II. L�SERES DE ALTA POTENCIA
El romance entre la radiaci�n y la materia
L
A FIGURA
II.1 muestra esquem�ticamente la estructura b�sica de un �tomo de acuerdo con el modelo de Bohr. Podemos ver que �ste consta esencialmente de un n�cleo alrededor del cual giran electrones en determinadas �rbitas. Como vimos en el cap�tulo anterior, el modelo de Bohr mostr� que un electr�n no se puede encontrar en cualquier �rbita alrededor de un n�cleo, sino s�lo alrededor de determinadas �rbitas estables y que los intercambios de energ�a son cuantizados. Adem�s de esto, la energ�a de un electr�n en una �rbita se incrementa entre mayor sea la �rbita en que se encuentra. De este modo, en la figura II.2 se muestra la energ�a correspondiente a cada una de las �rbitas mostradas en la figura II.1. Podemos notar que la �rbita de menor energ�a es la primera �rbita; cuando el �tomo se encuentra en esta situaci�n decimos que se encuentra en su estado base o estado de menor energ�a. Debido a la diferencia de energ�a entre cada �rbita tenemos que, para pasar de una �rbita inferior a una superior (por ejemplo, de la segunda a la tercera �rbita), se debe recibir un cuanto de energ�a, es decir, una cantidad de energ�a exactamente igual a la diferencia de energ�a entre esas dos �rbitas; mientras que si se pasa de una �rbita superior a una inferior (por ejemplo, de la cuarta a la tercera �rbita), el �tomo debe emitir un cuanto de energ�a. Por otra parte, tambi�n podemos apreciar en la figura II.1 que hay un l�mite superior a la energ�a que un electr�n puede adquirir. Pasando ese l�mite ya no hay �rbitas superiores que sobrepasar y entonces el electr�n queda libre, dejando un �tomo ionizado, es decir, un �tomo que ha perdido uno o varios de sus electrones.El considerar los procesos de interacci�n entre radiaci�n electromagn�tica y materia en su más peque�a escala se reduce a estudiar la interacci�n entre cuantos de energ�a y �tomos. Estos cuantos de energ�a tambi�n se conocen como fotones. Por simplicidad consideraremos �tomos con s�lo dos niveles de energ�a: uno inferior de energ�a E1 y uno superior de energ�a E2.
La figura II.3 muestra el proceso de absorci�n en el cual un fot�n incide en un �tomo que inicialmente se encuentra en su estado base o no excitado. En este caso, y suponiendo que la energ�a del fot�n sea id�ntica a la diferencia de energ�a entre los dos niveles del �tomo (lo cual siempre supondremos), tenemos como resultado que �ste absorbe la energ�a del fot�n incidente, pasando por tanto de su estado base a su estado excitado de mayor energ�a.
La figura II.4 muestra el proceso de emisi�n. En este caso un �tomo inicialmente excitado de manera espont�nea pasa a un estado de menor energ�a, emitiendo en el proceso un fot�n con energ�a igual a la diferencia de energ�a entre los dos niveles. El fot�n se emite en una direcci�n totalmente arbitraria.
Figura II.4.
La figura II.5 muestra el proceso de emisi�n estimulada, cuya existencia fue propuesta por Albert Einstein en 1917, y es el proceso fundamental gracias al cual existe el l�ser. En este proceso se tiene la interacci�n entre un fot�n y un �tomo que inicialmente se encuentra en un estado excitado. Como resultado de esta interacci�n el �tomo pasa a su estado base, emitiendo en el proceso un fot�n que tiene las mismas caracter�sticas de direcci�n y de fase que el fot�n inicial. Cuando esto �ltimo ocurre decimos que la radiaci�n electromagn�tica resultante es coherente. Es importante notar que en este proceso est� ocurriendo realmente un proceso de amplificaci�n de fotones, pues inicialmente tenemos s�lo un fot�n y despu�s del proceso de emisi�n estimulada tenemos como resultado dos fotones. Podemos afirmar que el germen que dio origen al desarrollo del l�ser surgi� cuando el fen�meno de emisi�n estimulada fue propuesto. De hecho la palabra l�ser es el acr�nimo de la expresi�n en ingl�s: Light Amplification by Stimulated Emission of Radiation, que en espa�ol podemos traducir como "amplificaci�n de la luz por la emisi�n estimulada de radiaci�n".
