X. LA AVIFAUNA MEXICANA Y SU CONSERVACIÓN
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ONTANDO
ya con un panorama general de las aves del mundo, es bueno concentrar nuestro interés en el conocimiento que actualmente se tiene de la avifauna mexicana. México es un país privilegiado por sus recursos naturales, siendo uno de los países con mayor riqueza biológica del mundo junto con Brasil, Colombia, Perú, Zaire e Indonesia. Es tal la diversidad de la fauna en México que de las casi 10 000 especies de aves que existen en el mundo, aproximadamente 1 060, es decir más del 10%, se encuentran en México (Cuadro X. 1).
Cuadro X.1 Representación taxonómica de las aves de México (el número de especies se encuentra entre paréntesis).
ORDEN TINAMIFORMES ORDEN CUCULIFORMES FAMILIA TINAMIDAE (4) FAMILIA CUCULIDAE (12) ORDEN GAVIFORMES ORDEN STRIGIFORMES FAMILIA GAVIDAE (4) FAMILIA TYTONIDAE (1) ORDEN PODICIPEDIFORMES FAMILIA STRIGIDAE (27) FAMILIA PODICIPEDIDAE (7) ORDEN CAPRIMULGIFORMES ORDEN PROCELLARIIFORMES FAMILIA CAPRIMULGIDAE (13) FAMILIA DIOMEDEIDAE (3) FAMILIA NYCTIIBIDAE (2) FAMILIA PROCELLARIIDAE (2) ORDEN APODIFORMES FAMILIA HYDROBATIDAE (8) FAMILIA APODIDAE (11) ORDEN PELECANIFORMES FAMILIA TROCHILIDAE (55) FAMILIA PHAETHONTIDAE (3) ORDEN TROGONIFORMES FAMILIA SULIDAE (2) FAMILIA TROGONIDAE (9) FAMILIA PELEGANIDAE (2) ORDEN CORACIIFORMES FAMILIA PHALACROCORACIDAE (4) FAMILIA MOMOTIDAE (6) FAMILIA ANHINGIDAE (1) FAMILIA ALCENIDIDAE (5) FAMILIA FREGATIDAE (2) ORDEN PICIFORMES ORDEN CICONIIFORMES FAMILIA BUCCONIDAE (2) FAMILIA ARDEIDAE (18) FAMILIA GALBULIDAE (1) FAMILIA THRESKIORNITHIDAE (4) FAMILIA RAMPHASTIDAE (3) FAMILIA CICONIDAE (2) FAMILIA PICIDAE (26) ORDEN PHOENICOPTERIFORMES ORDEN PASSERIFORMES FAMILIA PHOENICOPTERIDAE (1) FAMILIA FURNARIIDAE (7) ORDEN ANSERIFORMES FAMILIA DENDROCOLAPTIDAE (13) FAMILIA ANATIDAE (40) FAMILIA FORMICARIIDAE (9) ORDEN FALCONIFORMES FAMILIA TYRANNIDAE (72) FAMILIA CATHARTIDAE (5) FAMILIA COTINGIDAE (2) FAMILIA ACCIPITRIDAE (38) FAMILIA PIPRIDAE (4) FAMILIA FALCONIDAE (12) FAMILIA ALAUDIDAE (1) ORDEN GALLIFORMES FAMILIA HIRUNDINIDAE (13) FAMILIA GRACIDAE (8) FAMILIA CORVIDAE (23) FAMILIA PHASIANIDAE (21) FAMILIA PARIDAE (5) ORDEN GRUIFORMES FAMILIA REMIZIDAE (1) FAMILIA RALLIDAE (15) FAMILIA AEGITHALIDAE (1) FAMILIA HELIORNITHIDAE (1) FAMILIA SITTIDAE (3) FAMILIA EURYPIGIDAE (1) FAMILIA GERTHIDAE (1) FAMILIA ARAMIDAE (1) FAMILIA TROGLODYTIDAE (30) FAMILIA GRUIDAE (2) FAMILIA CINCLIDAE (1) ORDEN CHARADRIIFORMES FAMILIA MUSCICAPIDAE (36) FAMILIA BURHINIDAE (1) FAMILIA MIMIDAE (18) FAMILIA CHARADRIIDAE (1) FAMILIA MOTACILLIDAE (4) FAMILIA HAEMATOPODIDAE (2) FAMILIA BOMBYCILLIDAE (1) FAMILIA RECURVIRODTRIDAE (2) FAMILIA PTILOGONATIDAS (2) FAMILIA JANANIDAE (1) FAMILIA LANIIDAE (1) FAMILIA SCOLOPACIDAE (34) FAMILIA STURNIDAE (1) FAMILIA LARIDAE (38) FAMILIA VIREONIDAE (24) FAMILIA ALCIDAE (9) FAMILIA EMBERIZIDAE (220) ORDEN COLUMBIFORMES FAMILIA FRIGILLIDAE (12) FAMILIA COLUMBIDAE (25) FAMILIA PASSERIDAE (1) ORDEN PSITTACIFORMES FAMILIA PSITTACIDAE (21)
