fr�as, y en Alemania Federal han tenido buenos resultados con el camar�n de arena Crangon crangon, que se localiza en el Mar del Norte y en el Mar B�ltico; en el Reino Unido han logrado cultivar el langostino de agua profunda Pandalus borealis, as� como la especie de camar�n Palaemon serratus; y Francia est� trabajando con el camar�n kuruma que import� del Jap�n.

En �frica el cultivo de camar�n es m�nimo y s�lo Nigeria ha llevado a cabo un programa apoyado por la Organizaci�n de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentaci�n, FAO.

En Latinoam�rica, Ecuador, Panam� y M�xico son los pa�ses m�s adelantados en el cultivo de estos crust�ceos.

Ecuador es considerado como el primer pa�s latinoamericano productor de camar�n cultivado. Inici� sus actividades en 1969, y est� trabajando con el camar�n blanco, Penaeus stylirostris. Existen en este pa�s alrededor de 95 granjas que ocupan 72 928 hect�reas con un tipo de cultivo que puede ser considerado extensivo, si se le compara con Jap�n, pero que presenta diferentes niveles de tecnolog�a.

La producci�n en 1985 fue de 21 600 toneladas, siendo 20% menos de lo que se esperaba; posiblemente esta disminuci�n se deba a la falta de poslarvas en el medio natural y al exceso de estanquer�a que este pa�s tiene.

En Panam� cuentan con la granja de la Compa��a Agromarina de Panam�, donde se est� cultivando principalmente el camar�n blanco, Penaeus vennamei, en estanques r�sticos.

En M�xico se puede decir que el cultivo de camar�n se inici� desde �pocas prehisp�nicas, cuando los ind�genas hac�an encierros en las lagunas de Sinaloa y Nayarit; pero ya con bases t�cnicas a mediados de los a�os 60, gracias al esfuerzo del bi�logo H�ctor Chapa y de las cooperativas de Sinaloa, con m�todos rudimentarios se dedicaron a mejorar las condiciones de las lagunas litorales de Caimanero y Huizache, en Sinaloa, abriendo las bocas, conectando a los r�os Presidio y Baluarte y canalizando los esteros; lo cual permiti� que la producci�n se elevara considerablemente.

En 1967, se inici� un programa de investigaci�n para el cultivo de camar�n propiciado por la Secretar�a de Recursos Hidr�ulicos, en el que participaron el Instituto de Investigaciones Biol�gico Pesqueras, de la Direcci�n de Pesca de la Secretar�a de Industria y Comercio, el Instituto de Biolog�a de la Universidad Nacional Aut�noma de M�xico, la Universidad de Sonora y el Instituto de Estudios Superiores de Monterrey.

Figura 27. Unidad experimental para cultivar camar�n de Puerto Pe�asco, Sonora.

Los trabajos continuaron y en la Universidad de Sonora, los t�cnicos del Centro de Investigaciones Cient�ficas y Tecnol�gicas (CICTUS), en su Unidad Experimental de Puerto Pe�asco, Sonora, lograron tener �xito a partir de 1970 en el cultivo intensivo del camar�n azul, Penaeus stylirostris, con el m�todo de estanques de corriente r�pida. Actualmente se cuenta con un equipo de t�cnicos altamente calificados y con la mejor tecnolog�a para cultivar este crust�ceo.

Posteriormente se fueron estableciendo varios programas para cultivar camar�n y, seg�n el bi�logo Jos� Luis Arredondo, de la Secretar�a de Pesca, contamos en el pa�s con 20 granjas camaroneras distribuidas de la siguiente manera: Estado de Chiapas, dos; Nayarit, siete; Sinaloa, dos; Sonora, tres y Tamaulipas, seis, siendo los siguientes camarones los que se pueden cultivar:


Nombre científico
Nombre común
Distribución

Penaeus aztecus
camarón café
Golfo de México
Penaeus duorarum
camarón rosado
Golfo de México
Penaeus setiferus
camarón blanco
Golfo de México
Penaeus brasiliensis
camarón rosado
Atlántico
Penaeus californiensis
camarón café
Pacífico
Penaeus occidentalis
camarón blanco
Pacífico sur
Penaeus stylirostris
camarón azul
Pacífico
Penaeus vennamei
camarón blanco
Pacífico

Sin embargo, en la actualidad s�lo se cultivan el azul y el blanco del Pac�fico.