ABSORCI�N Y AMPLIFICACI�N �PTICA
De la creaci�n y aniquilaci�n de fotones
Debemos ahora considerar la interacci�n no entre un �tomo y un fot�n, sino entre una gran cantidad de fotones y un gran n�mero de �tomos desde una perspectiva m�s real. La figura II.6 muestra una cavidad en la que se encuentran N �tomos de los cuales una cantidad N2 son �tomos que est�n en su estado excitado y N1 son �tomos que se encuentran en su estado base o no excitado. Al propagarse un flujo S de fotones a trav�s de la cavidad y entrar en interacci�n con �tomos que est�n excitados, ocurrir� el proceso de emisi�n estimulada. Como hemos visto, este proceso traer� como consecuencia la amplificaci�n del flujo inicial de fotones S. Esto se debe a que, como ya sabemos, cada fot�n de flujo incidente que interact�e con un �tomo inicialmente excitado dar� origen, por medio del proceso de emisi�n estimulada, a la emisi�n de un segundo fot�n junto con la transici�n del �tomo del estado excitado al estado base o no excitado. Sin embargo, debido a que en dicha cavidad tambi�n hay �tomos que se encuentran en su estado base, al interactuar el flujo de fotones con estos �tomos ocurrir� el proceso de absorci�n de fotones y ocasionar� una disminuci�n del flujo inicial S de fotones. Esto se debe a que cada fot�n que interact�e inicialmente con un �tomo en su estado base, ser� absorbido por dicho �tomo y �ste pasar� a un estado excitado.
En la pr�ctica debemos considerar simult�neamente los procesos de emisi�n y de absorci�n. El primero tiende a amplificar el flujo incidente dependiendo de la cantidad de �tomos que se encuentren en el nivel superior N2, mientras que el segundo tiende a disminuir el flujo incidente dependiendo de la cantidad de �tomos que se encuentren en el nivel base N1. Al considerar de manera simult�nea los dos procesos, el resultado final depende de la cantidad de �tomos que se encuentran tanto en el estado excitado como en el estado base. Si estas cantidades son iguales; tendremos entonces que, en promedio, la amplificaci�n y la absorci�n que sufre el pulso inicial son iguales, y por tanto el flujo final no ser� ni mayor ni menor que el flujo de fotones inicialmente incidente. Esto es, si
N2 = N1, el cambio neto del flujo de fotones es cero, es decir, la cantidad de fotones que sale de la cavidad cil�ndrica mostrada en la figura II.6 es la misma que la que entr�.
Por otra parte, si el n�mero de �tomos excitados N2 que hay en la cavidad es menor que el n�mero de �tomos en su estado base N1, el resultado promedio total ser� de una reducci�n del flujo inicial de fotones. Esto es, si
N2 < N1, el flujo inicial de fotones ser� absorbido. Ello implica que a lo largo de su propagaci�n por la cavidad cil�ndrica mostrada en la figura II.6, el flujo inicial de fotones disminuye como se muestra en la figura II.7.
Finalmente, si el n�mero de �tomos excitados N2 que hay en la cavidad es mayor que el n�mero de �tomos en estado base N1, el resultado promedio total ser� de un incremento al flujo inicial de fotones. Es decir, si
N2 > N1, el flujo inicial de fotones se incrementar� a lo largo de su propagaci�n por la cavidad cil�ndrica mostrada en la figura II.6. El flujo de fotones es entonces ampliado por el medio, como se muestra en la figura II.8.
Con lo antes mencionado podemos ahora comprender la operaci�n de un amplificador �ptico, tambi�n conocido como amplificador l�ser. Este es un sistema que proporciona a la salida un flujo final de fotones Sf mayor que el flujo inicial Si. Dichos amplificadores �pticos generalmente tienen un aspecto similar al mostrado en la figura II.6, es decir, cil�ndrico. Por un extremo entra un flujo inicial de fotones y por otro sale el flujo final de fotones amplificado.
Como vimos en la secci�n anterior, la condici�n necesaria para tener amplificaci�n del flujo inicial de fotones S1, es que el n�mero de �tomos excitados N2 que se encuentra en la cavidad amplificadora sea mayor que el n�mero de �tomos que se encuentra en su estado base N1. La condici�n anterior se conoce como inversi�n de poblaci�n y el problema central para la realizaci�n pr�ctica de un amplificador �ptico est� en c�mo lograrla. Es decir, el problema es conseguir que la mayor�a de los �tomos que se encuentra en la cavidad amplificadora pase de su estado base, que es el estado normal en que cualquier �tomo se encuentra cuando no es perturbado, a un estado excitado.