Las aves mexicanas pueden dividirse, de acuerdo con su presencia estacional, en residentes y no residentes. Las primeras son aquellas que se encuentran durante todo el año en el país y aquí se reproducen. Las no residentes caen dentro de varias categorías: la primera es la de las migratorias residentes de invierno, las cuales se reproducen por lo general en Canadá y Estados Unidos y pasan el invierno en México; la segunda es la de las migratorias de paso, las cuales cruzan el territorio nacional solamente como parte de su ruta de migración hacia Centro o Sudamérica; otras son las residentes de verano, las cuales únicamente se encuentran en México durante su etapa reproductiva, en primavera y verano, pasando el resto del año en Sudamérica; la última categoría es la de las accidentales, que son especies que se han registrado sólo ocasionalmente en México, y su presencia puede deberse a disturbios atmosféricos que las desvían de su ruta. Por lo tanto, la avifauna de México está conformada por todas estas especies que, de un modo u otro, han sido registradas dentro de los límites del país.
PATRONES GENERALES DE DISTRIBUCIÓN DE LA AVIFAUNA EN MÉXICO
Han sido pocos los esfuerzos realizados para comprender la distribución de las aves en México desde un punto de vista global. Esto se debe, en gran parte, a que no existen aún estudios detallados acerca de la presencia de las especies en todas las regiones del país. De hecho, son pocos los estados de la República que cuentan con un inventario detallado, realizado por investigadores nacionales o extranjeros, de las aves presentes, su distribución en las regiones naturales, en los tipos de vegetación y su abundancia. Tienen importancia los trabajos realizados por los estadunidenses Joseph Grinnell en la península de Baja California, Raymond Paynter en la península de Yúcatán, A. van Rossem en Sonora, Laurence Binford en Oaxaca, William Schaldach en Colima y George Lowery en Veracruz. Por otro lado, existen los trabajos recientes de mexicanos realizados por Miguel Álvarez del Toro en Chiapas, Patricia Escalante en Nayarit y los de los autores en Querétaro e Hidalgo.
Un esfuerzo importante por conocer la historia de la avifauna en México fue el realizado por el investigador estadounidense Ludlow Griscom, quien se basó en la distribución de las diferentes familias de aves que existen en México para deducir que la avifauna nacional está compuesta por especies provenientes de diversos orígenes.
El estudio más reciente acerca de la distribución de las aves mexicanas es el escrito por Patricia Escalante, Adolfo Navarro y Townsend Peterson, en el cual se explica que, por lo general, las aves se encuentran distribuidas en México en patrones fácilmente identificables que corresponden a las principales formaciones fisiográficas del país. Puesto que estos patrones son coincidentes con los que se presentan en otros muchos organismos (animales y plantas) se ha dividido el país en un sistema de clasificación que agrupa estos patrones de distribución, a los que se llama provincias bióticas (Figura X.1), y han sido propuestas por varios autores de acuerdo con sus estudios con diversos grupos animales o vegetales. Las provincias generalmente están caracterizadas por ciertas condiciones ecológicas y climáticas que determinan la presencia de los tipos de vegetación. Estos son, en gran medida, los determinantes de la composición de la comunidad de aves y, por lo tanto, de su historia a través del tiempo.
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Figura X.1 Las provincias bióticas de México. (1) California; (2) San Lucana; (3) Baja California Sur; (4) sonorense; (5) sinaloense; (6) Sierra Madre Occidental; (7) altiplano; (8) Sierra Madre Oriental; (9) tamaulipeca; (10) Nayarit-Guerrero; (11) volcánica transversal; (12) veracruzana; (13) Sierra Madre del Sur; (14) istmo de Tehuantepec; (15) Petén; (16) yucateca; (17) Chiapas-Guatemala; (18) islas Revillagigedo y (19) isla de Guadalupe.