Por la situaci�n geogr�fica y por las caracter�sticas de nuestras costas, M�xico es el pa�s con mayor futuro en el cultivo de camar�n; se cuenta con todo lo necesario para desarrollar una poderosa industria en camaronicultura, ya que existen t�cnicos de alto nivel, lugares id�neos para instalar cultivos y pescadores entusiastas; s�lo falta resolver problemas de �ndole socioecon�mica y, antes que nada, sortear los obst�culos pol�ticos.

El futuro crecimiento a nivel mundial de la industria del cultivo del camar�n, ser� el resultado de las innovaciones en las t�cnicas y en el empleo de nuevas especies, as� como de los pa�ses que las utilicen. Su incremento no s�lo traer� grandes ganancias a los cultivadores, sino que hace concebir la esperanza de que, al aumentar el volumen, los precios puedan ser menores y as� un mayor n�mero de personas de la poblaci�n mundial podr�n comer este exquisito alimento, a lo cual tienen derecho, y que por el momento s�lo es posible que lo consuman las clases acomodadas.

EL CULTIVO DE LA LANGOSTA

Uno de los recursos marinos m�s codiciados es la langosta, por su sabor tan delicado que hace tengan mucha demanda por parte de los gourmets. Dentro de las langostas se pueden distinguir varios g�neros diferentes de crust�ceos, como las langostas americanas, provistas de fuertes pinzas que pertenecen al g�nero Homarus, y las langostas rojas que carecen de estas pinzas y que son del g�nero Panulirus; otras langostas de menor tama�o son las llamadas cigalas del g�nero Ibacus.

El cultivo de las langostas se inici� con las del g�nero Homarus, por presentar un ciclo biol�gico menos complejo y tener desarrollo larvario m�s simple que el de las langostas rojas. Los primeros trabajos los realizaron bi�logos de Estados Unidos, en 1885, con la finalidad de obtener larvas de la langosta americana, Homarus americanus, para liberarlas en el mar y as� proteger al recurso; a principios del presente siglo, en la costa noreste, establecieron centros para la crianza de langosta en cinco estados. Canad� y Terranova tambi�n iniciaron un programa semejante, sin embargo, por no ser econ�micamente rentable, la actividad proteccionista disminuy�, pero constituye la base para el cultivo comercial de estos crust�ceos.

En 1921, se establecieron en Europa los criaderos para la langosta europea, Homarus vulgaris, principalmente en Noruega, Suecia, Dinamarca, Alemania, Francia, los Pa�ses Bajos y el Reino Unido, con mejores resultados que los que se obtuvieron en Am�rica.

Los programas de investigaci�n y los de cultivo de langosta han seguido desarroll�ndose intensamente en varios pa�ses, pero se puede considerar que la crianza de langostas hasta alcanzar las tallas comerciales todav�a no alcanza el �xito deseado tanto en Europa como en los Estados Unidos, encontr�ndose en una etapa especulativa y de exploraci�n.

Los ciclos reproductores de las langostas americana y europea son similares, present�ndose el apareamiento sexual en el verano y produciendo las hembras de 5 mil a 125 mil huevos que se atoran en las cerdas de las patas de su abdomen y ah� permanecen de 10 a 12 meses hasta que termina el desarrollo embrionario. En condiciones naturales, desde el apareamiento hasta el nacimiento de las cr�as pueden pasar dos a�os, sin embargo, los cultivadores han logrado reducir el tiempo a 11 meses, controlando la temperatura.