Para lograr dicha inversi�n de poblaci�n es necesario alg�n dispositivo que proporcione la energ�a que los �tomos de la cavidad amplificadora requieren para pasar de su estado base a un estado excitado. Este dispositivo recibe el nombre de sistema de bombeo y puede ser de varios tipos, aunque los m�s usuales son de tipo �ptico o de tipo el�ctrico.
Lo que se tiene en el caso de un sistema de bombeo de tipo �ptico es la cavidad amplificadora circundada por una o varias l�mparas luminosas de destello flash muy potentes. Al ser disparadas dichas l�mparas, los fotones que emiten son absorbidos por los �tomos de la cavidad amplificadora, los cuales pasan de su estado base a un estado excitado. Con ello se logra la inversi�n de poblaci�n. La figura II.9 muestra la secci�n transversal de dos posibles arreglos para colocar las l�mparas flash en un amplificador bombeado �pticamente.
En un sistema de bombeo de tipo el�ctrico se produce una intensa descarga el�ctrica en los �tomos que se encuentran en la cavidad amplificadora. De este modo, los energ�ticos electrones de la descarga transfieren parte de su energ�a por colisiones electr�n-�tomo a los �tomos contenidos en la cavidad, logrando que �stos pasen de su estado base a uno excitado. As� se da la inversi�n de poblaci�n. La figura II.10 muestra la secci�n transversal de un amplificador �ptico bombeado el�ctricamente, usando un ca��n de electrones.
Para amplificar un pulso de luz usando un amplificador �ptico dotado de un sistema de bombeo �ptico o el�ctrico, se sincroniza el paso del pulso de luz con el disparo del sistema de bombeo. Es importante que estos dos hechos est�n perfectamente sincronizados, pues si el sistema de bombeo se dispara antes o despu�s de que llegue el pulso de luz al amplificador, este pulso no ser� amplificado. La figura II.11 muestra la simulaci�n computacional de la amplificaci�n de un pulso de luz que pasa a trav�s de un amplificador �ptico. Pueden observarse el pulso inicial y el pulso final amplificado.
Despu�s de haber expuesto el principio b�sico de operaci�n de un amplificador �ptico, podemos comprender f�cilmente el principio de funcionamiento de un oscilador �ptico, tambi�n conocido como oscilador l�ser, o sencillamente l�ser.
Consideremos una cavidad amplificadora con un sistema de bombeo (representado por las flechas perpendiculares en la figura II.12), a la cual hemos colocado en sus extremos un par de espejos planos (o ligeramente c�ncavos) tal como ah� se muestra, donde la l�nea punteada indica el eje �ptico del sistema. Este par de espejos paralelos recibe el nombre de resonador �ptico. Uno de los espejos del resonador es casi 100% reflejante, y el otro tiene una reflectancia que es de manera caracter�stica de alrededor de 90 por ciento.
Para comprender qu� funci�n tiene el resonador �ptico nos remitiremos a la figura II.13, la cual muestra al oscilador �ptico inmediatamente despu�s de que el sistema de bombeo fue disparado. Cualquier fot�n que sea emitido en una direcci�n diferente de la definida por el eje �ptico del resonador �ptico se perder�, mientras que cualquier fot�n emitido a lo largo del eje �ptico del oscilador ser� amplificado por el proceso de emisi�n estimulada. Inmediatamente se generar� un enorme flujo de fotones confinados por el resonador �ptico, que se propagar�n a lo largo del eje �ptico. Si el resonador �ptico no estuviera all�, despu�s de disparar el sistema de bombeo los �tomos que fueron excitados pasar�an a su estado base debido al proceso de emisi�n espont�nea, emitiendo fotones en todas direcciones y perdiendo la energ�a recibida por el sistema de bombeo.
La presencia del resonador �ptico nos permite extraer de modo eficiente la energ�a que el sistema de bombeo ha depositado en los �tomos contenidos en la cavidad amplificadora. Debido a que uno de los espejos del resonador tiene reflectancia de 90%, el 10% de los fotones que incide all� ser� trasmitido fuera del resonador �ptico, formando un haz de luz muy intenso, que adem�s es monocrom�tico (formado por fotones de id�ntica energ�a), coherente (pues todos sus fotones est�n en fase, ya que fueron producidos por el proceso de emisi�n estimulada) y altamente direccional. Estas son las propiedades fundamentales de la luz l�ser que es generada por todo oscilador �ptico.
