X. LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL PARA EL USO DEL OCÉANO

EL USO del océano se inició con el aprovechamiento particular que cada país hacía de sus recursos, pero conforme se fueron ampliando las posibilidades, las naciones empezaron a utilizar, de manera cooperativa, algunos de los recursos, sobre todo los vivos que por sus migraciones han sido considerados como propiedad común.

La necesidad de conocer estos recursos que se desplazan por diferentes regiones del océano, hizo que la investigación científica sobre el mar, que en un principio tuvo una base nacional, en los últimos años desarrollara una serie de programas de carácter internacional. Para lograr el progreso en el conocimiento del océano de manera más efectiva, se ha observado que es mejor realizar la investigación con programas basados en la cooperación internacional, ya que los recursos y los medios con los que cuenta un solo país, aun uno de los poderosos, son menores que aquellos con los que se cuenta cuando varios países colaboran para realizar la investigación, misma que avanzará más rápidamente que cuando una sola nación la lleva a cabo.

La colaboración internacional en la investigación oceanográfica en amplia escala no es nueva: lleva más de 87 años, ya que desde 1902 un grupo de notables expertos europeos en ciencias marinas, bajo el patrocinio del rey de Suecia, fundó el Consejo Internacional para la Exploración de los Mares, con el fin de proveer la información esencial para el uso racional de los mares y sus recursos; o sea, aprovechar los recursos marinos que mayor beneficio presenten sin perjuicio del futuro.

El trabajo del Consejo Internacional en todos estos años ha corroborado ampliamente la visión de aquellos primeros científicos marinos y hoy no sería fácil mejorar los objetivos que ellos se fijaron.

Además de sus actividades para coordinar los programas de las naciones, este consejo ha patrocinado a lo largo de los años gran cantidad de proyectos combinados o específicos, entre los que se encuentran los famosos estudios internacionales de hidrografía y del plancton entre 1904 y 1919; las contribuciones del Año Geofísico Internacional en 1957; y los tres estudios sucesivos del Consejo sobre el "frente oceánico" del Atlántico nordeste de 1960, con la operación conjunta de nueve buques de cinco países.

Otras de las actividades importantes del Consejo comprenden los censos de las existencias de peces en distintas áreas de la región del nordeste del Atlántico, así como los pronósticos de los resultados de los distintos programas de reglamentación de las pesquerías.

El ejemplo del Consejo Internacional fue seguido por otros países y así se establecieron nuevos organismos regionales que tienen como objetivo el reglamentar las capturas, como es el caso de la Comisión para las Pesquerías del Pacífico Norte, que tomó a su cargo uno de los estudios biológicos internacionales más completo, que abarca la pesca experimental y la búsqueda, en gran escala, de las principales poblaciones del salmón del Pacífico, junto con los estudios de las condiciones ambientales, según las cuales las diversas existencias de estos organismos viajan y se abren paso hacia sus ríos de origen.

Otro caso es el de la Comisión Internacional para Pesquerías del Atlántico Norte, que emprendió varios censos sobre las existencias de peces regionales y el mayor estudio sobre el ambiente oceánico, que se extendió desde Terranova hasta Groenlandia e Islandia con buques de siete países.

El Consejo para la Exploración del Mar siguió trabajando y, en 1911, celebró una convención para la conservación y protección de los "lobos marinos finos" y "nutrias marinas" en las aguas de la zona norte del Océano Pacífico, debido a que las poblaciones de estos recursos eran explotadas sin ningún control.

Los objetivos de esta reunión se ampliaron, por lo que se planteó la necesidad de enfocar el problema de la sobrexplotación de recursos de una manera, global y la de llegar a un acuerdo lo más amplio posible que, resolviendo la gran diversidad de problemas biológicos, económicos y políticos que se presentan en las diferentes regiones pesqueras, llegara a resoluciones que permitieran el manejo adecuado de las pesquerías y la conservación de los recursos.

Como resultado, se instituyó la Sociedad o "Liga" de las Naciones que, entre otros acuerdos, estableció una convención multilateral entre Gran Bretaña, Estados Unidos, Unión Soviética y Japón para conservar los "lobos marinos finos". Según esta convención, Unión Soviética y Estados Unidos son los administradores del recurso y funcionan como agentes de las partes firmantes. Los lobos marinos finos no pueden cazarse en alta mar, por resultar su captura ineficiente, y sólo se les atrapa en las islas donde se reproducen, por lo que si no se regula el esfuerzo de captura la población puede ser perjudicada de manera irreversible.