Los primeros estados larvarios de las langostas viven como parte del plancton, y, despu�s de varias mudas, forman sus tenazas bien desarrolladas pareci�ndose a los individuos adultos y se dirigen ya al fondo e inician su vida en el bentos, donde empiezan a crecer alcanzando su madurez sexual a los 6 a�os en que presentan una talla superior a los 20 cent�metros de longitud; para la especie americana se ha calculado que tienen un promedio de vida entre los 50 y 100 a�os y pueden llegar a pesar hasta 19 kilogramos.

Figura 28. Langosta hembra con sus huevecillos.

En un principio los cultivadores de langosta utilizaban a las mismas hembras como incubadoras, colocando a las cargadas en los estanques. Actualmente en la granja langostera de la isla de Martha’s Vineyard en Massachusetts, han logrado aparear langostas en cautiverio, aunque tambi�n utilizan las capturadas; los animales se colocan en estanques de tres metros de largo, uno de ancho y 30 cent�metros de profundidad, que est�n divididos en 70 compartimientos en donde se colocan las langostas para su cuidado, evitando que se lesionen o rompan sus huevos. Se alimentan con v�sceras de peces o de otros crust�ceos, manteni�ndolas a la temperatura de 15° C.

Cuando las larvas salen del huevo son arrastradas por la corriente hasta llegar a cajas fabricadas con tela de alambre, despu�s se colocan en estanques circulares de fibra de vidrio de fondo c�nico, en los cuales se produce una corriente de agua circular, para evitar que las larvas se estanquen en el fondo y se destruyan por canibalismo.

Cuando las langostas j�venes alcanzan su cuarta etapa, se liberan en puntos seleccionados de la costa y r�pidamente se dirigen al fondo, disminuyendo la mortalidad. Los t�cnicos han demostrado que en esta cuarta etapa es cuando un mayor n�mero de individuos se establecen en el fondo y pueden iniciar su crecimiento y maduraci�n.

En otros lugares se est� trabajando con juveniles de langosta del g�nero Homarus, que son llevados a estanques de crecimiento y engorda, logrando producir adultos hasta de 10 a�os, aliment�ndolos con pescado fresco y otros crust�ceos y se mantienen entre 10 y 15°C de temperatura. Este tipo de cultivo se encuentra en la fase de experimentaci�n, debido a que su costo todav�a es elevado.

El cultivo de langostas del g�nero Panulirus se encuentra tambi�n en experimentaci�n, ya que sus ciclos vitales son m�s complejos. El apareamiento se lleva a cabo en aguas someras, cerca de la orilla, generalmente dos veces en el a�o; la hembra carga sus huevos en sus patas del abdomen, pudiendo ser entre 50 mil y 4 millones, y su tiempo de incubaci�n var�a seg�n la especie y la temperatura, pero se cree que es menor que para las langostas del g�nero Homarus.

Las larvas flotan en el plancton y en algunas especies se presenta una reacci�n contraria a la luz, durante el d�a se encuentran en aguas profundas. Despu�s de 6 meses se presenta el segundo estado larval, que es semejante al adulto, pasando a vivir en el fondo; durante esta etapa las posibilidades de que sobrevivan son muy bajas, debido a que son depredadas y s�lo llegan a salvarse las que se pueden esconder en las rocas. La frecuencia de crecimiento var�a seg�n el tipo de alimento y la especie; los machos aumentan de talla m�s r�pido que las hembras. En la especie Panulirus interruptus llegan a pesar entre 5 y 15 kg, con talla de 27 cent�metros, alcanzando estas dimensiones a los 9 a�os de edad; sin embargo, Panulirus argus puede hacerlo a los 3 a�os.

