VII. EL FUTBOLENO

PERO CUANDO LLEG� LA SEXTA NOCHE

ELLA dijo:

He llegado a saber �Oh rey afortunado!, que el sult�n cont� su sue�o del modo siguiente:

—Mi sue�o empieza en una fecha a�n muy cercana, hacia 1985 de la era cristiana, cuando un profesor del infiel occidente hizo experimentos acerca de la vaporizaci�n del carbono. Uno consist�a en vaporizar con un l�ser una pastilla de grafito en una corriente de helio. Fue el 4 de septiembre de ese a�o cuando se dieron, seg�n mis sue�os, las condiciones experimentales que permitieron descubrir dos agregados notables: �conten�an 60 y 70 �tomos de carbono!

Pero no todo era descubrirlos. Hab�a que explicar por qu� su n�mero era sesenta y cu�l era su estructura.

—La estructura propuesta, despu�s de m�ltiples discusiones y de construir cientos de modelos, era an�loga a la de un bal�n de f�tbol, con 12 pent�gonos negros y 20 hex�gonos blancos, cuyas costuras convergen en 60 puntos. Es m�s, en esos puntos convergen siempre tres costuras. En este modelo, si se coloca un �tomo de carbono en esas intersecciones, s�lo hay que proponer enlaces simples y dobles alternados para explicar tan extra�os aglomerados de carbono. Este resultado apareci� en la revista Nature el 13 de septiembre de 1985. T�, genio, lo debes saber mejor que yo y que mis sue�os. El primer nombre de estos nuevos agregados fue buckminsterfulerenos, inspirado en el apellido de un arquitecto constructor de domos geod�sicos como esta estructura (Figura 16).

Figura 16. Futbolenos.

Y el genio complet�:

—Gracias a este descubrimiento se pudo afirmar que al lado del grafito y del diamante existe una tercera variedad alotr�pica del carb�n. El hallazgo es notable porque materializa la imaginaci�n de algunos qu�micos que hab�an previsto la existencia del C60 y porque abre una l�nea original de investigaci�n. As� la revista Science, en su n�mero del 20 de diciembre de 1991, consider� que el C60 fue la mol�cula del a�o. En marzo de 1991 se descubri�, seg�n, mi sue�o, el car�cter superconductor a 18 �K y a 28 �K (esto es a -255�C y -245�C) de compuestos a base de carbono como el K8 C60 y el Rb8 C60, cuya estructura no guarda relaci�n alguna con los �xidos superconductores conocidos (Figura 17) .Con este resultado se prob� que hay varias clases de superconductores de alta temperatura cr�tica.

 

Figura 17. Estructura de los compuestos C8K y C16K,

0= �tomos de K
. = �tomos de C.
1 pm = 10-12 metros.

Aqu�, el califa lo interrumpi�.

—Para entender la zozobra que semejante sue�o me caus�, hay que saber que la superconductividad a alta temperatura significa que existen materiales capaces de conducir perfectamente la electricidad, por debajo de una temperatura relativamente elevada (superior a 20 �K o sea -253�C). La superconductividad, tal como la descubri� H.K.Onnes, es la propiedad que tienen ciertos metales de conducir la corriente el�ctrica sin disipaci�n, o sea que la resistencia medida es estrictamente nula. En ese sue�o yo no sab�a lo que es la electricidad, ni los electrones y menos la superconductividad. Los investigadores, situados a mi alrededor, gritaban muy exaltados, discut�an, redactaban y publicaban los pormenores de este descubrimiento en un idioma b�rbaro que escrib�an con faltas de ortograf�a y pronunciaban mal. Se trataba de un mundo enloquecido en el que se entend�an el negro del Sud�n, el chino de Cant�n y el blanco de Finlandia; un mundo del cual lo poco que me qued� claro, fue que los fulerenos o futbolenos tambi�n pod�an ser superconductores. Agregados de esferas huecas, formados por centenares de �tomos, han sido descubiertos. Existe la posibilidad de obtener agregados dentro de los agregados, por ejemplo, un C60 dentro de un C250. Poco a poco, con ayuda de la imaginaci�n, vi en el sue�o una mol�cula dentro de otra, creciendo y creciendo. Me pareci� una pesadilla y fue entonces que me despert�.

Tanto el genio erudito como el pintor se rieron mucho.

—R�anse; r�anse tanto cuanto quieran pero los fulerenos o futbolenos o lo que sea van a ser un tema de investigaci�n en el futuro, as� me lo han revelado los sue�os —gru�� el califa.

El genio, que ya era buen amigo del pintor; trat� de favorecerlo.

—Oh gran se�or; si de sue�os hemos de hablar, �no es para ti un sue�o este maravilloso cuadro que Hassan ha hecho?

—As� es, as� es —replic� el califa.

—�No es verdad, sult�n poderoso, que este cuadro se hizo por orden tuya?

—As� es, as� es —volvi� a contestar muy orondo el califa.

—�Y te ha gustado? —insisti� el genio.

—Desde luego, y lo he demostrado. En �l he visto representadas las muy variadas formas en las que se presenta el carbono en la Tierra. Felicidades, felicidades, Hassan, has rebasado mis expectativas. Guardar� con gusto tu cuadro y t� puedes irte a tus monta�as que, seg�n entiendo, es lo que m�s te place.

—�Califa, califa!, no seas como tantos gobernantes del pasado y del futuro. El arte y la ciencia no s�lo se apoyan con buenas palabras. P�gale con dinero a Hassan para que sobreviva en sus Himalayas sin preocupaciones, pintando, y... con diamantes para que pueda ponerlos de estrellas en las noches de sus paisajes.

A rega�adientes el califa dio a Hassan dos de sus sortijas y se vaci� los bolsillos para entregarle el dinero que llevaba. El gran se�or; desde entonces, s�lo habl� de fulerenos y de futbolenos a quien quiso o�rlo. Hassan sigui� usando grafito, hulla, diamantes y lignitos en sus cuadros que pint� en las monta�as. El genio erudito volvi� a su l�mpara en espera de que otro califa; en otra �poca, la frotara para poderle explicar lo que es el carb�n natural.

As� termina, felizmente, �oh gran se�or!, la historia del pintor Hassan.

—Quiero, sin embargo —continu� Scherezada—, contarte una historia muy cercana al carb�n pues, aunque no trata ya de la estructura de �ste elemento trata de algo que nos ata�e a ti, a m�, a todos.

El rey Schahriar cant� a Scherezada en voz tan baja que le tocaba la oreja con los labios:

Quiero sorberle a una copa los labios,
ya que no me dejas, sorb�rtelos a ti.
No es un refresco el beso, sino una brasa al rojo.�Ay!, nadie es tonto hasta que se enamora.

—Lo que t� me cuentas me interesa mucho —dijo en voz alta. Y Scherezada, arrellan�ndose en el div�n, habl�:

—T� lo acabas de decir; �oh gran se�or!, de las brasas, del fuego y del calor habla la historia que sigue, conocida como "El cocinero que no ten�a que comer". Y merece �oh emir de los creyentes! que la escuches ma�ana por la noche.

GLOSARIO

alotrop�a. Fen�meno debido a la estructura, en virtud del cual un cuerpo sencillo o compuesto puede presentarse de varias formas que difieren en sus propiedades f�sicas, manteni�ndose id�nticas las propiedades qu�micas.

alotr�pico. Que presenta la propiedad de la alotrop�a.

superconductores. Materiales cer�micos que no oponen resistencia al paso de la corriente el�ctrica.

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