PRODUCCI�N DE PULSOS L�SER ULTRACORTOS
Como hemos visto, al excitar por medio de un pulso �ptico o el�ctrico el medio activo en un resonador �ptico, podemos producir un pulso l�ser. La duraci�n de este pulso es, en general, similar a la del pulso de excitaci�n y caracter�sticamente es entre 500 y 1 000 microsegundos. Para muchas aplicaciones pr�cticas, como la fusi�n nuclear v�a l�ser, o para la soldadura o el corte de placas de acero, la duraci�n de tales pulsos es muy grande y su intensidad demasiado peque�a. Debido a esto se han dise�ado varias t�cnicas que permiten obtener pulsos l�ser de muy corta duraci�n y de muy alta intensidad. Una de las t�cnicas m�s empleadas para producir pulsos ultracortos de alta intensidad se conoce como conmutaci�n de Q.
En todo sistema f�sico que presente oscilaciones, desde un columpio hasta un l�ser, se define una cantidad llamada factor de calidad, que se denota por la letra Q. Si el valor de Q en un l�ser es peque�o implica que en la cavidad l�ser se tienen muchas p�rdidas �pticas, mientras que si el valor de Q es grande implica que casi no hay p�rdidas en la cavidad.
La figura II.14 muestra un oscilador �ptico con altas p�rdidas, es decir, con un bajo valor de Q. Las p�rdidas en este caso son producidas al introducir un "objeto extra�o" en el interior del resonador �ptico que impide que el sistema entre en oscilaci�n y que el proceso de amplificaci�n estimulada pueda ser eficiente. Por otra parte, la figura II.13 muestra un oscilador �ptico con bajas p�rdidas y por tanto con un alto valor de Q. En este �ltimo caso no hay nada que impida la oscilaci�n �ptica del sistema.
Es posible construir un oscilador �ptico que contenga en el interior de su resonador un interruptor �ptico que nos permita variar a voluntad el valor Q de la cavidad. Esto se muestra en la figura II.15. Si el interruptor est� encendido, el flujo de fotones puede pasar a trav�s de �l y esto nos da un alto valor de Q. Por otro lado, si el interruptor est� apagado, el flujo de fotones no puede atravesarlo y tenemos entonces un bajo valor de Q.
Si el interruptor �ptico est� apagado (o sea, un bajo valor de Q) y simult�neamente se dispara el sistema de bombeo, el sistema no puede entrar en oscilaci�n l�ser y por lo tanto no puede perder energ�a emitiendo radiaci�n l�ser hacia el exterior. Por tanto, toda la energ�a depositada por el sistema de bombeo ser� asimilada por los �tomos contenidos en la cavidad amplificadora. As�, casi todos los �tomos pasar�n a su estado excitado y muy pocos permanecer�n en su estado base. Por tanto, el nivel de inversi�n de poblaci�n que se define como la diferencia N2 N1, alcanzar� un valor muy grande. Si en este momento en el que tenemos un muy alto valor de inversi�n de poblaci�n, repentinamente encendemos el interruptor �ptico (obteni�ndose as� un alto valor de Q) el sistema entrar� violentamente en oscilaci�n y muy pronto se generar� un corto e intenso pulso de luz l�ser. Esto se muestra en la figura II.16. All� podemos ver el bajo valor inicial de Q. El disparo del sistema de bombeo se inicia produciendo un incremento en el valor del nivel de inversi�n de poblaci�n. En el instante ti en que se acciona el interruptor �ptico y se tiene un alto valor de Q, el nivel de inversi�n de poblaci�n r�pidamente decrece, produci�ndose un corto e intenso pulso de luz l�ser. Algunos valores caracter�sticos de duraci�n y potencia de pulsos l�ser generados mediante esta t�cnica son del orden de 10 x 10-9 segundos de duraci�n y entre 1 x 106 y 1 x 108 watts de potencia. Sin embargo, existen sistemas l�ser para lograr la fusi�n nuclear que pueden alcanzar potencias de hasta 20 x 1012 watts (�20 giga watts!) en pulsos de 1 nanosegundo (1 x 10-9 segundos).
Para realizar investigaci�n sobre fusi�n v�a l�ser se han construido varios l�seres en el mundo. El cuadro II.1 muestra algunos de los m�s importantes as� como sus par�metros t�cnicos. Dentro de las caracter�sticas m�s importantes en la elecci�n de un l�ser para este tipo de aplicaciones destacan la duraci�n de los pulsos l�ser producidos, su energ�a, la longitud de onda de operaci�n (el color de la luz emitida) y el n�mero de haces l�ser disponibles para ser sim�tricamente focalizados en el blanco (que son las microesferas con mezcla de deuterio y tritio). Cada una de estas caracter�sticas es importante para mejorar diferentes aspectos del proceso de fusi�n; esto lo veremos con m�s detalle en el pr�ximo cap�tulo. Sin embargo, por el momento podemos adelantar que la longitud de onda l del l�ser es una de las m�s importantes. De hecho, para lograr el proceso de fusi�n, entre m�s corta sea l mejor.