Las regiones que poseen la mayor cantidad de especies de aves en México son las localizadas en la región costera del este y sureste de México, principalmente en los estados de Veracruz, Hidalgo, Tabasco, Oaxaca y Chiapas (Cuadro X. 2); esta región es llamada de manera general la planicie costera del Golfo y se caracteriza por tener tierras bajas donde domina la vegetación tropical, especialmente las selvas lluviosas. Aquí encontraremos representadas una gran cantidad de grupos de aves que no se encuentran en otras regiones de México, cuya distribución se extiende al sur hacia Centro y Sudamérica, como los tucanes, turquitos, jacamares, oropéndolas, aguantapiedras, tinamúes, aves sol y cotingas, además de muchas especies de otras familias características de la selva.
Cuadro X.2 Riqueza de especies en algunos estados de México.
OAXACA 699 VERACRUZ 687 CHIAPAS 647 GUERRERO 523 SONORA 431 NAYARIT 409 COLIMA 365 YUCATAN 356 BAJA CALIFORNIA 353 HIDALGO 344 DISTRITO FEDERAL 336 QUERÉTARO 234 AGUASCALIENTES 104
En segundo lugar se encuentran las zonas montañosas y el altiplano. Los hábitat desérticos y boscosos característicos de estas áreas son también muy ricos en especies, muchas de ellas endémicas. Las zonas más pobres en especies son los desiertos de Baja California, el norte del país, y las islas. Es importante notar que la riqueza en la mayoría de las regiones está también en relación con la presencia de ciertos hábitat, por lo que zonas en donde se encuentra la selva tropical, la selva baja caducifolia, el matorral desértico, los bosques de niebla o los bosques de pino-encino van a ser, generalmente, muy ricas en especies, y si una región presenta varios de estos hábitat la riqueza será aún mayor.
EL ENDEMISMO: LA AVIFAUNA NETAMENTE MEXICANA
Más de 100 especies de aves se encuentran exclusivamente dentro del territorio nacional, esto significa que 10% de la avifauna total del país es endémica. El endemismo es una manera de reconocer que México ha sido un centro de evolución muy importante para las aves, y para la flora y fauna en general. Podríamos decir que el endemismo en las aves de México se encuentra concentrado en las zonas montañosas, las zonas desérticas y las islas, pues son áreas aisladas unas de otras ya sea por agua o por otros tipos de vegetación o menores altitudes en el caso de las montañas y los desiertos, lo que propicia que los organismos evolucionen independientemente.
De las especies endémicas, algunas pertenecen a géneros que solamente se encuentran en México. La codorniz listada (Phylortyx fasciatus), se encuentra sólo en las zonas áridas y semiáridas de la Depresión del Balsas. El trogón orejón (Euptilotis neoxenus) se encuentra restringido a los bosques de pino y pino-encino de la Sierra Madre Occidental, desde Sonora hasta Michoacán. El centzontle de la isla Socorro (Mimodes graysoni) está restringido a dicha isla en el archipiélago de las Revillagigedo. El cardenal de bosque (Rhodothraupis celaeno) habita únicamente en los bosques de montaña y los matorrales montanos de la Sierra Madre Oriental. El saltaparedes selvático (Hylorchilus sumichrasti) se encuentra restringido a las selvas tropicales de Chiapas y Oaxaca. El papamoscas de flamas (Deltarhynchus flammulatus) habita exclusivamente en la planicie costera del Pacífico desde Sonora hasta Oaxaca. Las cotorras serranas son un par de especies endémicas que habitan en los bosques de pino-encino de la Sierra Madre Occidental (Rhynchopsitta pachyrhyncha) y la Sierra Madre Oriental (Rhynchopsitta terrisi). El gorrión serrano (Xenospiza baileyi) habita exclusivamente las altas montañas del valle de México y Jalisco. Como se puede apreciar, la gran mayoría de los géneros endémicos están asociados a los ambientes de montaña, los desiertos y las islas, lo que indica que uno de los factores importantes para el desarrollo de nuevas especies es el aislamiento geográfico.
Otras muchas especies, que pertenecen a géneros no restringidos a México, se encuentran solamente dentro del territorio nacional (endémicos) o penetran ligeramente a otros países debido a la continuidad de los hábitat o sistemas orográficos (cuasiendémicos), como lo son las montañas de Chiapas que se continúan hasta Guatemala o los bosques de coníferas del norte que penetran a Estados Unidos.
