PARADA TÉCNICA

�A TODO ESTO, CU�LES FUERON LOS OR�GENES DE LA ALQUIMIA OCCIDENTAL? �FUE PURA P�RDIDA DE TIEMPO? EVALUACI�N DE LA ALQUIMIA

LA ALQUIMIA, en la forma en que la conocieron y la practicaron las gentes de la Edad Media occidental, tuvo su origen en la gran cruza intercultural que represent� el Imperio de Alejandro Magno. Sus conquistas y su deliberada pol�tica de fusi�n cultural, de mercados y fronteras abiertos, hicieron posible el contacto de la filosof�a, la ciencia y las costumbres griegas con las de Egipto, China y la India. A su muerte, en Babilonia en 323 a.C. su Imperio, que se extend�a desde Egipto hasta el Punjab en la India, fue desmembrado en satrap�as por sus generales. Los nombres de dos de ellas han llegado hasta nuestros d�as como ep�tomes de la cultura, ellas son Seleucia y Alejandr�a, esta �ltima bajo el gobierno de los Ptolomeos, famosa por su universidad y su biblioteca. Fue en estos dos centros donde se desarroll� la ciencia helenizada a la que pertenecen los nombres de Euclides y Arqu�medes, quienes, en contraste con los griegos cl�sicos, no desde�aron la experimentaci�n. Las ciencias y la alquimia, en la forma en que llegaron a Occidente, fueron fruto del caldero cultural encabezado por Alejandr�a, con el que los �rabes entraron en contacto directo y as� fueron ellos los herederos de la gran Pax Alejandrina, los que tradujeron a los cl�sicos griegos y produjeron el c�mulo de conocimientos que transmitieron al Occidente europeo con los nombres de alquimia, medicina, astronom�a y filosof�a.

Ahora bien, en el Occidente europeo, las cosas no ocurrieron as�. La intelligentsia de la alta Edad Media occidental (X-XV), fue heredera de la barbarie, celta, visigoda, teut�nica, eslava y de los innumerables pueblos que se asentaron progresivamente hasta el siglo VII, en lo que ahora llamamos Europa. Pero sobre todo, fue heredera de la barbarie latina. Barbaries en tanto mundos culturalmente separados del griego cl�sico y del hel�nico, y por tanto, de la filosof�a y de la ciencia. Si bien, con respecto al mundo romano este hecho usualmente no es reconocido. En palabras de Koyre: 1[Nota 1] Es curioso comprobar la indiferencia casi total del romano por la ciencia y la filosof�a. El romano se interesa por las cosas pr�cticas: la agricultura, el arte de la guerra, el derecho, la pol�tica, la moral y la arquitectura. Pero si se busca en toda la literatura latina cl�sica una obra cient�fica o filos�fica digna de este nombre, no se encontrar�. Hallamos a Plinio, es decir, un conjunto de an�cdotas y comadreos; a S�neca, una exposici�n concienzuda de moral y f�sica estoicas adaptadas —es decir, simplificadas— para uso de los romanos; a Cicer�n, ensayos filos�ficos de un literato aficionado, o a Macrobio, un manual de escuela primaria. Es verdaderamente asombroso que no produciendo ellos mismos nada, los romanos no hayan experimentado siquiera la necesidad de procurarse traducciones, ni de Arist�teles, ni de Plat�n, ni de Euclides, ni de Arqu�medes; las pocas traducciones de filosof�a que se conocen del griego al lat�n fueron hechas muy posteriormente y por cristianos. [...] La propia aristocracia romana no estaba completamente helenizada, no le�a ni a Plat�n, ni a Arist�teles.

