Entre 1940 y 1993 Aguascalientes vivi� un profundo proceso de urbanizaci�n que invirti� los porcentajes de poblaci�n urbana y rural, ya que en estos a�os el porcentaje de la poblaci�n que habitaba en el campo descendi� de 42.60% a 15%. Tres fueron los factores principales que contribuyeron a propiciar este fen�meno: en primer lugar, el proceso de industrializaci�n que ha vivido la entidad, intensificado notablemente a partir de 1981, a�o en el que se registraba una poblaci�n rural de 30%; en segundo lugar, la situaci�n del campo, que result� incapaz de retener a la gente, expuls�ndola hacia los centros de poblaci�n en busca de las oportunidades de vida; en tercer lugar, el proceso de mecanizaci�n de las labores del campo, que ha implicado un importante ahorro de mano de obra.
En materia de desarrollo agropecuario, en Aguascalientes pueden distinguirse dos regiones: una meseta volc�nica ubicada en el occidente del estado, en la que est�n enclavados los valles de Calvillo y San Jos� de Gracia, con vocaci�n ganadera, y el valle de Aguascalientes, lugar en donde tradicionalmente se han desarrollado las actividades agr�colas, aun cuando el clima predominante en el estado es semides�rtico.
A lo largo del periodo 1940-1993, puede distinguirse la presencia de una agricultura comercial que, particularmente a partir de la d�cada de los cincuenta, se ha concentrado en el cultivo de frutales, forrajes y hortalizas, as� como de una ganader�a, tanto de leche como de carne, que se expandi� desde fines de la d�cada de los sesenta y que en los noventa parece haberse estabilizado. Por la otra, tambi�n ha sido importante la presencia de una agricultura de subsistencia dedicada fundamentalmente al cultivo del ma�z y el frijol y, en menor volumen, al girasol, el sorgo y algunos otros cultivos.
Durante la d�cada de los a�os sesenta la agricultura experiment� un importante dinamismo, al crecer a tasas superiores a 8%, m�s que la industria y los servicios. Esto no significa que el crecimiento haya sido arm�nico; en realidad una parte importante de �ste fue experimentado �nicamente por algunas actividades, fundamentalmente los cultivos comerciales ubicados en las tierras de riego. Por ejemplo la fruticultura, que en el transcurso de una d�cada aument� en m�s de 20 puntos porcentuales su contribuci�n al producto estatal agropecuario, y casi en 100% la superficie cultivada. En efecto, para 1973 su participaci�n en el producto era de casi 50% y la superficie cultivada ascend�a a 10 por ciento.
Las actividades a las que se ha dedicado la agricultura comercial no han sido uniformes. A trav�s de los a�os algunas actividades experimentaron importantes niveles de desarrollo para luego entrar en crisis y, en algunos casos, desaparecer y ser sustituidas por otras. En el primer caso est�n los frutales, fundamentalmente la uva, la guayaba y el durazno, que durante la d�cada de los a�os cincuenta fueron arraig�ndose en el estado.
En Aguascalientes se ha cultivado la vid desde fines del siglo XVI, pero no es sino hasta mediados de este siglo cuando la superficie cultivada comienza a crecer significativamente, hasta rebasar las 12 000 hect�reas en 1980, lo que equivale a que casi la mitad de la superficie se dedicara a frutales. Sin embargo, a partir de entonces este cultivo entr� en franca decadencia para pr�cticamente desaparecer. Prueba de ello es que en 1993 s�lo se cultivaban poco menos de 2 000 hect�reas.
En la misma situaci�n se encuentra la industria vitivin�cola, que en el mismo periodo impuls� el cultivo de la uva. Esta industria fue a fines de los a�os sesenta la m�s importante en la entidad, de tal manera que hacia 1970 43.5% de la inversi�n industrial le correspond�a a esta actividad.
