Una vez conquistada la provincia de Colima y fundada una villa de espa�oles
en ella, Hern�n Cort�s comenz� a dise�ar, un gran proyecto de cara al futuro.
�ste era fundamentalmente mar�timo: la exploraci�n de la Mar del Sur y abrir
rutas hacia el Extremo Oriente. Con tal objeto, ten�a un astillero en Zacatula,
donde constru�a nav�os. Desde antes, incluso a�n en vida de Moctezuma, las inquietudes
marineras de Cort�s eran claras. L�pez de G�mara escrib�a sobre el particular:
Deseaba Cort�s tener tierra y puertos en la Mar del Sur para descubrir por all� la costa de la Nueva Espa�a, y algunas islas ricas de oro, piedras, perlas, especias, y otras cosas, y secretos admirables, y hasta traer por all� la especier�a de las Molucas con menos trabajo y peligro.
D�a tras d�a, bien por misiones espec�ficas o informes recabados en distintas regiones y pueblos, Cort�s se hab�a formado una idea general de lo que la Mar del Sur ofrec�a. Cuando a�n el Pac�fico era una gran inc�gnita, escribi� al emperador sobre las extraordinarias posibilidades que aqu�lla encerraba.
Acortar distancias y reducir tiempos fueron las razones que Hern�n Cort�s manej� como argumentos bien definidos. Estaba convencido tambi�n de que en alg�n lugar de la costa de la Mar del Sur se habr�a de descubrir un estrecho, y dec�a que bien podr�a hallarse en cierto "paraje adonde est� aquel archipi�lago, que descubri� Magallanes", que �l hab�a visto pintado. Cort�s no esper� licencia real para hacer realidad estos sue�os. Tal exploraci�n era una verdadera apuesta que, aun resultando fallida, prestar�a un gran beneficio: si el estrecho no se hallaba, de todos modos "no es posible que no se descubran muy grandes y ricas tierras", ensanchando "los reinos y se�or�os de su Real Corona".
Para estas fechas, Tehuantepec y Zacatula eran pivotes fundamentales en la estrategia marinera de Cort�s. Un tercer punto de apoyo result� la Villa de Colima y el buen puerto que en su provincia Sandoval hab�a descubierto. A partir de estos tres puntos, ser�a montada la estrategia inicial de cara a la Mar del Sur. Para ello, como se dijo, dividi� en dos grandes jurisdicciones las tierras de las costas del Pac�fico, situando las cabeceras de las mismas en Tehuantepec, bajo el mando de Francisco Maldonado, y en Colima, donde ten�a por lugarteniente a Francisco Cort�s.
Pocos meses despu�s de su regreso de las Hibueras, Cort�s fue informado de que cerca de Tehuantepec hab�a tocado puerto uno de los barcos de la expedici�n de fray Garc�a de Loaysa. Con tales informes, �lvaro de Saavedra inici� la era de las exploraciones y conquistas mar�timas desde la costa de la Mar del Sur y de puertos que estaban en la jurisdicci�n de Colima. En efecto, el 31 de octubre de 1527, v�spera de la fiesta de Todos los Santos, tras larga preparaci�n y movimiento en el puerto de Zihuatanejo, echaron al agua tres nav�os y se hicieron a la vela.
Un gran movimiento de "correos" fue establecido desde el cuartel general de
Hern�n Cort�s en la Villa de Colima, que iban y ven�an por toda la Nueva Espa�a
y, de modo particular, hacia los astilleros y puertos donde ten�a nav�os. El
8 de febrero de ese a�o, en su mencionada carta al Consejo de Indias escrita
desde Salahua, informa que tiene prontas en Tehuantepec tres naos —la San
L�zaro, que hab�a capitaneado Hernando de Grijalva, Santa �gueda y
Santo Tom�s— que en fecha pr�xima se pondr�an a la vela rumbo a Chiametla,
puerto en territorio de la Nueva Galicia, bajo la jurisdicci�n de Nu�o de Guzm�n,
con quien el marqu�s "estaba amostazado". En la estrategia dise�ada por Cort�s
para esta expedici�n, los nav�os bordear�an la costa mientras �l, al frente
de la tropa, ir�a a su encuentro por tierra firme.
