A principios de 1970 la di�cesis contaba con 36 parroquias, de las cuales 13 se encontraban en la capital, 13 en comunidades rurales del estado, y nueve que pertenec�an al estado de Jalisco y dos a Zacatecas, y en gran medida esa distribuci�n responde m�s a la estructura socioecon�mica de la regi�n que a la propia divisi�n pol�tica. La di�cesis; fundada a fines del siglo XIX, era parte fundamental de una vida cultural intensa, marcada por fiestas y ceremonias religiosas. Los aguascalentenses participan en el quincenario de la virgen de La Asunci�n, la fiesta principal de la di�cesis; peregrinan a San Juan, realizan vistosas fiestas parroquiales y casi toda celebraci�n familiar, como matrimonios, bautismos, etc., se halla marcada por un matiz cat�lico.
A consecuencia del Concilio Vaticano II, un grupo de sacerdotes se inconform� con el obispo, Salvador Quezada Lim�n, y pidi� la intervenci�n de Roma. Eso provoc� la divisi�n del clero y, m�s adelante, la movilizaci�n de los seglares.
En 1975 Roma intervino para calmar los �nimos. La Santa Sede se reserv� para s� el gobierno de la di�cesis, nombrando para el efecto un administrador apost�lico, cargo que recay� en la persona del obispo Torres Romero. Don Salvador Quezada Lim�n fue retirado del gobierno de la di�cesis, pero conserv� el t�tulo y la dignidad episcopal. Antes de partir exhort� a la obediencia, pero algunas asociaciones convocaron a una gran concentraci�n frente a la Catedral, cuyo �xito dej� ver que un gran n�mero de cat�licos no iba a quedarse con los brazos cruzados frente a los progresistas, calificados de "tupamaros".
Grupos de todas las clases sociales se movilizaron nuevamente a ra�z del cumplea�os
del se�or Quezada, el 17 de enero de 1976. El obispo visit� Aguascalientes y
fue acogido con una recepci�n multitudinaria y desplegados en la prensa en los
que le manifestaban su apoyo y lo felicitaban, a la vez que mostraban su desd�n
por el obispo Torres. Los parroquianos, organizados en 25 comit�s en diferentes
colonias y comunidades rurales, y el Comit� pro Defensa de la Di�cesis de Aguascalientes
actuaron con �xito en el estado, en M�xico y en Roma.