Vuelven las disidencias pol�ticas

Vuelven las disidencias pol�ticas


La guerra hab�a terminado, el pa�s juarista buscaba no el vendaval de la violencia, sino el tiempo de paz para la organizaci�n y el progreso. De alguna manera estos prop�sitos, no menos importantes, lograron consolidarse en Campeche en los a�os del gobierno de Pablo Garc�a. Los imperialistas nombraron al Instituto Campechano, Instituto Literario de Campeche o Instituto de San Miguel de Estrada, pero finalmente recibi� su t�tulo original de 1859. No dej� de presentarse la controversia con el clero representado por el obispo de Yucat�n, pero el Instituto inici� un servicio liberal que lo ha iluminado de prestigio y renombre. El tiempo dio la raz�n a Garc�a, a quien debe acredit�rsele tambi�n el hecho de haber declarado, en noviembre de 1868, obligatoria la ense�anza primaria. Dispuso la organizaci�n del ramo de justicia con el �nimo de crear nuevos ordenamientos codificados en materia penal y de procedimientos penales, y adopt� el C�digo Civil que formul� Justo Sierra O'Reilly en 1859. Otras empresas para beneficio de la administraci�n p�blica fueron, si acaso, solamente intentos de favorecer la producci�n agr�cola, afectada en la regi�n de los Chenes por los rebeldes ind�genas, en cuyo combate pereci� el 13 de mayo de 1868 el coronel Leandro Dom�nguez, quien se hab�a distinguido como republicano en la lucha contra los franceses.

El momento de la libertad fue tambi�n el de la disidencia. El a�o de 1867 fue la llamada de atenci�n para que se iniciara el movimiento de grupos pol�ticos en la b�squeda del poder: Garc�a, Carb� y Aznar Barbachano con sus aliados, y los hermanos Pedro y Joaqu�n Baranda con una renovada generaci�n de j�venes.


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