Por otra parte, al derrumbarse la red administrativa del Imperio ante las invasiones b�rbaras, el vac�o de autoridad y de organizaci�n en poblados, cuarteles y puestos de avanzada, en Europa, fue paulatinamente llenado por la autoridad obispal que hab�a llegado anteriormente all�. Esto �ltimo dio como resultado que la intelligentsia de la alta Edad Media (siglos X al XIV) fuese clerical y el liderazgo intelectual de car�cter religioso. La poca ciencia natural que exist�a manten�a un lugar subordinado, por una parte, debido al prejuicio de que la interpretaci�n de la revelaci�n religiosa era aplicable al terreno de los hechos de la Naturaleza como lo pueda ser en el terreno del destino personal, y por otra, a que se juzgaba tal destino como totalmente desconocido de realizaciones humanas concretas referentes al conocimiento de la Naturaleza. Excepci�n notabil�sima fue fray Rogerio Bacon, para quien sin abdicar de la fe, el estudio de la Naturaleza fue una empresa de car�cter espec�fica y orgullosamente humano. En lenguaje m�s popular, dir�amos que las gentes pensantes de la alta Edad Media fueron herederas de la Pax fascista que fue la romana, con lo que no ten�an referencia, ni antecedentes, para darse cuenta de sus prejuicios religiosos, sociales y est�ticos al observar el funcionamiento de la Naturaleza, ni hab�an podido tener una escuela de pensamiento racional desligada de lo religioso, ni heredaban una tradici�n de cuestionamiento y cr�tica.

Figura 11. Alquimista en laboratorio.

As�, a partir del siglo X, a trav�s de sus contactos con el mundo �rabe, las gentes de la Edad Media europea se encontraron frente a una explicaci�n del Universo f�sico y del funcionamiento de la Naturaleza, aparentemente muy desarrollada y completa que les llegaba de la Antig�edad y en la que pocas fisuras se notaban. Y como el pensamiento racional se reservaba para la teolog�a y se agotaba en ella, careciendo de tradici�n cr�tica, eran mucho m�s esclavos de la ciencia natural "importada" que si la hubieran inventado por s� mismos o desarrollado a partir de sus propias investigaciones y sus propias luchas por hallar la verdad en la Naturaleza. Pueblos poco cuestionadores, en aquel entonces, pasaron f�cilmente de la obediencia a la autoridad eclesi�stica a la obediencia a los autores antiguos en total deslumbramiento.

Hubo hombres en la Edad Media tard�a que observaron con todo cuidado la Naturaleza y mejoraron grandemente la exactitud de sus observaciones: tend�an a compilar enciclopedias puramente descriptivas. Cuando algo necesitaba ser explicado, estos hombres no elicitaban sus teor�as a partir de sus propias observaciones, sino que apelaban a las explicaciones de la antigua filosof�a, �tan deslumbrados estaban por ella! Ya en los finales del siglo XIV el canciller Francisco Bacon se quejaba de este divorcio entre observaci�n y explicaci�n y parte de sus preocupaciones fue mostrar c�mo esta �ltima deb�a surgir de la primera.

�Cu�l fue o fueron los obst�culos que retrasaron la aparici�n de la qu�mica como verdadera ciencia respecto de la f�sica? En primer lugar; la concepci�n que se ten�a de los elementos. De entre todas las cosas de este mundo, si algo aparec�a como irreducible, simple y omnipresente, �stos eran el aire y el agua, sino no es que todo podr�a eventualmente resolverse en agua. El fuego se consideraba oculto en las substancias y liberado durante la combusti�n en forma de flamas. Pese a que el canciller Bacon hab�a sugerido que el calor o fuego pudiera ser una forma de movimiento en las part�culas microsc�picas de materia, se le consideraba substancia material, elemento. Pero para descubrir qu� eran el aire y el agua se requer�a la noci�n de diferentes gases, contar con la forma de atraparlos, distinguirlos y posteriormente pesarlos.

�Se dir� entonces que la alquimia fue in�til? No, no es para tanto. Por un lado, est� el adelanto tecnol�gico, innegable, sobre el conocimiento de la manufactura de toda clase de materiales; por otro, el valor de la b�squeda de la transmutaci�n, que si bien tiene car�cter negativo, dej� el terreno preparado para la creaci�n de la qu�mica como ciencia.

Figura 12. Bomba de Boyle para hacer vac�o.

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