El procedimiento que se estableció para proteger este recurso consiste en que Estados Unidos y Unión Soviética intervengan en la captura hasta lograr el "máximo rendimiento sostenible" de las poblaciones de lobos finos en sus respectivas islas, entonces las utilidades se dividen con las otras naciones signatarias del convenio, a las cuales se les paga, en cierto sentido, por ceder sus derechos de cazar lobos marinos en aguas internacionales. Este sistema ofrece la ventaja económica de producir rendimiento permisible al costo más bajo posible, y además impide una competencia que causaría un despilfarro inútil. Sin embargo, esta clase de arreglo es único y no existe ningún otro tratado sobre pesca que otorgue derechos absolutos de explotación a una sola entidad.

La mayoría de los tratados que se establecieron en esta época fueron para regular las pesquerías y muy pocos para el conocimiento del medio marino. Aunque en los convenios pesqueros se realizaron estudios e investigaciones científicas, su principal objetivo estaba relacionado con la conservación de las especies o con los derechos de pesca.

Otro tipo de tratados se derivó cuando los Estados empezaron a reclamar diversos derechos sobre sus aguas costeras y sobre la posición del llamado "mar territorial", para que una extensión del continente hacia el mar se convirtiera en un derecho formal, y sobre ella se mantuviera la soberanía del Estado.

Cuando las dimensiones que debería tener este mar territorial se estudiaron en una conferencia convocada por la Liga de las Naciones, en 1930, se llegó a la conclusión de que la mayoría de los países eran partidarios de las tres millas a partir de las líneas de costa, lo que fue acordado en principio y que, posteriormente, ha cambiado al criterio de las 12 millas, que actualmente se acepta.

Figura 25. Organizaciones internacionales de pesca.

ÁREAS DELIMITADAS: 1) CARPAS (Comisión Asesora Regional de Pesca Para el Atlántico Sudoccidental). 2) CPACO (Comité de Pesca para el Atlántico Centro-Oriental). 3) CPCA (Comité de Pesca Continental para África). 4) CAEPC (Comisión Asesora Europea sólo de Pesca Continental). 5) CGPM (Consejo General de Pesca del Mediterráneo). 6) CPOI (Comisión de Pesca para el Océano Índico). 7) CIPP (Consejo del Indo-Pacífico para Pesquerías.). 8) WECAF (Comisión de Pesca para el Atlántico Centro-Occidental).

ORGANIZACIONES INDEPENDIENTES: 9) IBSFC (Comisión Internacional de Pesquerías del Mar Atlántico). 10) CIPAN (Comisión Internacional de Pesquerías del Atlántico del Noroeste). 11) CIPASO (Comisión Internacional de Pesquerías del Atlántico Sudoriental). 12) CIPNP (Comisión Internacional de Pesca del Norte del Pacífico). 13) JKFC (Comisión Conjunta Nipocoreana de Pesquerías). 14) JSFC (Comisión Niposoviética de Pesquerías del Pacífico Noroeste). 15) MCMBSF (Comisión Mixta para las Pesquerías del Mar Negro). 16) CPANE (Comisión de Pesca de Noroeste del Atlántico). 17) PCSP (Comisión Permanente de la Conferencia sobre la Explotación y Conservación de las Riquezas Marítimas del Sur del Pacífico).

ÁREAS NO DELIMITADAS: 18) BSSSC (Comité Coordinador del Salmón del Mar Báltico). 19) CIAT (Comisión Interamericana del Atún Tropical). 20) CICAA (Comisión Internacional para la Conservación del Atún del Atlántico). 21) IPHC (Comisión Internacional de Pesquerías del Hipogloso del Pacífico). 22) IPSFC (Comisión Internacional de Pesquerías del Salmón del Pacífico). 23) CBI (Comisión Ballenera Internacional). 24) NPFPPS (Comisión sobre las Focas de Peletería del Pacífico Septentrional). 25) SCNEA (Comisión sobre las Focas del Atlántico Nororiental). 26) SCSK (Comisión sobre Mariscos para Saguerrak-Kattegat).