Los intentos para cultivar a estas "langostas rojas" se iniciaron en 1911, por bi�logos del Departamento de Caza y Pesca de California, que trabajaron con Panulirus interruptus; posteriormente lograron avances con esta misma especie los investigadores del Instituto Scripps de Oceanograf�a en la Joya, California. Tambi�n los cient�ficos sovi�ticos reportan cultivos en estanques con Panulirus elephas; desde el huevo al adulto; los japoneses con Panulirus japonicus; en �frica del Sur con la especie de langosa Jasus lalandii; en Florida con Panulirus argus y en M�xico con Panulirus inflatus y Panulirus argus.

Los programas de cultivo de las langostas rojas que han alcanzado mayor �xito son aquellos que se basan en la crianza y engorda de estados larvarios avanzados y juveniles; por ejemplo en Estados Unidos, en su costa occidental, capturan juveniles de la especie Panulirus longipes y los tienen en engorda hasta que alcanzan la talla comercial, aliment�ndolos con pescado y abul�n. En Australia tambi�n se trabaja con esta misma especie y con Panulirus japonicus, utilizando estanques o bah�as poco profundas y aliment�ndolas con desperdicios de pescado. Aunque estos cultivos indican que pueden ser factibles, todav�a no son econ�micamente costeables.

Las cigalas son langostas de menor tama�o, que en algunos pa�ses como Espa�a, son comercialmente importantes y se obtienen de la captura, ya que su cultivo apenas se inicia, por ejemplo en Jap�n se est� trabajando con cigalas de las especies Ibacus ciliatus y Parribacus antarticus, que para cultivarlas tienen la ventaja de que su desarrollo embrionario es m�s corto.

En Estados Unidos han tenido �xito con la especie Scyllarus americanus, llegando a obtener juveniles; alimentan a las larvas con el pescado crust�ceo del g�nero Artemia; sin embargo, todav�a no se ha podido pasar de la etapa experimental para el cultivo de las cigalas.

EL CULTIVO DE LOS LANGOSTINOS Y DE OTROS CRUST�CEOS

En las desembocaduras de los r�os y en r�os y lagos se encuentran los llamados langostinos, cuaques, o acamallas que pertenecen al g�nero Macrobrachium, que llegan a medir 25 cent�metros los machos y 15 cent�metros las hembras, y por la calidad de su carne son considerados un excelente platillo.

Su cultivo es posible debido a que las hembras llegan a reproducirse 3 o 4 veces en el a�o, y cada vez producen hasta 120 m huevecillos, que quedan adheridos en las patas de su abdomen, aire�ndolos cuando las agitan; su desarrollo embrionario requiere de 20 d�as a temperaturas entre los 25 y 30°C. Las larvas son planct�nicas y pueden ser barridas por las corrientes hacia las zonas de mayor salinidad, se alimentan del plancton o de desechos vegetales y animales.

Los juveniles de algunas especies, como los del llamado langostino gigante, Macrobrachium rosembergii, llegan a medir de 5 a 6 cent�metros de largo y se dirigen a vivir en el bentos, aliment�ndose de peque�os animales, y de restos org�nicos en descomposici�n y si les falta alimento, se pueden presentar casos de canibalismo. Estas larvas inician su migraci�n r�o arriba buscando las aguas con menor concentraci�n de sales, alcanzando su madurez sexual a los nueve meses, despu�s de los cuales migran nuevamente r�o abajo.

Estos langostinos han sido cultivados, desde hace mucho tiempo, con m�todos r�sticos que consisten en enramar dos o tres kil�metros de un r�o, y colocar en esta zona a hembras cargadas que capturan utilizando trampas fabricadas con materiales de la regi�n, y en las que se colocan pedazos de pescado o coco cocido para atraerlos; tambi�n pueden ser capturados durante la noche con redes de mano, aprovechando que salen de sus guaridas con el fin de alimentarse; para facilitar su captura con este m�todo, se les alumbra con una luz fuerte y as� se les inmoviliza por un momento.

Figura 29. Langostinos.

La zona se limpia de depredadores y se vigila el desarrollo de los langostinos para, si es necesario, agregar alimento y evitar el canibalismo. Conforme van llegando al estado adulto, se capturan para su comercializaci�n produciendo de dos a tres toneladas de estos animales.

