Aguascalientes fue Vallejista

Aguascalientes fue Vallejista


En 1958 el pa�s experiment� una de las grandes movilizaciones obreras del siglo. Los trabajadores ferrocarrileros, encabezados por Demetrio Vallejo, manifestaron su inconformidad por las condiciones laborales. En Aguascalientes el conflicto tuvo una repercusi�n especial, puesto que los ferrocarriles eran fundamentales para la econom�a del estado.

El movimiento ferrocarrilero de 1958-1959 tuvo como protagonistas a los actores de siempre y nuevamente el gobierno se opuso en bloque a las decisiones del gremio obrero. Por su parte, los integrantes de la C�mara de Comercio local, aliados tradicionales de los rieleros en las luchas de los a�os cuarenta, decidieron apoyar la postura tomada por las autoridades estatales, por considerar que sus intereses estaban en juego.

En los inicios del movimiento, representantes de la disidencia generada en Mat�as Romero, Oaxaca, visitaron Aguascalientes para sondear el apoyo que tendr�an para el Plan del Sureste. La respuesta fue positiva, ya que para entonces exist�a un grupo encabezado en los talleres locales por el trabajador �ngel Venegas.

El Comit� Ejecutivo Local de la Secci�n 2 no aprob� el movimiento, rechaz� la legitimidad del grupo de visitantes y exhort� a los trabajadores para que no secundaran las acciones que propon�an los oaxaque�os. A pesar de todo, un grupo numeroso de trabajadores apoyaron la convocatoria de las secciones inconformes que se hab�an manifestado en el pa�s, y llevaron a cabo el primer paro de labores el 26 de junio de 1958.

El 2 de julio de 1958, cuando se desconoci� al secretario general del sindicato, Samuel Ortega, los rieleros que secundaban el movimiento le otorgaron al Comit� Ejecutivo local un plazo de 30 d�as para que renunciara. El d�a de las elecciones 5 300 personas de los talleres locales votaron por Vallejo.

En octubre, mientras los rieleros pactaban con la empresa un nuevo contrato de trabajo, la C�mara de Comercio los critic� por dar malos ejemplos a otros sindicatos con su actitud:

Finalmente, el 31 de marzo de 1959, cuando el movimiento vivi� sus �ltimos momentos, el Comit� Ejecutivo Regional del PRI exhort� a los ferrocarrileros locales para que volvieran a sus trabajos "por el bien de sus familias y de la patria". Esta demanda estuvo precedida por un clima de tensi�n generado por la presencia del ejercito en la ciudad, la detenci�n del l�der vallejista �ngel Venegas y de gran parte del Comit� Ejecutivo local; tambi�n estuvo precedida por el desalojo, por parte del ej�rcito, de 400 trabajadores que permanecieron en las oficinas del sindicato, y por la disoluci�n de manifestaciones p�blicas, hechos que marcaron el fin del movimiento.


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