Varias de las especies endémicas se encuentran restringidas a zonas geográficas muy reducidas dentro del país, lo que las hace muy locales y, en ocasiones, raras o en peligro. Por ejemplo, el colibrí coqueta (Lophornis brachylopha), la urraquilla de Omiltemi (Cyanolyca mirabilis) y el colibrí de cola blanca (Eupherusa poliocerca) solamente existen en zonas reducidas de la Sierra Madre del Sur de Guerrero y Oaxaca; la urraquilla enana (Cyanolyca nana) habita exclusivamente los bosques de montaña del centro de Oaxaca; la alcita de Craver (Synthlyboramphus craveri) es encontrada sólo en la parte más norte del Golfo de California; las mascaritas, la tampiqueña (Geothlypis flavovelata) y la de Baja California (Geothlypis beldingi) se encuentran restringidas a los lagos de dichas regiones; el cuidacoche de Cozumel (Toxostoma guttatum), la paloma de isla Socorro (Zenaida graysoni), el troglodita de isla Clarión (Troglodytes tanneri), el saltaparedes de isla Socorro (Thryomanes sissonii), y los extintos quebrantahuesos (Polyborus lutosus) y petrel (Oceanodroma macrodactyla) de la isla Guadalupe, solamente existen, o existieron, restringidos a dichas islas. Sin embargo, otras especies endémicas de México tienen una distribución más amplia, y se pueden encontrar en gran parte del territorio nacional, en las montañas, desiertos o zonas tropicales bajas.
CONSERVACIÓN DE LA AVIFAUNA NACIONAL
Grandes esfuerzos se están dedicando al conocimiento de la avifauna nacional y su protección. Desgraciadamente, el acelerado ritmo de crecimiento de la población y las necesidades económicas han hecho que los recursos naturales estén desapareciendo a velocidades peligrosas, lo que significa que esa enorme riqueza biológica del país se está perdiendo. Las aves son, como todos los otros organismos, parte fundamental de los ecosistemas, y se encuentran amenazadas o en peligro por una gran variedad de factores.
El primero es la alarmante destrucción de los hábitat en la mayor parte del país, debida principalmente a la tala de bosques, la desecación de lagos para el incremento de tierras para pastoreo, la agricultura y la explotación de madera, para crear habitaciones humanas, o por descuidos que provocan incendios. Esta desaparición de grandes extensiones de vegetación original provoca que cientos de individuos de muchas especies pierdan el lugar donde viven y no puedan reproducirse, alimentarse o refugiarse, y mueran. En otros casos la tala reduce los hábitat a fragmentos, lo cual disminuye el área donde los individuos pueden realizar sus actividades. Esta es la mayor amenaza que se cierne sobre la biota mexicana, y ha sido la causante de la casi completa desaparición de muchas aves.
Una segunda amenaza importante para las aves es la cacería inmoderada que se hace de muchas de ellas ya sea como fuente de alimento, por deporte, o para tenerlas de mascota. La cacería es especialmente destructiva para algunos grupos como los patos, las chachalacas, las codornices y los hocofaisanes, pues muchas de sus poblaciones son diezmadas. También han sufrido por esta causa las grandes aves de presa, pues la gente las mata pensando que afectan sus corrales y gallineros. El tráfico de especies para ornato ha sido especialmente grave para las poblaciones de loros y guacamayas, entre otras aves de jaula, pues los ejemplares alcanzan precios estratosféricos en el mercado negro internacional. Los loros son atrapados en grandes cantidades y muchos de ellos mueren durante su transporte ilegal. Algo similar ha ocurrido con las aves de presa, muy apreciadas para el deporte de la cetrería, y muchas aves canoras como los jilgueros, los gorriones, las urracas, los clarines y los capulineros.
La introducción de fauna exótica, es decir no nativa del lugar, ha provocado la desaparición de varias especies, especialmente en las islas. Se piensa que la introducción de ratas, chivos y gatos a la isla Guadalupe causó la extinción del petrel y el caracara endémicos, entre otras aves, y está causando problemas a las poblaciones de aves marinas y terrestres que habitan las islas del Golfo de California, las Marías y las Revillagigedo. Una medida urgente, aunque no sencilla, es extirpar todas esas especies exóticas.
La contaminación está afectando la vida de todos los seres vivos del planeta, y las aves son especialmente susceptibles a algunos contaminantes. Baste recordar las grandes mortandades de aves marinas producto de los derrames de petróleo y otros contaminantes al agua. Sin embargo, un gran problema lo constituyen los pesticidas (DDT y organoclorados), que se utilizan en la agricultura, los cuales se depositan en las plantas y el suelo y se van acumulando a lo largo de las cadenas tróficas. En las aves los efectos son variados, siendo los principales el envenenamiento y la reducción del grosor de la cáscara del huevo, que llega a romperse con el simple peso de la madre.