FUENTE: FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.)

El año de 1945 marca un momento trascendental en la historia de la cooperación internacional para el uso del océano, al fundarse la Organización de las Naciones Unidas (ONU), formada por la "Asamblea General, la cual está integrada por todos los países participantes; el Consejo de Seguridad; la Corte Internacional de Justicia; el Consejo Económico, y Social, y los Organismos Especializados.

Entre estos organismos especializados se encuentran algunos directamente relacionados con el uso del océano y sus recursos, como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO; la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO; la Organización Mundial de la Salud, OMS; la Organización Meteorológica Mundial, OMM, y la Organización Consultiva Marítima Intergubernamental, OCMI.

La FAO es uno de los organismos especializados autónomos de las: Naciones Unidas, que a través de su Departamento de Pesca, se ocupa, en mayor proporción, de establecer la cooperación internacional para el conocimiento y uso de los recursos oceánicos.

Esta organización se constituyó de manera definitiva en octubre de 1945, en Quebec, Canadá, y desde 1951 tiene su sede en Roma, Italia; está formada por 144 Estados miembros; tiene como objetivos elevar los niveles de nutrición y de vida de los pueblos, mejorar la producción y la distribución de todos los alimentos y mejorar la condición de las poblaciones rurales, contribuyendo así a una economía mundial en expansión y liberando a la humanidad de la amenaza del hambre; las publicaciones que produce sobre estos temas son fundamentales para establecer los programas de desarrollo de los diferentes países.

Aunque el Departamento de Pesca de la FAO cuenta con un grupo de investigadores de alto nivel en los diferentes campos de la pesca, el cual es permanente, su labor principal no es realizar investigaciones ya que tiene la pesada tarea de ayudar a los países en desarrollo a obtener el alimento que necesitan con suma urgencia, de las proteínas de pescado de buena calidad, aprovechando de manera racional los recursos del mar.

Las actividades de estos investigadores en pesquerías de la FAO consisten en: concentrar la información científica y técnica de las distintas organizaciones de investigación nacionales e internacionales; participar, a veces, en sus trabajos y brindar asesoría donde es posible, con la aplicación de sus conocimientos del mar y sus recursos. De este modo, las instituciones de investigación de países desarrollados pueden, a través de la FAO, ayudar a otras naciones en vías de desarrollo, obteniendo ganancias al aprovechar actividades de alcance mundial, como elaboración de estadísticas, bibliografías, simposios sobre problemas básicos del mar, etcétera, que realiza la FAO.

Una de las actividades que más interesa a este organismo es reunir todos los datos y la información concernientes a las aguas y a sus habitantes, para lograr el máximo conocimiento y utilización de los recursos, hasta llegar a convenir acuerdos válidos en el plano internacional, si se desea explotar las existencias de organismos marinos con la máxima eficiencia. Un ejemplo de esto se puede observar en los resultados publicados en cinco volúmenes, de la Conferencia Científica Mundial de la FAO sobre Biología y Cultivo de Camarones y Gambas celebrada en México en junio de 1967.

Por la naturaleza de los problemas marítimos, la colaboración científica a través de las fronteras nacionales ha sido más común en la oceanografía física y en la oceanografía química que en cualquier otro campo de la investigación de las ciencias del mar.

Sin embargo, existen varios grupos de científicos internacionales en otros campos dentro del Consejo Internacional de Asociaciones Científicas, especialmente interesados en el campo de las ciencias marinas, como son: la Asociación Internacional para las Ciencias Físicas del Océano, la Asociación Internacional para la Oceanografía Biológica y la Comisión de Geología Marina. El principal apoyo de cada uno de estos grupos proviene de las distintas academias científicas nacionales, así como de las universidades.

De la colaboración dedicada a los aspectos marinos del Año Geofísico Internacional, surgió el Comité Científico para la Investigación del Océano, SCOR, principal organismo de enlace y de cooperación entre los oceanógrafos de todos los países. Su logro mayor ha sido la iniciación de la Expedición Internacional del Océano Índico, en la cual colaboraron expertos de 23 países, utilizando 21 barcos exploradores pertenecientes a 13 naciones.