El cultivo completo del langostino gigante se ha logrado en Tailandia, ya sea inici�ndolo a partir de la captura de hembras cargadas o de aparear hembras y machos para producir los huevecillos. El transporte de langostinos vivos es f�cil, ya que pueden sobrevivir varias horas fuera del agua, con la condici�n de que se les mantenga h�medos entre capas de plantas verdes, pero si el tiempo es largo, se tienen que colocar en recipientes con agua que tenga buena aireaci�n.

Las hembras se mantienen en estanques bien aireados con capacidad de 200 litros, cuidando separarlas con tela de alambre cuando mudan y as� evitar que sean atacadas cuando a�n tienen su caparaz�n blando. Como los machos en cautiverio pelean en cualquier momento, se les coloca en estanques individuales o subdivididos. Cuando llega el momento del apareamiento, se colocan 4 machos con 20 hembras, en estanques de 3 metros de largo, por 1.5 metros de ancho y 40 cent�metros de profundidad.

Las hembras en promedio producen cerca de 50 mil larvas, que son transportadas a estanques de crianza de 3 metros de largo, de 70 cent�metros de ancho y 20 cent�metros de profundidad, a temperatura de 25 a 28°C y con aireaci�n abundante, aliment�ndolas con larvas de Artemia y huevos de peces, agreg�ndole una mezcla fortificada de vitaminas y natilla de huevo vaporizado.

El tama�o del alimento tiene que estar en relaci�n con la talla de los organismos, siendo conveniente que tenga abundante fitoplacton, lo que los cultivadores llaman agua verde; tambi�n se ha probado con bastante �xito la sangre de pollo seca y pulverizada.

Es importante que cuando se utiliza el alimento preparado, los estanques se limpien cuando menos cada 15 d�as, para evitar su descomposici�n y la proliferaci�n de bacterias y otros organismos pat�genos, que producir�an mortalidad en los langostinos. Tambi�n, como son sensibles a la nicotina, debe estar prohibido fumar en el �rea de crianza de las larvas.

Cuando empiezan a crecer lo hacen por medio de mudas, es decir, cambiando la corteza de quitina que protege su cuerpo. Se colocan en estanques de 10 metros de largo por 5 metros de ancho y 1 metro de profundidad; para evitar el canibalismo, se colocan piedras y conchas en el fondo de modo que los juveniles puedan protegerse. En esta etapa se les alimenta con materia animal fresca como trozos de pescado, de moluscos y de gusanos, tantas veces como sea econ�micamente rentable y seg�n las tallas que se requiera obtener.

En las granjas de Tailandia han logrado que los juveniles del langostino gigante aumenten en promedio 5 cent�metros en 30 d�as, con un �ndice de supervivencia del 50%. Conforme crecen van siendo colocados, los de la misma edad, en estanques de mayores dimensiones, primero en 200 metros cuadrados hasta llegar a 1 000 metros cuadrados, siendo 1 metro o metro y medio la profundidad m�s recomendada, a los cuales se les agrega esti�rcol de vaca y cal para fertilizarlos.

En la etapa de engorda, uno de los problemas m�s graves que se presenta es la falta de ox�geno y cuando se observa que mueren lentamente y se dirigen a las orillas, se tienen que aplicar medidas terap�uticas para evitar mortandades grandes.

En los cultivos de langostinos gigantes de Tailandia �stos llegan a su talla adulta en 5 meses, cuando miden 15 cent�metros de longitud, momento en que est�n listos para ser cosechados. Con tal fin se drena el estanque o se utilizan redes de arrastre. En este pa�s tambi�n cultivan el langostino en los arrozales y en ocasiones combinan su cultivo con el de peces principalmente herb�voros, para que no compitan por el alimento, como la cabrilla cabezona, Aristichthys nobilis, la carpa herb�vora, Ctenopharyngodon idellus, y el rohu, Labes rohita, entre otros.