CUADRO II. 1.
País Láser Laboratorio Energía/duración de pulso Haces láser Longitud de onda mm
EUA Nova Livermore 70 KJ/2.5 nseg. 10 0.35Omega Rochester 3 KJ/1 nseg. 24 0.35Chroma Kms fusión 0.7 KJ/1 nseg. 2 0.53
Japón Gekko XII Osaka 15 KJ/1 nseg. 12 0.53
Francia Luli Ecole Poly 0.7 KJ/0.6 nseg. 6 1.06Palaiseau 0.2 KJ/0.5 nseg. 0.25
Gran Bretaña Vulcan
Helen
Rutherford
Aldermaston
3 KJ/1 nseg.
1.3 KJ/0.2 nseg.
12
3
0.53
Rusia Delfin Lebedev 3 KJ/1 nseg. 108 1.06
China Shenguan Shanghai 2 KJ/1 nseg. 2 1.06
Italia Frascati 0.2 KJ/3 nseg. 2 1.06
La siguiente lista muestra algunos l�seres pulsados de alta energ�a y potencia as� como sus longitudes de onda caracter�sticos de operaci�n:
Láser de CO2 10.6 mm Láser de CF3I 1.31 mm Láser de neodimio 1.06 mm (o 0.35 mm) Láser de rubí 0.69 mm Láser de KrF 0.24 mm
Por razones t�cnicas y econ�micas casi todos los sistemas l�ser construidos en el mundo para aplicaci�n en fusi�n por l�ser son de neodimio. Los sistemas l�ser de bi�xido de carbono (CO2), a pesar de su alta eficiencia (mayor a 15%), pr�cticamente no se utilizan debido a su larga longitud de onda de emisi�n; los l�seres de rub� tampoco se usan debido a que resultan demasiado caros, pues el rub� es un cristal muy costoso de producir. Los �nicos competidores actuales de los l�seres de neodimio son los de CF3I y los de KrF; sin embargo, los problemas t�cnicos de construcci�n y operaci�n de estos l�seres (que, por ejemplo, requieren del manejo de sustancias altamente corrosivas) son mayores que los del neodimio.
La figura II.17 muestra el diagrama simplificado del l�ser Vulcan del laboratorio Rutherford Appleton en Didcot, Inglaterra. Ah� se tiene el m�s importante sistema l�ser de Europa para investigaci�n en fusi�n. La mesa del oscilador contiene un l�ser cuya funci�n es proporcionar pulsos con perfiles temporal y espacial determinados. Los pulsos l�ser ah� obtenidos son de baja intensidad y es necesario amplificarlos. Esto se hace pasando cada pulso a trav�s de una serie de amplificadores, denotados como A16, A25, A32 y A45. Estos amplificadores son barras de neodimio de 16, 25, 32 y 45 mil�metros de di�metro. En esta misma figura podemos identificar aisladores �pticos, que operan variando la polarizaci�n de los pulsos l�ser, denotados como WP y FR, e interruptores �pticos como PC. Para corregir defectos y optimizar el perfil de intensidad transversal de los pulsos l�ser producidos se usan filtros que se denotan como AP y VSF. Finalmente, como DA se encuentra un conjunto de amplificadores de disco de 108 y 150 mm de di�metro. Estos amplificadores de disco son amplificadores l�ser que no consisten en barras s�lidas de neodimio sino de discos de neodimio con dos a tres cent�metros de espesor. Separados entre s�, cuatro o seis de estos "discos" (que de hecho son en forma el�ptica), se colocan en cada tubo amplificador. Este dise�o de amplificador tiene la ventaja de que su enfriamiento despu�s de cada disparo l�ser es m�s r�pido y eficiente de lo que ser�a usando una barra s�lida de neodimio de igual di�metro.
Ahora que en el primer cap�tulo ya hemos descrito lo que es la fusi�n nuclear, mientras que en �ste vimos el tipo de l�seres que utilizan en la investigaci�n de fusi�n por l�ser, en el siguiente cap�tulo veremos cu�l es el efecto de focalizar estos intensos pulsos l�ser en la materia para as� producir fusi�n nuclear.