La decadencia de ambas actividades ocurri� paralelamente. En gran medida el cultivo de la vid tendi� a extinguirse por la apertura de nuevas tierras de cultivo en otros estados; la crisis vivida por la industria vitivin�cola local, que adem�s de los problemas financieros sufridos debi� enfrentar la competencia de otras compa��as importantes; los problemas originados por los impuestos al az�car para la elaboraci�n de vinos y licores, y la introducci�n al mercado nacional de productos importados, sobre todo brandies que participaban en el mercado con los mismos precios que los productos nacionales, y en ocasiones m�s bajos.
El durazno se cultiva desde mediados de los a�os sesenta. En 1965 la superficie que ocupaba era de 130 hect�reas, que crecieron a 3 000 en 1970. Sin embargo, este incremento fue enga�oso, y ya para 1975 la actividad dio muestras de agotamiento, principalmente debido a causa de la improvisaci�n de sus productores, que no vieron la falta de adaptabilidad del fruto a las condiciones clim�ticas de Aguascalientes. Casi todos los a�os se presentan heladas tard�as, en los meses de marzo y abril, que da�an severamente el fruto. Por otra parte, para evitar estos da�os los productores de durazno recurrieron al calentamiento de los �rboles utilizando m�todos que les ganaron el rechazo de la poblaci�n a esta actividad debido a la contaminaci�n que produc�an, aparte de los problemas para su comercializaci�n. Para 1990 s�lo se cultivaba durazno en unas 1 300 hect�reas.
En el caso de la guayaba la situaci�n es diferente. Este fruto se cultiva en el municipio de Calvillo, que cuenta con un clima semitropical muy propicio. El incremento de la superficie ocurri� paralelamente al de la uva y ha crecido de manera sostenida. En 1953 se cultivaban con este fruto m�s de 500 hect�reas, que en 10 a�os se incrementaron a 2 600, y que en 1992 ascend�an a 7 500, generando 90% de la producci�n nacional. Con todo, es importante se�alar que actualmente este cultivo atraviesa por una grave crisis luego de la ca�da del precio del producto, por la incapacidad de los productores para industrializar el fruto y los problemas de tipo sanitario para colocarlo fresco en los mercados.
La ganader�a tambi�n ha sido tradicionalmente una de las actividades m�s importantes en la entidad, de tal manera que en 1980 ya superaba lo aportado por la fruticultura. De la ganader�a proven�a un tercio del producto del sector agropecuario, que para 1990 se hab�a incrementado hasta poco m�s de la mitad. La actividad lechera, la engorda de ganado para carne y la avicultura son las tres principales actividades de este sector.
En relaci�n con la primera, a principios de los a�os sesenta apenas si se produc�an unos 20 000 litros diarios de leche, aunque durante esos a�os se inici� un crecimiento sostenido que se mantuvo hasta principios de la d�cada de los ochenta, llegando este tipo de ganado a aproximadamente 57 000 cabezas, que producen casi 200 millones de litros de leche al a�o, lo que convierte a Aguascalientes en la tercera cuenca lechera del pa�s.
En cuanto a la ganader�a de engorda, esta actividad tuvo un importante desarrollo hasta mediados de la d�cada de los setenta, llegando a contar m�s de 130 000 cabezas de ganado vacuno, contra las casi 100 000 existentes a mediados de la d�cada de los sesenta. Sin embargo, desde mediados de los setenta la actividad se encuentra estancada ante los problemas de capitalizaci�n de los productores, aunque durante la primera mitad de la d�cada de los ochenta el n�mero de cabezas creci� a causa de la contracci�n de la demanda y el control de precios, por lo que el sacrificio aument�.
Por otra parte, tradicionalmente Aguascalientes ha sido un importante centro de comercializaci�n de ganado, que re�ne a productores y compradores de otros estados del pa�s, llegando a comercializarse anualmente hasta 200 000 cabezas. Aunado a esto, el cultivo de forrajes, principalmente la alfalfa, el ma�z forrajero y el sorgo, han tenido un importante desarrollo.