Adem�s del langostino gigante, que se cultiva principalmente en Tailandia, Jap�n y Estados Unidos, se cultivan en la India el Macrobrachium rude, el Macrobrachium malcolmson y Macrobrachium carcinatus; en Paquist�n el Macrobrachium malcolmson; en Barbados el Macrobrachium carcinus; y en Per� el Macrobrachium caementarius.

En M�xico se est�n realizando varios programas de cultivo de langostinos en los r�os y cuerpos de agua de las regiones costeras tanto del Golfo de M�xico como del Pac�fico, siendo el camar�n prieto o mano de carrizo, Macrobrachium acantharus, uno de los m�s cultivados en las regiones del Golfo de M�xico desde Tamaulipas hasta el sur de Campeche.

En nuestro pa�s fue introducido el langostino gigante Macrobrachium rosenbergii, en 1973, pero a la fecha no ha presentado los resultados esperados. Se est� experimentando con langostinos nativos, en los que se tiene mucha esperanza, que son el Macrobrachium acantharus, el Macrobrachium carcinus y el Macrobrachium americanum; se considera que el problema a resolver es disminuir el costo para competir con la producci�n natural.

Otros crust�ceos de agua dulce, parientes de los langostinos, son los cangrejos de agua dulce, de la familia Astacidae, muy apreciados como alimento, de los cuales se est� cultivando en los Estados Unidos el cangrejo rojo, Procambarus clarkii, y el cangrejo blanco, Procambarus blandingi.

El cultivo de estos animales se practica en estanques de poca profundidad, con el suelo plano y blando para que puedan hacer sus madrigueras, aliment�ndolos con restos vegetales y animales. Los langostinos llegan a medir 21 cent�metros y pesar hasta 45 gramos. En las granjas del estado de Luisiana obtienen las tallas comerciales a los 14 meses de edad.

En las lagunas costeras y en los esteros, viven gran cantidad de cangrejos, algunos de los cuales son aprovechados como alimento y otros empiezan a ser cultivados en diferentes pa�ses del mundo, como los cangrejos nadadores Scylla serrata, en Filipinas, en Taiw�n, en Java, en Malasia y en Ceil�n.

Otro de estos cangrejos, y posiblemente el m�s consumido, es la jaiba, que pertenece al g�nero Callinectes. En nuestro pa�s se consume en grandes cantidades en los estados del Golfo de M�xico, como Veracruz y Tamaulipas, siendo poco aprovechada en los del Pac�fico, en los cuales apenas se inician sus pesquer�as en Nayarit y Sinaloa.

Las jaibas se est�n cultivando en Estados Unidos, donde principalmente trabajan con Callinectes sapidus, en la costa atl�ntica y con la jaiba pata colorada del Pac�fico, Callinectes bellicosus. Los japoneses trabajan con las jaibas de las especies Portunus trituber.

Tambi�n se ha experimentado con el cangrejo moro, Menippe mercenaria, que representa una importante pesquer�a para Estados Unidos, M�xico y Cuba. Este crust�ceo es cultivado por los cient�ficos de la Universidad de Miami.

Figura 30. Jaiba.

Asimismo, los t�cnicos de la Universidad de Oregon, est�n trabajando con otro cangrejo de importancia pesquera para Canad�, Estados Unidos y M�xico, el cangrejo dungeness, Cancer productus, que en M�xico se le llama cangrejo de roca.

El cultivo de los crust�ceos, en general, ha cobrado gran impulso en las �ltimas d�cadas, ya que al ser especies con ciclo de vida corto y de gran producci�n de cr�as, las posibilidades de �xito son muchas, pero adem�s, se hace cada vez m�s necesario, por la disminuci�n que han sufrido las poblaciones naturales a causa de la pesca excesiva; por lo tanto, el aumento en la producci�n de estos recursos depende del trabajo del hombre, esperando que cada vez se llegue a conocer m�s y as� la poblaci�n humana cuente con mayor cantidad de alimento.

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