ESPECIES EN PELIGRO DE EXTINCIÓN
Desafortunadamente, en México se han extinguido varias especies de aves producto de alguno de los factores arriba mencionados (Cuadro X.3). El cóndor de California, el carpintero imperial, el zanate de pico fino, el petrel y el caracara de isla Guadalupe y la paloma de isla Socorro (la cual solamente existe en cautiverio), han desaparecido de la avifauna nacional. Para otras especies se están realizando esfuerzos de conservacion especiales, porque sus poblaciones se encuentran seriamente amenazadas. Las organizaciones internacionales y nacionales de conservación de las aves han publicado listados en los que se incluyen más de cincuenta especies en peligro o amenazadas de extinción; mencionaremos algunas de ellas.
Cuadro X.3 Algunas especies de aves mexicanas extintas (E), en peligro de extinción (X) o fuertemente amenazadas (A).
Oceanodroma macrodactyla: Petrel de Guadalupe (E) Amazona viridigenalis: Loro tamaulipeco (X) Phoenicopterus ruber: Flamenco (X) Strix occidentalis: Tecolote barrado (X) Jabiru mycteria: Ciguea jabirú (X) Aegolius ridwayi: Tecolote abetero (A) Harpía harpyja: Águila arpía (X) Campyloterus escellens: Colibrí de los Tuxtlas (A) Aquila chrysaetos: Águila real (A) Lophornis brachylopha: Colibrí coqueta (A) Haliaetus leucocephalus: Águila calva(A) Euptilotis neoxenus: Trogón orejón (A) Polyborus lutosus: Caracara de Guadalupe (E) Pharonachrus moccino: Quetzal (X) Falco peregrinus: Halcón peregrino (X) Electron carinatusm: Momoto pico ancho (X) Penelopina nigra: Cojolita (A) Campephilus imperialis: Carpintero imperial (E) Oreophasis derbianus: Pavón (X) Cyanacorax dickeyi: Urraca pinta (X) Agriocharis ocellata: Guajolote ocelado (A) Cyanolyca nana: Urraquilla enana (X) Dendrortyx barbatus: Codorniz veracruzana (X) Cyanolyca mirabilis: Urraquilla guerrerense (X) Grus americana: Grulla blanca (X) Hylorchylus sumichrasti: Saltapared selvático (A) Zenaida graysoni: Paloma de Isla Socorro (E) Mimodes graysoni: Centzontle de Socorro (X) Ara militaris: Guacamaya verde (A) Vireo atricapillus: Vireo gorrinegro (X) Ara macao: Guacamaya roja (A) Tangara cabanisi: Tangara chiapaneca (X) Rhynchositta pachyrhyncha: Guacamaya enana (X) Xenospiza baileyi: Gorrión serrano (X) Rhynchipistta: terrisi Guacamaya enana (X) Quiscalus palustris: Zanate de pico fino (E)
El águila arpía, una de las rapaces más grandes del mundo, habita las selvas tropicales las cuales son taladas con gran rapidez, y el águila real, del norte de México, necesitan grandes áreas de hábitat para obtener su alimento (mamíferos medianos); es posible que en poco tiempo desaparezcan. De igual manera la destrucción de los bosques nublados de montaña del estado de Chiapas, así como la cacería han reducido las poblaciones del quetzal, el pavón, la chachalaca negra y la tangara chiapaneca; mientras que en los bosques de coníferas del noroeste del país, altamente degradados por la explotación maderera, encuentran su morada el búho serrano, la urraca pinta y el trogón orejón.
Las únicas poblaciones mexicanas de flamencos anidan en dos lagunas costeras de la península de Yucatán. La contaminación y la intrusión humana hacen que estas nerviosas aves lleguen a abandonar sus nidos y pollos, amenazando con destruir sus poblaciones.
La cacería llegó casi a exterminar las poblaciones de grulla blanca y zarapito esquimal, ambas especies migratorias en México, de las cuales no se ha tenido registro reciente. Por el contrario, es el tráfico de especies de jaula lo que ha llevado al borde de la extinción a los loros tamaulipeco y de cabeza amarilla, así como a la guacamaya roja y las dos especies de guacamaya enana.
La destrucción del hábitat amenaza también a especies muy poco conocidas y que tienen áreas de distribución muy restringida en México, como el jabirú, el mosquerito fajado, la chara de niebla y el colibrí coqueta de Guerrero. Todo esto, insistimos, indica la necesidad urgente de establecer reservas y programas de conservación que protejan todos los hábitat y todas las especies.
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