En todos los casos el crecimiento de la actividad coincide con el auge de la ganader�a, principalmente la lechera, de tal manera que entre 1970 y 1990 la superficie forrajera se triplic�. En cierta forma esto fue posible, adem�s del factor ya se�alado, por la sustituci�n de los frutales. Sin embargo, y al igual que la ganader�a, la agricultura forrajera ha dejado de crecer por la situaci�n de la ganader�a.
Otro cultivo que en este periodo fue abundante en el estado, y que a partir de los setenta entr� en decadencia, fue el del chile, que se cultivaba en los municipios de Aguascalientes, Rinc�n de Romos y Pabell�n. En general, se realizaba en tierras de riego y tendi� a ser sustituido por otros m�s rentables y menos riesgosos. De 5 000 hect�reas que se sembraban a principios de los sesenta, la superficie cay�, 10 a�os despu�s, a poco m�s de 2 000, superficie que se mantiene hasta nuestros d�as.
Sin embargo, estas actividades han sido la excepci�n y no la regla, y es en el cultivo del ma�z y el frijol, en las tierras de temporal, en donde se encuentra la explicaci�n de por qu� el campo ha sido incapaz de retener a su poblaci�n. El ma�z ha sido, con mucho, el principal cultivo. En 1960, por ejemplo, se sembraron con este grano 35 000 hect�reas, superficie que para 1970 se hab�a incrementado en unas 100 000, y sin embargo, luego de ese a�o ha ido disminuyendo la superficie, principalmente por su cambio por otros m�s rentables como los frutales, los que se sustituyeron posteriormente con cultivos forrajeros.
Las zonas maiceras tradicionales de Aguascalientes se ubicaban en los municipios de San Jos� de Gracia, Rinc�n de Romos, Pabell�n y Aguascalientes. Actualmente la superficie que se siembra con este grano no rebasa las 65 000 hect�reas.
A lo largo del periodo, la agricultura de temporal ha sido v�ctima casi permanente de las sequ�as, la erosi�n, el uso de m�todos de cultivo muy rudimentarios y poco tecnificados, as� como de la baja productividad por la ausencia de temporales suficientes, de labores de fertilizaci�n y del uso de semillas mejoradas. Adem�s, ha sido v�ctima del continuo endeudamiento o falta de acceso al cr�dito, y de los vicios burocr�ticos, aparte de lo reducido de las parcelas que tra�an consigo rendimientos por hect�rea muy por debajo de las cifras nacionales, de tal manera que Aguascalientes excepcionalmente ha sido autosuficiente en materia de granos b�sicos.
En la agricultura de riego la situaci�n no ha sido particularmente mejor, teniendo en cuenta su dependencia de las aguas captadas por las presas y de los pozos profundos, y considerando el err�tico temporal que caracteriza al estado. En este sentido, hacia 1940 se encontraba agua a unos 40 metros de profundidad. Sin embargo, los mantos acu�feros han disminuido sensiblemente, de tal manera que actualmente se perfora a casi 400 metros para poder encontrar el l�quido, aparte de registrarse un abatimiento en los mantos acu�feros de entre 3 y 4 metros.
Es importante se�alar que a lo largo del periodo se aprecia un fen�meno de desertificaci�n, producto del agotamiento de los mantos acu�feros y de la sequ�a. De estos a�os, s�lo la segunda mitad de los sesenta y casi dos los setenta pueden considerarse aceptables en t�rminos de lluvias, con precipitaciones que, sin embargo, no rebasaron los 750 mil�metros anuales. En los �ltimos 30 a�os, el promedio anual de lluvia ha sido de 505 mil�metros.
En t�rminos generales, durante los a�os cincuenta se introdujo el uso de fertilizantes
qu�micos y plaguicidas que permitieron un aumento en los rendimientos agr�colas.
Para la d�cada siguiente hubo un importante incremento en la agricultura y en
la ganader�a que en esos a�os provocaron la sobreexplotaci�n del suelo, con
su consiguiente degradaci�n, adem�s de mostrar signos del agotamiento de los
mantos acu�feros y de los recursos biol�gicos. La ganader�a, por su parte, tambi�n
ha sido un elemento de deterioro del campo debido a la disminuci�n de la flora.