La Comisión Oceanográfica Intergubernamental, IOC, es un organismo que la UNESCO fundó en 1961 y que actualmente cuenta con 80 Estados miembros, estando su presidencia a cargo de un distinguido investigador mexicano, el doctor Agustín Ayala-Castañares. Su principal función es promover y coordinar el estudio de la oceanografía en todo el mundo.

La comisión ha iniciado su tarea hace relativamente poco tiempo, pero ya ha organizado y coordinado varias investigaciones internacionales, entre las que destacan las Investigaciones Cooperativas Internacionales del Atlántico Tropical, que estudiaron la oceanografía biológica y física de las aguas ecuatoriales; el estudio cooperativo de la Región del Kuroshivo en el Pacífico; y en 1968 se iniciaron las Investigaciones Cooperativas del Mar Caribe y Regiones Adyacentes, en las que participaron 18 países con interés en el área, realizando trabajos de oceanografía física, química, geológica y biológica y sobre pesquerías, correspondiendo a Holanda la coordinación general, y a México la de pesquerías.

La Comisión Oceanográfica Intergubernamental tiene otras funciones de coordinación que comprenden el intercambio de datos oceanográficos y de información, y la promoción de asistencia en el campo de la investigación. En su tarea, la comisión ha recibido asesoramiento del SCOR, abarcando así la totalidad de la oceanografía académica y también de otro grupo de científicos que constituyen la Comisión Asesora para la Investigación de Recursos Maritimos, ACMRR, de la FAO, para los aspectos de la oceanografía aplicada a las pesquerías. Es digno de destacar que tanto el SCOR como la ACMRR están cornpuestos por investigadores designados por su capacidad personal y que en esta última comisión, México ha tenido dos investigadores nacionales dentro de los 14 que la integran.

En 1966, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución para exhortar a la FAO, a la UNESCO y a la Organización Meteorológica Mundial a coordinar todos sus esfuerzos en realizar actividades mundiales relativas a ciencias y tecnologías del mar. Desde entonces se ha elaborado una serie de programas coordinados, y uno de ellos es la organización de la Década Internacional de la Expedición Oceánica, propuesta como un programa ampliado de las Naciones Unidas.

Actualmente existen más de treinta organismos regionales en funciones, relacionados con el océano; algunos están interesados tanto en la oceanografía como en la investigación para las pesquerías; otros sólo en la regulación de las pesquerías, y muy pocos en los recursos minerales del mar. Cabe preguntar si se necesitan todavía más organizaciones o éstas son suficientes; sin embargo, en el actual conocimiento de los océanos y sus recursos existen grandes brechas y algunas superposiciones, por esto se debe revisar si la organización actual es la adecuada o no para las necesidades mundiales.

Antes de 1945, las zonas pesqueras constituían el más importante de los recursos marinos que se tomaban en cuenta en los casos relacionados con el derecho internacional del mar, o en los tratados internacionales para el conocimiento de los océanos. Era raro que se mencionaran los derechos de explotación de los minerales que hay en los mismos, probablemente porque su utilización era menos frecuente. El primer convenio internacional sobre minerales fue el Tratado Anglo-Venezolano en 1942, por el cual los dos países convinieron en establecer una línea que separa sus depósitos submarinos de petróleo en el Golfo de Paria.

En los últimos años, la Organización de las Naciones Unidas ha realizado esfuerzos para establecer un consorcio mundial con el objeto de restringir la extracción de la riqueza mineral existente bajo el lecho de los mares profundos, y espera tener resultados en un futuro próximo.

Uno de los problemas que más preocupan en la cooperación internacional para el uso del océano, es la complejidad que las investigaciones presentan, haciéndolas caras y largas, en contra de los rápidos programas de eficiencia con que han evolucionado las pesquerías y los pasos acelerados de la tecnología para el aprovechamiento de los recursos minerales del mar. Los gobiernos deben estar conscientes de la importancia de estas investigaciones y proporcionar los fondos adecuados para ellas y asegurar que sus científicos y técnicos estén presentes y activos en todos los programas de investigación cooperativa; y además, de que estos programas tengan objetivos claros para conseguir que los beneficios que el océano ofrece sean para toda la humanidad y no para unos cuantos.

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