XXXII. COMENTARIOS FINALES

HEMOS hecho una traves�a a lo largo del desarrollo del electromagnetismo, desde sus inicios, en la �poca que exist�a una absoluta curiosidad cient�fica por los fen�menos naturales, hasta llegar a la actualidad, en donde es parte sustancial de una poderosa industria tecnol�gica internacional. La industria electromagn�tica fue la primera que se desarroll� a partir de bases completamente cient�ficas.

Se ha descrito con detalle la relaci�n que se ha dado entre el trabajo cient�fico, que consiste en el descubrimiento y estudio de los fen�menos naturales, y la tecnolog�a, que da lugar a la aplicaci�n pr�ctica de los conocimientos obtenidos por la ciencia. Esta relaci�n no es ni directa ni lineal, ya que una vez que se intenta hacer alguna aplicaci�n, en la mayor�a de los casos resulta que se presentan problemas de diversa �ndole que requieren m�s investigaci�n, lo que a su vez mejora la tecnolog�a. Por tanto, esta retroalimentaci�n ha inducido mejores productos, y ha motivado investigaciones cient�ficas que han abierto nuevas ventanas sobre el misterio de la naturaleza. En muchos casos no es clara la separaci�n entre ciencia y tecnolog�a.

Una caracter�stica importante que ha ayudado al progreso de la rama electromagn�tica es la existencia de laboratorios industriales, que tambi�n existen en otras ramas c�ent�fico-tecnol�gicas. En estas instituciones se lleva a cabo investigaci�n cient�fica desde la m�s pura hasta la aplicada. Adem�s, se trabaja en el desarrollo de productos y procesos que a la larga culminan en alg�n art�culo que se comercializa. En general, estos laboratorios est�n en estrecha relaci�n con la comunidad que labora en las universidades y que se dedica a la investigaci�n cient�fica. Podemos afirmar que una caracter�stica de los pa�ses m�s avanzados es que poseen laboratorios industriales.

El trabajo que ha resultado de la estrecha colaboraci�n entre ciencia y tecnolog�a en la rama electromagn�tica ha cambiado completamente la forma de vida de la humanidad. En la actualidad no podr�amos imaginarnos vivir sin electricidad.

La rese�a que hemos presentado ilustra el hecho de que, por muy esot�rica que pueda parecer la curiosidad sobre determinados fen�menos naturales, como ocurri� en el siglo XVIII y principios del XIX, con los fen�menos el�ctricos y magn�ticos, nunca se puede saber en qu� culminar�n ni qu� consecuencias tendr�n sus aplicaciones. Nadie en sus m�s ambiciosos sue�os pudo pensar en el tipo de vida que ha proporcionado la electricidad. Esta historia constituye una lecci�n de grandes proporciones sobre el desarrollo de la humanidad.

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