VI. ¿POR QUÉ SE ELEVA LA CONCENTRACIÓN DE COLESTEROL EN LA SANGRE?

LA ELEVACIÓN del nivel de colesterol en la sangre puede ser resultado de diferentes factores. Algunos se atribuyen a condiciones ambientales y son modificables (como el caso de la dieta) y otros se deben a la naturaleza genética de la persona, lo cual no puede modificarse, aunque sus efectos sí sean remediables.

Cuando una persona tiene el colesterol alto, lo primero que hace el médico es tratar de definir si las causas son modificables.

CAUSAS NO MODIFICABLES

La influencia genética que determina la elevación del colesterol por defectos en los receptores de LDL puede ser de dos tipos: cuando está condicionada por genes que la persona haya recibido de sólo uno de sus padres o cuando ambos progenitores le hayan transmitido genes a la vez. Desde luego que es más grave que corra esto último, pero también es mucho menos frecuente. La probabilidad de que una persona pertenezca a este grupo es de una en un millón; en cambio, la probabilidad de que una persona haya heredado de uno solo de sus padres genes defectuosos que afectan a su colesterol es de una en quinientas. Los hombres afectados por esta última situación genérica a veces desarrollan enfermedad coronaria entre los 30 y 50 años de edad; las mujeres entre los 50 y 60 años.

 

TABLA 1. Niveles promedio de colesterol sérico por sexo y edad (estadística de Estados Unidos, 1988-1990)

Edad
Promedio mujeres
Promedio hombres

20-24
184
180
25-34
192
199
35-44
207
217
45-54
232
227
55-64
249
229
65-74
246
221




Las personas que han heredado genes defectuosos de ambos progenitores sufren con frecuencia infartos fatales en la adolescencia.

Se han descubierto otros errores en la información genética que afectan a las lipoproteínas y que por lo tanto influyen en la concentración del colesterol en la sangre.

Se ha comprobado científicamente que los valores de colesterol sanguíneo en un niño pueden predecir cómo se comportará éste cuando sea adulto: niños con niveles de colesterol elevados para su edad serán adultos con colesterol elevado (mientras no se intervenga para controlar esta situación). Un estudio realizado a lo largo de 15 años sobre el comportamiento del nivel de colesterol plasmático en 2 000 niños demostró que los factores genéticos empiezan a actuar en edad temprana, con lo cual es posible detectar a buen tiempo a los individuos con riesgo e iniciar algún tratamiento de control. Generalmente, los casos de colesterol elevado por causas de origen genético tienen que ser atendidos por especialistas tanto de la medicina como de la dietética.

La pertenencia al sexo masculino es uno de los factores no modificables que determinan las diferencias en las concentraciones de colesterol sérico. El sexo de la persona es un factor de riesgo, pues la frecuencia de la enfermedad coronaria es cuatro veces más elevada en los hombres que en las mujeres de entre 30 y 50 años y dos veces más elevada en la vejez.

Otro factor que no está en nuestras manos modificar, aunque muchos opinen lo contrario, es la edad. La edad es un factor difícil de considerar. La media de las cifras de colesterol total y de colesterol de LDL aumenta aproximadamente en 40 mg/ml entre los 30 y 40 años de edad.

CAUSAS MODIFICABLES

Diferentes estudios epidemiológicos han indicado que la alimentación se relaciona en buena medida con la concentración de colesterol en la sangre.

Existe un estudio notable que se realizó con un grupo numeroso de japoneses que emigraron de su país a California. Antes de establecerse en ese estado el grupo se asentó por un tiempo en Hawai. Se observó que las personas experimentaron un aumento en la mortalidad coronaria a medida que se alejaban de Japón, que dicha enfermedad iba acompañada de un aumento del colesterol en sangre y que la cantidad de colesterol era mayor a medida que la población se acercaba a California. ¿A qué se debía esto? Se comprobó que estos emigrantes empezaron a consumir más lípidos saturados y colesterol y menos carbohidratos y alcohol de lo que acostumbraban cuando vivían en Japón, o sea que el incremento de colesterol se debió a los cambios en la dieta.

Además, a pesar de que su alimentación resultaba más pobre en energía total de como había sido en su país de origen, estos migrantes subieron de peso porque hacían mucho menos ejercicio físico. Todos estos factores debieron intervenir en el aumento de sus niveles de colesterol.

Ya mencionamos el caso de la población escandinava en la cual el cambio hacia una alimentación mucho más restringida en lípidos durante la segunda Guerra Mundial favoreció que se redujera el número de casos de enfermedad coronaria.

Durante la década de los cincuenta se empezó a pensar que los lípidos eran los responsables de la arterioesclerosis. Por esa época se demostró que si se consumían más grasas de origen vegetal que de animal disminuía la concentración de colesterol en sangre. Sin embargo, el papel de las grasas no quedaba bien definido, aunque hoy ya se puede establecer una correlación directa entre la concentración de triglicéridos y de colesterol en el suero.

Las investigaciones epidemiológicas sistemáticas orientaron la atención hacia el colesterol. Los resultados no dejaron dudas: cuanto más colesterol se consumía, mayor era su nivel en la sangre. Aunque esto resulta obvio en estudios de poblaciones no lo es tanto cuando se comparan individuos, pues a partir de determinada cantidad de colesterol ingerido (arriba de los 400 mg diarios) todos los individuos presentan aproximadamente las mismas cifras. Es decir, un estadounidense que ingería en 1984 un promedio diario de 600 mg podía presentar las mismas cifras de colesterol que otro ciudadano que consumiera 400 o 500 mg. Se calcula que un cambio de 100 mg de colesterol en la dieta por cada 1 000 kilocalorías modifica en 12 mg/dl la concentración de colesterol en la sangre.

Algunas enfermedades pueden contribuir a elevar los niveles de colesterol sanguíneo. La diabetes, el funcionamiento deficiente de la tiroides o del riñón, la enfermedad obstructiva del hígado son padecimientos que elevan las tasas de colesterol. Aunque existe en algunas personas la inquietud acerca de la relación entre el colesterol y el cáncer; por ahora no hay evidencias que la confirmen.

Los médicos deben hacer una evaluación clínica de las personas con colesterol elevado para poder definir la causa de esta situación y establecer así el diagnóstico correcto.

Ciertos medicamentos contribuyen también a elevar el colesterol sérico, entre ellos están algunas medicinas que se usan para bajar la glucosa en sangre, las progestinas y los esteroides anabólicos.

[Inicio][Anterior]Previo[Siguiente]