PREFACIO
El matem�tico franc�s Pierre Simon de Laplace afirmaba categ�rico, en 1776, que si se conociera la velocidad y la posici�n de todas las part�culas del Universo en un instante dado, entonces se podr�a predecir su pasado y futuro para el resto de los siglos. Existen, claro est�, dificultades obvias para satisfacer la propuesta de Laplace, pero por m�s de cien a�os su afirmaci�n pareci� correcta y, m�s a�n, la aplicaci�n literal de esos conceptos al comportamiento humano condujo a la conclusi�n filos�fica de que el libre albedr�o no exist�a ya que todo estaba determinado. Sin embargo, a pesar de esas aventuradas conclusiones, la experiencia nos ense�a que existen fen�menos naturales que son impredecibles y para ello baste el ejemplo del pron�stico del tiempo: si bien la atm�sfera se mueve obedeciendo las mismas leyes de la f�sica que rigen el movimiento planetario, considerado por muchos como el arquetipo de la predecibilidad, no podemos saber con certeza si debemos o no salir con el paraguas. �Por qu�? Los meteor�logos responden que bajo ciertas circunstancias el flujo del aire se comporta en forma obediente y se le pueden aplicar ecuaciones que lo describen rigurosamente, pero, en otras situaciones su movimiento es ca�tico y no se sabe qu� pasar�. El desorden es precisamente el personaje principal de este relato y, a la pregunta del lector respecto a qu� es lo que lo causa, nos adelantamos dici�ndole que �
NADA
!; siempre ha existido y hoy en d�a sabemos que su presencia en muchos fen�menos es m�s com�n de lo que pens�bamos hace algunos a�os. Los cient�ficos que estudian los comportamientos ca�ticos en diversos campos concuerdan en que una nueva concepci�n de la ciencia se ha gestado, y esperamos poder convencer al lector de lo importante que resulta este descubrimiento. A manera de advertencia, debemos indicar que el tema sobrepasa nuestra capacidad de abarcarlo en todas las facetas que presenta en los diversos campos de la ciencia, y los que tratamos en este texto tampoco se estudian con la profundidad que merecen. Esperamos que la lectura de estas notas sirva para que el lector se interese m�s sobre ellos; los resultados de la b�squeda, podemos apostar, cambiar�n la idea que tiene de la ciencia y �por qu� no?, de su propia vida.
"Medirlo todo se convirti� en man�a..."